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El sonido de la sangre - por Bimorí

El autor/a de este texto es menor de edad

Era una familia pequeña, una madre y su hija de 9 años, ellas convivían con un hombre alto, robusto y con una sonrisa llena de cinismo, una persona bastante egoísta y que cuando el dinero no alcanzaba para su vicio que se encontraba enfrascado en una botella podía llegar a soltar su ira contra quien no lo merecía y eso fue lo que sucedió. En uno de sus atentados la mujer dejo su último suspiro en la tierra y la niña paso a manos de un orfanato, así por ultimo el nefasto padre escapando.

Pasaron diez años, la niña cumplió 18 años y por fin logro salir de ese horrible lugar.

Empezó a pasar algunos días divagando por las calles buscando un trabajo, era una muchacha realmente bella, ojos oscuros profundos, estatura media y una mirada angelical.

Encontró trabajo en un circo debido a la extraordinaria flexibilidad que poseía. Inicio trabajando todo le parecía normal, ver personas con actitudes y aspectos particulares no era algo extraño para ella.

Era un circo de aspecto tétrico y de un aura algo misterioso.
Concluyó su primer mes trabajando.

En una de esas tardes llegó el dueño para hacer el control respectivo que hacía a fin de mes. Todos están reunidos escuchando las palabras que emitía, al mirar más de cerca la muchacha se percató que ese hombre era el mismo de antes, el causante de su trágica infancia.

Pasó desapercibida hasta la última semana antes de la función de Navidad.

En este tiempo fue estructurando un método de venganza para aquel hombre.

Llegó el día, era un 24 de Diciembre del año ’92, era de noche, las estrella estaban ocultas y un manto de tiniebla cubría el resplandor de la luna.

El circo se encontraba lleno de gente cubriendo sus alrededores, algo normal para una función de tal magnitud.
Cada función iniciaba con el sonido de tambores, pero el muchacho que se encargaba de ello aun no llegaba.

Tras bastidores se encontraba el dueño poniendo orden a todos.

La muchacha se encontraba con un vestido azul cristal y con un maquillaje naturalmente angelical, estaba sentada y apreciando su reflejo en el espejo. En ese instante el dueño entró al lugar, ella observó su bolso, sentía que una nueva una brisa cautelosa tomaría su ser tornándola oscura y bella ,y sintiendo que sería un nuevo amanecer, ella introdujo sus delgadas manos en ese bolso, cogió algo verdaderamente fatal, lo levantó a la altura de su pecho, fijo su mirada hacia aquella persona, apuntó hacia el frente, y en ese instante…. los tambores comenzaron a sonar.

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2 comentarios

  1. 1. mondregas dice:

    Hola Bimori:
    Me gusta tu relato, consigues comunicar la dureza de la situación. El final se ve venir yo hubiese introducido otro personaje de mala reputación que hubiese hecho el trabajo por ella
    Faltan algunas comas y algún punto. Eso también me pasa a mí. Has puesto divagando, Imagino que quieres decir vagando.
    Por si quieres leerla mi relato está en el nº 56

    Escrito el 29 mayo 2015 a las 09:44
  2. 2. andy dice:

    hola, te felicito por tu historia. Aunque, yo fui una de las 3 personas elegidas para comentarlo, te quería felicitar personalmente ya que me ah encantado.

    un saludo, Andy 😀

    Escrito el 1 junio 2015 a las 03:51

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