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Retumbos Distantes - por Dr. Fontaine

A través del sonido del golpeteo de la lluvia en el bosque y en sus yelmos, los escuchaban a lo lejos. Las hojas de los pinos vibraban y los animales huían despavoridos. Retumbos distantes.
La lluvia escurría por todas partes, calando hasta los huesos.
Todos ellos, en una fila entre los arbustos y los árboles, no podían evitar estremecerse con cada golpe.
Todo les parecía de tonalidades grises, aunque el bosque fuera verde y vivo, ahora era obscuro y siniestro, una bruma blanquecina se empezaba a levantar.
Dentro de sus yelmos con la forma de caras furiosas, algunos sollozaban. Eran los más jóvenes, los que nunca habían estado allí, en el frente. Los más veteranos, distinguidos por sus capas rojas, aun temblaban al recordar su primera vez contra aquellas cosas.
A la derecha y a la izquierda, filas de cientos de hombres de capas azules y algunas rojas se disponían a defender sus hogares a golpe de espada, lanza y escudo. Sus armaduras bronce ofrecían la protección necesaria a sus cuerpos pero no a sus mentes.
Los retumbos se sentían más cerca, y del piso del bosque, insectos de todos tipos huían. Eso indicaba que en menos del tiempo que esperaban, esas cosas iban a estar frente a ellos.
El ambiente empezaba a oler a sangre y murmullos apagados parecían viajar dentro de la neblina blanca que avanzaba por el suelo.
De la nada, los retumbos se detuvieron. La tensión aumentaba a cada segundo. Los veteranos sabían que significaba. El preludio a la carnicería.
Entre los arboles más adelante, figuras antropomorfas, y aun así inhumanas, aparecían fantasmales… eran miles.
Incluso los veteranos se aterraron cuando notaron que los retumbos lejanos no eran instrumentos de guerra, eran las pisadas de todas esas cosas al unísono.
Cuando todos hubieron desenfundado espadas, levantado lanzas y acomodando escudos, un terror mudo se desencadenó entre las filas.
Los tambores comenzaron a sonar.

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2 comentarios

  1. 1. Aner dice:

    Recreas muy bien la escena en la que sucede todo. La tensión es constante, hay un pulso importante entre la amenaza que se cierne y los guerreros que, quieran o no, han de mantenerse a la espera. Algunas contraposiciones me han gustado especialmente (“Dentro de sus yelmos con la forma de caras furiosas, algunos sollozaban”; “Sus armaduras bronce ofrecían la protección necesaria a sus cuerpos pero no a sus mentes”). Creo que una organización más clara de los párrafos contribuiría a mejorar la experiencia de lectura.

    Escrito el 30 mayo 2015 a las 15:43
  2. 2. Christian Joseph White dice:

    Buenisimo tu relato! Me encantó la manera de recrear el ambiente que lograste. Aunque quedan ganas de ver la confrontación 😉 Saludos!

    Escrito el 1 junio 2015 a las 21:10

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