Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Lágrimas 2.0 - por Bruno Cataño

El usuario (30 años, aspecto casual) tomó asiento a mi lado y me dijo:

―Al aeropuerto, por favor.

Accioné el taxímetro y, nada más iniciar la marcha, se acomodó de lado, mirando hacia la ventana, de su maletín de mano, sacó un ordenador portátil, lo situó sobre sus piernas y desplegó la pantalla. Tecleó algunas veces después el hombre soltó:

―Hola, cariño.

—Hola, cielo —dijo el ordenador. Miré de reojo nuevamente: la pantalla mostraba la imagen de una mujer en videoconferencia (rubia, ojos grandes y azules) y, en su margen inferior izquierdo, un recuadro de mi usuario captado por la webcam de su portátil. Skype, supuse.

—Ya estoy en el taxi, camino del aeropuerto —dijo él a la pantalla.

—¿Aún en Madrid? —preguntó ella.

—Sí.

—Déjame ver…

El usuario alzó el portátil y dirigió la webcam del marco de su pantalla hacia la calle.

—Esa es… la calle… mmm… ¿Alcalá? —preguntó ella.

—Sí —dijo él.

—Hazme un favor, cariño. A dos o tres manzanas de ahí, en esa misma acera, verás una pastelería. Tienen las mejores galletas de mantequilla que he probado nunca. ¿Podrías parar un momento y comprarme una caja?

—Sí, claro.

—¡Genial!

—¿Conoce la pastelería que dice mi novia? —me preguntó el usuario.

—Sí señor —contesté.

—¿Con quién hablas? —preguntó ella.

—Con el taxista, cariño.

Detuve el taxi frente a la fachada de la pastelería.

—Espera un momento, cariño. No desconectes, que ahora vuelvo —dijo el usuario justo antes de abrir su puerta. Dejó el portátil abierto sobre el asiento del copiloto y se marchó corriendo a la pastelería.

—¿Hola? ¿Ernesto? —dijo ella.

— No. El señor a descendido del taxi, se ha marchado a comprar sus galletas —dije yo de espaldas a la pantalla.

—¿Eres el taxista? —me preguntó.

—Sí.

—No te veo. ¿Podrías girar la pantalla?

Me estiré un poco hacia la portátil y giré la pantalla sobre el asiento hasta ajustar mi imagen al encuadre de la cámara. Ahí estaba ella con sus ojos azules como platos.

—Hola —dije tímidamente.

—Escucha con atención. Ernesto no puede coger ese vuelo a Sidney.

—¿Perdón? —dije, confuso.

—Viene acá para instalarse aquí, conmigo, pero ahora no puede ser. Es una historia complicada. No hay tiempo para eso. Te pido por favor, Te SUPLICO que arranques el taxi y te marches ahora con sus maletas. Llevará el billete y el pasaporte en el maletín del portátil. A un lado de los boletos siempre trae un sobre con un mínimo de 1000 euros para emergencias, Siempre lo guarda ahí —Sólo por curiosidad miré dentro del maletín abierto. El sobre estaba vacío—. Tómalo y márchate AHORA con sus maletas, por favor. Prometo compensarte con más que eso si lo haces —dijo visiblemente nerviosa.

―No puedo hacer eso ―dije por respeto a mis convicciones y no por el sobre sin dinero.

―¡Te doy 500 euros más si te vas ya! Te los transfiero ahora mismo a la cuenta que tú me digas ―comenzó a sollozar.

―No puedo marcharme con sus maletas y su ordenador. Podría acabar en la cárcel por eso.

―¡1.000 euros! ―dijo ahora con lágrimas en los ojos.

―Lo siento. Ya viene el señor. Adiós ―dije.

Mi usuario regresó con una caja rosa, abrió la puerta, alzó el ordenador, tomó asiento y volvió a colocarlo en sus rodillas. En ese instante ella giró la cabeza para ocultar el rastro de sus lágrimas. Reanudamos la marcha.

―Ya tengo tus galletas, amor. En unas horas podrás comerlas.

―Sí… ¿puedes girar la cámara otra vez hacia la calle?

―Claro ―el tipo volvió a girar la pantalla hacia la calle.

―No veo nada. Me da el reflejo del cristal. ¿Podrías bajar la ventanilla?

El hombre bajó la ventanilla y acercó aún más el portátil al borde de la puerta.

Ya corriendo por la A-2 el aire comenzó a soplar fuerte contra la pantalla. Tremenda imagen: Una mujer, desde Sidney, buscando arrastrar sus lágrimas con el viento de Madrid.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

14 comentarios

  1. 1. Guiomar de zahara dice:

    Comencé a leer…
    No voy a entrar en detalles gramaticales ni sintácticos ni nada de ese tipo.
    Tu relato me gustó por original y por una cierta poesía que tienes en la prosa.
    enhorabuena¡¡¡

    Escrito el 29 octubre 2015 a las 15:35
  2. 2. Wanda Reyed dice:

    Me gusto tu relato, me dejo con ganas de saber mas sobre la relacion y los motivos por los cuáles la mujer no podia ser sincera con su novio. Te invito a que leas y comentes mi relato es el 255 se llama “Mi venganza”.

    Escrito el 29 octubre 2015 a las 19:31
  3. 3. Jose Luis dice:

    Me ha gustado el relato porque es muy dinámico, con tanto diálogo se hace más ameno. Tiene un aire de tristeza que, aunque no se sabe la razón, te hace pensar. Buen cuento. Un saludo

    Escrito el 29 octubre 2015 a las 20:28
  4. 4. Annamanzana dice:

    Es una historia muy original, la verdad es que no te deja indiferente y sí muchos interrogantes. La ultima frase es muy bonita. Enhorabuena

    Escrito el 29 octubre 2015 a las 23:49
  5. 5. Tim Galano dice:

    Hola Bruno, a mi también me ha gustado mucho.

    La historia está muy bien contada y es original, deja muchos interrogantes, podría dar para un relato mucho más largo.

    Excepto un par de comas al principio que me confundieron, todo muy bien escrito para mi gusto.

    Solo un apunte que, bajo mi punto de vista, podría mejorar el final, si en vez de poner ” Tremenda imagen:…” pusieras directamente ” Una mujer, desde Sidney, buscando arrastrar sus lágrimas con el viento de Madrid” impactaría más, así sería el lector el que pensaría que la imagen es tremenda.

    Enhorabuena por el relato.

    Saludos!!

    Escrito el 30 octubre 2015 a las 11:28
  6. 6. Isolina R dice:

    Hola Bruno:
    El final es bastante bueno. Más que el principio porque algunas de las primeras oraciones no las tienes bien puntuadas. Deberían ir así: “Accioné el taxímetro y nada más iniciar la marcha se acomodó de lado, mirando hacia la ventana. De su maletín de mano sacó un ordenador portátil, lo situó sobre sus piernas y desplegó la pantalla. Tecleó algunas veces. Después el hombre soltó:”
    Habría que evitar tanto adjetivo posesivo “su”, “sus”. Ej.: “Del maletín de mano sacó un ordenador portátil, lo situó sobre las piernas…”
    Se te ha colado una falta de ortografía en “ha descendido” (te has comido la hache).
    Mejor que usar las mayúsculas para enfatizar palabras podrías recurrir a incisos del narrador en los que señalase el énfasis con que las pronunció la novia.
    “Solo” ahí no debe llevar tilde.
    Das demasiada información innecesaria. Si ya se sabe que la webcam está en el marco de la pantalla no hace falta que digas “la webcam del marco de su pantalla”.
    Ser repetitivo sin una finalidad estilística puede cansar al lector. Te pongo dos ejemplos: Después de la pregunta: “¿puedes girar la cámara otra vez hacia la calle?” no queda bien que en la respuesta se repitan las mismas palabras (“el tipo volvió a girar la pantalla hacia la calle”). Es mejor utilizar otras, del tipo: “lo hizo al instante”, “obedeció de inmediato”… Y lo mismo tras la pregunta: “¿Podrías bajar la ventanilla?”. En lugar de “El hombre bajó la ventanilla”, podrías poner: “El hombre obedeció”
    Me ha gustado bastante la historia por ese final tan poético.
    Espero que estas sugerencias te sirvan.
    Saludos
    Isolina R

    Escrito el 30 octubre 2015 a las 16:47
  7. 7. L.M.Mateo dice:

    Hola Bruno,
    ¿qué decirte que no hayan sugerido ya Isolina y Tim? Nada.
    Me ha gustado el dinamismo del diálogo, donde los personajes están bien perfilados, y ese final tan poético.
    Espero volver a leerte en el próximo taller.

    Escrito el 30 octubre 2015 a las 19:49
  8. 8. Diego Manresa Bilbao dice:

    Una maravilla Bruno…
    Te acabas de convertir en uno de mis imprescindibles
    Enhorabuena!!!!

    Escrito el 31 octubre 2015 a las 14:23
  9. 9. Ana María dice:

    Un buen argumento con un final poético y abierto.
    Creo de todas formas que es un relato al que tendrías que darle ” una vuelta de rosca.”
    Inverosímil que el taxista pueda describir lo que se ve en la pantalla de la net-book a través del espejo retrovisor mientras maneja.
    Trataría de evitar oraciones largas como en el primer párrafo mejora el ritmo con un punto antes de, por ej, “de su maletin…”
    Queda la incognita del sobre vacío

    Escrito el 31 octubre 2015 a las 16:07
  10. 10. Brenda dice:

    Hola!
    Sin contar algunos errores de puntuación que te han mencionado ya… muy buen relato!! Felicidades!

    Escrito el 31 octubre 2015 a las 20:46
  11. 11. Minnie dice:

    A mi gustó muchísimo el relato. Quedé intrigada y queriendo saber las razones por la que la mujer no quería que tomara ese vuelo. En cuanto si faltó o sobró algo mi opinión muy personal es que como todo en la vida depende de gustos. Hay quienes lo cambiarían todo y otros que lo dejarariamos tal cual y con ganas de más. Felicidades.

    Escrito el 4 noviembre 2015 a las 01:11
  12. 12. beba dice:

    Hola, Bruno:
    Espera, que termino de aplaudir. ¡Buenísimo! Los recursos, increíbles: ese encargo de masitas es delirante; ni hablar del diálogo de la mujer con el taxista. Y la poesía de la frase final… Un lujo. Me encantó.

    Escrito el 8 noviembre 2015 a las 15:41
  13. 13. grace05 dice:

    Hola, Bruno:
    Me encantó tu historia. Tiene dinamismo y agilidad, además de que deja la lector con “ganas de más”. El vocabulario poético y los diálogos le da mucho ritmo.
    Excelente relato ‘Te felicito!!!
    Te invito a comentar 194

    Escrito el 17 noviembre 2015 a las 23:27
  14. 14. Isan dice:

    Estupendo el relato en fondo y forma. Suscribo los comentarios anteriores y, como ya te han dicho todo, le pongo una pega. Creo que el tema “el sobre estaba vacío” debería cobrar más importancia en la historia. Para mí que se menciona de pasada, como metido con calzador, sin que tenga importancia alguna el hecho de que esté o no vacío.

    Escrito el 27 noviembre 2015 a las 11:19

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.