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Trummor - por Eunice

Web: http://kimerasdelfuturo.blogspot.com

Ahí estaba otra vez, como cada día, observando desde el otro lado de la habitación. Me miraba con ansia, como si esperara el momento adecuado para actuar. Sus ojos brillaban entre las sombras y nunca conseguía ver su aspecto. En parte, era por el terror que sentía. No era capaz de mirar directamente a aquel ser que llevaba meses en mi casa. Me observaba, me seguía… Su olor ya era parte de mi hogar, su sonido, lo que me impedía dormir por las noches.

—Doctor Larion, lo estoy viendo —dije a mi psicólogo al escuchar su respiración tras el teléfono.

—De acuerdo, ¿dónde está?

—Está al otro lado de la habitación, en el rincón más oscuro.

—Vale. Recuerda, lo primero es controlar la respiración. Es el momento de poner en práctica los ejercicios que estuvimos ensayando en la consulta. Inspira y expira. Hazlo despacio e intenta relajarte.

Inspiré y expiré tal como decía el doctor. Pero él seguía allí, mirando desde la oscuridad.

—No puedo. Todavía le veo, me mira. Está esperando.

—Ya lo hemos hablado, Sverd, no es real. Ese bicho gigantesco que te mira y que vive en tu casa no está en realidad, es sólo un producto de tu imaginación. Puede desaparecer si te concentras y te tranquilizas.

—Se lo he dicho Doctor. Es real. No me diga que no lo es. Mi familia lo huele cuando vienen aquí. Piensan que utilizo un nuevo ambientador. Pero no, es él. Huele así desde que él vive aquí. También le oyen. Escuchan el ruido que hace y ni siquiera se inmutan.

—Lo se, lo se. Pero ya sabes que estuvimos analizando eso y llegamos a la conclusión de que vives en un edificio, tanto el olor como los ruidos pueden venir de uno de tus vecinos. Cualquiera de ellos podría tener algo que oliera así y escuchar esa música con tambores. ¿Hiciste lo que te dije? ¿Preguntaste a tus vecinos?

—No, no lo hice. No quiero que piensen que estoy loco.

—Pues es la única manera. Ya lo sabes. En el momento que comprendas que no es real, dejarás de verlo.

Miré fijamente hacia la oscuridad. Los tambores retumbaban en mis oídos. Cada golpe me paraba el corazón. Me dolían los ojos de mirar fijamente sin ni siquiera parpadear. Los músculos agarrotados tiraban de mí. No podía seguir allí.

—¿Cree que podría tomarme unas vacaciones? No creo que eso entre en conflicto con la terapia y podría ayudarme. Necesito salir de aquí.
—No es lo que yo recomendaría, preferiría que enfrentaras la situación, pero si es lo que necesitas no veo inconveniente. ¿A dónde irás?

—Mi hermano vive en la colonia Lunar. Cogeré una nave hacia allí.

Había cerrado la puerta tras de mí con fuerza y me marchaba solo con lo puesto. No tenía tiempo que perder. A esas horas, la nave hacia la colonia lunar estaba vacía. El viaje era largo, pero al fin podía descansar. Sabía que era real. Otras personas podía olerlo y escucharlo. Incluso había conseguido grabar sus ojos, una noche en la que todo me daba igual. Pero nadie me creía. Incluso el psicólogo pensaba que era un recurso desesperado para hacer que le creyera. Ahora, en la nave, fuera de allí, estaba a salvo. Me recosté sobre el asiento y cerré los ojos. Escuché el silencio de la nave vacía. Descargué mis pulmones aliviado. Al volver a llenarlos, un olor familiar llegó sutilmente. Al reconocerlo, mis músculos se tensaron. Los tambores comenzaron a sonar.

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14 comentarios

  1. 1. R. Andrés Navarro dice:

    Este mes es el mes de los locos. Llevo cuatro relatos o así todos de locos. No me quejo, que me fascinan.
    Está bien escrito, me gusta que sea un diálogo. Eso sí, si alguna vez te pasa algo parecido ve a un psiquiatra y no a un psicólogo (al menos a los dos). Me he quedado con las ganas de que describieras un poco más al bicho, la verdad es que no he podido evitar imaginármelo como el mono que señala desde el armario de Padre de Familia.
    Me ha hecho mucha gracia que de repente el tío se vaya a la Luna. No sé si es literal o es otra ida de olla, pero me encantaría que fuera otra alucinación. Imaginarlo en un coche pequeño y viejo haciendo soniditos de nave espacial es demasiado bueno.
    No dejes de escribir y abunda en la locura!
    Mucho ánimo

    Escrito el 28 mayo 2015 a las 19:58
  2. 2. Eunice dice:

    Buenas! Gracias por tu comentario.

    Siento decirte que yo suelo ser más literal de lo que la gente me considera. Si digo que algo raro aparece en mi historia, es que está apareciendo de verdad. Para mí, el monstruo es real y el viaje a la Luna es real. Está en un futuro distante.

    Por otro lado, el psiquiatra es el que receta las medicinas y el psicólogo el que conversa contigo, por lo tanto, lo lógico es que llame al psicólogo porque si llamara al psiquiatra le diría que se tomara un chute de pastillas y se echara a la cama… jajaja Y eso no me convenía para que avanzara la historia.

    Pero, aún así, gracias por tu visionado de la historia. Me gusta ver que mis relatos pueden tener varias interpretaciones.

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 08:35
  3. 3. Anxi dice:

    Hola Eunice! Soy una de las que comentó tu texto. Volver a recalcar la originalidad de tu historia. Felicidades!
    Nos leemos!

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 10:23
  4. Si llegase a ver un coso de esos mirándome desde un rincón de mi casa yo no iría al psicólogo: me moriría del susto. A propósito, me recordó un poco a Chimuelo el de la película How to Train your Dragons.
    En cuanto al relato, me parece un excelente relato de ciencia ficción. Ahora, me gustaría saber por que el monstruo ese lo sigue. Para matarlo no creo que sea porque si ha tenido infinidad de oportunidades para eso y no lo ha hecho… Sera para protegerlo?
    De todas formas, excelente relato.
    Felicitaciones y saludos.

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 14:39
  5. 5. mondregas dice:

    Hola Eunice:
    Me ha gustado mucho el relato. La huida que hace me ha recordado la película «El octavo pasajero». Te felicito. . Por si quieres leer mi relato, está en el nº 56

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 18:23
  6. 6. ome tecpatl dice:

    Hola Eunice. Ya se quién será culpable de mi insomnio. El bicho que nos sigue como nuestra conciencia, agazapado, amenazador, pero sólo presente. Lo llevamos a todos lados, y si no aprendemos a enfrentarlo, puede llegar a costarnos la vida. No importa si es hoy, ayer o dentro de varias décadas. Psicología pura. Tanto, que ni siquiera alcancé a reparar en fondo o forma. Excelente!

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 20:46
  7. 7. lunaclara dice:

    Uff, qué miedo Eunice. Lo transmites muy bien.
    El relato es súper original y se lee súper rapido.
    Me hubiera gustado saber el desenlace y quien es ese bicho.
    Un placer siempre leerte.

    Escrito el 30 mayo 2015 a las 14:14
  8. 8. ILLARGUIA dice:

    Tuve la suerte de comentarte, Eunice. Creo que también intuí, como mondregas, al pasajero Alien. Un placer leerte.
    Tambores de locura y de misterio. Un abrazo.

    Escrito el 30 mayo 2015 a las 15:31
  9. 9. Peter Walley dice:

    Hola Eunice,

    Al principio me recordaste a la casa tomada de Cortázar, pero luego vi que tomaba otros derroteros 🙂 el momento en que se va a la luna es sorprendente, pero hace que el final impacte más.

    Saludos, nos leemos.

    Escrito el 31 mayo 2015 a las 15:57
  10. 10. J.Sfield dice:

    ¿Porqué alguien que dice haber vivido algo fuera de lo normal tiene que estar loco? La primera opción debería ser creerle y comprobarlo. Un excelente cuento, Eunice.
    Un saludo.

    Escrito el 31 mayo 2015 a las 16:31
  11. Estaba yo leyendo tu texto y preguntándome ¿dónde está esa ciencia ficción que no me gustaba hasta que conocí tus relatos? y me la escondes hasta el final.
    Muy bien descrita esa situación de supuesta paranoia. Los dos personajes (doctor y paciente) resultan muy verosímiles, y el cierre es genial.
    Un gran trabajo, Eunice.

    Escrito el 1 junio 2015 a las 17:49
  12. 12. Denise dice:

    No tengo nada para decir que no te hayan dicho ya. Me gustó mucho.

    Escrito el 2 junio 2015 a las 19:12
  13. 13. Anoide dice:

    Mientras el protagonista estaba en la casa, pensé que el monstruo existía de verdad, pero cuando cogió la nave creí que todo era locura. Por la forma de narrarlo me lo ha parecido, pero es cierto que puede interpretarse de varias maneras.

    El diálogo con el psicólogo es todo un acierto. Hace que la historia avance y le da ese otro punto de vista por el que algunos nos hemos confundido al considerar que en realidad, el prota estaba loco. Dos visiones contrapuestas de la misma situación.

    Ahora lo que me pregunto es qué intenciones tiene el monstruo. No creo que quiera matarlo, ya que parece haber tenido ocasiones sobradas para ello y no lo ha hecho. ¿Quiere torturarlo? ¿O en realidad no es malo? Muchas opciones… Por esto me gustan los finales abiertos 😛

    Te felicito, Eunice. Buen trabajo, lo he disfrutado mucho.

    Escrito el 5 junio 2015 a las 13:56
  14. 14. grace05 dice:

    ¡Una historia original!!! Muy bien narrada, con vocabulario claro que propician una lectura con ritmo y fluida.
    En cuanto al contenido, me mantuvo en tensión y hasta percibí, como el protagonista, su desesperación, gracias a las buena descripción de imágenes, sensaciones y sentimientos.
    ¡Excelente trabajo!!! ¡Te felicito!!!
    Te invito a comentar 33

    Escrito el 5 junio 2015 a las 21:23

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