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Pesadillas - por benauca
Era la quinta vez que se despertaba sobresaltada. Hacía horas que la noche había impregnado la habitación con ese silencio que te transporta a los rincones más íntimos del alma. La almohada, todavía custodiaba las lágrimas con las que se había quedado dormida tan sólo 42 minutos antes, cuando las pesadillas, entrelazadas con los recuerdos de todo lo ocurrido ayer le impedían dormir con normalidad. No quería volver al colegio, ni podría enfrentarse a los compañeros. Estaba vencida. Poco a poco fue incorporándose de la cama, cogió su juguete favorito, abrió la ventana, y un ruido sordo inundó la habitación.
Qué final de impacto. Eso es lo que yo busco.
Mi relato es el 240 por si quieres pasar. Estoy comentando por lo menos los 10 siguientes al mío.
Es un final brusco, pero me he quedado sin saber lo sucedido.
El 42 es un número que si no tiene relación con otro detalle del relato, sale sobrando.
Y el juguete favorito podía haber sido un taco de dinamita …o pudo haberse caído de la cama en medio de la pesadilla.
Me ha gustado: “el silencio que te transporta a los rincones más íntimos del alma”.
Saludos.
Un relato fuerte con un final trágico. Es una historia que queda abierta a la imaginación del lector. Me gusta como describís las sensaciones de “deseperación”.
¡Muy buen trabajo!!!
Te invito a comentar 22
Hola Benauca:
Yo además de aquellos que me han comentado, estoy siguiendo la misma pauta que Zelfus y estoy leyendo y comentando los diez relatos siguientes al mio y espero leer también los diez anteriores.
Pues ahora estoy de vacaciones y no tengo que acudir al taller de Literatura de los mayores.
En tu historia yo veo un trágico desenlace de un caso de acoso escolar.
Tema ahora muy cuestionado, después de varios hechos recientes aparecidos en la prensa y en los telediarios de mi pais.
He tenido ocasión en la vida real de asistir como voluntario a terapias con chicos que han sufrido ese tipo de maltrato psicológico.
Es desgarrador escuchar sus relatos, sentir su angustia y ver el deterioro fisico y psíquico que padecen.
Lo has transmitido divinamente en tu relato.
Enhorabuena.
Benauca,tu relato es impactante y refleja la cruda realidad del maltrato que hay en los institutos. Es trajico. Lo has escrito muy bien. Buenas metáforas:”la almohada “que custodiaba las lagrimas “-¡mucho dolor aqui! Llegue a visualizar el cuerpo frágil, tendido en el asfalto…Gracias.
Hola, Benauca:
Comparto especialmente el comentario de Vespasiano.
En cuanto a la forma, creo que es correcta. Que se logra una síntesis precisa. Que hay buen manejo del lenguaje. Que creaste imágenes muy buenas.
En cuanto a las dudas sobre el desenlace hay espacio para todo; pero cumple su cometido: cierre sorpresivo. Adelante.
Me gusto sobre todo metaforas como la noche habia impregnado… o la almohada custodiaba todavia las lagrimas…
El final lo interpreto que eljuguete le aporto la seguridad y proteccion necesaria para ese momento de angustia
Para ser el primer ejercicio en el que participo no ha salido demasiado mal!!!
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Me alegra ver que algunos han interpretado correctamente el relato. Intentaremos seguir aprendiendo.
Hola Benauca, bienvenida.
Creo que Luis lleva mucha razon y me hago eco de su comentario para no sonar a disco rayado. Creo que tienes mucho potencial y si algo puedo agregar a lo que te han dicho, es la congruencia… La noche no impregna, esa palabra me brinco, tal vez inunda o llena.
Al final, el tragico final que nos dejas a cada quien interpretar.
Te reitero la bienvenida y espero leerte en los proximos talleres.
Saludos y felicidades.
José, Muchas gracias por tu aporte, y sobre todo por dedicar tiempo a la lectura de mi relato.
Intentaremos seguir aprendiendo con la ayuda de todos.
La ideal del relato era contar el suicidio de una niña debido al acoso escolar, que tan tristemente se ha puesto de moda. Me doy cuenta que lo mismo lo tendría que haber marcado un poquito más.
El uso del verbo impregnar es una licencia poética que me tomo 🙂 :), hay que entender que aunque nos une el mismo idioma nos separan posiblemente miles de kilómetros, y esa distancia hace que el propio verbo “coja” distintas formas. (El verbo coger como acepción española, mi origen)
Llevaba mucho tiempo escribiendo relatos del taller, pero nunca me había atrevido a enviarlos, intentaremos que este no haya sido la excepción.
Reitero mi agradecimiento.
Saludos