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El pasado siempre te encuentra - por Almeriense
Sonó el despertador y estuvo a punto de apagarlo. Ya en la cocina, después de desayunar lo de siempre, preparó el bocadillo, cogió fruta, una botella de agua y lo acomodó en la mochila.
Hacía frío al salir de casa aunque aún le duraba la calidez del café con leche. El aire era frio, el cielo amenazaba lluvia e instintivamente tocó el impermeable que llevaba en la mochila. “Un buen día para andar Roberto” se dijo mientras se ponía el gorro y se ajustaba el cuello del forro polar.
Salir de casa pronto le permitió dar un rodeo y pasar por el paseo marítimo. Estaba desierto, como siempre a esas horas, exceptuando algún corredor con el que había coincidido en alguna ocasión. Andando por ese lugar que conocía tan bien, se alegró de no haber apagado el despertador y poder ver como un rayo de sol se hacía sitio entre las nubes del horizonte. No era la primera vez que veía amanecer pero siempre permanecía quieto mirando como el mar se teñía con una gama de colores que lo dejaba hipnotizado.
Esa mañana, como muchas otras, no había decidido la ruta a seguir. Sentado frente al mar en el muro del paseo marítimo pensaba donde iría hoy de senderismo. Le gustaba improvisar. De ese modo sentía que la caminata era nueva cada vez, no era una ruta impuesta, marcada de antemano sino algo por descubrir.
Se puso los cascos del móvil y sintonizo su emisora favorita para andar, cualquiera que emitiera noticias deportivas. Le aburría la música cuando hacia actividad física.
Quizás, esos momentos de soledad, no era lo mejor para superar la ruptura con Lena. La echaba de menos aunque había aprendido a vivir con su ausencia, incluso había momentos en los que se abstraía de su recuerdo gracias al cambio tan radical que se produjo en su vida. Hacía ya dos años.
Ahora estaba sumido en una paz que nunca había soñado.
La subida al monte El Jaroso era larga y dura, sentía que le faltaba el aliento “Creo que no ha sido buena idea llegar tan lejos”, pensó. Fue en ese instante cuando su nuevo mundo se paró. Un mensaje de texto "TAMBORES DE GUERRA": Un antiguo favor a devolver, y eran muchos los que había acumulado a lo largo una vida de excesos y calamidades por igual.
Llevar una existencia integra, respetable y digna no bastaba para borrar un pasado que siempre vuelve. Esperaba haber dejado todo atrás, pero en su fuero más interno sabía que tarde o temprano tendría que zanjar cuentas pendientes.
Lo habían localizado y eso significaba que lo volverían a hacer. No podía seguir huyendo.
Seis horas de autobús después, estaba frente a aquel edificio, el lugar donde sacaron lo peor de él. No toda la culpa era de ellos. No lo buscaron. Fue él solo el que se metió en ese mundo de horror, dinero y falta de humanidad.
Ser sicario implicaba estar siempre dispuesto a todo, e incluso dejar morir a la única persona que lo había querido.
Un asesino sin piedad, sin el mas mínimo remordimiento. Siempre por el mismo sistema. Primero un sobre entregado en mano por un mensajero con el trabajo a realizar. Sin embargo el trabajo no se realizaba hasta que lo activaran con un mensaje, uno en el que se incluía una palabra “Tambor”.
Conocía perfectamente aquel edificio, como entrar y como salir.
Sentado en un banco frente al rascacielos, vio entrar al mensajero que una hora antes había contratado, con el sobre dirigido al director general de la supuesta compañía de importación. Era su último trabajo, se lo debía a sí mismo y sobre todo a Lena.
Quince minutos después estaba apuntando a la cabeza que su antiguo jefe quien leía atónito un mensaje en su móvil: “Los tambores comenzaron a sonar”.
Totalmente sorprendido por como se desarrolló la historia pues no me esperaba para nada el giro que tomó el relato. Me ha gustado bastante y ni que decir tiene que escribes muy bien tanto en forma como en contenido. Felicidades!!
Me gustó como pasaste de la cotidianidad de un hombre corriente a sorprendernos con la idea de que se trataba de un asesino. Me gusta mucho el ritmo del relato y detalles en la ambientación como en estas frases:”Hacía frío al salir de casa aunque aún le duraba la calidez del café con leche. El aire era frio, el cielo amenazaba lluvia …” “Estaba desierto, como siempre a esas horas, exceptuando algún corredor…” ” …y poder ver como un rayo de sol se hacía sitio entre las nubes del horizonte.” Estos ricos detalles hacen que el texto sea elegante. ¡Felicidades compañero!
He estado leyendo tu relato. Me ha gustado mucho la transformación de un personaje y una historia que se antojaba “común”, en algo mas atractivo. Soy nuevo aquí y es posible que me equivoque en mis valoraciones, pero aun así me aventuró a comentarte un parecer mio: ¿porque no le das la vuelta al texto y lo cuentas todo en primera persona? Gracias y disculpa si he podido ofender.
¡Enhorabuena! Un relato breve y conciso al que no le falta de nada.
Sorprendente relato! Basta decir que era imposible vislumbrar semejante final. Realmente ingeniosa tu manera de utilizar el requisito de este mes, y el título encaja perfecto. Una narrativa muy lograda. En el principio, ambientas de tal manera que hace impredecible el giro final, todo parece tan cotidiano, despistas de un modo muy peculiar al lector. Felicitaciones!
Saludos Almerience;
Es la primera vez que te leo, no he terminado aun los relatos del mes pasado, así que no se tu antiguedad en este espacio.
Coincido con ese giro, muy bueno. Tienes a una persona en apariencia con una vida relajada, pacifica, rodeado de naturaleza, para pasar a verlo como una maquina criminal, obediente a la orden, rodeado de cemento.
Aunque has cuidado mucho tu ortografía, hay algunas tílde que falta, también algunas palabras que quizá no todo el mundo conozca, como “tela polar”, “cascos del móvil”, a menos que quieras mantenerlo bajo una idiosincracia local, te aconsejo usar adjetivos mas globalizados, yo conosco los términos, pero te aseguro que no muchos en mi pais.
*El término “no apagar el despertador”, me produjo la sensación que se mantuvo sonando, terrible que soy. 😛
Tu historia me parece muy entretenida, con una amplia introducción, pero a mi ver, acorde para producir ese giro de 180°. Así que solo me resta felicitarte por escribirlo.
Voy a retarte, te invito a comentar a otros, es tu tarjeta de presentación. Esto te producirá una satisfacción, todos tenemos algo que ofrecer. Solo contesta la pregunta: ¿Me gustó el relato, por qué? teniendo en mente esto, no necesitas ser un experto, escribimos para lectores, no para críticos de arte literario, así que no temas decir que te ha producido un relato.
Enhorabuena! Estoy leyendo los diez relatos que me siguen al mío, como dijo beba, y he aquí un buen relato. He quedado sorprendido con el giro tal vez un poco bruto que da la historia. Igualmente escribes y describes muy bien. Fue un relato corto pero certero. Bien hecho, te has animado y has sacado un buen relato.
Al igual que KMarce, te invito a leer mi relato y el de los diez siguientes o anteriores. Feliz lectura si es que lo haces y de todas formas, bonito relato!
Enhorabuena por tu historia, al igual que ya han dicho el resto de compañeros no esperaba ese final.
Sigue así!
¡Enorme relato!!! Aún estoy sorprendida. El precio de la libertad es demasiado alto. “El último asesinato” para ser libre”, paradójico.
Bien narrado, mantiene la tensión, el vocabulario es claro y permite una lectura fluida y con ritmo.
¡Mis felicitaciones!!!!
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