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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Sospecha - por Peter Walley

Comenzó a sospechar que su marido la engañaba cuando empezó a tratarla bien.

Jorge siempre había tenido una obsesión absurda por los detalles, sobre todo por aquéllos de los que podía responsabilizarla a ella: las revistas perfectamente ordenadas en la mesita; los frascos colocados de mayor a menor tamaño; las camisas distribuidas por colores en el armario…de tanto soportar sus quejas había llegado a considerar normales unas reacciones que tenían de todo salvo lógica.

Y, sin embargo, últimamente…lo veía ausente, ensimismado; parecía que incluso en casa siguiese pensando en lo que fuera que hiciese cuando no estaba con ella. Si veían juntos la televisión notaba que él no atendía a las imágenes y si le hablaba se daba cuenta de que no la escuchaba realmente.

Había algo que María valoraba más que nada, y ésa era la seguridad. No había habido pasión en su relación con Jorge, y ella no la había buscado; le bastaba con que el resto de su vida fuese igual que los últimos diez años: sin grandes alegrías, pero también sin preocupaciones; después de cómo había sido su infancia, creía que era lo máximo a lo que podía aspirar.

Por eso, cuando notó que Jorge estaba cambiando, María entró en pánico sin poder evitarlo. Un día probó a poner el pan del lado equivocado del plato, para ver su reacción. Distraído, lo cogió y lo pasó a la izquierda sin decir palabra. Aquello la aterró más que si le hubiese gritado. Le escondió uno de sus calcetines favoritos, y si bien le oyó maldecir por lo bajo mientras lo buscaba, no se produjo la tormenta que María tanto deseaba.

Se dio cuenta entonces de que su marido estaba intentando controlarse, de que se esforzaba por dar una apariencia de normalidad. Le estaba ocultando algo, y tras mucho pensar llegó a la conclusión que más podía alterarla: lo que Jorge le estaba ocultando es que era feliz.

Un día le siguió a la salida del trabajo, pero no se atrevió a acercarse demasiado y pronto le perdió de vista; cuando en la cena le preguntó qué había hecho durante todo el día le dijo que había tenido que quedarse en la oficina para hacer inventario. María se debatía entre el miedo a descubrir la verdad y la certeza de que si no lo hacía su imaginación no la iba a dejar tranquila. Y decidió contratar a un detective.

No tenía dinero propio, así que fue sacando poco a poco del cajón en el que Jorge guardaba algunos ahorros para emergencias; cuando tuvo suficiente, fue a la dirección que vio en el periódico y acordaron en que la llamaría con los resultados.

Pasó una semana. María se esforzaba por actuar con normalidad, pero era consciente de que fracasaba estrepitosamente; a veces hablaba como una cotorra o bien se callaba como si fuese muda, y en las tareas de la casa se equivocaba sin parar. Hasta Jorge empezó a mirarla con curiosidad. Sin embargo, no dijo nada.

Hasta que un día, cuando volvía de la compra, se encontró con Jorge en el salón de casa.

-¿Qué haces aquí?-le preguntó, sorprendida.

-Ha habido un pequeño accidente en la oficina, nos han mandado a todos a casa- le respondió.- ¿Qué pasa, te molesta que esté?

María pegó un respingo.

-¿Qué? No, claro que no. Es que no te esperaba…-contestó, yendo hacia la cocina.

-Por cierto, te ha llegado una carta- le gritó Jorge desde el salón.

María se detuvo en seco.

-¡Una carta! Yo…no espero ninguna carta.

Jorge le lanzó el sobre.

-¿Estás segura? Porque a mí me parece que sí.

María lo agarró al vuelo y lo miró. El sobre estaba vacío.

Jorge se puso en pie.

-¿Acaso te piensas que soy imbécil? ¿Creías de verdad que no iba a darme cuenta de que estabas cogiendo mi dinero para gastarlo con tu amiguito? ¿De que últimamente la casa está hecha un desastre porque no paras de pensar en él?
-¿Cómo? Yo no…

-Cállate. Y encima el tío ha estado siguiéndome. ¿Qué pensábais, chantajearme para el divorcio? Pues has metido la pata.

-Te juro que no es lo que piensas…

Jorge le lanzó unas fotos.

-Aquí tienes lo que había en el sobre. Siento decirte que la mujer de las fotos es sólo una joyera a la que encargué un anillo para nuestro aniversario. Pero ahora ya no va a hacer falta.

-¿Qué quieres decir?

Jorge se puso en pie y agarró el martillo.

-Que no vas a llegar a verlo.

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15 comentarios

  1. 1. L.M.Mateo dice:

    Hola Peter,
    me ha encantado la historia, sobre todo el marido, que tiene una personalidad definida y consecuente con el impulso obsesivo de muchos criminales.
    El final me ha parecido muy bien hilado y sorprendente. Lo cierto es que he seguido las peripecias de María con mucha curiosidad.
    Como crítica constructiva, voy a limitarme al plano formal, ya que en contenido no se me ocurre nada que aportar.
    En primer lugar algunos acentos: por ejemplo has escrito “aquéllos” y “ésa”, que no van acentuados.
    El uso de los guiones cortos en el diálogo es incorrecto (se deben usar largos), y los espacios para los incisos no están bien situados. Aún así, como la puntuación y forma de diálogos es muy engorrosa, te recomiendo que leas la entrada que Iria nos ha hecho este mes a ese respecto.
    Por último, el uso de “que”. Aparece mucho en el texto y rompe un poco la prosa provocando que la estructura de las frases sea la misma. Muchas veces es difícil sustituirlo (o no se nos ocurre nada), pero no imposible. Por su puesto, mi estilo de escritura no es el tuyo, pero te dejo un ejemplo con tu propio texto:
    Esta es tu versión, donde “que” aparece hasta en seis ocasiones: “parecía que incluso en casa siguiese pensando en lo que fuera que hiciese cuando no estaba con ella. Si veían juntos la televisión notaba que él no atendía a las imágenes y si le hablaba se daba cuenta de que no la escuchaba realmente.

    Había algo que María valoraba más que nada, y ésa era la seguridad”

    Esta es mi sugerencia intentando respetar tu estilo (te puede gustar o no, es solo eso, una sugerencia):
    “… incluso en casa parecía seguir pensando en lo que fuera que hiciese cuando no estaba con ella. Si veían juntos la televisión, él no atendía a las imágenes; si le hablaba, él no le escuchaba realmente.
    Había algo que María valoraba por encima de todo, y eso era la seguridad”.
    De todos modos, el relato me ha gustado mucho, y espero volver a leerte en la próxima edición del taller.
    Un abrazo.

    Escrito el 30 octubre 2015 a las 12:58
  2. 2. marazul dice:

    Hola Peter
    La primera parte de la narración me ha enganchado ya de entrada. Describes de una forma clara y sencilla una situación muy común en muchas parejas. La trama argumental central, la de la contratación del detective, nos distrae de tal manera que ni por asomo nos imaginamos el final. Has logrado sorprenderme con el final. Creo que dominas perfectamente a tus personajes porque es un relato de psicología muy bien llevado.
    De verdad que me ha gustado
    Saludos

    Escrito el 30 octubre 2015 a las 16:17
  3. 3. Cesar A Martín dice:

    Hola Peter, es un placer volver al taller y leer estos relatos. Transmites perfectamente la resignación y el síndrome de Estocolmo de la mujer, la evolución en el comportamiento del marido y sus implicaciones y de paso denuncias una situación, por desgracia, muy común. Y he de decirte que me ha gustado mucho como introduces la frase del sobre, integrado totalmente en la historia.
    Enhorabuena y un saludo

    Escrito el 31 octubre 2015 a las 12:04
  4. 4. Diego Manresa Bilbao dice:

    Gran relato Peter!!!!
    Un caso claro de vuelta a la tortilla, aunque no entiendo bien el inicial cambio de actitud de Jorge…
    Nos leemos!

    Escrito el 31 octubre 2015 a las 15:01
  5. 5. Aldo Brov dice:

    Hola Peter, y gracias por pasar por mi relato y comentar.

    Un tema que me parecio muy actual, cuantas personas viviran cosas similares acostumbrandose a las locuras de su pareja y creyendo que cualquier cambio positivo puede ser considerado como algo negativo, de todas formas si yo fuese la mujer, no le creeria del todo, tal vez ese anillo si fue para una amante que ella nunca conocera, porque si el encontro el sobre con las fotos podria haber quitado algunas.

    Respecto al aspecto tecnica, lo primero que no crei de la historia y que le puede quitar fuerza es como el investigador entrega el sobre, calculo que un buen investigador entregaria el sobre en mano.

    Luego, creo que el narrador cuenta demasiado en vez de mostrar. Cuando dices que un dia probo en poner el pan del lado equivocado, o cuando le pregunto que habia hecho durante todo el dia en la oficina, me parece que lo mejor es plasmar eso en un dialogo dejando que los mismos personajes hablen y muestren sus personalidades. Como esta contado el relato parece una historia que podria haberme contado mi hermana sobre lo que le paso a una amiga, es decir veo un narrador no tan literario, pero si acercandose mas al narrador del dia a dia, el narrador esta a la vista prefiere contar a mostrar.

    Veras que el texto se divide en dos, la primera mitad donde el narrador cuenta todo para ponernos en conocimiento de los hechos, y la segunda mitad cuando ella regresa de compras y donde predomina el dialogo directo, y donde concluye la historia, la primera etapa abarca un periodo de tiempo extenso, el final del dialogo solo son unos minutos. Yo hubiese preferido buscar la forma de hacer una unica escena donde ella plasma todas sus dudas, donde pone el pan del lado equivocado y ella muestra su preocupacion, o buscaria contarlo en primera persona para lograr mas empatia por parte del lector. Son solo ideas.

    Por lo que veo comienzas con la obsesion del tipo y quireres ir pasando esa obsesion que el tenia a ella, que termina obsesionada de que ahora el hombre la engaña. Sin embargo creo que el final no confirma si ella esta obsesionada o no, ya que el hombre como dije antes, podria haber quitado las fotos y estar manipulandola.

    En resumen, creo que el texto esta bien organizado, se lee de manera agil y me gusta como ordenas los parrafos separados por un interlineado que hace mas sencilla la lectura, tienes buen manejo de la forma.

    Un relato entretenido, que hace que uno se sienta un poco identificado.

    Te invito a pasar por mi comunidad http://www.escrites.com, para que juntos podamos ayudarnos a seguir creciendo en el camino de la escritura.

    Saludos

    Escrito el 31 octubre 2015 a las 20:57
  6. 6. Ratopin Johnson dice:

    Hola Peter,

    Yo también me he ido enganchando según iba leyendo, y el giro al final me ha sorprendido. !Y el giro del giro cuando coge el martillo!. Ese si no que me lo esperaba, pero es muy brillante.
    Una frase que me ha hecho gustado especialmente:”…tras mucho pensar llegó a la conclusión que más podía alterarla:lo que Jorge le estaba ocultando es que era feliz”. Dice mucho de la relación entre ambos. Por cierto que yo he leído “aterrarla” en lugar de “alterarla”, porque me la imaginaba en estado de shock, de pánico (¿Cómo es posible? ¿Feliz? ¿Eso no estaba prohibido?)

    Escrito el 31 octubre 2015 a las 21:35
  7. 7. José M Quintero dice:

    Hola Peter.
    Increible historia, me ha gustado mucho. Muy atrapante desde el comienzo y con un giro sorprendente.
    Aunque sobre la excusa que da Jorge de la joyera, creo que hubiera sido mejor una excusa que incluyera mas tiempo, porque desde el principio se nos dice que lleva meses actuando extraño.
    Aun asi, esta excelente, felicitaciones.

    Escrito el 1 noviembre 2015 a las 00:57
  8. 8. Frida dice:

    Hola Peter. Desde el principio he devorado cada palabra del texto y, es que desgraciadamente, sí conozco a alguna pareja que posee este tipo de problemas. El final me ha resultado más que sorprendente, era algo completamente inesperado, pero luego he pensado en cierto hombre al que me recordaba tu Jorge y, me dí cuenta que existía entre los dos cierto paralelismo: son bipolares y nunca sabes cómo actuarán, son seres que se han pasado la vida eludiendo las consecuencias de los errores de la vida y, que siempre tienen el descaro de culpar a otros de sus desgracias o resquebrajamiento de la rutina. No les importa mentir y manipular, con tal de salirse con la suya y llevar siempre la razón, encumbrándose continuamente como víctimas de la sociedad y la maldad del ser humano que los rodea. Incluso diría, que ellos mismos se creen su propia realidad. Así que he de felicitarte por haber plasmado magníficamente, esa oscura realidad que veladamente nos rodea. Llevándonos bien agarrados de la mano en todo momento, por esa tormenta que hoy por hoy,viven las Marías de la vida.

    Escrito el 1 noviembre 2015 a las 18:09
  9. 9. Wolfdux dice:

    Felicidades Peter. Una historia muy buena, que se lee con intriga y con rapidez. No hay mucho que añadir a lo que ya han comentado nuestros compañeros. Esta claro que sin la limitación de palabras podrías haber mostrado en vez de contar, pero aún así, me ha gustado mucho.

    Escrito el 2 noviembre 2015 a las 10:30
  10. 10. Manoli VF dice:

    ¡Hola Peter! Antes que nada felicitarte por tu relato, pues consigues enganchar y sorprender al lector. Dos recursos nada fáciles que tú logras dominar. Ahora bien, en un análisis más profundo sí coincido en que ese final en el que el entrega el sobre con las fotos…no se, rompe de alguna forma con el estilo del resto del relato. Es verdad que están poniendo las cartas sobre la mesa, valga la expresión, pero coincido con lo que ya te han dicho que la excusa del anillo no cubre el extraño comportamiento inicial del marido. Está muy bien esa vuelta de tuerca en la que se ven enredados, el uno observando al otro y culpándose mutuamente. También me llamó mucho la atención esa frase en la que ella piensa que lo que le está ocultando es que es feliz.
    En conjunto es un buen relato, solo le matizaría el final, que se ve algo apresurado.

    Te invito a que te pases por el mío y me des tu opinión. (191)

    Un saludo.

    Escrito el 4 noviembre 2015 a las 10:32
  11. 11. Demetrio Vert dice:

    Hola Peter Walley. Gracias por leerme y por tu lisonjero comentario.

    Le estoy tomando gusto a esto de comentar tarde (aunque este mes el motivo haya sido ineludible). Digo, que le tomo gust porque los maestros ya han comentado casi todo lo que yo puedo decir.

    El contenido del relato, excelente. Con esos cambios a los que nos conduces sobre quién es en cada momento el infiel, o siquiera si hay infidelidad. Con un final sorprendente.

    En cuanto a la forma, ya te han comentado lo que veo. Coincido con Aldo en que tal y como está esrito el relato, a pesa de su ntriga tiende a la pesadez. La acción a través de diálogos e daría más fuerza, más tensión. Es lo que opino.

    Mateo y Aldo lo han expresado muy bien.

    ¡Ah! Y también me sorprendió muy felizmente, como logro linguistico, la frase que cita Ratopin : “…lo que Jorge le estaba ocultando es que era feliz”. Me chcó. Esperaba que dijera “una infidelidad”, o algo por el estilo. Fantástico. Alguien intenta ocultar o otro que es feliz. ¿Se puede? Evidentemente no. Por eso ella lo ve. Y una pregunta ¿Antes, él, era infeliz? ¿Lo sabía ella? ¿Reaccionaba? De acuerdo. Ella habá aceptado una vida rutinaria sin pasión, pero se aterra cuando siente que él “es feliz”. ¡Daría para tanto esta simple frase!

    Bien. Buena historia.

    Saludos.

    Escrito el 4 noviembre 2015 a las 13:27
  12. 12. Roger/NHICAP dice:

    Hola Peter,
    Inteligencia narrativa a raudales es lo que, en mi opinión, destaca en este relato. También resalta la lograda descripción de las personalidades de María y Jorge.
    El final, mejor los dos finales, sorprendentes, inesperados.
    Buen trabajo Peter.
    Un abrazo.

    Escrito el 5 noviembre 2015 a las 12:12
  13. Me gusto mucho tu relato. El giro al final fue sorprendente pero mas que eso inesperado. En cuanto a que mejorar, creo que ya te han dicho todo y no repetire. Me parecio bien aunque confieso que me gustaria leer una edicion sin el limite de palabras del taller. Si la haces, por favor no te olvides de avisarme.
    Saludos.

    Escrito el 6 noviembre 2015 a las 15:03
  14. 14. Vespasiano dice:

    Hola Peter:
    Demoledor y terrorífico el final tan sorprendente. No imaginaba durante la lectura del relato que el marido tuviera una personalidad sicopática. Lo veía como un personaje machista, maniático y gruñón sin ningún tipo de empatía y menos de cariño con su esposa.
    Curiosa la situación en que la desconfianza de ella, genera la sospecha del marido que se cree engañado. Y por supuesto la metedura de pata de la señora que va a tocarle lo que más le duele a este señor, su dinero.
    Apropiada la historia en estas fechas (25 de noviembre)que se conmemora el día mundial contra la violencia de género.
    Enhorabuena por tan excelente historia.
    Felicidades.
    Aprovecho para enviarte la dirección de mi recién creado blog por si quieres pasarte por él y dejar tus comentarios que sin duda serán bien venidos.
    lhlupianes.blogspot.com.es
    Gracias.

    Escrito el 6 noviembre 2015 a las 21:03
  15. 15. José Torma dice:

    Hola Peter.

    Empezare por decirte que soy muy mal pensado y, a veces, por esa necedad de mi mente de adelantarse a los hechos, atino el futuro dentro de la historia.

    Todo muy bien, no tengo pega en cuanto a forma y modo, creo que te han hecho comentarios muy valiosos asi que no empobrecere la cosecha con tonterias. Lo malo es que yo me imaginaba que le estaba preparando una sorpresa. Si bien, como te comentan, el detective se vio mal en la entrega de sus hayazgos, la reaccion del hombre con lo del martillo no me cayo tan de sorpresa como deberia.

    Pero como te comento, ese es problema mio que no me doy tiempo de ir leyendo y voy adelantando lo que creo podria pasar.

    Fuera de eso, tu relato esta muy bien descrito, los dialogos muy fluidos. Es de los pocos que no me he detenido a releer algo que no me cuadraba,

    Saludos amigo y felicidades.

    Escrito el 11 noviembre 2015 a las 19:26

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