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PREPARACIÓN PARA LA MUERTE - por Zelfus+18

Web: http://www.escribeburitica.com

PREPARACIÓN PARA LA MUERTE

El humo asciende con rapidez desde los escombros de lo que fue un edificio. Está esparcido sobre la extensión de las llamas que cubren la parte posterior de la calle, con una fuerza tal que el calor se alcanzaría a sentir a cien pasos, si hubiera quién lo pudiera percibir.

En medio de las cenizas se erige una puerta de metal rojo, sostenida por un muro de ladrillos que no se ha enterado de lo que sucedió aquí. Junto a estos, nada, o el espacio que correspondería a un muro y a un ventanal, que hacen que la puerta parezca sacada de un sueño o de una obra de teatro de lo absurdo. Hacia el fondo se ve una montaña de bloques y escombros varios, algunos irreconocibles, otros, como un amplificador de sonido de mediana potencia, pierden su forma mientras se derriten.

Johan creía que gritaría como desesperado. En todos los simulacros se había mostrado seguro para evitar críticas, pero aun sabiendo que era un ejercicio, no podía evitar que la espalda le sudara. Siempre se imaginó que, cuando llegara el momento, sus gritos inundarían el lugar mientras corría.
–Uno nunca termina de conocerse –se sorprendió pensando, mientras sus pies seguían como enterrados en el piso, y su cabeza apenas giraba para ver caer más pedazos de los pisos superiores sobre la gente. –¿Gente? –no los podía llamar así porque los conocía. No eran sólo personas sino los niños del colegio y sus familias: su vecina la del segundo que corría agachada con una mano en la boca y en la otra su hija, la profesora de español, la cabeza inmóvil del gordito que parecía que lo miraba -sólo parecía-, piernas, brazos, zapatos.

Los empujones lo hicieron cambiar de lugar para no perder el equilibrio. Entre los ruidos de las paredes cayendo, se reconocían con facilidad los alaridos de miles de personas en diferentes tonos y timbres, repetición de nombres, pedidos de auxilio, lamentos, un crepitar incesante de cosas que se quemaban, se caían y destripaban a alguien cerca, aplastaban a una familia completa a lo lejos. Johan se agarró la cara con ambas manos, se enterró las uñas y apretó con todas sus fuerzas, haciendo que la sangre emanara fluida por sus cachetes.

En los lugares en los que había ejercido como miembro de la brigada de emergencia, Johan Méndez nunca había tenido tanta tranquilidad como en el colegio Horizontes Pedagógicos. En medio de un clima de armonía, la rectora siempre destinaba tiempo y algo de presupuesto para las campañas educativas sobre cómo comportarse en caso de inundación, incendio, amenaza de bomba, secuestro y, por supuesto, el peligro más susceptible de presentarse, un terremoto.
El trabajo de Johan consistía en los arreglos logísticos como rutas de escape, señalización, instituciones de contacto y alarmas. Cinco meses antes la rectora lo llamó a su despacho.

-Por favor infórmame sobre las adecuaciones de la iluminación –comenzó la rectora.

-El ala sur ya ha sido terminada, estamos empezando a trabajar el ala occidental desde el comedor hasta los baños. Ha resultado complicado por el material anterior.

-Bien. Manténme al tanto. Te hice venir por otro asunto. En el simulacro anterior tuvimos tres niños de primer año que lloraron desconsolados. La alarma los asustó terriblemente. ¿Qué crees que podemos hacer para no generar ese traumatismo en el próximo simulacro?

-Le podemos bajar el volumen, pero le recuerdo señora rectora que los primeros momentos en las emergencias son fundamentales para evitar un desastre. Sería irresponsable de mi parte…

-Confiamos plenamente en tu profesionalismo, Johan, pero lo que queremos es un sonido acorde con el ambiente de integración que se propicia en nuestras aulas.

Cuando escuchó la música en una película, Johan decidió que no habría nada más integrador que la percusión africana. Grabó un fragmento y lo dejó predeterminado para sonar en la siguiente maniobra de ensayo.

El día de la madre se celebró en medio de la emoción, como era costumbre en Horizontes Pedagógicos. Las familias se reunieron en el teatro para ver las obras que los niños habían preparado. Todo era alegría y alboroto, la gente bailaba desde los puestos y la música sonaba al máximo para las coreografías.

Y entonces, para dar aviso y tiempo suficiente de evacuación, los tambores comenzaron a sonar.

Comentarios (18):

Bego Asomadaalalocura

28/05/2015 a las 12:27

Me ha gustado la forma que has tenido de contar la historia, desde el caos hasta el motivo por el cual en la alarma suenan tambores.
Buen trabajo!

Zelfus

29/05/2015 a las 03:55

Gracias por el comentario y por los de mis lectores anónimos. Teniendo en cuenta sus opiniones, he hecho algunos pequeños ajustes en mi blog al respecto. Muchas gracias por comentar!!!

Ryan Infield Ralkins

29/05/2015 a las 14:46

Muy original relato, y muy interesante también. Debo recalcar las excelentes descripciones que haces. Cierto que el relato es muy sangriento en un principio, muy cruento por así decir, pero muy realista y eso es lo mas que me gustado.
Felicitaciones y saludos.

A Pantaleón

29/05/2015 a las 18:22

Hola Zelfus:

A Pantaleón

29/05/2015 a las 18:26

Hola de nuevo, Zelfus:
Me gusta mucho tu relato, como se va ordenando todo para entender el desorden inicial. Es como una metáfora del big bang.
Saludos.

mondregas

29/05/2015 a las 18:52

Hola Zelfus:
Me ha gustado mucho tu relato. Es el más original de todos los tambres que he oído. Te felicito. Por si quieres leer mi relato, está en el nº 56

Ome Técpatl

31/05/2015 a las 04:48

Hola Zelfus. Hoy nos muestras un texto con muy buena calidad descriptiva, pero siento que la historia queda un tanto inconexa; como que de repente dejas de lado la trama para dar entrada al asunto de los tambores. Pienso que sin ellos el relato hubiera crecido mucho. Con todo, ha sido un gusto leerte. Hasta la próxima!

kmblanquicet

31/05/2015 a las 04:54

Hola Zelfus.
Muy buen relato me gusta como poco poco nos vas llevando a la razón de por que suenan los tambores.
Gracias por dejarme tu comentario en mi relato.

Wolfdux

31/05/2015 a las 10:46

Hola Zelfus,

es un relato muy visual y está muy bien escrito. Me ha descolocado un poco seguir el hilo cuando has reculado temporalmente en la historia, pero por lo demás, excelente relato.

Un abrazo.

J.Sfield

31/05/2015 a las 17:27

Una forma original y peculiar de contar una historia, Zelfus. Al principio me ha costado coger el hilo, pero después va encajando todo.
Un saludo.

Mª Carme Bureu

31/05/2015 a las 21:35

Hola Zelfus.
Gracias por pasar por mi relato y por tu sugerencia.
He leído tu historia. Está muy bien redactada, y se lee muy bien. Me ha gustado el desarrollo de la misma.
Enhorabuena.
Saludos.

Elena

01/06/2015 a las 01:11

Hola, Zelfus. Me gustó tu relato, y la forma en que lo desarrollaste; aunque, si te soy sincera, empecé devorando los párrafos para terminar con una tibia emoción. Quizás se debe en parte a la razón de todo aquel desastre: una directora que por tres niños sacrifica la seguridad del resto, y un miembro de la brigada de la emergencia que lo acepta sin más. Para mi, en un momento se perdió esa intensidad del inicio. En cuanto a redacción y ortografía, lo hiciste realmente bien. Saludos y espero seguir leyéndote.

Zelfus

01/06/2015 a las 05:31

De nuevo muchas gracias a todos, sé que no es un relato fácil y de permitirlo Literautas, le haría al menos unos ajustes como los que le he hecho en mi blog http://www.escribeburitica.com

Si estás interesado en que comente tu relato, sólo cuéntame por este medio. Nos leemos.

tilly

01/06/2015 a las 14:41

Hola Zelfus,tu relato me ha gustado como planteamiento ,pero el final está algo desdibujado.Me hubiera gustado ver más el caos,visualizarlo para dar angustia al lector.Continúa , estás en el buen camino.

Ismael Tomas Perez

02/06/2015 a las 13:41

Hola Zelfus:
Muchas gracias por el comentario de mi relato, eso me ayuda mucho a aprender.
Sobre el tuyo te comento:
Una historia muy bonita, aunque tétrica. Me ha gustado la presentación, en el conflicto veo un poco de ambiguedad, no veo claro se es un simulacro o es un incendio real. En la llamada de la directora deberías haberlo desarrollado un poco mas.
Me ha enganchado desde el principio
¡Felicidades! Recibe un cordial saludo

grace05

03/06/2015 a las 23:47

Hola Zelfus:
Una historia impactante y conmovedora. Lográs imágenes y sensaciones que se transmiten al lector. La claridad del vocabulario permiten una lectura fluida. Ni que hablar del contenido, el shock que experimenta el personaje superado por la realidad de la catástrofe tantas veces ensayada en los simulacros.
¡Mis felicitaciones!!!!
Te invito a comentar 33

Leonardo Ossa

10/06/2015 a las 14:38

Zelfus ¿Cómo has estado? tu historia me ha entretenido, me parece que el planteamiento desde la destrucción y el caos es un buen recurso. En mi caso, lo único que me desconcertó durante la lectura de tu narración fue imaginar que ya no quedaba nadie en ese edificio extinto, sobre todo al leer “el calor se alcanzaría a sentir a cien pasos, si hubiera quién lo pudiera percibir.” pues di por cierto que ya no quedaba nadie y sin embargo descubro que hay allí “miles de personas en diferentes tonos y timbres, repetición de nombres, pedidos de auxilio, lamentos”.
No he visitado tu blog para leer los ajustes que has hecho, luego lo haré. Me parece un historia original.
¡Saludos!

pachibuda

10/06/2015 a las 16:01

Zelfus, es primera vez que participo en este taller y no tenía idea que la norma es leer los diez cuentos que siguen al de uno. Gracias por leer mi cuento.
¿Quieres reírte? Yo fui una de las que corrigió tu cuento.
Cariños
Pachibuda

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