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La verbena - por Lu Hoyos+18
La noche empezó bien. Había buena comida, bebida en abundancia y una orquesta que interpretaba ritmos latinos. Lorena y Amelia estaban sentadas a una mesa cercana al escenario. Llevaban vestidos veraniegos y poseían esa clase de belleza que solo se tiene a los veinte años. Los altos árboles acotaban la verbena en aquel claro del jardín y la luna llena asistía muda al espectáculo.
—¿Lo has visto? —dijo Lorena— acaba de llegar, míralo, allí, al fondo.
—Sí, ya lo veo. No sé qué le ves a ese tío. Es un vanidoso de mierda. Me resulta de lo más desagradable.
—Yo estoy loquita por él, no puedo remediarlo.
Alfonso y sus amigos ocuparon una mesa al otro lado de la pista. Se sirvieron bocadillos de jamón y cerveza y cenaron mientras observaban a las chicas que había por el lugar.
—Vamos a bailar, quiero que me vea —dijo Lorena— ¡Venga, acompáñame al otro lado!
—Jo, ¡qué pesada te pones! —dijo Amelia siguiéndola de mala gana.
Al momento se acercó uno de los chicos y sacó a bailar a Amelia. Ella aceptó y se perdió por la pista al ritmo de salsas y merengues.
Lorena se quedó esperando en vano que Alfonso le dirigiera la palabra. Bailó con unos cuantos chicos sin quitarle la vista de encima. ÉL la ignoraba por completo.
Pasada la medianoche lo vio cruzar los árboles solo y se fue detrás como una flecha. Llegaron a una parte solitaria del jardín.
—Hola —le dijo insinuante.
—Hola —le contestó él sin demasiado entusiasmo.
—He venido siguiéndote. Hace tiempo que te voy siguiendo pero tú pareces no darte cuenta.
—No, la verdad, no creo haberte visto nunca.
—Me llamo Lorena y ya conozco tu nombre —dijo acercándose mucho a él.
—Pues si ya me conoces para qué más presentaciones.
Se besaron y al momento rodaban por el suelo, él le bajó las bragas y se la folló sin ningún miramiento. Terminó rápido y le dijo «gracias, gatita, ha sido un placer encontrarte». Se fue dejándola allí sola. La música se detuvo. Lorena no pudo contener las lágrimas. Una fuerte arcada vació su estómago.
En ese momento los tambores comenzaron a sonar.
Comentarios (4):
Rafa
28/05/2015 a las 16:37
Un relato bien construido, con un final inquietantemente “salvaje”. Me gusta su ritmo y el lenguaje empleado. Enhorabuena.
Lu Hoyos
28/05/2015 a las 18:04
Muchas gracias, Rafa Sastre!!!
Ryan Infield Ralkins
29/05/2015 a las 15:34
Opino como Rafa pero he de decir que ese final me dejo en shock: sucede tan rápido y como bien dice Rafa, es salvaje. Lamentablemente sucede mucho hoy en día. Eso también me lleva a decir que muchas mujeres buscan a los hombres que peor las traten. No se porque les atraen tanto. De todos modos, excelente relato.
Felicitaciones y saludos.
A Pantaleón
29/05/2015 a las 19:15
Hola Lu:
Realismo crudo y descarnado. Muy bueno tu relato.
Saludos.