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Rastro Frio - por NNMiguel

Las manos le temblaban como hojas de otoño, pareciera que era imposible para Simón abrir aquella mañana su correspondencia. Hacía meses esperaba una respuesta. Esta se había convertido en el pensamiento obsesivo de cada uno de sus días, desde que tomó la decisión de escribir aquella carta. -No sé porque lo vas a hacer. -Porque es importante para mí, le respondió a su hermana después de escuchar toda su perorata incansable aquel Domingo en la mañana.
-Han pasado tantos años, y ni siquiera ha intentado comunicarse contigo. Es humillante lo que quieres hacer. Ella siempre supo dónde estabas. Simón se llevó las manos a la cabeza tapando sus oídos, en un intento fallido de no escuchar las palabras alteradas de Silvia, no porque no tuviera razón en sus argumentos, era porque él sabía que era cierto lo que ella pensaba y decía con tanto veneno en sus palabras.
-¡No más! No quiero escucharte. De todas maneras lo voy a hacer. Tengo que tener su respuesta. La vida se me ha hecho imposible, no duermo, solo doy vueltas en la cama imaginándome que las cosas no hubieran pasado, que ella hubiera tomado una decisión diferente cuando estaba en el consultorio, que realmente tenga un hijo, que haya vivido engañado todos esto años. -Por Dios, eso solo ocurre en las películas, en pleno siglo 20 lo hubieras sabido antes, son solo rumores, además no tiene sentido, si tuvieras un hijo no te reconocería como padre, o que crees tú, que ella de la manera como se fue iba a criar a tu hijo en el amor de un padre que ni siquiera quería que naciera, eres un iluso, eres un tonto, deja las cosas como están ni siquiera vale la pena abrir lo que la vida misma ha querido cerrar, no busques problemas que no tienes.
-Y qué tal que sí, que tal que a pesar de mi desamor, exista un hijo? Ya no es un bebe, debe tener mis ojos, la boca si es la de la madre, y ojala no haya sacado el cabello rojo y rebelde de su abuela. Su mirada se pierde en ese vacío interno y eterno del enamorado que está a solas con su amada, imaginando el mundo a su antojo, creando realidades ficticias, y reales al mismo tiempo porque se vuelven realidad en el pensamiento abstracto del hombre que sufre, siente, y percibe como propia la vida a la que a si mismo se enfrenta . -Ya se está convirtiendo en un adolescente, me necesita, así haya crecido sin saber que existo, o sabiendo que existo, sintiéndose abandonado, tengo que aconsejarle, que tal que ande en malos pasos, está en la edad donde comienza a enredársele la vida, a no hacerle caso a la mamá, ella no tiene la fuerza de carácter para educarlo, le va a hacer la vida imposible.
-Estás loco, ni siquiera sabes si es o no es. Y a cuento de qué quieres aparecer en su vida si realmente existiera. Ella te lloró y te suplico y se humilló para que ese hijo que buscas ahora ansioso, pudiera nacer y llegar cuando ustedes eran esos 2 seres que se amaban salvajemente, amorosamente. Pero claro, tu vida vaporosa, egoísta, de triunfos inagotables, no admitía la presencia del bebe y que ha cambiado ahora, para que insistas en la existencia del crio, y lo fabriques ansioso imaginando una vida plena con ese ser rechazado en tus brazos
-Tenía 24 años. Y que derecho te da tu edad a decidir quien vive o quien muere. Si puedes decidir que tu simiente se deposite en otro cuerpo tienes que tener el valor de decidir la vida que se puede gestar en ese caso. O ahora me vas a salir con que no lo sabias, que noche loca desenfrenada cegó tu razonamiento durante días y meses que anduvieron juntos. Que la lujuria y el deseo son más importantes que el fruto de un amor no prohibido, el fruto renegado por el padre que aporta años después su experiencia en temas vedados para el que decisiones toma de segar la vida en potencia de un ser inocente.
Sus manos sudorosas toman un cuchillo y delicadamente, como si del mismo hijo se tratara, que tuviera en su regazo, con amor profundo, comienza a despegar sus bordes, pareciera eterno el momento infame, pareciera un puñal clavado en el sitio exacto, pareciera abismo sin fondo cuando la mano torpe busca ansiosa la respuesta. Y el sobre estaba vacío.

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1 comentario

  1. 1. Leonardo Ossa dice:

    Hola NNMiguel, sin que yo tenga participación con un texto en este ejercicio número 28 del blog, me he venido por acá a leer poco a poco las historias que se nos ofrecen. No soy bueno para comentar gramaticalmente los textos, pero lo que sí puedo plasmar aquí es la percepción que me produce la lectura de tu escrito. Me ha parecido una historia conmovedora, de la cual destaco ese dialogo fraterno, esa conmoción interior del personaje y el final magnifico que das a la historia. Me quedé esperando aclarar la duda del protagonista, ahí como un testigo mudo que escucha por casualidad la relevancia de un trascendental interrogante. El final lo defino como “magnifico” porque es un final “monumental” que no se ciñe a lo llano que podría ser el conocimiento de un sí o un no como respuesta al interior del sobre, es otra cosa, es la continuación de una incertidumbre que nunca creí se prolongaría mientras devoraba tu texto.
    Saludos.

    Escrito el 20 noviembre 2015 a las 00:12

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