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Los Soldaditos de Plomo - por Mª Carme Bureu

Era un día cálido de primavera.
Fuimos a comer a una masía. El comedor era pequeño con el suelo y paredes
de piedra. Lámparas de hierro. Las mesas de madera, con manteles a cuadros
rojos y blancos.
Había un mueble de madera con las puertas de cristal, y dentro había toda
una colección de soldaditos de plomo.
Mi mirada de mujer se mudó en aquella de niña.
Quedábamos cada tarde toda la pandilla, al lado del olmo viejo, donde había
la panadería. El olor del pan recién horneado; en el escaparate las cocas de
azúcar. El repicar de las campanas de la iglesia. Todo esto, y algo más,
hicieron de aquel verano algo especial.
Íbamos a jugar a la plaza del pueblo. Andrés bajaba sus soldaditos: los
capitanes, los sargentos, los de caballería. De igual forma Luis con los suyos:
el coronel, el general, el alférez, con otros tantos de infantería, cañones,
bombas, carros y carretas. Llegaban Ramón, Ana y Marta.
Y todos formábamos surcos en el barro, para instalar todo el destacamento.
Deponíamos todos nuestros pesares. Nos liábamos con el fango y la lucha.
Hacíamos dos frentes. Y juntos integrábamos el batallón.
Era habitual la tos de Món, y su abuela en proveerle el jarabe. Él tenía: los
tambores, las cornetas, las flautas y los platillos; pero él además poseía un
tambor, lo tocaba muy bien, nos deleitábamos oyéndole, hacia de las
trifulcas auténticos eventos.
¡Siempre perdían los de caballería, los de infantería gozaban de más aguante!
Ramón enfermo, su abuela nos trajo sus cachivaches pero faltaba él con su
tambor.
Hicimos las cunetas, ajustamos todo el pelotón. Cogimos unas tapas de
hojalata y nos pusimos, a sonar, o hacer bulla. Salieron varios vecinos que
parásemos con el ruido estridente.
Se hizo el silencio. Empezamos a tirar tiros, a gritar, a lanzar bombas.
Regresaron a hacernos callar.
Intentamos cantar y se puso a llover. Acopiamos y nos marchamos.
Al fin vino él con su tambor. Enseguida hicimos los cauces. Hacía mucho
calor. Como la tierra estaba muy reseca la humedecimos con agua.
Colocamos el ejército, situamos las carretas, los cañones, ubicamos los
soldaditos con sus instrumentos.
Iniciamos la batalla; el tamborilero empezó a tañer su tambor. Nadie dijo
nada, la gente se paraba a escucharle.
Persistía el carraspeo de Món, y el tomar la medicina. Volvió a enfermar.
Fuimos a su casa. Vimos salir el médico con su padre. Su abuela en el umbral
de la puerta, indicó que subiéramos, se veía muy desolada. Alcanzamos su
habitación, su madre estaba a su cuidado.
Yacía él en el lecho, muy pálido y fatigoso. Al vernos se entusiasmo, su cara
se ilumino, sus ojos marrones centellearon de gozo.
Él se intereso si habíamos empezado a encajar; la infantería, la caballería,
trató en dar ánimos para que fuéramos a montar la cruzada; creando lugar
para todos. A la sazón le insto a su madre que nos facilitara su caja con los
tambores, cornetas, flautas y platillos.
Al salir de su casa; entraba el Padre Julián.
Lis cargaba la caja de nuestro amigo, muy afligidos fuimos al lugar de
siempre.
Nuestros rostros se fueron bañando en lágrimas, la tierra estaba agrietada
por el sol. Las lágrimas que caían de nuestros rostros calaron la tierra,
formándose masa.
Construimos las zanjas, creamos dos escuadrillas, acoplamos: el coronel, el
general, los capitanes, los sargentos, el alférez, la infantería, la caballería, los
carros, las carretas, los cañones, estaba casi todo.
Escuchamos un ruido. Vimos que la caja de Ramón se agitaba, y los tambores
comenzaron a sonar.

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16 comentarios

  1. 1. Mª Carme Bureu dice:

    Hola compañer@s de Literautas.
    Quisiera agradecer a mis comentaristas sus comentarios. Me gustaría saber quiénes son. Sus sugerencias me han parecido algunas acertadas, otras son opinables.
    Por todo ello gracias.
    Un abrazo.

    Escrito el 28 mayo 2015 a las 22:14
  2. 2. Dante dice:

    Hola Ma. Carme Bureu. He sido uno de tus comentaristas anónimos y quiero volver a decirte que me gustó muchísimo tu relato. Me pareció muy emotivo y original. Muy bien contado y logra tocar la sensibilidad del lector. Asimismo, no descuida la imaginación ni la parte racional porque, a mi criterio, su lectura puede dar lugar a diferentes interpretaciones que conllevan a “completar” el final en base a la interpretación previa que el lector haya hecho. Te felicito nuevamente, y al igual que el resto de los textos que comenté, voy a recomendar el tuyo para que lo lean, así otros compañeros tienen la oportunidad de realizar aportes y en su caso, de disfrutarlo.

    Saludos.

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 01:31
  3. 3. Darkristal dice:

    Me temo que tuviste problemas con el editor de texto, sin embargo, tu trabajo es muy bueno y emotivo, con una carga de nostalgia por un pasado que no me pertenece y la tristeza de la despedida de alguien que no conozco.
    Buen trabajo, sigue adelante.

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 18:06
  4. 4. mondregas dice:

    Hola Mª Carme Bureu:
    Un relato muy tierno y conmovedor. Me gusta mucho
    Te felicito. Por si quieres leer mi relato, está en el nº 56

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 19:04
  5. 5. Mª Carme Bureu dice:

    Hola Dante y Darkristal.
    En primer lugar agradecer vuestros comentarios. Espero no decepcionaros con lo que os voy a decir.
    En el relato, la única realidad que hay es el día que fui a comer a la masía, ya ara unos 20 años o más. La descripción es más o menos. Había varios muebles con colecciones de Soldaditos de Plomo. Me llamo la atención. Y lo guarde para mí.
    Este relato ha manifestado en su conjunto, los sentimientos de una época, algo lejana para algunos y para otros desconocida.
    Los Soldaditos de Plomo que conocí en mi niñez, fue el del cuento del soldadito que le faltaba la pierna.
    Ramón no existió, el evoca las enfermedades que en aquellos tiempos se vivían en casa. El escenario es de pueblo, la descripción es inventada. “La” “una” panadería, sí había varias “la” fue la nota que la definió como especial.
    El relato me llevo bastante trabajo, poco a poco voy percibiendo lo que significa que otros te lean. He de revisar el texto, hay fallos corregibles a tener en cuenta.
    El final rememora esa tristeza ante los imposibles que surgen en La vida. El darle más significados, son los sentimientos que pueda despertar en cada lector.
    Es una opinión personal un cuadro no está acabado, hasta la contemplación que surge de la visión, de los sentimientos de cada persona.
    Es un reto muy difícil el que me he propuesto, lo sé. Pero vuestras valoraciones, en especial la tuya Dante, me llevan a seguir adelante.
    Y sí está mal editado, porque los puntos que veo aquí, no se corresponden con el original.
    Un abrazo y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 19:18
  6. 6. Mª Carme Bureu dice:

    Gracias Mondregas.
    Saludos.

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 19:20
  7. 7. Darkristal dice:

    nope, nope, creo que te confundes, no hay forma de decepcionarse de el origen de un relato, si no mas bien maravillarse de la manera en la que se transformo en lo que has conseguido.
    Por cierto, me recordó también al soldadito de plomo de una pierna y otro relato similar de los cuentos de andersen, pero no lo mencione porque a la final se me olvido escribirlo XD
    Dale cuerda, tienes buenas fuentes de inspiración.

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 19:29
  8. 8. Mª Carme Bureu dice:

    ok. Darkristal
    Gracias.

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 20:24
  9. 9. El nido del cuco dice:

    Hola Mª Carme, me das mucha envidia. Pero muuucha… Me encanta como sabes evocar los recuerdos, como manejas el tema de los olores, de los sonidos, para tocar la fibra del lector. Y como todo se vuelve muy emotivo al final. Yo soy incapaz de eso. Soy muy bruto a la hora de escribir. Creo que voy a leerte mucho para aprender…

    No digo nada más. Voy a leerlo otra vez y punto.
    Enhorabuena. Y enhorabuena otra vez.

    Escrito el 30 mayo 2015 a las 11:26
  10. 10. Anxi dice:

    Hola Mª Carme Bureu, yo he sido una de las que comentó tu texto. A mi me pareció algo parecido a la poesía. También te dije, y lo reitero, que el tuyo es un texto muy elaborado y que se nota que ha llevado mucho trabajo.
    Un saludo!

    Escrito el 30 mayo 2015 a las 11:55
  11. 11. Leonardo Ossa dice:

    Mª Carme a través de tu relato puedo entrever el destello del alma que esconde tu corazón. Es un placer leer narraciones con esa carga emotiva.
    ¡Saludos!

    Escrito el 30 mayo 2015 a las 21:57
  12. 12. Zelfus dice:

    Hola. Tal como lo planteó una compañera hace un par de meses, la idea es comentar al menos los siguientes diez relatos al tuyo. El mío es el #61. En este caso veo ya varios aplausos y reconozco el trabajo que te ha tomado realizarlo. No sobra decir que me gustan más las frases medianas, porque sobre todo al principio lo siento muy cortado. Me dio mucha esperanza un final que no fue 🙂

    Escrito el 31 mayo 2015 a las 01:11
  13. 13. J.Sfield dice:

    Felicidades por tu relato, Carme. Lo he encontrado cargado de nostalgia, entre otros sentimientos. Hay una frase dónde se te ha colado una forma catalana: “donde había la panadería” (on hi havia la fleca), en castellano es “donde estaba la panaderia”.
    Un saludo.

    Escrito el 31 mayo 2015 a las 17:41
  14. 14. beba dice:

    A mí también me encantó el relato. Tiene un ritmo muy marcado, como de tambor o desfile.
    Yo imagino al narrador ante la vitrina, recibiendo en oleadas los recuerdos y emociones de la infancia.
    Respecto del mes pasado, me gustó más este relato; y me parece mejor tu oficio.
    Noté algunos deslices de puntuación, que ya te señalaron antes.
    Felicitaciones.

    Escrito el 31 mayo 2015 a las 22:55
  15. 15. grace05 dice:

    Me gustó mucho tu historia. Es muy tierna y triste. Tu escritura evoca juegos de niños de hace tiempo que transforma el relato en algo un poco nostálgico, tal vez como se sintió el narrador ante la vitrina del lugar. Muy buen trabajo
    ¡Felicitaciones!!!!!
    Te invito a comentar 33

    Escrito el 1 junio 2015 a las 21:41
  16. 16. Leonardo Ossa dice:

    M. Carme B, gracias por haber pasado a comentar mi historia. Estaré atento a leer tu micro en la participación de este mes.
    ¡Saludos!

    Escrito el 25 junio 2015 a las 04:40

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