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Un atardecer en Dayänisia - por Silvyt

Web: https://cuandosoplanlasmusas.wordpress.com/

Sentía el tenso silencio que se había instaurado en el valle como una segunda piel. No era un silencio de esos que ahogan, no era de los que se podían cortar. Era un silencio paciente, era expectante y al mismo tiempo concentraba diversos tipos de emoción.

Yo mismo me sentía intranquilo y al tiempo seguro de que hacía lo correcto. Quería entrar en acción, pero debía respetar el tiempo acordado. Al parecer también había normas para aquel tipo de situaciones.
Miré en derrededor y fui consciente de mi pequeñez. Sólo era uno más de los cientos de miles allí reunidos y apenas conocía un puñado. Me giré para comprobar cómo se hallaban mis amigos.
Matt parecía ansioso, con ganas de entrar en acción; era la primera vez que le veía tan seguro de sí mismo. Tenía la mirada fija, como todos, en la almenara central del castillo. Su pelo castaño ondeaba al compás que su túnica. A él, como a todos los de su categoría, le gustaba ese atuendo mientras yo seguía sin encontrarle la utilidad. Era algo que tenía que ver con la cualidad que tenía para dominar energías o, como prefería, magia. Mi cota de malla y mis pantalones me parecían mucho más apropiados para aquella situación.
Sara, a su lado, constituía para mí un misterio aun mayor que la magia que dominaba Matt. Era impulsiva y reservada al mismo tiempo. Pensaba rápido y resolvía aún más rápido. A su modo, con su desconfianza nos protegía. A su modo nos tenía cariño.

No hacía demasiado tiempo que nos habíamos conocido los tres. Enigmáticamente, todos habíamos llegado al mismo claro del mismo bosque ocho semanas atrás, todos procedentes de la Tierra, del siglo XXI. Habíamos dejado atrás toda la tecnología que conocíamos para ir a parar a un mundo sin ni siquiera luz eléctrica y sin embargo, no la habíamos necesitado.
Durante esas ocho semanas habíamos conocido las diferentes razas que habitaban aquel extraño continente, habíamos luchado con y contra ellas huyendo siempre de un enemigo común. Uno al que aun no le había puesto cara, al que toda la población denominaba "Ella".
Habíamos podido comprobar cómo a la gente le incomodaba hablar sobre esa mujer que parecía reinar sobre todos y no con demasiados simpatizantes. Eso nos había llevado hasta allí, a aquella situación.

Firev y Narev eran los hermanos slids que se nos habían unido en nuestro viaje. La raza que dominaba el desierto era fuerte y famosa por sus técnicas de combate. Eran guerreros envidiables, indomables; podía verles, al lado de Sara, con el fuego ardiendo en sus ojos, deseando entrar en combate.
Sara se giró y me miró. Representando el misterio que representaba para mí, me parecía milagrosa la claridad que encontraba en sus oscuros ojos. Debíamos estar pensando de una forma similar cuando la brisa jugueteó con su negra melena y desvió por completo mis pensamientos. Con la luz del ocaso, su piel me parecía tan suave como ya sabía que era.
Volví a detener mis pensamientos ahí. Algo estaba pasando entre nosotros últimamente, pero no le encontraba sentido. Sencillamente, nos rodeaban intrigas más importantes que resolver que ésa. Quise evitar a toda costa aquellos pensamientos ya que ella seguía con sus ojos fijos en mí.
De pronto escuché su voz en mi cabeza. Si Matt tenía su magia, Sara tenía la suya. Al parecer era el único de los tres que no contaba con un átomo mágico en su cuerpo.
– Ten cuidado –su mirada ya me lo había dicho antes.
– Lo haré si tú lo haces –la reluciente sonrisa que me dedicó, me indicó que había escuchado mi pensamiento.
Se giró a Matt y oí como le decía lo mismo. Algo en sus magias no permitía la telepatía entre ellos. De algún modo eso me gustaba.
Sacudí la cabeza, tenía que quitarme eso de la mente; tenía que concentrarme. Estaba frente al castillo de "Ella" en lo que esperaba constituyera la batalla que nos hiciera libres, esperaba vencer, como todos en mi ejército. En el peor de los casos la batalla acabaría con la vida de muchos, quizá con la mía propia, pero merecía la pena el riesgo por la libertad, por la posibilidad de volver a casa.
El sol terminó de esconderse tras el horizonte.
Nada en las almenaras.
Desenvainé mi espada apuntando al cielo, sabía que hacerla descender era la señal. No dudé un segundo más y, anunciando el comienzo de la batalla, los tambores comenzaron a sonar.

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8 comentarios

  1. 1. beba dice:

    Hola.
    Tu relato presenta una buena calidad gramatical: ortografía, sintaxis, puntuación, sin problemas. Creo que el argumento necesita ser más concreto,especialmente cuando hablas de “Ella” y de ese espacio sin tecnología; la trama se diluye sin un desenlace claro.

    Escrito el 28 mayo 2015 a las 20:14
  2. 2. Silvyt dice:

    ¡Hola a todos!
    En primer lugar gracias a mis dos comentaristas y a beba, que no sé si será uno de ellos.
    Me veo en la obligación de apuntar que esta escena ha sido un experimento.He querido enfocarla como una escena previa a una batalla final. Además está un poco inspirada en mi primer manuscrito por lo que me he visto obligada a resumir mucho. Quizá no se comprenda mucho como relato porque está pensado solo como escena, como una porción de una novela mayor; de ahí lo de experimento.

    Igualmente, gracias por los comentarios y por ayudarme a seguir creciendo.
    Un saludo, nos leemos!

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 08:39
  3. 3. Ryan Infield Ralkins dice:

    Excelente historia has creado. Tu experimento ha resultado. El nivel de intriga es enorme y la quimica entre los personajes, esa conexion, esta muy bien lograda. Solo te diria que cambies la palabra [que] en la oracion que dice; nos rodeaban intrigas mas importantes que resolver que esa. Dos que bastante juntos como que rechinan. Pero esta magistral, claro que si.
    Felicitaciones y saludos.

    Escrito el 30 mayo 2015 a las 23:19
  4. 4. Diego Manresa Bilbao dice:

    Hola Silvyt.
    Como siempre, bien hilado y muy bien contado, con mucha imaginacion, y bien construidos los personajes. Me falla el que sea tan abierto y no tenga final, pero si es algo que va a continuar, ya se ira viendo cuando lo cintinues.

    Un abrazo!

    Escrito el 31 mayo 2015 a las 18:31
  5. 5. José Torma dice:

    Hola Silvyt.

    Tu relato me estaba espantando. Senti que estaba leyendo una variacion de los juegos del hambre, cuando Katniss pasea su mirada por los contrincantes contra los que tendra que pelear. Pero afortunadamente, aunque el sentimiento perduro, pronto me fuiste envolviendo en tu prosa que como ya te han comentado, a mi ver es solo el prefacio de algo mas grande.

    Felicidades y adelante.

    Saludos y gracias por pasarte por mi texto.

    Escrito el 31 mayo 2015 a las 21:07
  6. 6. Dan dice:

    Hola Silvyt,
    primero muchas gracias por pasarte por mi texto. Siempre es un placer leer tus comentarios =D
    En cuanto a tu relato de este mes, planteas una historia con tintes de grandeza. Como ya te han comentado Ryan, Diego y José no le falta nada. Dejando de lado la corrección gramatical y estilística (que después de unos cuantos talleres leyéndote ya doy por sentada) mezclas unos ingredientes que me dejan tremendamente intrigado. Los protagonistas parecen personajes complejos y atisbar la relación que existe entre ellos en estas poquitas palabras es todo un logro. En cuanto a “Ella”, supongo que toda buena historia debe tener un buen (en este caso una buena) antagonista. Por lo poco que dices de ella parece una persona con mucho poder. Me ha gustado mucho, la verdad. Probablemente lo mejor de lo que llevo leído este mes 😉

    Escrito el 1 junio 2015 a las 00:45
  7. 7. Luis Ponce dice:

    Hola Silvyt: me da la impresión de que saliste del paso con algo que es aprte de otro relato. Te has quedado en el inicio de un relato mucho mayor, en donde nos planteas los personajes, pero te has truncado al llegar al número de palabras que necesitabas.
    Me imagino que el continuar con la trama, saltando el detalle de los tambores, puede significar una parte de algo más interesante.
    De todas maneras, lo que haqs escrito está bien, salvo detalles como: “representando el misterio que representaba para mi”, o el nombre de “Ella”, que me parece una salida fácil.
    te seguiré leyendo.
    Gracias por pasar por el mio.

    Escrito el 2 junio 2015 a las 22:02
  8. 8. grace05 dice:

    Hola, Silvyt:
    El túnel del tiempo. Adolescentes del siglo XXI enviados hacia la época medieval. Una historia muy bien narrada, con lenguaje claro, de lectura con ritmo y fluida. Muy buenas descripciones, ambiente sensaciones y sentimientos que permiten al lector imágenes claras de los personajes y su entorno. Una historia que debe continuar para darle el giró final a “esa espada levantada hacia los cielos”
    Más allá de estos detalles es un ¡muy buen trabajo!!!!
    Te invito a comentar 33

    Escrito el 5 junio 2015 a las 22:04

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