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El amor no son sólo mariposas - por Dan D'Ors

Hola, lector. O lectora. Sí, sí, me refiero a ti que estás a punto de leer la vivencia más determinante de mi vida. Sólo quiero decirte algo. No me juzgues. No pretendo darte una lección ni dejarte con una moraleja. Mi historia es como es, como la viví. Cruda y sin edulcorantes. Sin matices ni censura. ¿Sigues ahí? Mierda, yo que esperaba desalentarte con este párrafo introductorio… En fin, si quieres seguir leyendo, que sea bajo tu responsabilidad. Yo ya te he avisado.

Primero déjame que me presente. Me llamo Leinad. Sí, mis padres tenían un tremendo sentido del humor pero muy mal gusto escogiendo nombres. Aprendes a vivir con ello. Soy una persona como tú, más o menos. Nací en el año 1988 en la capital de un pequeño país. No muy rico pero sí muy orgulloso; plenamente consciente del papel que había representado en la historia del mundo.

Mi niñez transcurrió sin sobresaltos. Fui al colegio y luego estudié una carrera. Siempre destaqué en aquello que me propuse, sin llegar a ser excelente, principalmente porque no paraba de cambiar de actividad. Inquieto que es uno.

Pero basta de hablar de mí. Esta es una vivencia mía pero yo no soy su único protagonista. ¿Te sorprende? No sé qué decirte, a veces quedamos relegados al papel de meros espectadores incluso en nuestra propia vida. La inevitabilidad del azar y todas esas cosas que escapan a nuestro control.

La conocí en un concierto de verano, en las fiestas de mi ciudad. Un amigo me empujó y sin querer le volqué parte de mi copa encima. La ayudé como pude y entablamos conversación. Tres días más tarde tomábamos juntos un café en una plaza. Un mes más e hicimos el amor. Fue increíble. Había tenido otras relaciones antes. Había estado enamorado y me había parecido oír música celestial al estar con ellas. Pequeños coros de violines, flautas dulces y arpas cada vez que sentía que podían ser ellas las definitivas. Pero nada comparado con lo que sentí aquella primera vez con ella. Aquella pasión sin mesura, una fuerza de la naturaleza que no tenía fin. Terminamos exhaustos, agotados, pero con una sonrisa de oreja a oreja.

Después de eso nuestro destino estuvo sellado. Nadie podría interponerse entre nosotros nunca más. Hicimos planes y organizamos cosas. Nos mudamos juntos. Pasaron los meses hasta que, por un… ¿cómo lo dicen? ¿Fortuito revés del destino? Sí, creo que es así. Digamos que un infortunado revés del destino en realidad. Bueno, pues uno de esos hizo que nos topáramos con su ex.

El encuentro fue tenso aunque aparentamos cordialidad. El momento pasó pero ella estaba tan nerviosa que tuvimos que irnos a casa. Entonces me contó que lo había dejado con él porque era alguien peligroso. Había intentado agredirla y ella, con muy buen criterio, había comprendido que nadie debía soportar eso. Le dejó una nota en la mesa de la cocina y se marchó. Al principio había tenido miedo de que tratara de buscarla porque temía lo que él podría hacerle si se dejaba llevar por un arrebato. Pude tranquilizarla y pasaron las semanas hasta que pronto todo aquello se nos fue olvidando.

Una tarde llegué del trabajo un poco antes de lo normal. La puerta estaba entreabierta así que pasé al salón, preocupado. La escena que me encontré fue dantesca. Ella estaba sobre el sofá, sus ojos sin vida mirándome al entrar. Él, su exnovio, con un cuchillo en las manos miraba incrédulo lo que había pasado. Yo no pude evitarlo y me abalancé sobre él. Agarré su brazo y tiré de él hacia su pecho. No sé si fue la sorpresa o el shock pero no hizo nada para evitarlo y murió con el cuchillo atravesándole. Llorando y sintiendo que el alma se me rompía por momentos, casi sin poder respirar, poco a poco recogí y limpié todas las pruebas de que yo hubiera estado allí y llamé a un amigo.

Estuve con él, tomando un café y fingiendo normalidad hasta que la policía me localizó. Una vecina había visto la puerta abierta y había entrado. No pude menos que derrumbarme en aquel momento. Mis esperanzas de que todo hubiera sido un mal sueño rotas en mil pedazos.

Hice todo lo que pude por sobrellevar aquel momento traumático pero nunca ha sido lo mismo. Sigo soltero y hace poco entendí que eso no va a cambiar. He tenido otras relaciones pero en ningún otro caso al conocerlas los tambores comenzaron a sonar.

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8 comentarios

  1. 1. beba dice:

    Buenas, Dan:
    Puedo destacar de tu cuento el buen manejo gramatical (salvo un probable error de tipeo:”lo había dejado con él”, donde parece sobrar el “lo”)
    En cuanto al contenido:¿Qué pasó? Venía todo “canchero”, presagiando tal vez una interesante y divertida historia de magia o maldiciones; pero, de pronto, la introducción se volvió demasiado detallista; también de pronto, cambió el tono y resultó una tragedia contada en estilo de novela televisiva; hasta con “improbables”, como sentarse a tomar un café con dos acuchillados a los pies, o hacerse problema por “seguir soltero”.
    Me han gustado otros relatos tuyos, pero este, no; lo siento.

    Escrito el 28 mayo 2015 a las 22:25
  2. 2. Dan dice:

    Hola Beba, siempre es un placer leer un comentario tuyo. Este mes ha sido tan rápido que no me ha dado tiempo ni a escribir mis agradecimientos, así que aprovecho para agradecerte el comentario. En un rato pasaré por tu texto a opinar 😉
    Por lo demás, agradecer los comentarios anónimos que he recibido. Habéis coincidido en que en general está bien escrito y en que añado demasiados datos innecesarios sobre el personaje mientras que se echa en falta un poco más de descripción sobre ella. Completamente de acuerdo. En general me cuesta mucho en un texto de esta longitud priorizar a qué dedicar las palabras y eso me lleva a dejar textos así.
    Este mes experimenté con algo que se salía completamente de la literatura que me siento cómodo escribiendo y eso también tiene un precio. Me ha sido mucho más difícil redondearlo.
    En cuanto a tu comentario en concreto Beba, no he entendido lo de canchero xD pero lo cierto es que quería hacer algo muy distinto a lo que acostumbro, como ya he dicho, y me cuesta medir. Siento que este relato no te haya gustado, la verdad. Espero que aún así me des más oportunidades en otros relatos venideros 😉
    ¡Un saludo a todos!

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 12:38
  3. 3. Trescatorce dice:

    Hola Dan,
    Tu relato me parece que tiene muy buen estilo, y me ha gustado el final dramático, pero es verdad que, como dice Beba, hay un cambio sustancial entre el tono con el que empieza al tono con el que termina. En ningún momento el principio hace pensar que acabe en tragedia, más bien todo lo contrario.
    Quizás sí se tendría que haber potenciado el personaje femenino, y, sobre todo, su pasado. Pero hay buen material ahí, tienes una muy buena base para desarrollar la historia.
    Mi enhorabuena, creo que tienes un buen estilo.
    ¡Saludos!

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 16:33
  4. 4. beba dice:

    Hola, Dan:
    Tu respuesta ha sido tan correcta que me quedé avergonzada del tono de la mía. Mil perdones, aunque la esencia sea la misma.
    “Canchero” es un modismo argentino:sobrador, pícaro…
    Cariños.

    Escrito el 30 mayo 2015 a las 02:26
  5. 5. Wolfdux dice:

    Hola Dan,

    leyendo los comentarios de nuestros compañeros me pregunto lo siguiente: ¿Porqué un relato tiene que mantener un solo tono narrativo? La vida es agridulce (tal y como nos muestras en tu texto), creo que usar el mismo tono es más un método tradicional, pero los moldes están para romperse y experimentar con cosas nuevas. Así que primero te felicito por salir de tu zona de confort y segundo añadir que no me ha disgustado ese cambio, aunque si que es verdad, la escena del café con el amigo no me convence..

    Buen uso de la frase para cerrar el texto. ¡Nos leemos!

    Escrito el 31 mayo 2015 a las 10:13
  6. 6. Silvyt dice:

    Hola Dan!

    A mí también me gusta el cambio de tono, me parece atrevido y acertado. Quizá la escena del café como te señalan… podías introducir a ese personaje amigo como el que te presentó a la muchacha o algo así; ahora que la limitación de palabras jugaba mucho en tu contra.
    Otra cosa, el final no me gusta, pero porque es triste, no porque no esté bien contado.

    Un saludito y enhorabuena otra vez.

    Escrito el 31 mayo 2015 a las 19:24
  7. 7. Dan dice:

    Gracias a Trescatorce, Wolfdux, Silvyt y beba por los nuevos comentarios.
    En cuanto a lo del café, es lo que pasa cuando algo no te convence. El relato pasó por varias versiones, alguna en la que acababa preso y otras en las que no. Cuando me decidí a que no le encontrara la policía en la escena del crimen me encontré con que no me quedaban palabras para sacarlo del lío en el que estaba metido y se me ocurrió lo del café. Sabía que estaba traído un poco por los pelos, pero también pensé que una persona lo suficientemente inteligente como para querer encubrir su presencia allí tendría que aguantar la presencia de ánimo y buscarse una coartada. Mi personaje ganó así un cariz frío que puede no llegar a ser creíble por el hecho de que hable de amor… Bueno, total y resumiendo, un café fue lo único de lo que disponía por espacio y tiempo =)
    Prometo cuidar las coartadas más la próxima vez.
    En cuanto al final, sí, es triste. Soy una persona de escribir finales felices. Me gusta leer finales felices. Por eso decidí intentar no escribir uno. Como ha dicho Wolfdux, la vida es agridulce e incluso en ciertos momentos, más bien triste O.O
    ¡Gracias otra vez por los comentarios!

    Escrito el 1 junio 2015 a las 00:52
  8. 8. Aitor dice:

    Menudo papelón para el novio, encontrarse a la novia asesinada, matar al asesino, dejarlo todo limpio e irse a tomar un café con un amigo, me ha parecido hasta gracioso XD muy de humor negro. ¡Y los del CSI no han encontrado ni una huella! Enhorabuena!

    Escrito el 1 junio 2015 a las 21:28

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