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Fuchini - hacedor de ilusiones - por Guiomar de Zahara

Desde que comenzó a ir a la escuela, siempre se burlaron de Deogracias Macho Viejo, por su nombre y estatura. Se volvió un niño solitario y taciturno. Cuando cumplió diez años, sus padres le regalaron un juego de magia, se aficionó a ella. Practicaba después de estudiar.
Terminado el instituto con unas notas excelentes, se marchó de su ciudad para matricularse en Economía y Dirección de Empresas en una prestigiosa Universidad privada. Antes de terminar la carrera ya tenía trabajo en un banco. Después le ascendieron a subdirector.
Seguía con la magia. En la calle, los domingos por la mañana hacía juegos malabares. Cada vez hacía uno distinto: le gustaba experimentar. Ya tenía un público fijo.
Un día se acercó un compañero del instituto.
– ¡Pero tío, si eres Deogracias Macho Viejo estás igual: un diablejo consumido!
Le volvió un antiguo pensamiento: Los burladores, serán burlados.
El dinero que ahorraba lo fue invirtiendo hasta que tuvo suficiente, para dedicarse a lo que realmente le gustaba: la ilusión que producía la magia en las personas.
Abandonó el banco; cambió de ciudad, transformó su aspecto:
Apareció “Fuchini. Hacedor de ilusiones”.
*****
Damas y caballeros, lo que van a presenciar no es magia: sólo es producto de su imaginación. Si algún espectador quiere subir a comprobar que aquí estoy yo solo, que suba.
Se apagaron las luces, dejando tres focos iluminados. Fuchini abriendo el libro que tenía en las manos, leyó:
– ¿A dónde vais, doña Inés?
En la luz apareció una novicia. Detrás, don Juan.
– Dejadme salir, don Juan.
– Cálmate, vida mía, olvida reposa aquí, olvida tu convento.
¿No es cierto, ángel de amor, que en esta apartada orilla
más pura la luna brilla y se respira mejor?
Y acercándose a ella, sobre su regazo depositó una flor.
Los focos se fueron apagando, desapareciendo doña Inés, don Juan y Fuchini. Los del escenario dieron fe, que sólo estaban ellos y el mago. Y que éste no se movió en ningún momento.
La flor yacía en el suelo.
*****
Damas y caballeros…
Se apagaron las luces, se encendieron dos focos. El que descubría al prestidigitador y el otro, una mesita con una urna y varios sobres vacios al lado.
– Para este número necesito su colaboración y que tengan un billete de cinco euros. Suban al estrado, coloquen cada uno el billete en un sobre de los que están sobre la mesa y lo metan en la caja de cristal. Permanecerán aquí, sin quitar la vista de los sobres.
Subieron unos cuantos hombres. Al apagarse la luz, desapareció la mesa y el ilusionista, quedando en el suelo la urna. Se encendió toda la sala; los del escenario se fueron rápido hacia el cristal, que al no poder abrirlo, lo rompieron a patadas.
El silencio, expectante: ya tenían sus sobres, los abrieron y en cada uno había… un billete de diez euros. La noticia salió en todos los periódicos: Dio la vuelta al mundo.
Ni los más avezados paparachis, le pudieron hacer fotos, ni los más famosos detectives, averiguar donde vivía.
*****
Al año siguiente fue a su ciudad natal.
Un foco iluminando una mesita con una urna de cristal, el otro enfocando a Fuchini. Saludó según su costumbre.
– Damas y caballeros… necesito su colaboración, y que tengan quinientos euros en billetes. Si quieren participar, ya saben lo que tienen que hacer, suban al estrado, introduzcan el dinero en un sobre: están sobre la mesa, métanlos en la urna. Permanezcan en el escenario sin quitar la vista de los sobres.
Subieron el alcalde, dos concejales, tres compañeros de secundaria, un profesor del instituto, el dueño de los cines, cinco vecinos de su barrio, otros que no llegó a identificar. Todos estaban detrás del mago y de la caja de cristal con los sobres, frotándose las manos pensando lo que iban a ganar en unos minutos.
El impertérrito Fuchini, siempre fue el menospreciado Deogracias: había llegado la hora de su venganza.
Comenzó a desvanecerse la luz lentamente, desapareciendo la mesa y el mago; la urna brillaba en la tarima. El escenario se iluminó.
Deogracias Macho Viejo, con un gran sobre en sus manos, metido en su escondrijo pensaba.
– Con este truco, me cobro mis sufrimientos.
Un gran griterío se oía: ¡Fuchini! ¡Fuchini!
– Gritad, por fin yo os he burlado, vuestro dinero está en mí poder: rasgó un lateral del sobre, metió la mano:
El sobre estaba vacío.
A lo lejos se oía ¡Fuchini! ¡¡¡Vuelve mañana!!!

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4 comentarios

  1. 1. Carlos Rosae dice:

    Hola Guiomar.

    Por lo que veo soy el primero en comentar tu relato, aparte de los comentarios privados.

    Se nota que es una historia trabajada, donde has elegido con cuidado y originalidad detalles como el nombre del protagonista. Está bien desarrollada, con su presentación, nudo y desenlace con su particular “vendetta” del protagonista hacia todos aquellos que se burlaban de él.

    Una sugerencia: quizás hubiera sido conveniente utilizar oraciones más largas en los primeros párrafos, ya que se hacen algo escuetas.

    Por lo demás, un buen relato sobre la venganza tras años de haber aguantado burlas de los demás.

    Un saludo

    Escrito el 5 noviembre 2015 a las 20:17
  2. 2. grace05 dice:

    Muy buen relato. Me gustó el manejo de los tiempos. Como dice Carlos es una historia trabajada y cuidada. Bien escrita con imágenes claras y buen vocabulario que hacen muy ágil la lectura.
    ¡Muy buen relato!!!
    Te invito a comentar194

    Escrito el 6 noviembre 2015 a las 23:19
  3. 3. Vespasiano dice:

    Hola Guiomar:
    Esta vez no he sido comentarista anónimo de tu relato, pero sí he venido a buscar tu trabajo seguro que sería interesante.
    Es triste y te deja impotente saber y conocer situaciones de acoso y malos tratos en los colegios, que acompañarán al acosado durante toda su vida.
    Lo que me ha gustado de tu relato (así lo entiendo) es la lección moral que nos das, cuando sin decirlo expones que la venganza y el rencor contenido no es la mejor solución para resolver y erradicar los resentimientos de odio.
    Al mago le salió el truco “rana”.
    Felicidades.
    Te dejo la dirección de mi recién creado blog:
    lhlupianes.blogspot.com.es
    Comentarios y críticas serán bien venidas.
    Gracias.

    Escrito el 7 noviembre 2015 a las 21:11
  4. 4. Roger/NHICAP dice:

    Hola Guiomar,
    Primero agradecer tus comentarios a mi relato y siento que alguna frase de mi español,te resultara confusa.
    A mi el tuyo me gustó, en especial por la historia tan imaginativa que has creado. Y la presentas con un lenguaje sencillo y fresco que resulta agradable leer. A pesar de ese “malvado” final, ya me caía simpático el Deogracias ,me salió una gran sonrisa al terminar la lectura.
    Hasta otra ocasión. Un abrazo

    Escrito el 18 noviembre 2015 a las 19:57

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