Esta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las << Volver a la lista de textos
Querida mamá: - por Adella Brac
Web: http://www.adellabrac.com
Querida mamá:
Supongo que la tía Amalia ya te habrá llamado. Sé que estarás lo suficientemente enfadada como para que no sea recomendable hablar contigo. Quizá con esta carta logre que me escuches hasta el final, antes de empezar a gritarme, como haces siempre.
Pensarás que no lo he intentado. No es cierto. Lo intenté de verdad, pero esos malditos tambores me sacaron de quicio. No te imaginas el ruido que se puede llegar a hacer con esos pequeños juguetes de plástico.
Además, recuerda que yo no quería ese trabajo, esa responsabilidad. ¡Ni siquiera me gustan los niños!
En fin, será mejor que empiece por el principio.
Cuando llegué, los gemelos estaban sentados en el sofá viendo Bob Esponja, parecían unos angelitos.
La tía se fue y yo estuve sentada con ellos durante un rato. Estaba tranquila, de verdad, pero ese trasmisor que tiene para escuchar al bebé emitió un sonido extraño. Creí que se habían agotado las pilas y lo agité. Fue cuando tiré el jarrón.
¡Cómo iba a saber que aquella cosa tan horrible era una obra de arte!
Decidí que ir a echar un vistazo a la niña era más urgente que recoger los pedazos.
Sólo me apoyé en la cuna para observarla, y no es mi culpa si la tía compró la más barata que encontró. Mejor sería que dejase de comprar arte horrendo y lo invirtiese en muebles de calidad.
Me caí sobre ella, pero estaba bien, lo juro. Además, ¿no dicen siempre que los bebés son de goma?
Lloraba por el susto, pero ¡qué decibelios! Me estaba explotando la cabeza.
Sabes que cuanto más pequeño sea el espacio, más fuerte será el sonido, porque las ondas no tienen para donde expandirse. Por eso la saqué al jardín, por una cuestión de física, no para que se acatarrara. ¡Por quién me habéis tomado!
Supongo que dejé la puerta abierta, eso explica que los perros estuvieran en el dormitorio de la tía. Deberían saber que no pueden subirse a la cama, no los tiene bien enseñados.
Y no tendrían las patas embarradas si no hubiera estado lloviendo toda la mañana. ¿También es culpa mía que llueva?
Por cierto, dile a la tía que he estado mirando en internet y ya sé cómo limpiar las manchas de vómito del sofá de ante. A mí, sigue sin hablarme.
Cuando regresé al salón, los gemelos estaban tirando los trozos del jarrón contra la tele. Lobos con piel de cordero, mamá. Me habían engañado con su fingido candor.
Reconozco que me puse un poco nerviosa, esa pantalla curva tenía pinta de ser cara.
Estoy segura de que hubiese podido recuperar el control, pero entonces los pequeños engendros sacaron los tambores de juguete y me amenazaron. De verdad, no te imaginas lo que puede suponer para la mente humana el llanto agudo de un bebé combinado con los sonidos machacantes de la percusión.
Lo estábamos solucionando, pero entonces se desató el apocalipsis. Los tambores comenzaron a sonar.
Hola Adella, he hecho trampas y, como te has adelantado a publicarlo en tu blog, lo he leído antes…
Me ha gustado mucho pero hazme el favor de facilitarme el nombre de la niñera para que no la llame nunca. Vaya sucesión de catástrofes…
Por lo demás muy bien contado, que te voy a decir si eres toda una profesional. 😉
Un saludo!
Hola Adella! Qué bueno tu relato, cuánto me he reído! Lo has escrito con un humor que a mí me encanta.
Muy acertado lo de escribirlo como una carta.
Muchas felicidades!
Jajaja, ¡Yo no he sido! Que buena definición del típico personaje, que las lía encadenadas “sin querer”.
Siempre hay una justificación si se busca.
Me ha parecido muy divertido
Hola Adella:
Delirante y divertidísimo. Muy bien escrito, con ese ritmo trepidante que consigues. Felicidades y saludos.
Adela, vaya que me has hecho reir. Hacía mucho que no leía una carta tan descriptiva y con tantos tropiezos con la mala suerte. Me gusta mucho la primera alusión a una madre; “te escribo una carta; quiza así me escuches hasta el final”. Enhorabuena.
Un relato divertido y visual. Un estupendo texto para pasar un buen rato. El estilo ágil, rápido, bien hilado. Lo tiene todo para hacerte pasar un buen rato.
Un abrazo
¡Felicidades por tu relato! No sabes cuánto se agradece leer de vez en cuando relatos en los que prime el humor, en vez de tanta trascendencia existencial. Me encanta que alguien consiga arrancarme una sonrisa.
Esa muchacha es la mala suerte personificada, ja ja, pero me gusta el humor con el que ella se defiende. Esa parte cuando dice que llueva es también mi culpa quedó genial.
Estupendo, fantástico, genial y todo sinónimo que vaya con ellos.
Saludos.
Hola!
Genial relato, muy bien narrado y muy divertido.
Me ha encantado, felicidades!
Hola, Adella:
Dice Doña RAE que está todo perfecto. Lo demás, hacerme eco de los aplausos y carcajadas. ¡Hermoso!
Hola Adela! A por estas alturas queda poco que decir del relato. Divertidisimo y fácil de leer. Me sumo a las felicitaciones.
Saludos
Hola Adella,
Qué risas me he echado con tu relato, enhorabuena 🙂
¡Hola Adella!
La que se puede liar en un momento tonto… jajaja
Me ha divertido mucho tu relato ¡gracias!
Un saludo, ¡nos leemos!
Muy divertido relato Adella!!!!
Me ha gustado, la autojustificacion de la ninera y el humor inocente que desprende… Muy bueno!!!!
Saludos Adella,
Antes de entrar en detalle, te comento que el nombre de Amalia, es el de mi abuelita con alitas, y ya con eso me sacaste la primer sonrisa.
Y dejame decirte, que poco faltó para que yo pensara que conocieras a una de mis amigas, ¿seguro que no la sigues en Facebook?
Siempre me decía: ¿ya se quitó la nube negra de mi cabeza? y yo le respondía: Ya dejé de abrir ese paraguas bajo techo, no ve que es mala suerte… Y o se picaba los ojos o se amordazaba los dedos cuando lo cerraba, se quedaba sin tacones, se le corrían las medias, se le caían los botones justo sobre el centro del sostén… era la más desventurada asesora del departamento.
Muy bueno, me ha entretenido mucho.
¡Nos leemos!
Hola Adella, un relato muy, pero que muy divertido. Felicidades. Un abrazo.
Ja, ja, ja, Adella, te prometo que, al principio, me esperaba cualquier cosa (algo bastante terrible, para ser sincera) menos una batalla campal capitaneada por dos mocosos y una serie de “catastróficas desdichas”.
Muy bueno, y muy bien escrito, con esa lógica de quien se cree inocente de todo cargo.
Hola Adela tu niñera no es precisamente Mary Poppins, una de mis películas infantiles preferidas. Es la anti Mary jajajajaj…….Un relato divertido y afortunadamente con final feliz. Los niños sanos y salvos….la casa me temo que con desperfectos. Lo mejor: las justificaciones de la “niñera”. Ella realmente no tuvo culpa de nada, es que todo se puso en su contra..cachisss!!!!
Un saludo Adella
Estoy como Aurora, me esperaba una especie de niñera asesina y me topé con esto… debo decir que mucho mejor XD Muy divertido e impecablemente narrado; lo que sí, el título no le hace justicia, en mi opinión.
Adella: Tu relato realmente una joyita. Lleno de ternura y humor. Pobre chica: poca experiencia para tanto niño…pero voluntariosa al fin…jajaja
¡Excelente tu trabajo!!!! ¡Felicitaciones!!!
Te invito a comentar 33
Hola Adella, tarde pero sin sueño. Que bueno que lei los comentarios, pense que estaba solo en el desierto cuando imagine a una niñera asesina jaja
Me he reido de lo lindo y como a mi se me da eso de la torpeza, como que me identifique con sus descalabros. Que rico sabor de boca me queda.
Felicidades.
¡Gracias Bego Asomadaalalocura, lunaclara, Miranda, A Pantaleón, Osvaldo Mario Vela Sáenz, David Rubio, juanjohigadillo, Ryan Infield Ralkins, Mayca Nasan, beba, Tim Galano, Peter Walley, Iracunda Smith, Diego Manresa Bilbao, KMarce, Wolfdux, Rubia Alubia, marazul, Denise, grace05 y José Torma!
Gracias por dedicar vuestro tiempo a leer y comentar. Me hace feliz veros por aquí 🙂
Este mes voy retrasada con mis lecturas, pero voy 😉
¡Un saludo a todos!
Adella ¿cómo has estado? toda una comedia tu narración de este mes. Ha sido divertido visitar tu publicación. ¡Saludos!