Esta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las << Volver a la lista de textos
Cuento de Navidad - por Man Legal
“Ayer hizo quince días que me robaron el pantalón, fue el día antes de Navidad. Se lo llevaron del alambre del patio. Lo había lavado, lo tendí y me dio sueño. Luego entré en el cuarto, me acosté y me dormí. Lo peor es no haber podido comprarle los juguetes a Raulito.”
En la cama, sin poder levantarse, Faustino piensa en su nieto y espera que se cumpla el milagro y aparezca el pantalón. Mientras tanto, sonríe con desencanto beatífico y con ojos de tristeza cavila resignado que más falta le hacía a quien se lo llevó.
Hola Man!
Me gusto el personaje de Faustino, que piensa con “beatífica” sabiduría de abuelo que el pantalón estará ahora en mejores manos. Es muy entrañable la manera en que construís el monólogo interior de un hombre entrado en años, y uno se queda preguntándose por la relación entre el pantalón y el nieto. ¿Habrá sido su único pantalón y por eso no pudo salir a comprar los juguetes ni tampoco ahora, 15 días después, salir siquiera de la cama? Si no es esa la relación –que la verdad no queda del todo clara- te sugeriría meter algún indicio más que lo aclare. Fuera de eso, me gusta tu manera de escribir. Bravo!
Hola Marcelo Kisi, gracias por leerme.
Sí, en efecto es su único pantalón, y lo de los quince días en cama, forma parte de una realidad fantástica. Se trata de un hombre supremamente pobre, que no obstante ser dueño de muy escasos bienes, entre ellos un sólo pantalón, no pierde la fe en las personas y es lo suficientemente bueno como para seguir pensando en los juguetes que nunca le podrá comprar a su nieto, con o sin pantalón. La falta del pantalón le sirve de coartada y no obstante ser un individuo aplastado por las circunstancias posee una luz interna que lo hace bueno. Desechable pero bueno, como tantos y tantos hay en nuestra desigual sociedad. Tal vez en algún entorno de nuestro mundo sea difícil entender que alguien tenga que quedarse en la cama por no tener un pantalón que `ponerse, pero sin dejar de ser una metáfora, esa realidad existe y de una u otra forma golpea, hoy día, a millones de seres humanos.
Si deseas leer algo más mío, puedes hacerlo en el blog “La bahía de las goletas”, hace muy poco que lo he abierto.
Gracias.
Hola:
La historia es un poco confusa. No entiendo que tiene que ver comprar los juguetes a Raulito. Sobre el pensamiento de Faustino me ha ayudado a entenderlo tu comentario anterior. No veía bien desarrollado el monologo interior. Me ha gustado ¡Felicidades!
Si te apetece pásate por el 131-Recuerdo
Hola Ismael:
Reconozco que la historia puede parecer confusa, pero lo que he pretendido ha sido mostrar la bondad de un ser al que se lo han quitado todo, o casi todo, y sin embargo antepone en su pensamiento un hecho ajeno a esa acción. En el primer párrafo expongo los hechos y no doy pistas. Cada uno puede sacar sus conclusiones. De hecho estuve tentado a terminar aquí el relato. El segundo párrafo sirve para confirmar la generosidad del protagonista y enmarcarlo en una ingenuidad que le hace soñar cosas que él sabe que no se van a cumplir. Busca cualquier justificación para engañarse a sí mismo.
Man Legal ¿cómo estás? Puedo estar equivocado, pero por la forma en que te expresas podría decir que sos Colombiano. Me ha gustado como cuentas las cosas. Por lo general buscamos que la lectura genere algún sentimiento y acá precisamente en “Cuento de navidad” identifico esos primeros días de Enero, propicios para la modorra que veo reflejada en Faustino y su cama, lo que hace recrear para mí diversas sensaciones que hacen productiva la lectura.
Estuve de paso por tu blog “La bahía de las goletas”, me llamó mucho la atención porque tuve la oportunidad de vivir en una bahía y el solo nombre me trajo muchos recuerdos. Estuve leyendo “El cantor de los buses del sur” y se me hace una estampa muy familiar. Debo volver a visitarte con más tiempo, pues hay otros compañeros de acá que ahora quisiera leer.
Me alegra haberte leído.
¡Saludos!
Hola Man: a mí no me pareció confuso tu relato, creo que cada persona puede percibir distintos aspectos.
Lo veo bien escrito, pero te diría que das muchos datos, y eso está muy bien. Yo siempre he pensado en los micros como textos que dicen mucho sin necesidad de escribirlo todo…
Le hubiera dejado él título y solo el segundo párrafo, y hubiera aclarado q era su único pantalón…
Me gustó mucho. Muy sabio tu abuelo.
A mí me ha gustado mucho tu micro, yo intuí que ese debía ser su único pantalón, lo que no entendí es que no pudiera levantarse de la cama con o sin pantalón y pensé que tal vez estaba enfermo.
El final también me ha gustado mucho porque no juzga al ladrón sino que piensa que está peor que él, es sin duda un hombre con una gran paz interior.
Felicidades.