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No es cuestión de ciencia - por Netogonzo

–Se ha preguntado alguna vez ¿Cómo es que se propaga una onda sonora a través del vacío? –Soltó mientras miraba curioso hacia la pared – Pero que cosas digo, por supuesto que no ¿Cierto?, está claro que no le interesa apoyar a la ciencia, su cabeza está más ocupada en vender mentiras a la gente. ¿No es así?

–No se equivoca mi buen Thobson –Añadió con tono de burla –La gente jodida es lo único que puede comprar, ¿Quién soy yo para negarles mi mercancía?, esos muertos de hambre comen promesas y beben estafas, sólo deles una bolsa con frijoles, diga que es católico y que va apoyar al campo y los tendrá comiendo de su mano. Así funciona esto. Es un hecho que ganaré las elecciones y si alguien se opone, basta una llamada para que pase a ser un nombre más en la lista de miles de desaparecidos que hay en este país, así que no me venga con cuentos y métase su ciencia por detrás. Ahora si me disculpa tengo cosas que hacer. ¡Ordiales!, sáqueme a este imbécil de aquí por favor.

–No se moleste –respondió arqueando las cejas tras los cristales – Conozco el camino a la perfección.

El hombrecillo echó a andar las piernas rumbo a la puerta finamente lustrada en caoba y aspiró por fin otros aires, menos densos y más cálidos. Había aguantado con paciencia la hora y media de retraso del candidato para atender su cita, había soportado el nauseabundo olor a cebolla proveniente de las fauces de ese animal que aspiraba a gobernar el país. Y sin embargo sonreía. Sabía lo que acababa de desatar esa charla de 3 minutos. Necesitaba una prueba y ahora la tenía. Había tiempo suficiente para efectuar lo suyo, así que no podía fallar. Tomó Reforma y después giró en Continental para perderse luego entre callejones retorcidos cuyo destino nadie sabía.

El tan esperado día llegó. Cientos de personas tapizaban por completo la explanada en el centro de la ciudad. Aguardaban con ansias a que le candidato saliera al balcón y pronunciara las últimas palabras antes de declarar oficialmente cerrada su campaña electoral. La banda de guerra preparaba los instrumentos para estar en óptimas condiciones cuando fuera requerida, pues según el protocolo ellos deberían marcar los momentos de entrada y salida del aspirante a presidente desde su balcón.

Sonó la puerta.

–¿Quién? –Preguntó el candidato de desde su aposento.

–Le traigo su tequilita.

–Esta abierto, pasa.

Un hombrecillo pasó y colocó una pequeña caja sobre la mesita junto a la cama y se puso detrás del candidato, quien miraba hacia afuera tras las cortinas del balcón.

–¿Preparando las ultimas mentiras de su juego? –Le susurró al oído y al mismo tiempo le inmovilizó los brazos por la espalda.

–¿Qué demonios haces aquí? ¿Cómo has entrado? ¡Ordiales! ¡Seguridad!

– No se esfuerce, nadie vendrá. Yo también conozco este país y sepa que hasta sus más leales sirvientes tienen un precio, de modo que le sugiero ponerse cómodo y disfrutar de su día – Objetó antes de amarrarlo a una silla – Lo primero será que coma, así que aquí le traigo unos frijolitos de la misma cosecha que usted regalaba a la gente, transgénicos por cierto.

Le abrió la boca y lo obligó a tragar una cucharada. El candidato escupió en seguida y comenzó a sonar agitado.

–¡Espera, espera Thobson! Ya sé lo que quieres, acepto financiar tus investigaciones científicas, conseguirte un laboratorio, lo que quieras.

–Perfecto, ya que hablamos de ciencia déjeme que le muestre algo, ¿Ve esta pequeña caja que tengo aquí?, pues bueno, es capaz de generar una onda sonora de más de 190 decibeles de intensidad en un espacio milimétrico, suficiente para romperle los oídos en 4.736 segundos, déjeme que le muestre.

Sacó unos audífonos y se los colocó al candidato, los conectó a su caja negra y accionó un botón. El hombre en la silla se convulsionó como loco hasta que le sangraron los oídos y se le enrojecieron los ojos.

–Que pena que le pase esto señor candidato, pero no es una cuestión de ciencia si no de decencia, hoy usted pasará a ser un nombre más en la lista de miles de asesinatos sin resolver que hay en este país. Usted no volverá a expresarse así de la gente, váyase con el mismo dios que le ayudó a engañar multitudes –Y le rebanó la garganta sin piedad.

La sangre inundó los suelos y las trompetas y los tambores comenzaron a sonar.

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10 comentarios

  1. 1. Netogonzo dice:

    Gracias a los compañeros anonimos por sus comentarios.

    Saludos.

    Escrito el 28 mayo 2015 a las 13:45
  2. 2. Fabián dice:

    Fui uno de tus comentaristas, el que te dijo que le gusto mucho tu relato, y sobretodo el uso de personajes que no son ni blancos y negros, si no que tienen diferentes matices de gris.

    Muy buen trabajo.

    Escrito el 28 mayo 2015 a las 23:01
  3. 3. tavi oyarce dice:

    ¡Excelente trabajo ¡Netogonzo! que ganas de hacer lo mismo por esto lados y terminar con tanto sinvergueza. Muy bien diseñado y excelente redacción. Felicitaciones

    Saludos

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 00:14
  4. Concuerdo con los compañeros. Me parece muy ingenioso ese personaje que literalmente salvo a su pueblo de ese político infeliz, aunque la mayoría de los políticos son así. Sangriento el final pero me encantó.
    Saludos y nos leeremos.

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 15:02
  5. 5. DreamxAlchemist dice:

    Me gustaron los diálogos de tus personajes, creo que es lo que más resalta en el relato, cada frase que dicen está escrita con propiedad y nitidez. Aunque la historia también está interesante, ¡Buen relato!

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 22:04
  6. 6. KMarce dice:

    Saludos Netogonzo:

    Has hablado en voz alta, el pensamiento de muchos. Pena que vivamos en paises en donde el pueblo mismo se vende por una hogaza de pan.

    A lo tuyo, me ha gustado el desarrollo que le has dado a tu relato, pensé que quien hablaba con ese despota, le había grabado y al final de su discurso ese vituperio de palabras saldria por los parlantes; más en algunos casos… muerto el perro…

    Me ha entretenido mucho, ha sido cuidadosamente separado, argumentalmente lo veo conciso. Te felicito.
    Solo recordarte que los guiones narrativos, siempre irán pegados a la frase al inicio y al final: —Hola —le saludaría con alegría—, ¿eres nuevo en la escuela?

    Por lo demás, lo veo bien cuidado. Otro enhorabuena.

    Gracias por pasarte por mi relato.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 30 mayo 2015 a las 22:35
  7. 7. KMarce dice:

    Perdón, me ha quedado pegado… uff! en el recuadro se veía separado:
    —Hola, —le saludaría con alegría—, ¿eres nuevo en la escuela?

    😛 Para que se entienda que siempre se inician los diálogos en el margen izquierdo. 😛

    Escrito el 30 mayo 2015 a las 22:38
  8. 8. José Torma dice:

    Que tal Neto?

    Tu relaot me hace preguntarme si no seras acaso mexicano?, pero como bien te comentan la situacion que describes es tristemente universal.

    A mi me gusta el ritmo y la elaboracion, como poco a poco nos muestras al politico corrupto y al heroe que todos deseariamos ser.

    Excelente trabajo. Gracias tambien por tus palabras a mi texto.

    Saludos y felicidades.

    Escrito el 31 mayo 2015 a las 20:18
  9. 9. beba dice:

    Bueno, amigo; no te escondas detrás del narrador que te he descubierto: un ciudadano desilusionado y trastornado.¡OooH! ¡En América Latina!Ja, ja, ja.
    Buenísimo el relato. La urdimbre de los personajes, espectacular.La tensión del relato, perfecta.
    Bien; acerca de la forma, muy buena.Reitero lo de los espacios para las barras que ya te señalaron; y añado que los verbos en los incisos no van con mayúscula si son verbos de habla como “dijo”,”exclamó”,o estos mismos metaforizados: “ladró”, “gruñó”. http://buscon.rae.es/dpd/srv/search?id=kyRrDVgsOD6Xup8Dpt
    En el inciso c de esta página lo puedes ver claro.

    Escrito el 1 junio 2015 a las 12:45
  10. 10. Zelfus dice:

    Hola. Tal como lo planteó una compañera hace un par de meses, la idea es comentar al menos los siguientes diez relatos al tuyo. El mío es el #61. Aunque estuve enganchado, el título me hacía ruido con el final posible y no me equivoqué: La historia da un giro inesperado que no permite hilar los primeros sucesos con los últimos. Mejor dicho: para qué quería pruebas el científico? Pensé que se trataría de divulgación. De lo contrario, en el mismo momento en el que se “enteró” de las reales intenciones del político, pudo terminar su trabajo.

    Escrito el 2 junio 2015 a las 01:15

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