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El sobre - por Paola

Web: http://papan3.blogspot.com.es/

Abrió el buzón y encontró, como todos los años en el mes de marzo, un sobre. Su dirección estaba escrita con letra inclinada, alta y elegante. El matasellos era de Nueva York, marzo 1952. Sonrió y lo miró a contraluz para asegurarse. Sí. El sobre estaba vacío.
Había regresado a casa con las piernas cansadas después de un largo día. Trabajaba como voluntaria en la cruz roja, los años de experiencia como enfermera durante la guerra hacían de ella una profesional de la que no podían prescindir en el hospital.
Se quitó los zapatos y se sentó en el sofá poniendo las piernas en alto. Una sonrisa se dibujó en su rostro, ya nada la ataba, por fin era libre de hacer lo que deseaba.
Tomó una decisión y luego su mente viajó en el tiempo cincuenta años atrás y se quedó dormida en cuestión de minutos.

***

El largo viaje estaba llegando a su fin, desde la proa podía verse a lo lejos la Estatua de la Libertad.
Su corazón latía de alegría y agitación al mismo tiempo, exactamente de la misma forma que lo haría cincuenta años atrás, cuando, con solo doce años, llegaba a esa ciudad en busca de una vida mejor.

Mientras los pasajeros corrían de un lado a otro preparándose para el desembarque ella seguía mirando el horizonte, el viento le traía ráfagas de recuerdos difíciles de olvidar:
Una niña enfermiza, mal oliente y hambrienta, con el pasaporte en su mano huesuda, explicaba al policía que la esperaba su tía Antonietta…
El recorrido a pie al barrio italiano de Nueva York, el famoso Little Italy, cogida de la mano sebosa de esa maldita arpía, entre las miradas de la gente elegante de la ciudad que se apartaba a su paso…
Las chicas con las que compartió cuarto, sufrimiento y emociones, con las que lloró y conllevó los peores y los mejores momentos de su vida.
Pero lo peor fue el duro trabajo que le esperó al día siguiente del desembarque y al otro y al otro, que le hizo dejar de ser niña para convertirse en mujer.
Le llegó el recuerdo que ansiaba: el primer día en que le vio. Venía del puerto doblado por el peso de sacos que llevaba sobre la espalda, sujetos por esos brazos musculosos que jamás podría olvidar. Sus miradas se cruzaron y algo les unió para siempre.
Se buscaron.
Se encontraron.

—Señora, tiene que bajar a su camarote y prepararse para abandonar el barco —le dijo un marinero.
Ella le miró sin verle, no estaba allí, no quería despegarse de sus recuerdos.
— ¿Señora, se encuentra usted bien?
—No se preocupe, déjeme solo un minuto más y bajo.

Intentó encontrar el hilo de sus recuerdos pero había perdido el punto preciso…
Recordó entonces las veces en las que él volvía a casa después de largos meses de trabajo en la interminable construcción del ferrocarril que uniría los dos océanos, un trabajo duro para un joven muchacho como él…
Se encontraban a hurtadillas en los tejados y como gatos enamorados soñaban con un futuro mejor.
Desvió la mirada hacia el suelo al recordar la guerra, la separación, el hambre y tanta tragedia, ella tuvo que volver a Italia y él juró que la esperaría y que cada año se lo recordaría mandándole un sobre lleno de todo su amor.
Pero no podía volver, su familia, sus hermanos… Y luego el trabajo, el día a día, la inseguridad, la costumbre…

—Señora, el barco ha atracado y la gente ya está desembarcando, no puede seguir aquí, lo siento.

Fue la última pasajera en bajar, sin equipaje, con su melena canosa al viento y un sobre vacío en la mano, él estaba allí, esperándola, con la camisa remangada y una pequeña rosa entre sus grandes manos callosas.

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17 comentarios

  1. 1. Paola dice:

    -muchas gracias a mis tres comentaristas. Me han dado unas recomendaciones estupendas y han trabajado duro para realizar un comentario tan completo.

    Como aclaración diré que el sobre estaba vacío porque él le dijo en su día que le mandaría todos los años un sobre lleno de todo su amor (intuía que probablemente no la iba a volver a ver) para recordarle que la esperaba.
    Es muy difícil “trasladar” al lector en tan pocas palabras a esos tiempos y a esas particulares circunstancias. El amor entre esos dos jóvenes estaba marcado a fuego por lo que habían vivido. Los viajes, en aquella época, duraban tres meses en barco y la situación en la Italia de la posguerra no era la apropiada para salir de viaje porque la niña está enamorada.

    Esta historia forma parte de una colección de relatos que contaron emigrantes de aquella época, claro que la protagonista real no volvió a América pero siguió recibiendo carta de su amor hasta el día de su muerte.
    En mi relato quise ver a esa mujer ya mayor, permitirse, cuando ya nadie la necesitaba, vivir su propia vida: nunca es tarde para volver a empezar.

    Escrito el 29 octubre 2015 a las 18:37
  2. 2. Tavi Oyarce dice:

    Paola:

    Desde la otra temporada sigo tus relatos con atención.
    Triste la vida de los emigrantes con recuerdo y nostalgias ingratas que duran toda la vida.

    El relato se entiende perfectamente, hay que leerlo eso sí con atención. Los raccontos te sirvieron para que el cuento cumpliera con el requisito de las 750 palabras.

    No sé si lo has pensado, pero tienes un un buen tema para que dejes volar tu imaginación y alargarlo.

    Como dices que tienes poco espacio para el relato creo que hay un par de frases que podrías eliminar y el cuento no pierde nada:
    “…de la que no podían prescindir en el hospital” y
    “…y se quedó dormida en cuestión de minutos”.
    Por último algo que escapa en mi concepto a tu buena redacción es:
    “…Pero lo peor…” Dale una vuelta.
    Me encantó el tema y como lo abordaste.
    saludos

    Escrito el 29 octubre 2015 a las 22:34
  3. 3. luis ponce dice:

    Paola: como siempre lo tuyo viene cargado de mucho sentimiento. tienes que tener mucho romanticismo en tu interior para entender lo que en esos casos puede significar un sobre vacío. No sé si la gente joven de ahora sigue amando de la misma manera, pero en la época a la que te refieres el amor era imprescindible para el ser humano, ahora basta con tener un teléfono.
    Te felicito y como siempre me encantó leerte.
    Saludos.

    Escrito el 30 octubre 2015 a las 02:43
  4. 4. KMarce dice:

    Saludos Paola:

    Este mes somos muchos, así que mi sistema de lectura ha sido modificado: Siempre comento a quienes me comentan, busco a algunos de los veteranos y el resto me iba en orden. Pero reconociendo que me será imposible leer a todos, he puesto en papel los números de las participaciones y saqué para hoy tres al azar: ¡Eres la primera!

    No sé que te aconsejaron en tus comentarios anónimos; así que trataré de profundizar un poquito, y quizá pueda aportar algo nuevo.
    Es una historia con esos flashback, por lo que es preferible al hacerlo distinguirlos. El formulario no permite algunas cosas, pero puedes usar las flechas españolas, o las comillas. Lo usual es usar otro tipo de letra o la cursiva. Así podrás llevar y traer al lector, sin confundirlo.

    No cortes los diálogos cuando una persona habla, hay narrativa y vuelve a hablar, como el caso del marinero. Ya que cada guión el lector lo reconoce como dos personas interactuando al separarlo, se puede confundir quién ha retomado la charla. Deja esa descripción entre los guiones narrativos. Cuando se vuelve muy extensa por cualquier razón, se describirá quien continua hablando, o se usa las flechas de cierre (») en sustitución del guión, ya que esto indica que la última persona que sostuvo diálogo, es la que continúa hablando.

    El relato, tiene frases que podrían obviarse o limitarse, no extenderse en detalles que sin ellos no modifica la historia, lo que te permitirá aportar más al desarrollo de la trama central. Los ejemplos que te han dado son algunos, también la frase de la tía que la lleva con su mano grasosa, es innecesaria en cuanto al peso de la historia.

    Y tendrás que explicarme…¿Se enamoró a los doce años? Porque al inicio relatas que es 1952, y hacía cincuenta años ella llegó a Nueva York. Pero si ella tenía doce, ¿Qué edad tenía él? porque al momento de describirlo, nos hablas de una persona encorvada por el peso (asumo que luego se endereza, pero es fuerte para acarrear bultos) y con brazos fuertes. Y según entiendo, ellos se enamoran a primera vista. El tiempo pasa y circunstancias de la vida, se separan. La guerra terminó en 1945 (en donde ella debió tener ya unos 55 años) o es la primera?, (1914-1918) en donde ella tendría 24 años de edad; podría ser enfermera y haberse mudado de regreso a Italia.
    Me perdonarás, pero soy mega detallista y las fechas, edades y eventos son casi obsesivos para mí.Por lo que no llenar esos datos, me hace disparar mi cerebro tratando de rellenar esos espacios y buscar consistencias.

    Me ha gustado esa historia de transfondo, la separación, las circunstancias (la guerra, la falta de recursos etc, creo que son de mayor peso para mantenerlos separados. Los hermanos, el trabajo, etc, me parecen más como excusas).
    Me ha gustado esa parte que ha sido una anécdota, y la historia del reencuentro me parece encantadora; pero esos detalles que sigo calibrando me han sopesado un poco. Sé que en tu mente, puedes ver el avance del tiempo, pero es mejor siempre dar una referencia, porque “covertirse de niña a mujer” puede ser simbólico, por la dura vida que le tocó vivir, y no necesariamente el paso de los años.

    Pero obviando esa parte de mi tiquismiquis, me pareció un relato ameno, de fácil lectura, con un contenido noble y esperanzador, un simbolismo de que no tener nada, era tenerlo todo.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 30 octubre 2015 a las 05:09
  5. 5. Sergio Mesa dice:

    buenas Paola,
    después del comentario de KMarce poco me queda que apuntar sobre el contenido del relato (buen trabajo KMarce, estoy de acuerdo en casi todas las cuestiones).
    si puede decir que me gusta mucho el aire nostálgico y romántico a pesar de todo que tiene el relato. tiene un encanto especial. felicidades.
    eres de las autoras de por aquí que casi no he leído, que cada vez somos más, habrá que ponerle remedio a eso 😉
    un saludo,

    Sergio Mesa
    http://miesquinadelring.com/

    Escrito el 30 octubre 2015 a las 19:47
  6. Aparte de lo ya comentado por los compis, solo me queda decirte que es un relato un tanto triste. Una historia de amor que en nada se parece a las historias de la gente de hoy día. Te hace pensar en lo diferente que eramos hace medio siglo atrás. Un excelente relato. No hace falta que diga mas pues ya lo han dicho todo.
    Felicitaciones y saludos.

    Escrito el 30 octubre 2015 a las 22:08
  7. 7. Paola dice:

    Gracias Tavi, Luis, KMarce, Sergio y Ryan,con todo esto, cuando lo corrija será de premio Nobel por lo menos!!
    Me habéis aportado cosas muy interesantes que no olvidaré de ahora en adelante.

    Escrito el 31 octubre 2015 a las 10:37
  8. 8. Leonardo Ossa dice:

    Hola Paola, me ha gustado mucho el aire sepia que le imprimes al relato. Es una historia cargada de sentimiento. Es un placer leer tus historias.
    Saludos.

    Escrito el 1 noviembre 2015 a las 03:39
  9. 9. Leonardo Ossa dice:

    Paola, omití comentar que no tengo texto para participar en esta convocatoria de Literautas. Gracias por tu interés. Esperaré tu comentario en otra oportunidad.
    Nos leemos.

    Escrito el 1 noviembre 2015 a las 14:37
  10. 10. Diego Manresa Bilbao dice:

    Muy bonito relato Paola, daria para una pelicula en si mismo; lo que dices de una mujer ya mayor que se decide a vivir su vida… Muy bonito
    Sin embargo, creo que en algun momento, sore todo al principio, no esta todo lo bien explicado que deberia… Los asteriscos hacen creer que ha vuelto 50 anios antes, cuando lo uncio que hace es seguir recordando… Aparte de eso, muy bien!

    Escrito el 1 noviembre 2015 a las 17:49
  11. 11. Carlos Rosae dice:

    Me ha encantado, Paola. La forma en la que está contada la historia es casi cinematográfica, comenzando por un flashback que nos remonta medio siglo atrás y manteniéndonos con la intriga del sobre vacío.

    Escrito el 1 noviembre 2015 a las 23:32
  12. 12. Cesar A Martín dice:

    Hola Paola, bonito relato muy emotivo y sentido. Me gusta como describes el momento histórico a través de la historia y como impregnas todo de un tono romántico y nostálgico.
    Buen trabajo y un saludo

    Escrito el 1 noviembre 2015 a las 23:48
  13. 13. marazul dice:

    ¿Qué tal Paola?
    Agradezco mucho que te pasaras por mi relato. Yo también siempre te leo porque conecto mucho contigo en cuanto a sensibilidad y estilo. Me gustan las historias ambientadas en un pasado reciente, como es el caso del sobre. El lector siempre lo agradece porque o bien lo ha vivido o se lo han contado padres y abuelos. Si además de una buena ambientación y algún hecho histórico hay un reencuentro…..uffff….!!! a mi ya me enganchas como lectora.
    A ver qué nos cuentas en la próxima
    Un abrazo

    Escrito el 2 noviembre 2015 a las 00:09
  14. 14. Marcelo Kisi dice:

    Paola cómo estás! 🙂
    Qué bueno volver a encontrarnos entre letras.
    Me ha gustado mucho tu relato, que es la historia de tanta gente, tantos familiares de muchos de nosotros, en aquel fin de siglo 19 y ppios del 20, ya sea en Nueva York, en Buenos Aires o en Río de Janeiro.
    Ya te han marcado lo suficiente para el Nobel (adelante!), así que solo me resta felicitarte por una emocionante historia!
    El mío es el 151.
    Nos seguimos leyendo!

    Escrito el 2 noviembre 2015 a las 21:28
  15. 15. Wolfdux dice:

    Hola Paola,

    una historia cargada de sentimiento. Quizás se echa en falta algo más de información, pero la limitación te habrá cortado un poco las alas, supongo… Por lo demás un relato precioso. Un abrazo.

    Escrito el 3 noviembre 2015 a las 18:19
  16. 16. Tim Galano dice:

    Hola Paola,

    No soy capaz de decirte nada nuevo después de 15 comentarios :), únicamente que me gustó mucho el tono elegido para un relato tan emotivo.

    Gran trabajo!!
    Saludos!!

    Escrito el 3 noviembre 2015 a las 22:40
  17. Muy bonito y triste relato Paola. Tal y como decían llegar los últimos tiene el inconveniente de que está todo dicho, así que te diré que a mi me ha gustado tu historia, se lee bien y te sonríes pensando en que hay amores que siguen a pesar de las dificultades.
    Un saludo

    Escrito el 5 noviembre 2015 a las 18:55

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