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Los tambores de la vida - por Gladys Ruibal

Los tambores de la vida
Dago, subió al avión tratando de reprimir su miedo a volar, pero le fue imposible. Los latidos de su corazón se aceleraron de tal manera, que en su pecho retumbaban como si fueran golpes de tambor.
Recordó el momento en que le propusieron el nuevo puesto en la empresa, el cual no dudó en aceptar. Quería alejarse de todo y de todos. Había cumplido los treinta, su novia lo había abandonado, sus amigos no lo comprendían y para su familia era un extraño.
Mientras se preparaba para afrontar el despegue, recordó todo lo que había leído sobre África, su nuevo destino. Sus habitantes, el clima, sus costumbres. Le sorprendió saber que la música de los tambores es inspirada por las tareas cotidianas, como el caminar, el movimiento de los morteros al moler los granos o los golpes sobre la madera para darle forma de cuenco.
El avión despego sin dificultad y una vez que se estabilizó el vuelo, reclinó su asiento y se al cabo de una hora se quedó dormido.
Cuando despertó no estaba en el avión, se encontraba en medio de la selva. Desorientado y con el frio le calándole los huesos, trató de ponerse de pie. Cuando de repente vio a un hombre sentado sobre una piedra que lo observaba. Llevaba su cabeza rapada, su cuerpo casi desnudo y con una gran cantidad de grabados en él.
-¿Dónde has estado?-le pregunto el anciano.- Pues las marcas de su rostro demostraban que era bien entrado en años.
-¡Disculpe!-¿Quién es usted? ¿Dónde me encuentro?
-Soy tu compañero de viaje. Estamos en África.- ¿No era es tu destino?-
El anciano se puso de pie y comenzó a caminar, al tiempo que lo insto a seguirlo.
-Espere, espere un poco.-Le dijo.- ¿Qué es este lugar?
-Ya te he dicho dónde estás. Y te recuerdo que quien quiso venir has sido tú. Yo solo debo sacarte de aquí, debemos llegar antes que suenen los tambores.
-No entiendo nada. ¿De qué tambores está hablando?
-Los que marcan el ritmo de nuestra vida. ¡Vamos!, no te detengas.
A medida que avanzaban la selva se hacía más espesa, casi no entraba la luz del sol, pero la belleza del lugar hizo que Dago se detuviera a disfrutar del paisaje y de la paz del lugar.
-¡Detente!,- le dijo al anciano-Al tiempo que se dejaba caer al piso, cansado de tanto caminar.
-No puedes quedarte aquí solo, debemos continuar. ¡Levántate! , pronto caerá la noche.
Cuando el joven se dio cuenta que no podía disuadir a su compañero, se puso de pie y lo siguió. De verdad se sentía agotado, pero sabía que el anciano tenía razón, no podían quedarse solos en ese lugar. Pero llegó un momento en el que ya no aguanto más y cayó sin poder evitarlo.
De pronto sintió que era arrastrado, le dolía el cuerpo, le costaba respirar. Oía voces a su alrededor, pero no entendía lo que hablaban. Cuando por fin pudo abrir los ojos, la luz del sol lo encegueció. Junto a él se encontraba un hombre vestido de blanco que le tomaba el pulso y verificaba su estado.
-¿Cómo se siente?- le pregunto-
-No entiendo que sucede.
-¿No recuerda el accidente?-Es un milagro que esté con vida. –
-No, lo único que recuerdo es que seguí al anciano a través de la selva. Él me dijo que no me detuviera.
-Bueno, bueno cálmese todo va a estar bien. Sus piernas sanarán, sólo son fracturas debido a la caída y no hay daños irreversibles.
-¿De qué habla?, mis piernas solo están cansadas. He caminado toda la noche.-Le dijo al tiempo que miró hacia sus piernas y se sorprendió al ver sangre en su ropa y lo que parecía ser parte de sus huesos sobresaliendo a través del pantalón.
De a poco su mente comenzó a aclararse. Recordó los gritos, la desesperación por salvarse y luego la explosión de la cual se salvó de milagro.
En ese preciso instante se dio cuenta de que todo fue un largo sueño. Desvió sus ojos hacia los árboles y ante su sorpresa lo vio. Estaba de pie junto a los árboles, levantó su mano a modo de saludo, le sonrió y desapareció de su vista. Fue en ese momento que los tambores comenzaron a sonar.

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4 comentarios

  1. 1. Fabián dice:

    El relato atrapa con facilidad y no se va por las ramas, se agradece mucho que no te hayas detenido a contarle al lector la vida y obra del protagonista, das las pinceladas justas para conocerlo y entrar en situación.
    El contenido está muy bien, la forma es mejorable con una revisión.

    •Forma

    He visto algunos errores típicos de escribir y cambiar cosas sobre la marcha sin releer:
    “y se al cabo de una hora se quedó dormido.”
    “y con el frio le calándole los huesos.”
    Lo dicho, con una revisión se soluciona en menos de 10 minutos.

    No acabo de ver la finalidad de los guiones dentro de los diálogos:
    “-¡Disculpe!-¿Quién es usted? ¿Dónde me encuentro?
    -Soy tu compañero de viaje. Estamos en África.- ¿No era es tu destino?-“

    Te explicaré el uso de los guiones largos (“—“ ALT+0151). Los diálogos siempre se abren con el guión largo, las acotaciones también y a veces se cierran con otro guión largo.

    *“—¡Disculpe! ¿Quién es usted? ¿Donde me encuentro?”
    “—Soy tu compañero de viaje. Estamos en África. ¿No era ese tu destino?”
    Al no haber ninguna interrupción del narrador no hace falta poner guiones, son todas palabras de los personajes.

    *“-¿Dónde has estado?-le pregunto el anciano.- Pues las marcas de su rostro demostraban que era bien entrado en años.“
    Cuando cierras una acotación del narrador con un guión largo, das a entender al lector que lo que viene después son palabras del personaje, por lo tanto el guión está mal empleado aquí.
    “—¿Dónde has estado? —le preguntó el anciano. Pues las marcas de su rostro demostraban que era bien entrado en años”

    *”-¡Detente!,- le dijo al anciano-Al tiempo que se dejaba caer al piso, cansado de tanto caminar.
    -No puedes quedarte aquí solo, debemos continuar. ¡Levántate! , pronto caerá la noche. “
    Los signos de puntuación se utilizan de dos maneras cuando hay un guión largo, dependiendo de si la acotación del narrador tiene algo que ver con la acción del habla (o verbos del habla), o si simplemente quiere señalar otro tipo de detalles.
    “—¡Detente! (aquí no va coma nunca)—le dijo al anciano, al tiempo que se dejaba caer al piso, cansado de tanto caminar—.(el punto que finaliza la acotación del narrador va por fuera del guión de cierre) No puedes quedarte aquí solo, debemos continuar. ¡Levántate! Pronto caerá la noche.”

    *Pero mira lo que pasa si hago este cambio:
    “—¡Detente! —El joven se dejo caer al piso, cansado de tanto caminar. —No puedes blablabla…”
    Fíjate en la primera acotación, como el narrador no esta detallando las palabras del personaje con un “dijo”, “grito”, “empezó”, “exclamó”, etc (verbos del habla), la acotación comienza con mayúsculas, como si fuese punto y seguido, luego cuando la acotación acaba es otro punto y seguido para continuar con el diálogo del personaje.

    •Contenido

    La trama está muy bien, pero creo que podría ganar mas dándole mas vida al protagonista, verlo asustado, alterado, dolorido, confuso de verdad, etc.
    Me da la sensación de que el protagonista es un poco soso, despierta con un medico delante, sangre en las piernas, huesos expuestos, etc, y no parece reaccionar. Creo que faltaría añadirle algo mas de humanidad para que gane en credibilidad ese protagonista.
    Personalmente, no me gusta que los narradores me expliquen lo que acabo de leer, creo que es algo que el autor debe de lograr sin tener que dar explicaciones al final, me refiero a:
    “En ese preciso instante se dio cuenta de que todo fue un largo sueño.“
    No hace falta indicarlo, como lector ya me había dado cuenta, lo escribiste muy bien y queda bastante claro.

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 15:50
  2. 2. Gladys Ruibal dice:

    Gracias por haberte tomado el trabajo de leer mi cuento. Realmente tu opinión me es de gran ayuda.

    Escrito el 30 mayo 2015 a las 22:01
  3. 3. Diego Manresa Bilbao dice:

    Gladys,
    Buen relato, aunque le falta el factor sorpresa…. Desde que se despierta con el viejo, tenia claro que era un sueno y un accidente…
    De todas formas, el final cuando ve al viejo es muy bueno!!!!!
    Nos leemos!

    Escrito el 31 mayo 2015 a las 18:56
  4. 4. Christian Joseph White dice:

    Excelente relato. Me gustó. Buena narrativa la tuya! Saludos 😉

    Escrito el 1 junio 2015 a las 21:30

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