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Saqueadores (El sonido de los tambores) - por M. H. Heels

Web: http://mhheels.wordpress.com

Los tambores comenzaron a sonar.

—Saqueadores —gritó el vigía de la torre sur.

Caleb saltó de la cama y corrió hacia la estación eléctrica. Debía ayudar.

Los Saqueadores ya eran más animales que humanos. Se movían de asentamiento en asentamiento arrasando todo a su paso. Cogían lo que querían, torturaban hasta la muerte a todo aquel que se encontrasen y, cuando ya no quedaba nada, se marchaban incinerando todo tras de si. Se decía que incluso habían afilado sus dientes para poder comerse a sus víctimas. Los Saqueadores siempre tocaban tambores antes de atacar. El sonido de esos tambores, hechos con piel humana, paralizaba hasta al más valiente.

Su asentamiento estaba en el fondo de un cañón, lo que les proporcionaba una gran defensa natural. La única forma de acceder al asentamiento era caminando varios kilómetros por aquel estrecho cañón en medio del desierto. El acceso era tan complicado que eran pocos los que se atrevían a llegar hasta allí. El muro norte era firme y estaba bien construido. Los herreros revisaban a diario las enormes planchas de hierro, remache a remache, comprobando que era seguro. Nadie había conseguido acceder por allí. El muro sur aún no era tan infranqueable como el norte pero, gracias al sistema eléctrico de defensa, ningún Saqueador había conseguido entrar hasta entonces.

Cuando Caleb llegó al muro con las dos baterías al hombro, los demás electricistas ya habían conectado las suyas.

Los tambores comenzaron a sonar. Todos se quedaron paralizados, mirando hacia el vigía.

—Otro grupo —gritó el vigía— de unos cien.

Caleb conectó las baterías al sistema de defensa y el muro chisporroteó. Ningún saqueador se acercaría. Un estallido eléctrico tronó al otro lado y todos contuvieron la respiración.

— ¿Qué es eso? —preguntó Caleb al vigía.
—Están lanzando cosas contra el muro. Creo que buscan una brecha.
— ¿Qué tipo de cosas?

Al vigía no le dio tiempo a responder antes de que algo cayera entre las baterías.

—Es Daniella, una recolectora —dijo Marcus, que se encontraba al lado.
— ¿Cómo que es Daniella?
—Es Daniella —repitió, sujetando una cabeza sanguinolenta por el pelo.

Dos cabezas más cayeron cerca de la primera.

—No puede ser, esto no puede estar pasando —dijo alguien a su espalda.

Caleb estaba paralizado. Sentía como si estuviese en un mal sueño, como si lo estuviera viendo todo desde otro sitio. Alguien le zarandeó mientras gritaba su nombre. Él lo escuchaba todo a lo lejos. Parpadeó varias veces y enfocó la cara de Marcus. Recordó el jardín de peonías que había plantado Marcus en la parte trasera de su casa y se preguntó de dónde había sacado las semillas.

— ¡Caleb, reacciona!

Un golpe seco le devolvió a un mundo ruidoso y sumido en el caos. La mandíbula le palpitaba y tenía un zumbido sordo en el oído izquierdo.

—Son las baterías, están fallando —le gritó Marcus a un palmo de su cara.

Los tambores comenzaron a sonar.

—Saqueadores —gritó de nuevo el vigía. En su voz se apreciaba el pánico—. Otro grupo y mucho más numeroso. Son cientos.
—Las baterías… —murmuró Caleb sintiendo ese mismo pánico en la boca del estómago — ¿Qué les pasa a las baterías?
—La… Lo que les ha caído encima ha estropeado los bornes de tres de ellas. He hecho un puente para que las demás sigan enviando electricidad, pero se están descargando demasiado rápido. O bajamos la potencia o no creo que la carga aguante hasta la noche.
— ¿Y qué podemos hacer?
—Esperaba que tú me lo dijeras, eres el único electricista que queda.

Caleb estuvo a punto de preguntar por el resto de electricistas, pero entonces miró a su alrededor. No había nadie más que ellos dos a los pies del muro.

—Huyeron —respondió Marcus, leyendo su pensamiento—. No sé dónde. Estarán escondidos en sus casas o intentando escapar escalando por la pared del cañón. Todos tememos a los saqueadores.
—La única forma de sobrevivir es defendiendo el muro.

Una lluvia de brazos y piernas ensangrentadas cayeron desde el otro lado del muro a menos de diez metros de donde ellos estaban. Uno de ellos cayó sobre otra de las baterías, haciendo saltar chispas. El circuito se apagó y el zumbido eléctrico dejó paso a un silencio aterrador. Al otro lado del muro se escucharon gritos de victoria.

—El otro muro aún es seguro, quizá podamos escondernos en las torres —dijo Marcus.

Desde el otro lado les llegó el sonido inconfundible de un percutor.

Los tambores comenzaron a sonar.

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14 comentarios

  1. 1. Juana Medina dice:

    Todavía estoy temblando. ¡Qué clima tremendo! Me hizo pensar en una historia de zombies. Como situación sin salida ante el horror, está perfectamente enfocada. Desde el comienzo uno tiembla, pero el terror va in crescendo a medida que avanza la historia.
    Mis felicitaciones.

    Escrito el 28 mayo 2015 a las 19:12
  2. 2. Wolfdux dice:

    Un relato soberbio. Me ha gustado mucho el mundo que nos has presentado. Curiosamente el otro día vi la nueva película de Mad Max y me ha venido a la cabeza con ese paisaje que describes. Has utilizado un estilo directo que nos muestra la acción perfectamente y nos transporta al frente de manera magistral.

    Felicidades. Un abrazo.

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 09:45
  3. 3. M. H. Heels dice:

    Qué curioso me parece que te haya recordado a Mad Max!!! Este relato se me ocurrió viendo el trailer de la película! jejeje.
    Gracias por tus palabras, me siento halagada.

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 10:44
  4. Concuerdo con Juana. Me recuerda una historia de zombies y lo mejor es que dejas preguntas en el aire, sin respuesta. Quienes son esos saqueadores? Quienes son esos que están siendo atacados y porque los atacan? Me parece que tiene muchos potencial para una historia mucho mas larga. No creo que duerma muy tranquilo hoy, je je. Muy terrorífico eso de las cabezas, manos y piernas.
    Felicidades y saludos.

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 14:04
  5. 5. lunaclara dice:

    Guau, cuánta accion! Es verdad que parece estar viendo una peli. Describes muy bien y la lectura se hace de un tirón. Me hubiera gustado saber la continuacion.
    Saludos.

    Escrito el 30 mayo 2015 a las 14:07
  6. ¡Hola M.H.!
    Me encantan los mundos en los que ambientas tus historias, tienes el don de la imaginación, cosa muy importante para un escritor.
    El tema de que se vean atacados con miembros humanos me resulta súper macabro, repito: ¡me encanta! jajaja

    Un saludo, ¡nos leemos!

    Escrito el 30 mayo 2015 a las 16:55
  7. 7. Leonardo Ossa dice:

    Hola M.H. he leído que tu inspiración ha llegado al ver el trailer de una película. A mí en cambio, tu narración me recordó una novela histórica llamada “Muy Caribe está” del escritor Mario Escobar, en donde el autor nos cuenta la ferocidad con la que fueron recibidos Vasco Nuñez de Balboa y sus hombres en la región del Darien, donde los españoles fundaron la primera población sobre continente americano, llamada “Santa María la Antigua del Darien”.
    Me agradó mucho haber pasado por esa tensión mientras leía tu relato.
    ¡Saludos!

    Escrito el 31 mayo 2015 a las 04:39
  8. Tela, M.H.Heels, pero tela marinera.
    Yo creo que esta historia no se puede quedar en 750 palabras, da para muchísimo más.
    Me encanta cómo has usado la frase obligatoria de principio a fin, ayudando a añadir dramatismo a una situación desesperada ya de por sí.
    Muy buen trabajo.
    Sabes que te seguiré leyendo, en el blog y twitter, pero también intentaré leeros el “curso” que viene por aquí.
    Un abrazo, compañera.

    Escrito el 31 mayo 2015 a las 10:13
  9. 9. Peter Walley dice:

    Guau, qué bueno. Me ha gustado mucho cómo has usado la frase varias veces a lo largo de la historia cada vez con más tensión. Como te han dicho, sugieres tantas cosas que da para muchísimo más. Felicidades.

    Escrito el 31 mayo 2015 a las 15:47
  10. 10. grace05 dice:

    ¡¡¡Ahhh!!!! Que historia. Me hiciste sentir el mismo miedo que tus personajes, igual que si estuviera viendo una película y me revuelvo en la butaca ante tanto desasosiego esperando el final que salve a los protagonistas… pero no, los héroes dejaron de serlo.
    Felicitaciones un relato que se siente 100 por 100 real
    Te invito a comentar 33

    Escrito el 1 junio 2015 a las 00:13
  11. 11. Cesar A. Martin dice:

    Enhorabuena, magnífico relato. Sin duda podía ser un spin-off de Mad Max. Perfecto manejo del detalle para sumergirnos en un mundo apocalíptico espeluznante. Me encanta como vas filtrando la tensión hasta la imagen final.
    Esos saqueadores merecen un capítulo aparte.

    Gran trabajo y un saludo.

    Escrito el 1 junio 2015 a las 07:38
  12. 12. Fabián dice:

    Pues si tengo que buscarle un “parecido” la verdad es que me recordó mas a Fallout que a Mad Max.

    •Forma

    Me gusta cuando el narrador es directo y no se pierde en metáforas, yendo al grano, sobretodo en escenas de acción como está. Le da el ritmo ideal a la relato.

    Algunas observaciones:

    Intenta utilizar signos de exclamación cuando un personaje grita (¡!), parece una tontería pero visualmente aportan mucho esos signos, mas en una escena tensa como esta.

    Una tontería que se me ocurrió como sugerencia, cuando dice “incluso habían afilado sus dientes”, ¿y si pones “limado”?, a mi me suena mas bruto, bárbaro, primitivo, y de paso te los imaginas limándose los dientes y te da toda la sensación de dentera, o al menos a mi <XC

    Hay algunas repeticiones de palabras que se podrían omitir con sinónimos o pequeños detalles, por ejemplo “Saqueadores”. Ya que no salen a la vista en el relato, es una buena oportunidad para referirse a ellos de diferentes maneras, para seguir dándole detalles al lector indirectamente. Por ejemplo decir: “las bestias humanas”, o referirse a ellos como predadores, haciendo referencia a como van a por su presa hasta conseguirla, o “carroñeros”, “hienas del desierto”, no se, pero creo que sería interesante referirse a ellos de diferentes maneras para que consigan mayor impacto, y yo como lector me imagine cosas cada vez peores de ellos.

    •Contenido

    Muy original, pocas veces se leen relatos postapocalípticos por aquí.

    Otro consejillo, dale ojos a tu protagonista, que no se limite a preguntar lo que se está preguntando el lector “¿qué es eso?, ¿qué tipo de cosas?, ¿cómo que es Daniella?” Hazlo sufrir con los demás, que reaccione frente a esa cabeza que cae, que le dé asco o incluso que acabe vomitando entre tanto miedo, nervios y miembros sanguinolentos. (no hace falta ser tan gráfico, es que a mi me gusta así xD, pero no hace falta)
    Son cosillas que creo que le darán mas impacto a todo lo que les esta pasando.

    Muy buen trabajo compañero.

    Escrito el 4 junio 2015 a las 10:13
  13. 13. José Torma dice:

    MH Heels

    Que misterio encierra tu seudonimo.

    Que susto pase, es tan grafica tu manera de relatar que estuve a unos centimetros de los personajes, casi casi cargue una de las batrias y me salpico la sangre de los miembro cercenados que llovian a mi alrededor.

    ¡Que cosa tan visual!

    Yo no he visto la de Mad Max, planeo hacerlo este fin de semana, pero ese gustazo postapocaliptico lo cosiste con maestria.

    Muchas felicidades.

    Escrito el 4 junio 2015 a las 18:15
  14. 14. Christian Joseph White dice:

    ¡WOW! Que flor de relato, tremendo. Me causa escalofríos tan sólo recordar a los saqueadores 😛 Muy buena forma de explotar el requisito del mes, al estilo “zombie” diría yo. Tu narrativa cumple con lo necesario para atrapar al lector, del modo que lo exige este tipo de relatos. Ha sido un placer leerte, Saludos! Sigue así 😉

    Escrito el 6 junio 2015 a las 01:28

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