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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Destino - por Marcelo Kisi

El señor Robert me llamó ayer otra vez a su cuarto y me hizo el amor dos veces, a pesar de que llevo a su hijo ya en mi vientre. Esta vez yo le enseñé algunos juegos a él. Lanzó gemidos y se rió con mi osadía. Después miró a su esposa cuadripléjica tendida inmóvil junto a nosotros, con su pobre mirada estúpida clavada en el techo. "Anda", me dijo, "prepárame un café con bollos. Luego la limpias a ella". ¿Y yo? Yo sólo soy su esclava negra, su juguete. Pero no me puedo quejar. ¿No crees?

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41 comentarios

  1. 1. Marcelo Kisi dice:

    Mil gracias a mis tres comentaristas anónimos. Me han hecho aportes excelentes. Espero que lo disfruten todos!

    Escrito el 28 junio 2015 a las 12:14
  2. 2. José M Quintero dice:

    Hola Marcelo.
    Me gusto mucho tu micro, en tan pocas palabras vemos dos historias entrelazadas por la misma persona: Robert.
    La primera es la de la esclava, que tiene que ser su juguete sexual y como ella misna dice: no se puede quejar.
    La otra es la de la señora cuadripléjica que tiene que ver a su esposo humillandola, pero tampoco puede quejarse.
    Es una excelente historia, felicitaciones! 🙂

    Escrito el 28 junio 2015 a las 15:06
  3. 3. Mirando al sur dice:

    La imagen de los dos haciendo el amor mientras la tetra está al lado me parece tremenda. Si tu objetivo era conseguir mi odio hacia el sr. Robert lo has conseguido. Muy buen relato.

    Escrito el 28 junio 2015 a las 15:32
  4. 4. julieta blanco dice:

    Marcelo, tus ideas siempre son originales, y siempre tus relatos despiertan emociones fuertes. Este lo hizo. Coincido en lo de que tu personaje se hace odiar, realmente.
    Y que hayas despertado tantas emociones en un relato tan corto.. creo que te define, que podría ser tu talento ¿no?

    Escrito el 28 junio 2015 a las 15:55
  5. Buff que duro micro, describes perfectamente las imágenes y hasta duele. El tipejo se hace odioso e insufrible.
    Muy bien contado,
    Un saludo

    Escrito el 28 junio 2015 a las 16:38
  6. 6. Juana Medina dice:

    Excelente relato sobre la violencia de género, en este caso por partida doble.Muy doloroso pero en el lenguaje exacto, sin revolver en el dolor. Me gusta mucho leerte. Este mes ando por el doscientos viente y pico. No recuerdo bien.
    Un abrazo

    Escrito el 28 junio 2015 a las 17:55
  7. 7. PAULATREIDES dice:

    Crueles destinos más bien. Impresionante y muy duro tu micro sin caer en la vulgaridad.
    Felicidades.

    Escrito el 28 junio 2015 a las 19:27
  8. 8. Melisa dice:

    ¡Has conseguido crear una imagen mental muy impactante!

    Me ha gustado mucho.

    ¡Saludos!

    Escrito el 28 junio 2015 a las 20:04
  9. 9. Ratopin Johnson dice:

    Hola Marcelo, guau que tremendo. El amo-marido, la mujer impedida, la exclava negra. Es fuerte, impactante… y no sé por qué me recuerda a algo. Me intriga la última frase “Pero no me puedo quejar. ¿No crees?” Muy bueno

    Escrito el 28 junio 2015 a las 20:48
  10. 10. Ángel Gabriel dice:

    Muy buen micro, tiene todo, los personajes están bien descritos, hay intriga, pasión, odio, lujuria, enseraste en una pequeña caja una gran historia. Te leí primero que a todos porque tu micro se llama de la misma forma que el mío aunque los temas son diferentes. te dejo el número para que veas el mío y comentes.

    Escrito el 28 junio 2015 a las 21:49
  11. 11. Ángel Gabriel dice:

    No puse el número del relato.
    Es es 223

    Escrito el 28 junio 2015 a las 21:52
  12. 12. KMarce dice:

    Odio a Robert, y también a esa mujer por permitirse ser tomada con tanta bajeza.

    😉

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 28 junio 2015 a las 23:59
  13. 13. Denise dice:

    Totalmente con el comentario de Ángel Gabriel. Me hizo recordar un poco a El túnel, me parece, ¿o era un pasaje de Sobre héroes y tumbas? No lo recuerdo, veré si puedo buscar la referencia.

    Saludos!

    Escrito el 29 junio 2015 a las 00:06
  14. 14. Demetrio Vert dice:

    Hola Marcelo. Como todos los meses busco tu texto. Fantástico.
    Aportaré lo que yo veo en la historia. Yo veo una historia de poder, del poder que deshumaniza. Una persona (Robert en este caso) que és capaz de hacer semejantes villanías (refocilarse con su criada teniendo su esposa impedida al lado)es alguién sin empatía, dehumanizado. Tiene el poder de hacerlo (la criada no tiene alternativa, y la mujer no puede protestar) y lo abyecto es que lo hace. Está corrompido. Se cumple el refrán de que el poder corrompe.

    Fantástico.

    Escrito el 29 junio 2015 a las 10:46
  15. 15. lunaclara dice:

    Menudo cabrón el señor R! Lo has descrito muy bien. Te felicito… Pero yo no me regodearia con la ultima pregunta… Es cruel!
    Felicidades! Y gracias x pasarte x el mio.

    Escrito el 29 junio 2015 a las 15:29
  16. 16. Mayca Nasan dice:

    Hola Marcelo,

    Buen micro, recreas en un tiempo breve una escena impactante y no exenta de crueldad. Creo que en unas pocas líneas has conseguido que todos odiemos al señor Robert.

    Felicitaciones!

    Escrito el 29 junio 2015 a las 16:53
  17. 17. Troya dice:

    ¡Uff! ¡Tremendo relato! No deja indiferente. Gran explosión de sentimientos en tan pocas palabras.

    ¡Buen trabajo!

    Gracias por tu comentario en mi micro.

    Escrito el 29 junio 2015 a las 17:06
  18. 18. grace05 dice:

    Hola: Marcelo:
    ¡Que´relato!!!. Me dejaste , fría y (te confieso) asqueada. Robert es un sádico, un perverso. Él es eje de dos historias, su esposa y su amante, a las que une, de diferente manera , en un íntimo acto sexual, no puedo decir de amor.
    ¡Excelente relato!!! ¡Felicitaciones mil!!!
    Muchas gracias por tus comentarios en mi texto. (Es un homicidio). Tu opinión siempre es valorada.

    Escrito el 29 junio 2015 a las 17:58
  19. 19. Anoide dice:

    He visto que ya te lo han dicho, pero es que es cierto que tus relatos siempre despiertan emociones intensas. En este caso, me encantaría golpear al “señor” Robert contra la pared 😛 Es que es un cuadro tremendo… ¡Qué escena tan desagradable con unas pocas palabras tan bien elegidas!

    Como siempre, ¡leerte es un placer!

    Escrito el 29 junio 2015 a las 18:00
  20. 20. A Pantaleón dice:

    Hola Marcelo!
    Un relato crudo que te obliga a tomar partido. ¿Qué pasaría si la protagonista no estuviera hablando del señor Robert, sino de su esposa, si fuera el juguete se ella?
    Saludos

    Escrito el 29 junio 2015 a las 21:53
  21. 21. beba dice:

    Hola,Marcelo:
    Sólo me queda sumarme a los aplausos. Excelente tu trabajo; preciso, profundo y expresivo. Felicitaciones.

    Como no participo porque borré “ayer” paso el link de mi cuento: El primer beso: http://ahorayodigo.blogspot.com.ar/2015/06/paraiso.html

    Escrito el 29 junio 2015 a las 23:54
  22. 22. Leonardo Ossa dice:

    Hola Marcelo ¿cómo has estado? He leído tu texto entre los primeros, como creo que hacemos muchos de los participantes de Literautas. En otras ocasiones y a otros participantes le he comentado de mi gusto por las historias de época colonial, encontrándome ahora con esa esclava negra que le enseña algunos juegos a su amo que lo hacen gemir y reír, demostrando con ello que no existe un sometimiento pasivo, resignado por parte de ella, sino que la vemos tomar la iniciativa en la actividad y participar de la misma de una manera creativa con todo lo que allí acontece.
    Me surge desde la lectura varios sentimientos, por una parte una compasión con la señora cuadripléjica que me hace preguntar por el grado de consciencia que ella pueda tener, por otro lado considero la comodidad de la esclava que ahora ve mejorada su existencia, al llevar un hijo de su amo en el vientre, ya que puede obtener así algún beneficio.
    Entonces surgen sentimientos como el repudio, la conmiseración, la intriga, la sorpresa, en fin, un texto bien logrado que me recuerda a García Márquez cuando relata que la esclava entra a la habitación de su ama Bernarda, a quien encuentra en pelotas con un esclavo llamado Judas Iscariote. La esclava se queda más deslumbrada que atónita cuando escucha a su ama decir: “No te quedes ahí como una muerta” “O te vas, o te revuelcas aquí con nosotros” (Del amor y otros demonios).
    Tienes un excelente texto. ¡Felicitaciones!

    Escrito el 30 junio 2015 a las 01:46
  23. 23. Karen Katina dice:

    Hola Marcelo.
    Tremenda historia, de todos los sentimientos que puede generar me quedó con la compasión, la frase final de la esclava sexual de Robert «no me puedo quejar ¿No crees?» Tiene razón de cierta forma ella disfruta de su amante y presume al esperar un hijo del susodicho que su situación cambiara pero la enferma seguira llevando la peor parte.
    Gracias por tu comentario en mi relato.

    Escrito el 30 junio 2015 a las 05:37
  24. 24. Paola dice:

    Hola, Marcelo. Creo que te han dicho todo lo que se puede decir.
    Yo me quedé helada al leerlo porque no me podía creer lo que estaba leyendo y lo volví a leer por si era mi cabeza que se lo estaba inventando. ¿Cómo se te ha podido ocurrir una cosa tan espantosa? Enhorabuena Saludos

    Escrito el 30 junio 2015 a las 15:16
  25. 25. Chiripa dice:

    Hola Marcelo.

    Definitivamente es +18. Retrata violencia de género, abuso sexual y explotación.
    La psique del Sr Robert está arropada por sadismo y psicopatía. La de la esclava lo complementa.

    Condensado y sin faltarle nada, has hecho un buen trabajo. ¡Felicitaciones!

    Si he de aportar algo, te invito a considerar un final que termine en “Pero no me puedo quejar”

    Agradezco tu visita a mi “Depredador.

    Escrito el 30 junio 2015 a las 18:56
  26. 26. Demetrio Vert dice:

    Hola Marcelo. Es tan excelente tu relato que surgen infinidad de caras ocultas. La mayoría de los compis se apuntan a ellas. Cada uno ve un isospechado aspecto difente en el texto, cuando no propuestas interesantes. Me ha fascinado la de A. Pantaleón. Efectivamente, ¿cual sería la historia aparence y cuales las ocultas en ese caso? Ama y criada en divirtiendose, y al lado el marido tetraplejico. Una fántástica propuesta.

    Por otro lado, la palabra cuadripléjico es la primera vez que la oigo. Por aquí, y en la RAE, se denomina tetrapléjico. En mi primer comentario no lo quise mencionar; ahora no lo he podido evitar. Tuve un hermano que se quedo así por un accidente: tetrapléjico. Y para los compis que tienen dudas sobre su capacidad cognitiva e intelectual, los tetraplejicos están perfectamente normales de mente y sentimientos. Terrible.

    Escrito el 1 julio 2015 a las 09:54
  27. Hola Marcelo:
    Me ha gustado tu relato. Es una historia tan real como desagradable. Afortunadamente no creo que haya muchos casos así. Un claro ejemplo de abuso.¡Felicidades!. Si te apetece pásate por el mio 131-Recuerdo

    Escrito el 1 julio 2015 a las 17:08
  28. 28. Roger/NHICAP dice:

    Hola Marcelo,
    Muy bueno, es un texto fotográfico donde los dos personajes, amo y sirvienta,quedan perfectamente definidos. Un gran logro en tan pocas palabras.
    Un abrazo

    Escrito el 1 julio 2015 a las 20:34
  29. 29. Iracunda Smith dice:

    Una historia muy dura. Consigues describir toda una vida (o tres en realidad) en sólo 100 palabras y eso es de admirar. ¡nos leemos!

    Escrito el 1 julio 2015 a las 21:23
  30. 30. marazul dice:

    Hola Marcelo
    Enhorabuena por lograr tu objetivo. Querías que todos odiáramos a Robert y lo has conseguido. Pero tampoco se salva “la simple” de la criada; en realidad es ella la que lo cuenta con aparente naturalidad (incluso parece que le gusta).La misma naturalidad que muestra el tal Robert pidiendo el café y los bollos. Esa “naturalidad” y falta de sensibilidad es lo que hace que la escena sea deprimente…cruel
    Pocas palabras pero muy bien elegidas.
    ¡Enhorabuena!

    Escrito el 3 julio 2015 a las 18:12
  31. 31. Jesus R.G dice:

    Un trabajo excelente, enhorabuena!

    Escrito el 4 julio 2015 a las 10:16
  32. 32. Darkristal dice:

    Definitivamente devastador, me imagino que el tipo no ha de creer estar haciendo nada malo, pero para nosotros es totalmente inaceptable.
    Bueh, así marchan los pies sobre la calzada.
    Buen trabajo y sigue así n,n

    Escrito el 6 julio 2015 a las 01:27
  33. 33. charola dice:

    ¡Hola Marcelo! Gracias por tus palabras halagadoras. Mi relato es un escrito traído de los pelos (obligado)pues tuve que idear la manera de contar una historia con la escena #27 que nos mostraban: cuaderno, lapicero y dos hojas arrugadas y debíamos utilizar las palabras ayer y juguete o juguetes. Cuando me hicieron llegar los tres microrrelatos para comentar, me sorprendí pues ninguno hacía uso de la escena mostrada y escribí si eso estaba bien antes de comentar. Me contestaron que yo si, que yo me había equivocado, que el relato era libre y si había escrito las palabras ayer y juguetes estaba bien.jajajaja
    Pero en lo que estás en lo cierto es que me gusta escribir mas lo cotidiano, tierno y sensible. Tu micro lo leí ayer y me quedé pasmada, sin palabras y lo dejé para comentarlo después, porque es muy intenso. Sin embargo y a pesar de no ser común, es una historia que se dá y estoy de acuerdo con Demetrio Vert que es una historia de poder y el poder no sólo corrompe si no trae consigo impunidad y cuando hay impunidad la persona piensa que puede hacer cuanto se le da la gana, sobre todo con otras personas. Pero hay algo mas que me mueve y es el título que le has puesto “destino” y es totalmente grandioso, me gusta, no podía ser otro, creo que has acertado ¡Te salió redondo! Porque las tres personas están ligadas a una vida miserable, no sólo una que aparentemente creemos que es la tetrapléjica, si no él también que tiene su propia historia (mala, cruel que no la cuenta) y la criada. ¡¡¡Pobres!!!
    Intenso y muy bueno tu relato. Voy a leer el otro que me enviaste, Gracias Marcelo. Nos leemos.

    Escrito el 7 julio 2015 a las 00:51
  34. 34. Wolfdux dice:

    ¡Guau! Cuando he visto el +18 no me imaginaba encontrarme eso. Felicidades Marcelo, todo un micro. Muy bien escrito y muy original.

    Escrito el 7 julio 2015 a las 02:31
  35. 35. José Torma dice:

    Que tal Marcelo.

    Que fuerte tu micro, las dos historias de las mujeres que no se pueden quejar, unidos por un hijo de puta es genial.

    Muchas felicidades.

    Saludos

    Escrito el 7 julio 2015 a las 19:24
  36. 36. Wuldoak dice:

    Buenas.

    Ante todo agradecer tus generosos comentarios.
    Veo que nuestros textos encajarían en una recopilación sobre la deshumanización. En éste caso, la provocada por la mayor expresión de clasismo y racismo; la esclavitud. Muy acertado ese contagio en la narradora, al mostrar tanto desdén por la esposa (“mirada estúpida”) se aprecia cómo ha asimilado e integrado en sus valores la terrible ley del más fuerte.
    Genial, Marcelo.
    Un saludo.

    Escrito el 8 julio 2015 a las 11:00
  37. 37. Dante dice:

    Hola Marcelo. Soberbio micro. Me uno a las felicitaciones y a los ricos comentarios de los compañeros a los que adhiero, ya que ofrecen visiones perfectamente complementarias entre sí.

    En cuanto al formato del texto como microrrelato, creo que se trata de un micro con todas las letras.

    En cuanto a la forma, el vocabulario y la puntuación son excelentes y muy correctos. La voz narrativa que has elegido, no podía ser mejor, pues la narradora es la protagonista y relata en primera persona y ese tono intimista se constituye en el vehículo perfecto del complejísimo (y riquísimo) clima filosófico-emocional que querés transmitir.

    No hay dudas de que quisiste pintar al señor Robert como un sádico y un perverso, y tal vez hasta psicópata y que quisiste que lo odiáramos. Lo conseguiste y con creces. No hay dudas tampoco que es un sujeto amoral (ni siquiera inmoral, sino carente de todo parámetro ético o moral).

    Pero me parece que lo más interesante, por su complejidad, está del lado de las mujeres.

    Por un lado, la esposa cuadripléjica. Aquí aprovecho para destacar algo. Demetrio dice que no encontró la palabra en la RAE y que es la primera vez que la escucha y que la palabra sería tetrapléjica. Pues bien, es posible que así sea, pero “cuadripléjico/a” es una palabra comúnmente usada en Argentina (y me atrevería a decir, aunque sólo lo conjeturo) que en parte de Uruguay (fundamento mi conjetura en que muchas veces el argot rioplatense es similar). Si hay algún uruguayo que me corrija y nos ilustre por favor. De todos modos, recurriendo a la etimología: “tetra” = cuatro y “cuadri” sería un derivado de “cuatri”, que sería lo mismo. A lo que voy es que, más allá de si se encuentra o no en el Diccionario de la RAE ambas palabras son aceptadas en el habla cotidiana (una u otra según la región o país hispanohablante en que nos encontremos) y, aparentemente, designan el mismo cuadro clínico.

    Vuelvo a la esposa cuadripléjica. En este contexto creo que el aporte que nos deja mudos a todos y nos echa una luz diferente para interpretar y valorar el texto es el que Demetrio nos trae, abriendo su corazón a nosotros y compartiendo con nosotros la terrible historia de su hermano. No sé si vos tenías idea de lo que Demetrio expone, pero intuyo que sí y que, al menos jugando con la duda razonable o con el ámbito de lo posible (por improbable que fuera), pensáramos y sintiéramos “¿qué pasaría si esta mujer tiene conciencia de lo que pasa a su alrededor?”. Eso es lo que vuelve más malvado a Robert, convirtiéndolo en una especie de demonio que ha creado un infierno en la Tierra para su pobre mujer, y lo que la entroniza a la esposa casi como un mártir, provocando nuestra compasión inmediata. Y eso que no sabemos quién o cómo fue su esposa, que pudo ser igual o peor que Robert. Afirmación que por cierto no explica ni justifica la tremenda canallada de su esposo. Pero dado que se casó con alguien que tenía esclavos y usufructuó la esclavitud, era parte de esa sociedad. A lo que voy: provocás nuestra inmediata empatía con esa mujer, pero creo que dejás flotando otra pregunta: aún cuando todos los seres humanos merecen compasión, respeto y amor y a nadie se le puede negar el derecho de cambiar, y aún hay que ayudarlos si quieren cambiar: ¿el mero hecho de la muerte o una desgracia nos vuelven buenos de repente y sin más? Por eso no me parece simple el personaje de la mujer cuadripléjica, sino todo lo contrario. Rico, muy rico.

    Dentro de esa riqueza del personaje, hay otro ámbito que lo incluye pero lo trasciende y se consustancia con la historia y el mensaje o las ideas que le subyacen y la trascienden. Lo ubicás en una época distinta y anterior a la contemporánea y, creo que no inocentemente, en un ámbito anglosajón (hecho que se deduce por el nombre Robert, por la circunstancia de tener una esclava y que ésta sea negra), pero resulta extensible a la actual. A quien está enfermo o impedido, y también al anciano, y a veces al pobre, en un exceso de materialismo se lo considera una cosa. La persona es su cuerpo y el cuerpo es una cosa. Más o menos ese es el pensamiento que subyace. Olvidando que dentro de esa persona hay o hubo pensamientos, emociones, sentimientos, recuerdos, preferencias y todo un sinnúmero de cosas que los hacen humanos. Olvidando que ese ser es un humano y tiene una dignidad humana que lo hace excelso. Lo que claramente y con fundamento en la realidad tangible de su experiencia personal nos lo demuestra Demetrio. Digo que no está inocentemente ubicado en un ámbito anglosajón por la concepción utilitarista que le es propia en los planos ético y cultural, y por que en ese ámbito, surgieron la primera y la segunda revolución industrial y la sociedad de consumo. Hechos que requieren del intercambio de objetos valorados, entre otras cosas, por su utilidad. Si al hombre se lo ve como un objeto y éste se torna inútil, pierde su valor. En definitiva: la mujer blanca, libre y presuntamente de “buena familia”, de familia rica, ha quedado convertida en en una cosa inútil por su cuadro clínico, y de ese modo, quedó equiparada a la esclava.

    En efecto, desde la antigüedad el esclavo era considerado una cosa. Lo “supieron” (nótese la ironía en las comillas) los romanos que en su famoso Derecho consideraban a los esclavos como una cosa que, al igual que cualquier otra, podía ser comprada y vendida y podía estar sujeta al derecho de propiedad con todas sus implicancias. No es ocioso recordar que para los romanos la propiedad era un derecho que suponía un señorío absoluto del dueño sobre la cosa. A partir de ahí, la inferencia es sencilla.

    Este “esquema mental” que perduró como estigma de la humanidad hasta la total abolición de la esclavitud (al menos en el plano legal y formal), está perfectamente reflejado en el micro.

    Por eso me parece que el personaje de la esclava también es riquísimo, sobre todo por su ambigüedad emocional y moral. Al menos a mí me sucedió de que la quise y la odié al mismo tiempo y en la misma proporción a esa esclava.

    En efecto, el hecho de que ella sea un juguete de su amo, produce profunda pena en el lector. Más aún, si bien en esta oportunidad parece que el sexo fue consensual, nada autoriza a descartar que, en otras ocasiones, la esclava hubiera sido violada. Incluso hasta podría haber concebido el hijo de esa manera. Produce tristeza, asco, bronca y repulsión la cosificación de un ser humano que es utilizado por otro como si fuera un simple objeto para satisfacer sus caprichos.

    Por otra parte, produce repulsión el hecho de que aún cuando no tiene poder para resistirse a los lascivos deseos del amo, en cierto modo “goza” de lo que cree una situación privilegiada, y se “cree” en el lugar de la esposa del amo, sintiendo tal vez el placer por ocupar su lugar frente a ella, impedida, en una suerte de revancha.

    Y al mismo tiempo, la imposibilidad fáctica de resistirse, de nuevo nos produce compasión por la esclava. Pero luego, pensando que sin voluntad ni poder de resistirse al dueño todavía le queda la posibilidad de intentar algún juego de seducción (lo que es plausible porque aunque más no fuera por una “calentura” el amo tiene alguna atracción por ella) y dentro de él, podría pedirle aún sin mencionar a la esposa que lo hicieran en otro lugar. Sin embargo calla, y calla porque le gusta ese lugar, lo que de nuevo nos produce repulsión.

    Por otro lado, es interesante ver cómo la esclava en cierto modo prodiga elogios a su “capacidad amatoria” y luego después de recibir las órdenes de servicio y limpieza, se coloca a sí misma en el lugar de víctima, de “pobrecita”, que reclama compasión de su interlocutor indeterminado (que se termina concretando en el lector).

    Y cuando remata: “Pero no me puedo quejar. ¿No crees?” también nos produce una sensación ambigua. Porque por un lado, sumado a que lleva en su vientre a su hijo, piensa que “ascendió” de status, lo que es falso, porque el amo no la manumitió y por ende no la convirtió en una mujer libre. Por lo tanto no se casó ni jamás se casaría con ella, aún cuando la manumitiera por simples convenciones y apariencias sociales. Además, no parece tan tonta como para no darse cuenta que el señor Robert es incapaz de amar. Dado que ella es esclava, es dable esperar que la legislación entienda, como los antiguos romanos, que el hijo siga la condición de la madre y que, por ende, nazca esclavo, con lo cual sería el hijo del señor, pero no sería el “señorito”. Sería un simple esclavo que lleva la sangre del dueño y nada más. Pero no un hijo del dueño. Ni siquiera parece que esta esclava fuera la concubina del dueño, ya que, como se adivina, los encuentros son esporádicos y sujetos al capricho circunstancial del amo. Con lo cual, aunque ella lo crea, ni por asomo ocupa el lugar de la esposa cuadripléjica. Por otra parte, se podría adivinar que la esclava se da cuenta de todo esto pero que al mismo tiempo, se “autoengaña” con una especie de mecanismo de defensa y asume como real lo que sabe que no es verdadero.

    Marcelo, una vez más destaco la integralidad de tu micro: en cuanto al formato, la forma y el contenido. Y resalto especialmente la riqueza psicológica de los personajes, la excelente construcción de la trama y de las relaciones que se tejen entre los personajes, que son terriblemente ambiguas (y extremadametne ricas) ya que, salvo Robert que es “malo, malísimo de toda maldad”, las dos mujeres no son ni completamente buenas ni completamente malas y se encuentran unidas por la concepción materialista y “cosificante” (si vale el neologismo) del “señor” producto y exponente de una sociedad y sistema económico de un momento dado. Brillante.

    Te felicito nuevamente.

    Saludos.

    P.D.: En mi micro te respondí y agradecí tu comentario. Si querés podés pasar y leerlo. Te invito también a leer el mensaje de agradecimiento general y el post N° 56 en el que expuse una serie de detalles que me llevaron a escribir ese micro.

    Escrito el 19 julio 2015 a las 20:03
  38. 38. Cryssta dice:

    Genial tu relato el cual ha dado mucho que hablar.

    Lo de “me hizo el amor” ¿es un eufemismo o una forma de hablar de la época? porque amor, lo que se dice amor, no se ve por ningún lado.

    En cualquier caso sabemos poco sobre los personajes para juzgarlos y en muchas ocasiones las cosas no son lo que parecen.

    Escrito el 20 julio 2015 a las 10:54
  39. 39. Marcelo Kisi dice:

    Mil gracias a todos, amigos, por vuestros generosos comentarios!

    No puedo dejar de referirme al comentario de Dante, que se ha tomado mucho tiempo, trabajo y reflexión, como lo hace con tantos de nosotros. Primero, gracias por eso!

    Entre todas las cosas que me pusieron bien de tu comentario, subrayo dos, en las que diste en el clavo con mis intenciones como autor, a pesar de que prefiero naturalmente no analizar mis propios textos. Pero me daba curiosidad si funcionaría la bidimensionalidad moral de cada uno de estos personajes. Veo que con Robert funcionó menos: es condenable desde todo lo que hace, pero también es un producto de su época, y desde ese punto de vista está tratando mejor a la narradora de lo que hace, por ejemplo con su esposa, con la que no tiene perdón posible, o con otras esclavas presentes ausentes. La bimoralidad de las mujeres pareciera más evidente, por lo menos para vos.
    Con el “No me puedo quejar”, la verdad es que mi sensación era que la chica se estaba comparando con otras esclavas y también esclavos que deben realizar los trabajos más duros en el campo, mientras ella es una doncella que arregla la casa y satisface pedidos. Si nos ponemos en el contexto histórico, era más difícil que una esclava pudiera tener fantasías de reemplazar a su ama. Pero vale esa lectura también.
    El otro aspecto con el que quise experimentar y que lograste captar tiene que ver con la autorreferencialidad del texto con el “¿No crees?” del final. Las opciones son muchas: puede estar hablándole a una amiga mientras friegan la ropa en el río al día siguiente. Pero me preguntaba cuántos lectores percibirían una dimensión de apelación al propio lector, que queda así involucrado, interpelado. Recordé en ese sentido los análisis semiológicos del cuadro “Las Meninas” de Velázquez, donde se da un juego fascinante en ese sentido: él nos mira, aunque sabemos que está pintando a los reyes, que aparecen en el cuadro del fondo. Sin embargo, es el observante del cuadro el que está colocado exactamente donde estarían los reyes “reales”, y por lo tanto uno tiene delante lo que los reyes ven delante de sí, y Velázquez, que está pintando a los reyes, me está mirando y me está pintando a mí, que veo la imagen: el observante del cuadro queda atrapado dentro del cuadro, y éste viaja en el tiempo y en la conciencia con cada espectador.
    En mi relato la interpelación busca ser moral: ¿crees tú el lector que podemos juzgar a la esclava negra por buscar mejorar su situación y por creerla relativamente mejor que la de sus pares? ¿Crees que debe seguir lamentando su situación, o puede conformarse con lo que le ocurre y mejor que no se queje?
    Tal vez fui muy pretensioso, pero si estos son algunos de los pensamientos que se disparan con mi pequeño texto, puedo sentir que voy por buen camino.
    Muchas gracias y abrazo!
    PD: leí tu respuesta a mi comentario y tu ilustrativa exposición sobre tu relato. Felicitaciones y gracias!!

    Escrito el 20 julio 2015 a las 11:44
  40. 40. Leonardo Ossa dice:

    Hola Marcelo, me he sentido honrado con la lectura y el comentario que has hecho sobre mi micro. He venido para agradecerte ambos.
    Saludos.

    Escrito el 27 julio 2015 a las 04:42
  41. 41. Diana dice:

    Dante, presente desde Uruguay.Aquí usamos el término -cuadripléjico-El Diccionario Panhispánico de Dudas de La Asociación de Academias de la Lengua Española dice: “CUADRIPLEJIA Parálisis que afecta a las cuatro extremidades” Se usa sobretodo en América, especialmente en Argentina..En España se emplea más el sinónimo- TETRAPLEJIA.
    en la lectura de varios relatos he encontrado vocablos no usados por nosotros y simplemente los interpreto, busco en el diccionario y va.Admiro tu ocupación en el análisis. Entre los relatos a mi cargo justo me correspondió el de Marcelo. Plantea una situación para mí sensibilidad espeluznante, pero, llena de realidad que llega a nuestros días lamentablemente, de las mentes enfermas se espera eso y mucho más. En un corto y claro relato pinta un cuadro de horror, para el escritor felicitaciones.

    Escrito el 30 julio 2015 a las 04:12

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