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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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EL MAYOR ESPECTÁCULO DEL MUNDO - por PAULATREIDES

Silencio, tambores, aplausos. Éste es el esquema, el diagrama una y mil veces repetido, grabado en la mente y en la piel por mor de los ensayos, los golpes, el esfuerzo; una suerte de banda de Moebius que había que recorrer día tras día.

El repique nos otorgaba todo el protagonismo y hacía que aflorara en mí todo el vigor y la rabia almacenaba en los momentos previos. El sosiego, la expectación, los nervios. "¡Vamos, vamos! Saldrá bien, tiene que salir bien", repetía una y otra vez en mi cabeza intentando insuflar el ánimo suficiente. Pero en mi retina, veía el cuerpo retorcido y sin vida de mi malogrado padre tumbado sobre la arena. Esa imagen me hacía tornar a la realidad, a reparar en la posibilidad de que algo podría salir mal y que el riesgo, aunque latente, era real.

Era un chiquillo cuando ocurrió, sólo ocho años. Silencio, tambores, gritos… Este no era el plan. A punto estuvo de conseguirlo, de traspasar la categoría de leyenda y convertirse en mito; ahora sólo queda un pequeño recorte de una página de sucesos clavada en un espejo, un cristal donde mirarme y recordar quién soy y por qué me juego la vida a diario.

Salí corriendo desde mi escondrijo bajo los asientos, un lugar privilegiado en el que era un espectador excepcional que pasaba desapercibido. No perdía un sólo detalle de su evolución, de su entrega. Él era el espectáculo y su nombre reconocido en todo el mundo. Fui el primero en llegar y comprobar el fracaso de esa vida dedicada a hacer disfrutar a los demás. Hasta cuatro personas fueron necesarias para separar a ese muchacho que fui, de aquel desdichado amasijo de huesos y carne. Las caras de espanto de los allí presente resultaban insignificantes junto a mi desgarrador llanto, y ahora, doce años después, me enfrento a un reto similar.
"Recuerda hijo, tienes que tener plena confianza en ti mismo, pero sobre todo, en tu compañero. En sus manos dejas tu vida, y yo gozo de la tranquilidad que me proporciona tu tío; ahí arriba tenemos que funcionar como una sola persona".
Pero Philippe erró; o tal vez fue un mal cálculo de mi padre. No lo sé, pero desde entonces, ese funesto redoble martillea incesante mi cabeza.

De nuevo el silencio, tambores y una suelta y agarre perfectos; aplausos. Philippe retorna a la estabilidad de la plataforma y yo me acomodo sobre el trapecio. Una larga ovación, rostros de incredulidad, las sonrisas de los más pequeños; son la recompensa en este oficio.

Ahora teníamos que ejecutar el mismo número de aquel fatídico día, el más difícil todavía tantas veces dicho, puro exhibicionismo. Era nuestro primer intento con público. El maestro de ceremonias nos anuncia, las luces se apagan, oscuridad, calma; y de repente, un haz de luz nos deslumbra, comienzan los aplausos. Un pequeño gesto de mi padrastro desde lo alto, hace salir a los payasos que liberan la red sobre el suelo ante los atónitos ojos de los que allí se congregan. Sí, Philippe no sólo borró a mi progenitor de los carteles, también ocupó su lecho junto a mi madre.

Somos una pequeña ciudad errante y los comentarios y los chismes viajan con nosotros. El luto pasó rápido para todos menos para mí; la función debe continuar, y mi tío viajaba con nosotros, ¿quién sabe cuántas veces antes del funesto día había entrado en nuestra roulotte?

Comencé el balanceo hasta adquirir el ritmo deseado y dejé que mi cuerpo quedara boca abajo, suspendido sobre el vacío. En mis idas y venidas podía verlo, saludando al público primero y frotando sus manos con magnesio después. Besando a mi madre, con esa sonrisa descarada que da la celebridad, con la actitud chulesca e insolente que le caracterizaba. Ahora era él quien tenía que confiar en mí, en la solidez de mis brazos que quedaron huérfanos de los achuchones de un padre.

Mi madre, a su lado, coloca los suplementos para lograr una mayor altura y empuje. Filippe sube, sujeta la barra con fuerza y asiente con la cabeza, está preparado.

El espectáculo va a comenzar. Silencio. Doy dos palmadas, ésa es la señal que aguardaba para abandonar la seguridad que le ofrece el soporte y acelerar a una velocidad sorprendente. Lo veo a él, rozando el techo de la carpa con las piernas, y veo a mi padre, destrozado en el suelo; y los tambores comenzaron a sonar.

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23 comentarios

  1. 1. PAULATREIDES dice:

    Antes que nada quisiera agradecer a los comentaristas de mi relato y a todos los que dejen aquí algunas palabras.

    Escrito el 28 mayo 2015 a las 15:54
  2. 2. R. Andrés Navarro dice:

    Se te ha colado un Filippe casi al final, que se entiende perfectamente pero para que lo sepas.

    Después de la tontería, el relato está muy bien. Eso sí, ya desde el primer párrafo deprime la historia. Su vida le aburre, su tío le ha hecho un Hamlet y se dispone presuntamente a devolvérsela. Y la imagen de papi hecho un amasijo de sangre y vísceras… +18 (¿es que nadie piensa en los niños?) Y ya puestos creo que quedaría estupendo algún toquecillo de humor negro y bien macabro en algún lado.

    En cualquier caso el ambiente fúnebre-circense queda muy claro y se masca el cariño al tío que le tiene el protagonista.

    Sigue escribiendo y mucho ánimo!

    Escrito el 28 mayo 2015 a las 17:54
  3. 3. Josan dice:

    ¡Hola Paula!.

    El “in crescendo” de la historia está muy bien logrado. Envuelves bien la historia y nos introduces en el mundo circense, hasta he aprendio algo nuevo (no sabía que el polvo blanco que se daban en las manos era magnesio). El padre muerto, la sospecha de que su tío tuvo algo que ver… Bien desgranado y el final abierto. ¡Me encantan los finales abiertos!.

    ¡Ánimo, nos leemos!. 🙂

    Un saludo.

    Escrito el 28 mayo 2015 a las 19:55
  4. 4. ILLARGUIA dice:

    Enhorabuena Paula, con el leitmotiv de Silencio-Tambores-Aplausos o Gritos como una cinta de Moebius repitiéndose una y mil veces en un esquema de amor y ausencia. Curioso el Philippe, sustituido por Fillippe, el origen es Filis, amor filial. También R.Andres utiliza a un Phillips en su relato y acierta totalmente en su comentario comparando a tu personaje con Hamlet, también como este duda, sabe que tiene una deuda de sangre con su padre y por otro lado ama al tío. Repican los tambores pero no sabemos si fallará la pirueta. El espectáculo debe continuar.
    Un abrazo.

    Escrito el 28 mayo 2015 a las 20:49
  5. Me ha gustado mucho Paula, sobre todo como con tus palabras vas dirigiendo y llevando la tensión en aumento y al dejar el final abierto cada uno de nosotros podemos imaginarlo.
    He sentido casi la rabia del protagonista y el dolor al perder al padre y sobre todo imaginar que podía haber sido algo más que un accidente.

    Saludos

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 10:05
  6. 6. Tim Galano dice:

    Hola Paula. Había leído tu micro en sttorybox y me encantó y la versión larga también me ha gustado mucho. Enhorabuena!

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 14:00
  7. 7. beba dice:

    Hola, Paula:
    Excelente.
    Historia vibrante, con inclusión apropiada de los tambores.
    Manejo excelente del ritmo y los tiempos del relato;buena definición en las descripciones físicas y anímicas.
    Aplausos. Y gracias por comentar el mío.

    Escrito el 30 mayo 2015 a las 15:23
  8. 8. Karen Katina dice:

    buen relato me gusta como vas introduciendo al lector en el ambiente y la decisión de que pasara es totalmente a elección de quien lo lee.Felicitaciones.
    Gracias por pasar por mi relato y comentar.

    Escrito el 30 mayo 2015 a las 16:57
  9. 9. Ryan Infield Ralkins dice:

    Intrigante el relato. El inicio era bastante tranquilo pero la accion siempre fue en crescendo, con cada parrafo revelando justo lo necesario y por ende, manteniendo ese excelente nivel de intriga. Simplemente genial y estupendo. Me gusto.
    Felicitaciones y saludos.

    Escrito el 31 mayo 2015 a las 00:47
  10. Que intriga de relato, Paula! muy bien creada la atmosfera, felicidades!! Gran relato.

    Escrito el 31 mayo 2015 a las 08:41
  11. 11. Tinta Negra dice:

    ¡Buenas Paulatreides! Estoy con la observación de Ryan Infield, que tu historia va dando pistas párrafo a párrafo hasta tejer una buena trama. Buena redacción y ambientación. Estuve en el circo con tus personajes. “Silencio, tambores, gritos…”, le dio un toque poético que me gustó. Muchas gracias por tus valoraciones en mi relato que además me han dado la oportunidad de conocerte. Me ha gustado tu trabajo. Espero volver a leerte. ¡Un saludo afectuoso!

    Escrito el 31 mayo 2015 a las 21:55
  12. 12. Luis Ponce dice:

    ¡Bien Paula! Muy bien manejado el ritmo del relato. Es la misma sensación que tienes en el circo, cuando para remarcar el misterio y el peligro de lo que vas a espectar, se inventaron el uso del redoble.
    No sería igual si lo hicieran antes de salir los payasos, por eso es que nos tienen mecanizados con ciertos sonidos, para que la expectación aumente y el público prepare su cerebro para disfrutar del riesgo.
    Ese mismo ritmo le has dado a tu relato consiguiendo que el interés crezca desde que los tambores empezaron a sonar.
    Gracias por tus comentarios en el mio. Saludos.

    Escrito el 2 junio 2015 a las 18:21
  13. 13. José Torma dice:

    Hola Paula.

    Me dejaste con la miel en la boca… ¿Que va a pasar?

    Me gusta como presentas una historia triste, tragica. Sin caer en exageraciones. Los sentimientos del hijo muy bien retratados. Me meti tanto en el relato que ni me fije si habia comas o puntos fuera de lugar.

    Muchas felicidades.

    Escrito el 2 junio 2015 a las 22:45
  14. 14. Dante dice:

    Hola Paula:

    Te felicito por el relato. Impresionante historia.

    El contenido es impecable, no tiene fisuras, y lo mismo podría decirse de la forma salvo pequeñas observaciones mínimas, por cierto muy opinables. Por ejemplo, en la oración: “El repique nos otorgaba todo el protagonismo y hacía que aflorara en mí todo el vigor y la rabia almacenaba en los momentos previos”, estoy casi seguro que se deslizó un error o una emisión de tipeo: o bien se omitió el “que” (“que almacenaba”), o bien correspondería reemplazar “b” por “d” (“almacenada”). Lo mismo me sucedió en la oración “Era un chiquillo cuando ocurrió, sólo ocho años”. Puede que haya sido una opción estética, pero intuí que faltaría un “de” o el verbo “tenía”. Como ves, son nimiedades, y estoy casi seguro que, salvo que en el último caso haya sido una opción estética tuya, se trata de errores u omisiones de tipeo (de hecho, a mí también me ocurrió una que me hizo notar un comentarista anónimo, ya que coloqué una “a” en vez de un “de”).

    Por otra parte, a fin de garantizar la coherencia de tiempos verbales, y que el final adquiera una potencia aún mayor (si es que eso fuera posible), sugeriría reemplazar “Ahora era él quien tenía que confiar en mí, en la solidez de mis brazos que quedaron huérfanos de los achuchones de un padre”, por “Ahora es él quien tenía que confiar en mí, en la solidez de mis brazos que quedaron huérfanos de los achuchones de un padre”, y colocar esta oración después de un punto aparte, ya que como antes venías relatando en pasado y el texto tiene un “ir y venir en el tiempo”, y en el final estás relatando en presente porque querés mostrarlo como que está ocurriendo aquí y ahora, si se hiciera esto, el punto y aparte nos mostraría que se pasó a otro momento, o cuanto menos a otro instante, y ese “es” en vez de “era” ya nos traslada al presente y justifica los verbos en presente del final. En el mismo final, para salvaguardar también la coherencia del tiempo verbal y que no quede disonante el presente con el pasado de “los tambores comenzaron a sonar”, yo agregaría algo que haga un “puente”. Sugeriría: “…; y escucho que los tambores comenzaron a sonar”. De ese modo, el presente empalma con un hecho pasado terminado pero reciente (comenzaron a sonar), pero como no se dice que hayan dejado de sonar, continúan sonando. Esta sugerencia además, empalma con el excelente final abierto que le diste.

    Fuera de estas pequeñeces de escasísima importancia, no tengo nada para expresar que no sean sonoros elogios.

    Como han dicho otros compañeros, el relato es vibrante, y la tensión está perfectamente manejada. Tu vocabulario es muy rico y hay palabras como “funesto” que le dan una profundidad y una contundencia a la trama y a la forma en que esta se expresa, que llegan al lector y lo interesan, a la par que tocan su subjetividad. Y como autores, no queda más que admirar y aplaudir el uso de ese vocabulario y esos recursos.

    En esta línea, cabe agregar otro recurso interesante: la manera en que dosificaste la información. Hasta que el protagonista no nos lo aclara, sólo sabemos que Philippe es el tío. Ya la palabra padrastro nos permite “intuir” algo, pero el modo en que nos muestra (más que cuenta, muestra) a Philippe en esa oración nos cala más hondo todavía y nos permite imaginar qué siente el protagonista. Ese sentimiento no es simple, es complejo. Es una mezcla, una amalgama. Es sentimiento porque es permanente, pero trasciende hasta el pensamiento, llega a la emoción del momento y tiene la potencialidad de traducirse en acción. De este modo, la caracterización psicológica del protagonista se torna tan honda como realista e interesante, ya que no es lineal ni superficial sino rica y muy compleja, y está al servicio del desarrollo de la intriga y de la trama. ¿O sucede al revés? (¿El personaje hace a la historia o la historia al personaje?). Vaya pregunta. En una historia surcada por la fatalidad, por la intervención del deseo del lugar ajeno y por tantos sentimientos entremezclados, probablemente todo se resuelva en la banda de Moebius que significaban los ensayos, y que la vida misma del protagonista sean como sus ensayos, siendo éstos metáfora real de aquélla.

    Otro punto a destacar de tu relato, y que merece aplauso y felicitaciones es que partiste de la consigna y la trascendiste. Partiste de la consigna de usar la frase de los tambores y la utilizaste muy bien, sin que en ningún momento se adivinara cuál era el final. Se corría un riesgo muy grande con este ejercicio, y más todavía con la historia que decidiste contar, pero lo evitaste magistralmente y nos expusiste un relato que el protagonista narró de modo exquisito.

    Creo que hay tres secretos que lo explican: tu talento, tu creatividad y la decisión de haber utilizado a los tambores como eje alrededor del cual gira la historia. El conflicto y la historia se construyen alrededor de los tambores. Sin ellos, no habría conflicto ni historia, porque éste tiene lugar (y aquélla nace verdaderamente) cuando se rompe la secuencia mágica, en la que los tambores son el nudo o, si se quiere lógicamente, la premisa menor que obra de enlace para la conclusión. Esta decisión ha sido excelente, y el planteo de la secuencia normal vs. secuencia inesperada e indeseada, con los tambores como figura rutilante (¿verdadero protagonista aunque inanimado?) sumado al planteo psicológico y existencialista de la conciencia de la propia finitud ante la inminencia de la muerte que recuerda una situación límite, reforzada por la experiencia de uno de los seres más queridos, nos da como resultado una trama impactante y un texto formidable.

    En lo meramente formal, sólo resta decir que la puntuación es muy adecuada y que la gramática y la ortografía son excelentes. La historia está perfectamente estructurada con principio, nudo y desenlace, y los conflictos son muy claros. Está muy bien contada y atrapa de principio a fin, en todo momento.

    Espero seguir leyendo y disfrutando tus relatos. Nuevamente, felicitaciones.

    Saludos.

    P.D.: En mi relato te agradecí tu comentario. Si querés, podés pasar y leer el mensaje. Hay también un mensaje aparte referido al tema de los nombres, ya que me preguntaste de dónde los saqué.

    Escrito el 3 junio 2015 a las 00:59
  15. 15. PAULATREIDES dice:

    PARA DANTE.

    Primero darte las gracias por tu comentario.

    Me gustaría aclarar algunas cosas sobre la edición del texto.
    Utilizo Scrivener para todo lo que tiene que ver con este arte de la escritura de que somos aprendices.
    Una vez que tengo el primer borrador del texto, hago una copia y la voy modificando hasta una nueva versión. La vuelvo a copiar y otra vez lo mismo, hasta llegar a la versión final.
    En la primera versión del reto de los tambores, nuestro protagonista era el encargado de ejecutar el número del padre, pero, según escribía, surgían variaciones. Tras doce transformaciones, al final pasó a ser (o no) verdugo de su tío.
    Scrivener solo mira posibles faltas de ortografía y su diccionario no es muy extenso, y no te avisa como lo hace word de errores gramaticales, concordancia e incluso sentido de las frases.
    Una vez que creo que está correcto lo llevo a word. Esta vez olvidé hacerlo.

    Como aquí tenemos el “problema” de la extensión de los textos, se quita una palabra de aquí o de allí y al final olvidamos alguna modificación verbal o similar.

    El texto lo paso por un contador de palabras para saber que palabras o expresiones he utilizado en mayor número de veces para poder cambiarlas y adecuar el mejor sinónimo posible.

    Y cambiando a reto de este mes y has preguntado lo de los diálogos en los micro te dejo este enlace.

    http://blog.sttorybox.com/ganadores-del-i-concurso-de-microrrelatos/

    Espero que te sea útil.

    Saludos.

    Escrito el 3 junio 2015 a las 11:35
  16. 16. José Torma dice:

    Paula, acabo de leer tu micro en Sttorybox, muy bueno, felicidades.

    Escrito el 3 junio 2015 a las 15:18
  17. 17. Dante dice:

    Gracias por tu respuesta a mi consulta sobre los diálogos en los microrrelatos. Y lo que es más importante: ¡Felicitaciones por el primer premio! Ese microrrelato es muy bueno y atrapante. Justamente, construido a partir de los diálogos que era el tema que me preocupaba. Parece mentira que en tan pequeño espacio pudiste caracterizar a los personajes y permitir al lector que los imagine. Me alegro que te hayan elegido como la ganadora y espero que tanto aquí como en otros espacios no dejes de escribir porque lo hacés muy bien y se nota que te gusta hacerlo.

    Saludos.

    Escrito el 4 junio 2015 a las 01:04
  18. 18. grace05 dice:

    Hola, Paula:
    Excelente historia. Me mantuvo en tensión toda su lectura, que además , gracias a tu buena narrativa y lenguaje se hace clara y fluida.
    Una historia de pasiones, traición y venganza.
    ¡Excelente trabajo!!!
    Te felicito por el primer premio en Sttorybox, tu micro es buenísimo. Todo en pocas palabras.
    Te invito a comentar 33

    Escrito el 5 junio 2015 a las 00:10
  19. 19. KMarce dice:

    Saludos Paula:

    gracias por pasar por mi relato.
    Creo que te han felicitado merecidamente, me ha gustado tu relato, esa historia media vengativa o no, dependerá que pensamiento final querramos darle. En mi forma de pensar, la venganza es dulce, jajaja, así que pobre tío ladrón de cuñadas… Eso de meterse con miembros de la familia no va conmigo, así que para mí lo ha soltado… 😛

    Los deslices que te mencionó Dante, Ay que lío, a mí me pasa también siempre elimino el conector y la frase queda rara, pero ya he comprendido que mis compañeros lectores también escriben y por ende, detectarán esas fallas. Ya estoy empezando a estudiar como “modificar”; creo que amamos la frase y no queremos cambiarla, pero tenemos un hermoso idioma con miles de palabras, ya encontaré la forma de decir lo mismo aunque no sea de igual manera. 🙂

    Por lo demás, todo me pareció en su medida justa, la tensión que provocaste sin ser impositiva, un acierto.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 6 junio 2015 a las 17:13
  20. 20. Wolfdux dice:

    Poco más puedo aportar a lo que ya han dicho los compañeros. Darte la enhorabuena y decirte que he disfrutado (o sufrido) con la lectura. Por otro lado también añadir que el final me ha parecido muy acertado y bien trabajado. Un abrazo.

    Escrito el 10 junio 2015 a las 00:31
  21. 21. Pato Menudencio dice:

    Me ha gustado la historia. Por un instante creí que el protagonista mataría a su tío en el show. Pero eso obedece a mi morbosidad.

    Saludos.

    Escrito el 12 junio 2015 a las 17:46
  22. 22. Vespasiano dice:

    Primeramente felicitarte por el premio al microrelato “Turno de noche”. Sorprendente el giro final.
    Con relación a este de los tambores, intuyo que la venganza está servida en “plato frio”.
    De comas y guiones no te digo nada hasta que yo aprenda.
    Gracias por escribir y transmitir sensaciones.
    Enhorabuena.

    Escrito el 12 junio 2015 a las 18:31
  23. 23. Miranda dice:

    Has conseguido una historia, en la que desde el principio y hasta el final los tambores han estado presentes, algo que era difícil. La descripción de la secuencia de silencio tambor y según el desenlace, aplausos o gritos te sumerge enseguida en la historia. La progresión en la forma de transmitir los sentimientos del protagonista, a mi al principio me hacia temer que el protagonista tuviera un accidente, pero conforme ibas aportando información, me llevaban directa a la venganza y me parece que has aprovechado muy bien el inicio del sonar de los tambores para dejar el final abierto.

    Enhorabuena. Nos seguiremos leyendo.
    Gracias por tu comentario en mi texto.

    Escrito el 12 junio 2015 a las 19:08

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