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¿Me la prestas? - por SBMontero
—Por qué no matarán a horas más decentes —se dijo haciendo equilibrios con un vaso de café mientras miraba cómo su viejo reloj Orient marcaba las tres de la mañana. La mayoría de los inspectores alardeaban de que dormían como troncos cuando tenían guardia, no recordaba la última que había dormido toda la noche.
—Buenas noches —dijo a los dos uniformados que fumaban vigilando la puerta del edificio.
—… o días —respondió uno con cara de fastidio, el otro comprobó las credenciales del inspector antes de dejarlo pasar.
Dentro el embate del calor y el olor metálico a sangre era agobiante.
—Disculpe, ¿Quién es? —preguntó una policía flaca.
—Inspector de guardia.
—Ya pensaba que no vendría hasta mañana —dijo sonriente.
—Estuve a punto, pero luego me dije qué hago a estas horas en la cama —la policía no dejó de sonreír —. ¿Alguien puede ponerme al día?
—Yo misma, llegué la primera —dijo sacando un blog de notas.
—Por qué no me extraña.
—¿Perdón?
—Dele caña.
—Sí… la central me pidió que pasara porque recibieron una llamada muy rara de la mujer de la limpieza. Esta planta se limpia a partir de la una de la mañana para no molestar a los trabajadores…
—Trabaj… en la sede de un partido político —dijo con sorna.
—Sí… trabajan veinticuatro personas en dos turnos hasta las diez de la noche, a veces más tarde —la miró de arriba a abajo, ella ni se dio cuenta —. La mujer de la limpieza se encontró las luces encendidas, el termostato muy alto y el olor… ¿Nota el olor? Sí… ehm… al ir a coger el mando del aire acondicionado encontró un muerto tras este mostrador —se agachó y vio el cuerpo de un tipo gordito con la cabeza abierta como un melón —. Sí, también me fijé —la miró de reojo.
—¿Sí?
—El orbital, la herida es demasiado redonda, ¿Verdad?
—Sí —ni se había dado cuenta, estaba pensando si el mando del aire acondicionado estaría bajo aquel orondo culo —. Prosiga.
—La señora salió a la calle y llamó desde el móvil. La pobre lloró hasta que llegué.
—Eso dice ella —la policía se paró y lo miró.
—¿Por qué lo dice?
—Pues igual mata a ese tío, después sale, se hace la llorona y…
—¿Y los demás?
—¿Los… demás? —esta vez fue ella quien lo miró de arriba a abajo, él sí se dio cuenta.
La policía se dirigió a la escalera con una coleta bamboleándose furiosa. Señaló una sangrienta huella de mano en la pared.
—La señora mide uno cincuenta, su mano es la mitad de la mía y calza un treinta y cinco, como mucho —aquella huella era muy grande y la altura a la que estaba parecía hecha por alguien de más de uno ochenta. En el suelo había huellas de zapato que superaba el treinta y cinco, incluso el cuarenta —. Arriba hay tres personas que yacen en el pasillo y otra asesinada en su despacho —dijo.
Los cuerpos hablaban de una mujer que salió de su despacho recibiendo el primer golpe, dos hombres acudieron a ayudarla y se llevaron lo mismo.
Abrió la puerta al fondo del pasillo y se hizo a un lado.
Alguien se había tomado su tiempo. Primero un golpe en la cara, atarlo con cinta de embalar al carísimo sillón de despacho, manicura a base de aplanarle las manos, después las rodillas y para terminar hundirle el externón.
—Diría que esto es personal.
—Lo interesante está en la boca —dijo abriéndosela.
—¿Un sobre? ¡Es un sobre!
—Tiene escrito "Calpena" —le brillaban los ojos.
—¿Qué es "calpena"?
—Quien, Calpena es el apellido de un diputado.
—Cogería el primer sobre que pilló sobre la mesa —dijo sin dejar de mirar aquella boca llena de empastes.
—No creo —señaló el otro lado de la mesa —, mire la bandeja de correo.
Levantó papeles hasta encontrar otro sobre igual con treinta mil euros.
—No me joda…
—Tengo la impresión de que este se equivocó, envió el sobre que tiene en el gaznate y cuando quien lo recibió vio que el sobre estaba vacío pensó "Voy a darle las gracias en persona".
—Me cago en…
—Sí, pensé lo mismo —dijo volviendo a sonreír.
—Carles… soy Fernando… el inspector de guardia… sí, es temprano, sí… verás, te llamo a ver si puedes prestarme una poli coletas que tienes aquí… para homicidios, sí… es buena… no, Carles, es buena, no está, es… ¡No, no me he fijado en sus tetas, Carles!
TOP el momento de “No me extraña” mirada de arriba a abajo. Eso y el humor negro policiaco. La manicura es gráfica, gráfica. ¡Lo que se hace por 30.000 euros!
Un relato muy conseguido, me ha costado entrar en escena, sobre todo cuando la poli coletas lo guía hasta el despacho. El diálogo final me choca un poco pero por lo demás muy bien. Felicidades.
¡Nos leemos!
Muy buen relato policíaco, muy logrado. Creo que hubiera sido mejor, en esta ocasión, ponerle nombres a los personajes, para hacerse menos lío con los diálogos.
Un saludo
Hola SB, soy uno de tus comentaristas anónimos. Me ha gustado mucho tu relato, es muy dificil meter en 750 palabras todos los elementos que requiere – lo he experimentado porque yo también he ido por ese camino – y tú lo has conseguido. El tema del sobre además creaba una dificultad añadida.
¡Enhorabuena!
Mi relato es el 33 – Cruda realidad -. Soy novato en el foro, así que si puedes pasarte pues estupendo.
Vaya, siento no haberos dado las gracias por los comentarios antes, pero estoy con el NaNoWriMo y otras hierbas y ni me había acordado.
R. Andrés Navarro, jajjajaja muchas gracias. Creo que cuando se hace un texto meridianamente jocoso mientras más gráfico mejor. Un saludo.
Wolfdux, muchas gracias por tu comentario. Sí me gustaría que me dijeras en qué te choca el diálogo final —hay que enfundarlo todo en 750 palabras, se hace lo que se puede, pero cualquier comentario que ayude a mejorar será bienvenido—.
Jose Luis, muchas gracias por tu comentario. Los personajes no tiene nombre, aquí, porque ya lo tienen en otra cosa que no creo que tarde en ver la luz, es decir, tienen nombre, pero si los uso aquí levanto la liebre.
Verso suelto, muchas gracias por tu comentario. Te leeré en cuanto pueda y te comentaré, tenlo por seguro.
Un saludo.
SB: cuando el humor entra en un relato policial, ya has ganado un grupo de lectores, ahora lo interesante está en saberlo manejar. Lo has hecho muy bien, es muy ágil a pesar de la madrugada.
Sería interesante que repasaras dos imágenes:
1.-Se me hace difícil imaginar a dos policías uniformados fumando en público.
2.-La policía lo que más hace es recibir llamadas raras, un asesinato no es raro.
Si, me parece que las tetas de la coletas salen sobrando.
Suerte con el NaNoWriMo
Nos leemos.
Luis Ponce, gracias por tu comentario, pero quisiera puntualizarte algo:
1º- Para ver un policía uniformado fumando en España sólo tienes que ir a cualquier sitio en el que haya un policía haciendo guardia de noche, ejemplo, cualquier registro general, ojo, hablo de policía nacional, en el caso de la Guardia Civil no hace falta que sea de noche.
2º- Cualquier llamada recibida por la policía puede ser rara, es indiferente que sea sobre un asesinato, o sobre una petición de información, y si la llamada extraña intenta dar parte de un delito se informa a los efectivos sobre el delito y lo raro del parte… por si acaso.
… ah, y no, las tetas no sobran nunca, no les sobran ni a ellas, a diox gracias.
SB Montero, tengo que decirte que las tetas de la coletas salen sobrando… en esa parte al final. Pienso que podrias haberlas mencionado cuando el detective habla con ella, haciendo que el detective fuera un Tony Stark, Xd. !Pero que hago yo hablando de tetas cuando se supone que deba comentar el relato!
Creo que el limite de palabras te afecto mucho y el porque te lo digo ahora. Como dice Wolfdux se hace un tanto dificil entrar en escena. Creo que deberias hacer un pequeno parrafo describiendo el entorno, que hay en el mismo. Tambien, como dice Jose Luis, los dialogos confunden un tanto. Al no identificar quien dice que, es donde nace la confusion. No es que debas decirlo cuando cada personaje hable, solo de vez en cuando para ponernos en linea con lo que sucede.
Ademas, y como ultima nota, creo que tienes razon cuando dices que las tetas no sobran nunca. Tambien yo le doy gracias a Dios por eso, XD.
Felicitaciones y saludos.