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La decisión inesperada - por Jada Beaumont
El autor/a de este texto es menor de edad
La decisión inesperada
Tenían un talento extraordinario, nunca visto antes pero aún así trabajaron muy duro durante siete meses para que todo les saliera a la perfección. Imaginaros a toda la familia ensayar cinco o seis veces al día a lo largo de esos siete meses; sudaban hasta no poder más. Uno de ellos se llamaba Ethan y era el pequeño de la familia. Él estaba un poco apartado de la familia, era muy independiente. Su familia lo consideraba un intruso porque no se parecía físicamente a ninguno de ellos ni tenía mucho arte en el talento que todos compartían. O al menos eso parecía.
Tenían una compañía de circo que ambulaba por toda Europa, pero esta vez tenían que ir a hacer un tour por Estados Unidos. Era importante para ellos que les saliera a la perfección porque podrían hacerse conocer por todo el mundo. Unos eran acróbatas, otros contorsionistas, otros equilibristas, otros magos… En conclusión, tenían una gran variedad de espectáculos. Ethan era contorsionista, se le daba medianamente bien pero tampoco ponía ganas en hacerlo. Pero un día descubrió que tenía otro talento en el cual se le daba mucho mejor: equilibrista sobre rola bola (está compuesto de un tablón sobre un cilindro). En los descansos se alejaba un poco de la sala de ensayos, cogía su tablón y su cilindro y se iba a practicar donde nadie lo pudiera ver. Luego los escondía y se iba a hacer el número de contorsionismo para que su familia no sospechara.
Con el paso del tiempo se convirtió en un experto con la rola bola y quería mostrárselo al mundo entero, incluso a su familia. A ellos les quería mostrar que cada uno es bueno en lo que es y que no es tan despistado como les parece; sólo le faltaba encontrar lo que de verdad le apasiona.
Por fin llegó el día en que hacían su gran espectáculo de circo. Empezaron muy bien, todo iba a la perfección. Y llegó el turno de Ethan, en que hacía un espectáculo de contorsionismo solo pero, optó por hacer algo mejor en el último momento. Así que, cogió su tablón y su cilindro y antes de que su familia lo pudiera detener, salió al escenario. Y entonces, los tambores comenzaron a sonar.
La idea la tienes, ahora toca desarrollar introducción, nudo y desenlace, con sus diálogos de personajes, ahondando en la trama, etc. Así como está parece mas un resumen de una historia que un relato, esta todo muy sintetizado y contado muy por encima.
Una cosa que no entiendo es por qué se esconde el protagonista, yo creo que si es bueno en mas de una cosa es mejor para todo el equipo a la hora de dar show, no sería un “perro de un solo truco”; no hay motivo para esconderse o sentir vergüenza ni nada por el estilo. Por ejemplo en el Cirque du soleil cada uno no se especializa en solo una cosa, si no que en mayor o menor medida todos entrenan en muchos ámbitos.
Imagínate que tienes un trapecista y enferma, te quedarías sin él ya que nadie mas sabe hacer lo que él hace.
Intenta desarrollar la trama un poquito, que no sea solo el narrador explicando todo, que los personajes participen de esa historia y sean ellos quienes la cuentan.
Hola Jada, has tenido una estupenda idea para desarrollar una trama interesante, pero como dice el compañero Fabian, te ha faltado desarrollarla un poquito más. Ya sabemos que ha veces, 750 palabras son pocas, pero en tu caso, no hubiera estado de más abrir la historia y profundizar en ella.
Aún asi, es un buen esfuerzo que merece elogiarse, todo tiene su camino y ya has empezado a caminar por el. Un saludo.