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De cómo mi pueblo eligió su nombre - por elisi

Mi pueblo,pobrecito, era tan pequeño y tan insignificante, que no tenía ni nombre. Solo era el pueblo. Los días pasaban sin estridencia alguna, en una calma insípida a la que nos habíamos acostumbrado. No aspirábamos a nada, porqué no sabíamos que se podía. Y cuanto oliera a nuevo era descartado por imprudente e innecesario. Porqué si nuestros padres habían hecho lo que nuestros abuelos, a nosotros nos tocaba hacer lo que nuestros padres.
Pero un día llegó Tambora, una negrita preciosa de ojos brillantes y sonrisa permanente. Ella era diferente, misteriosa, nueva. Vino a traernos nuestras almas. Y desde que llegó, las comidas fueron manjares, los regalos tesoros y las caricias, estremecimientos.
Tambora no hablaba, pero nadie se dio cuenta de eso hasta que se había ido y nuestras palabras se revelaron vacías, porqué solo eran palabras. Siempre andaba por la calle, moviéndose cómo álamo en día ventoso, jugando con los niños, que la adoraban, escuchando a los viejos, que también la adoraban. Y de pronto, un día, todos los demás empezamos a movernos cómo si la música nos emanara de dentro. Nos mirábamos y nos entendíamos sin necesidad de palabrería rebuscada. Y nos dimos cuenta de los matices de la vida, y aprendimos muchos adjetivos nuevos, y nuevos colores y nuevos olores.No se llamaba Tambora. Pero algún nombre tenía que tener. No sé quien se lo puso, pero todos lo acatamos. E incluso los de otros pueblos nos llamaban a nosotros “los del pueblo de Tambora”. Y así se llamó el pueblo desde entonces, Tambora. Nadie lo votó, pero todos lo acataron como si la idea hubiera sido de cada uno. Tambora era la tierra, el aire, el agua y la vida. Desde que llegó Tambora, los niños gritaban y reían, y, no recuerdo cómo era antes, pero diría que antes los niños jugaban en silencio, o no jugaban. En su honor, incluso el campanero de la iglesia se volvió tamborilero, y el pregonero dejó de usar la trompetilla y se hizo con un tamboril encontrado en un desván. Y tanto los bautizos, como las procesiones, como la misa de difuntos se anunciaban a golpe de tambor, alegre o triste según la ocasión.
Tambora desapareció un día, y la encontraron en el descampado, deshinchada de tanto llorar, y en ese momento entendimos que pronto nos quedaríamos sin ella. Y casi nos deshinchamos nosotros también, si no fuera que, al vernos, volvió a reír, y ya no tuvimos ganas de seguir llorando.El día que Tambora se fuese, los tambores llorarían como violines, pero la vida no volvería a esconderse y nadie olvidaría la lección de vida de aquel ser de forma humana que se nos presentó un día, surgido de no se sabe dónde y nos acompañó por siempre.
Al cabo de unas semanas llegó el día: habían anunciado tormenta para esa noche, pero no creo que fueran los truenos los que se llevaron a Tambora. Llovería, llovería y llovería, y el nuevo día nos regalaría el olor a tierra mojada. Y los tambores comenzaron a sonar

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6 comentarios

  1. 1. Veronica dice:

    Qué bonito relato! Me ha encantado. Me gusta el estilo con el que escribes. Un saludo!

    Escrito el 28 mayo 2015 a las 12:20
  2. 2. juanjohigadillo dice:

    ¡Precioso cuento! Tiene un “no sé qué” que me ha encantado: sigue así.

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 08:52
  3. 3. mondregas dice:

    Hola Elisi:
    Un cuento muy bonito y bien narrado, pero el final no me termina de gustar. Por si quieres leerla mi relato está en el nº 56

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 10:20
  4. 4. Diego Manresa Bilbao dice:

    Un relato interesante Elisi,
    Esta bien, pero creo que es “demasiado” poetico, por decirlo de alguna manera, los arboles no nos dejan ver el bosque… Quiero decir que te interesa mas que sea bonito que que sea una historia redonda… Lo cual esta bien, pero a mi me gustan cosas mas concretas…
    De todas formas, buen relato…
    Nos leemos!

    Escrito el 31 mayo 2015 a las 19:03
  5. 5. marazul dice:

    Hola elisi un relato fresco y positivo. Me quedo con algunas frases muy logradas del texto, tu forma de expresar elegante y ese mensaje que encierra. Un homenaje a lo sencillo y positivo. ¡Ojalá hubiera más “Tamboras” en el mundo!
    Algún fallo en cuanto a la forma. Solo te voy a decir que mires las diferentes manera de utilizar: porque, por qué, el porqué…..En el 3º párrafo deberías de escribir “porque” ya que está dando una explicación. Si lo pones porqué a la hora de leerlo se entiende mal.
    Me ha gustado tu relato y tu estilo y me gustaría seguir leyéndote.
    Saludos. Marazul

    Escrito el 31 mayo 2015 a las 19:59
  6. 6. Luis Ponce dice:

    Lo he disfrutado Elisi, no siempre encontramos textos positivos para leer. La lectura no solamente es conocimiento, también es sentimiento y es necesario alimentarse de eso también. Me gusta tu estilo, quizá un par de cosas que revisar que ya te lo han marcado, pero el estilo es lo que prima.Sigue en ese camino que te estaré leyendo.
    Saludos.

    Escrito el 9 junio 2015 a las 00:37

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