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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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"EL RULO" - por Juana Medina

Web: http://juanamedinaficcion.blogspot.com

Camina y llora. Y sin saber por qué, sigue caminando. El “jefe” fue muy claro: “esto te pasa por meterte con traidoras”. Después le da un sobre de “merca” y agrega: “es todo lo que merecés. Agradecé que te dejo vivo”.
¿Norma traidora? El Rulo sabe que no. No para él. Arrastra los pies, los mocos resbalan de su nariz, pero él no se da cuenta. Norma lo quería lejos de la “merca”, del jefe y de los otros pibes como él. Decía que estaba mal lo que hacían, que él, El Rulo, valía más que eso, y que había otra manera de vivir. Le creyó, pero no pudo dejar de pincharse, aspirar y tomar lo que fuera. Y ella, en un intento desesperado quiso llevarlo a un centro de recuperación, pero El Rulo tratando de escapar, mató o hirió (no está seguro) a alguno; los “perros” mataron a Norma para que no hablara. Le parece que tiene moscas delante de los ojos y trata de espantarlas mientras camina y murmura cosas sin sentido.
Empieza la desazón y quisiera abrir el sobre que lleva en el bolsillo pero hay muchas luces lastimándole los ojos, debe estar demasiado a la vista. Prende un cigarrillo. Tiene sed. ¡Qué no daría por una birra!
No puede volver al barrio, a las cuadras que vigilaba. La “cana” lo encontraría inmediatamente.
Ya no llora, tiembla. Busca soledad porque todo lo hiere a pesar de la coraza dura y fría en la que el miedo lo envuelve. No elige un camino, vaga dando vueltas pero de pronto está cerca de la canchita que todos esquivan en cuanto anochece. Alambres, vidrios rotos, zanjas llenas de ratas, basura, perros sueltos y sobre todo una oscuridad ominosa. Se sienta entre yuyos pero no hay dónde apoyar la espalda; ni atrás ni adelante, nada que tocar con el brazo extendido. Saca el ansiado sobre del bolsillo y lo abre de un tirón. Busca y rebusca con los dedos y hasta con la nariz dentro del sobre. Inútil, el sobre estaba vacío. Una última ilusión lo lleva a tantear a su alrededor como un ciego que espera reconocer una diferencia de asperezas entre los yuyos. “Hijo de puta, vos sos el traidor” grita en un alarido de rabia y desesperación con el que quisiera rasgar la oscuridad, la humillación y el sin sentido. En un cielo tan negro como la tierra cree ver a Norma que cae una y otra vez, siempre con la misma sangre empapando la remera, y una sombra delgadísima que le da la espalda cuando quiere decir “mamá”, pero nada se articula en el grito. ¿Qué hay en el aire? ¿Nubes, monstruos? ¿Quién lo persigue?
Se levanta y quiere correr hacia ninguna parte. Algo helado pero vivo se desliza entre sus piernas y parece caer al agua. ¿Dónde está la zanja? ¿Dónde el alambre, el límite? Tropieza con una estaca. Ah, ¡por fin dónde apoyarse! Y allí se queda tratando de recobrar el aliento.
Nada. Vacío, sólo vacío. Como ese cielo, como la canchita. Todo es engaño; hasta Norma, puras palabras. El mundo es ese inmenso hueco negro. Cierra los ojos.
¿Sueña o despierta? Oye susurros y hay una luz azulada como el borde de un lago en movimiento. Vuelve a mirar sin ver. Podrían ser las luces de un auto de la cana. Apenas se endereza. Un golpe de calor en el vientre, dolor en el alma; ya no es más “El Rulo”. Ahora, apenas es Carlitos.

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27 comentarios

  1. 1. Marcelo Kisi dice:

    Hola Juana!
    El tuyo es el primero que leo, porque me gusta tu manera sólida de narrar y de crear ambiente. Además quiero aprender: los finales enigmáticos no son lo mío, y aquí se presta a varias interpretaciones, lo que está bien. A mí, por limitado nomás, la duda me carcome 😉 Pero está claro que la historia del Rulo con esa banda ha terminado, de un modo o de otro.
    En sí la trama está super bien armada, el clima desesperante llega al lector de manera admirable.
    Te marco una frase nomás, a la que yo le daría un retoque o un cambiecito: ““Hijo de puta, vos sos el traidor” grita en un alarido de rabia y desesperación con el que quisiera rasgar la oscuridad, la humillación y el sin sentido.”
    Un problema es técnico: un alarido se “da”, no se “grita”. O gritás, o das un alarido, pero “gritar en un alarido” no suena bien. El otro problema de esta frase está en el contenido. Me parece que el Rulo está en crisis de abstinencia, necesita una dosis ya. Yo creo que cuando le grita al jefe que es un hijo de puta y un traidor no quiere rasgar ninguna oscuridad, ninguna humillación y menos aún un sinsentido. Me parece que querría matarlo, nomás. En un relato tan lleno de imágenes cinematográficas donde las cosas sencillamente pasan (tan a mi gusto!) esa frase me pareció demasiado poética para un narcómano en crisis.
    Por lo demás, me encantó el relato y me encantó leerte, como siempre!
    El mío es el 151.
    Nos leemos!

    Escrito el 29 octubre 2015 a las 16:47
  2. 2. Juana Medina dice:

    Hola Marcelo:
    ¡qué bueno reencontrarse con los compañeros de ruta. Ya estaba cansada de tantas vacaciones. Gracias por tu aporte: excelente, objetivo, exacto y a la vez cariñoso. Me vino muy bien.¡ Derecho al 151, sin escalas!

    Escrito el 29 octubre 2015 a las 22:40
  3. Concuerdo con Marcelo: eso del alarido no suena muy bien. Pero la historia si que me parece tremenda. Tienes una facilidad para narrar y describir muy envidiable. Cuando se lee, sientes que estas junto al Rulo, viendo todo como si fuera una película. En serio te digo: tremendo relato, tremenda historia y tremenda narración.
    Felicitaciones y saludos.

    Escrito el 29 octubre 2015 a las 22:45
  4. 4. Tavi Oyarce dice:

    Fuerte el relato, casi angustiante. Eso es lo bueno de leer los cuentos del taller, uno pasa de un estado de ánimo a otro.
    Comencé a leer el tuyo y lo único que deseaba era llegar al final: “lo mejor”.
    Usas las palabras precisas para crear el ambiente.

    Eres digna de las buenas escritoras de tu país, a las cuales solo tengo acceso por Internet.

    Te leía el año pasado y te seguiré leyendo. Hace bien leer buenos relatos, se aprende.
    saludos

    Escrito el 29 octubre 2015 a las 22:55
  5. 5. Demetrio Vert dice:

    Hola Juana. Gracias por leerme y por tu complaciente comentario.

    Una buena historia. Un elato fcinante en el que se ven con claridad los personajes y el ambiente. La miseria, angustía y la desolación. Y el mundo cruel de las bandas.

    Como no puedo elogiar má el contenido, con todo cariño opinaré sobre la forma. No sobre la estrctura, que está perfecta, sino sobre algunos pequeños detalles gramaticales.

    Veamos: Las comillas del primer “jefe”, no son necesarias, o en todo caso se deberían repetir en el segundo jefe.

    El tiempo verbal del primer párrafo está cambiado:

    El “jefe” fue muy claro: “esto te pasa por meterte con traidoras”. Después le da un sobre de “merca” y agrega:

    Si el fefe “fue”, despues le “dio” y “agregó”. Todo en pasado, y no solo por coherencia verbal, sino porque El Rulo “ya” va caminando y llorando. La escena con el jefe ya ha ocurrido.

    Laismos:
    “Le creyó” sería “La creyó”; y “lo envuelve”, sería “le envuelve”.

    Descubrí hace poco unas sencillas reglas para estos casos y resuelven casí todas las opciones. Por si os es útil, http://reglas-escritura.blogspot.be/search/label/le%C3%ADsmo

    Marcelo ya ha indicado lo del alarido. En mi primera lectura, no solo me sorprendió lo que él indica, sino que una persona en tal estado pudiera chillar y/o dilucidar quién es el traidor. peo bueno, yo nunca he estado en una situación así, y tal vez sea posible.

    Una curiosidad que agradeceré, pues me encantan los localismos hispanoamericanos, el habla de ahí. ¿Que sentido tiene la palabra “remera” en el relato? La RAE dice “mujer que rema”, pero es claro que no la utilizas con ese significado. Me gustaría saberlo.

    Y por último:
    “Algo helado pero vivo se desliza entre sus piernas y parece caer al agua”. Sinceramente no sé que significa. ¿Es algo lo que se desliza entre sus piernas? ¿Qué? O es El Rulo “algo helado pero vivo” el que se desliza entre sus piernas y parece caer al agua. Y en cualquier caso, qué significado tiene para el relato.

    Como verás, querida Juana, estoy hilando muy, pero que muy fino, y eso es porque te lo mereces.

    El relato es muy bueno y con eso ya está dicho todo, pero este es un lugar para opinar, y eso hago, con todo el respeto y la devoción que os merecéis.

    Cariñosos saludos.

    Escrito el 30 octubre 2015 a las 13:03
  6. 6. Demetrio Vert dice:

    Y disculpad los errores gramaticales del comentario anterior, peo cuando escribo drectamente en la web, no dejan de aparecer duendecillos que se dedican a meter erratas.

    Escrito el 30 octubre 2015 a las 13:08
  7. 7. Juana Medina dice:

    Gracias Demetrio por poner tanta atención a mi relato. Me conmueven tanto los halagos como las sabias críticas. Paso a aclarar tus dudas y algunas diferencias entre el espeañol y el argentino. Empecemos por éstas: Para nosotros lo correcto en los casos que señalas es precisamente”le creyó” y “lo envuelve”. En realidad se me plantea siempre un gran interrogante respecto de si debo escribir “a la española”, o “a la argentina”; finalmente , soy argentina y tratar de escribir a la española sólo sería lograr un lenguaje rebuscado y algo falso. Por supuesto que acepto ciertas formas más clásicas en los casos en los que me suena mejor. Remera para ustedes es una sudadera, creo. Lo que pasa entre las piernas de El Rulo puede ser una rata o alguna otra alimaña de las que viven en la suciedad. Puedes elegir. .
    De nuevo, muchas gracias por tus comentarios y la dedicación que has puesto. Nos leemos

    Escrito el 30 octubre 2015 a las 14:58
  8. 8. Demetrio Vert dice:

    Hola Juana. Graia por us aclaacios.
    Lo del “le”, “la”, “lo”, por estas ierras no lo tiene claro nadie, ni siquiera autores afamados. Yo siempre dudo. Por eso me he permitido enviar ese vínculo que encontré por casualidad hace poco tiemo y que intenta aclarar la cuestion. Como el mismo gramático dice, n siquiera resuelve todos los casos, pero yo he comprobado que ayuda mucho.

    De todas formas e relato es estupendo. Una inmejorable estructura, una tensión que o decae, coflctos personales trascendentes, tanto el interno como el externo, y un desenlace no por lógico y esperado menos drámatico.

    Repito las elicitaiones.

    Escrito el 30 octubre 2015 a las 18:06
  9. 9. Marcelo Kisi dice:

    Hola Demetrio y Juana!
    Las reglas del “laísmo” son así: cuando es objeto directo se utiliza lo, la, los, las. Cuando es indirecto: le, les. Y no importa si dichos objetos son personas u objetos.
    Por alguna razón, en España el uso les fijó una regla diferente: si es un ser humano, va le y les, no importa si el humano en cuestión es objeto directo o indirecto.
    Entonces, a una persona “le” doy la mano, pero “la” saludo, la amo, la mato, etc. Si “le” hago algo, digamos un favor, ese “favor” es el objeto directo (se “lo” hago), y la persona es el objeto indirecto al que le hago ese favor. Entonces, “al malvado de Carlos ‘le’ hice un favor, ‘le’ clavé una daga y ‘lo’ maté”.
    No sé cómo en España (y hasta donde sé, solo en España) se llegó a esta situación en la que se considera correcto decir “le” para toda persona, sea ésta objeto directo o indirecto. ¿Será porque es más fácil no confundirse? Algún filólogo por ahí…

    Escrito el 30 octubre 2015 a las 19:26
  10. 10. Marcelo Kisi dice:

    Queda claro que, aunque saludé a Demetrio y Juana, con Juana coincido -será porque somos del mismo arrabal- y con Demetrio debato respetuosamente.
    Ahora vi el link que pusiste y debo decir que no coincido. No es tan fácil identificar el “le” del “lo” solo en base a esas preguntas. No me alcanza, por ejemplo, en el caso de:
    “¿Qué le hiciste?” “Lo maté”, “Lo convencí para que viniera”, etc. O sea, se puede prestar a confusión.
    Mi respuesta es: volvamos a la escuela y estudiemos sencillamente lo que es objeto directo y objeto indirecto y apliquémoslo sin no importa si el objeto en cuestión es persona o cosa.

    Escrito el 30 octubre 2015 a las 19:38
  11. 11. Marcelo Kisi dice:

    Uf, quise decir: “y apliquémoslo sin importar si el objeto en cuestión es persona o cosa.”

    Escrito el 30 octubre 2015 a las 19:39
  12. 12. Demetrio Vert dice:

    Hola Marcelo. Si por aquí son diferentes y se les llama “laísmo”, “leísmo”, o “loísmo”, según los casos. Pero esto sucede principalmente de Castilla arriba. La RAE lo tiene claro, incluso explica el origen de esta incorrección. Lo peliagudo es que los artículos se emplean en una variedad numerosa de casos diferentes, todos no tan claros cómo los que explicas, que por cierto son exactos, y cumplen esa sencilla regla que por aquí algún grámatico expuso.

    “le hice un favor”. En este caso puedes hacer la siguiente pregunta: ¿Qué le hice?, y hay una respuesta lógica al “qué”; un favor. Cuando se cumple esta condición y el “que” (y solo el “que”) tiene respuesta lógica, se emplea “le”.

    Cuando no tiene el “qué” respuesta lógica, (ejemplo: “qué le maté” no es congruente; el “qué” en este caso no tiene sentido, entonces se utiliza “lo”. Más bién, en este caso la pregunta sería: “¿con qué lo maté?” (con una daga); o “¿cómo lo maté?” (clavándole una daga). Es decir, la pregunta conguente no se puede hacer con “que”, si no con otras formulaciones; entonces se utiliza “lo”.

    En fin, un poco lioso, pero una regla fácil para situarse.

    Leyendo libros de muy afamados autores, continuamente encuentro errores en el empleo de estos artículos.

    Y ya no me enrollo más, que yo no sé gramática.

    Es un placer comentar.

    Abrazos.

    Por cierto, Marcelo, copio tu explicación y me la guardo.

    Escrito el 30 octubre 2015 a las 20:01
  13. 13. Alejandro dice:

    Hola, qué concurrido está esto!

    Yo corregí este relato. Saludos!

    Escrito el 31 octubre 2015 a las 02:46
  14. 14. KMarce dice:

    Saludos JuanaM:

    Muchas gracias por tu comentario en mi relato.

    A lo que te han dicho, concuerdo con lo genial de la historia, y es que es muy de nuestro tiempo, con tanto jóven involucrado en situaciones que por mano propia o ajena, peligra la integridad y la vida. Por ser tema universal, como dicen ustedes, una pasada.

    Apoyo las versiones de Marcelo y Demetrio con las observaciones sobre empleo de palabras y tiempos verbales, me agradó la aclaratoria. Y al debate, me quedo al margen, porque en mi país se cometen todas las “erratas” con laismos, leismos y loismos. 😀

    Creo que puedes revisar un poco la puntuación, alguna coma de menos le daría más fuerza a esa imagen. La pausa me frenaba un poco a esa “caída” inminente.
    En la frase “moscas en los ojos”, la cambiaría por “sus” , ya que al leer que ella había muerto, por breve instante pensé que la descripción era acerca de ella, cuando es una continuación con él. Hacer un separador entre una idea y otra.

    Y me quedé con la duda si SÓLO debería ir con tílde, porque el año pasado me bajé un enlace en donde la RAE decía que se omitía la tílde en Sólo, éste y los diptongos como guion.(RAE 2010) A mí casi me da un infarto. Hoy, rebuscando en internet, encontré que Sí podemos seguir usando la tílde en en sólo (de solamente) y éste. (Aclaratoria RAE 2013). Así que como vez, la lengua es viva y yo más felíz imposible.

    Concuerdo con Ryan y esa soltura natural que tienes para narrar, así que perfecciona ese estilo y pule lo que hay que mejorar, para terminar de enriquecer tu relato.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 31 octubre 2015 a las 02:57
  15. 15. A. Pantaleón dice:

    Hola Juana!
    Eres una escritora admirable, leer este relato es sumergirse de lleno en un hipnótico universo paralelo, que es sencillamente lo que debe pedirse a la literatura. Saludos y muchas gracias.

    Escrito el 31 octubre 2015 a las 11:54
  16. 16. Diego Manresa Bilbao dice:

    Buen relato Juana,
    Me gusta que sea un fianl tan poetico, pero eso le hace perder un poco de comprension… Aun asi, muy bueno!!!!

    Escrito el 31 octubre 2015 a las 14:31
  17. 17. Juana Medina dice:

    Kmarce, esta va en relación al tilde de sólo en el sentido de solamente. Me alegro que la RAE haya vuelto atrás. Personalmente, decidí no hacer caso en su momento. Por estas pampas corría un chiste que paso, como demostración quye la supresión del tilde sólo generaba confusión. Ahí va: Fidel Castro habló solo cinco horas.
    ¿Qué entiendes, que fueron solamente cinco horas o que Castro estaba solo y hablaba para sí?
    En cuanto a “los ojos o sus ojos”, para los porteños poner “sus” ojos en ese caso sería absolutamente incorrecto y se lo perdonaríamos únicamente a los de la región guaraní. Como ves, los detalles que delatan ciertos localismos son muchísimos y no sé si quiero escapar de los míos. Abrazo

    Escrito el 31 octubre 2015 a las 15:50
  18. 18. marazul dice:

    Hola Juana. Excelente prosa la tuya y qué buena ambientación. El argumento de tu historia encaja a la perfección con la frase de: “el sobre estaba vacío”. Y el personaje de “el rulo”(Carlitos) muy logrado. Esa sensación de engaño y traición cuando descubre que el sobre estaba vacío me ha llegado.
    ¡Enhorabuena!

    Escrito el 31 octubre 2015 a las 20:23
  19. 19. Denise dice:

    Hola Juana! Es un sorpresa encontrar este cambio de registro en un relato tuyo, está muy bien manejado!

    Con respecto al leísmo y el laísmo, el comentario de Marcelo Kisi explica correctamente lo del objeto directo y el indirecto; en cuanto a los posesivos, en castellano en general se usan cuando no queda claro a quién pertenece lo indicado por el sustantivo. Así, si digo “Abrió los ojos”, no es necesario usar el posesivo porque se entiende que abrió sus propios ojos, no los de otra persona 😛

    Saludos!!

    Escrito el 2 noviembre 2015 a las 11:29
  20. 20. Pepe ILLARGUIA dice:

    Gracias por pasar por mi relato Juana Medina, creo que pasó el momento de lamentarse. Tienes un buen material. Lo único, un pequeño error “el sinsentido” va unido. Los personajes creíbles, dan la sensación de vivir en tu prosa descarnada.
    Un abrazo.

    Escrito el 2 noviembre 2015 a las 18:44
  21. 21. Juana Medina dice:

    Hola Denise,
    Gacias por leer, comentar, ayudar. En el blog está con algunas mejoras, pero de acuerdo contigo y con Marcelo, hay coasa que han quedado tal cual.

    Escrito el 2 noviembre 2015 a las 19:41
  22. 22. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Juana, esta es la primera vez que recurro a un trabajo tuyo. Me tocó el # 256 y al buscar hacia arriba a uno de mis favoritos me topé con Demetrio Vert # 240. al entrar a su página tú ya habías pasado tu por ahí. Así es que te anoté y aqui estoy. Después de leer los comentarios que ya recibiste poco me queda por agregar: solo que me congratulo por haberte anotado en la lista. Te estaré leyendo de aqui en delante.

    Escrito el 4 noviembre 2015 a las 04:08
  23. 23. Isolina R dice:

    Hola, Juana Medina:
    Me gusta tu estilo y me gusta la historia que has contado. Creo que ambos están francamente bien.
    A partir de aquí pequeños detalles con los que tu relato podría mejorar:
    Has usado siete adversativas con “pero”, tres de ellas en un mismo párrafo. Creo que habría que reducirlas un poco.
    Alguna coma sobra. Ej.: “Y sin saber por qué sigue caminando”.
    Cuando has puesto dos puntos y a continuación comillas porque empieza una cita textual lo normal es empezar con mayúscula.
    Ej.: El “jefe” fue muy claro: “Esto te pasa por…”, Después le da un sobre de “merca” y agrega: “Es todo lo que merecés…”
    El segundo párrafo yo lo ordenaría de modo distinto. Unas oraciones se refieren a Norma y otras a lo que le está pasando a él. Lo que trata sobre ella estaría bien junto y lo que le pasa a él quedaría mejor en otro párrafo:
    “¿Norma traidora? El Rulo sabe que no. No para él. Norma lo quería lejos de la “merca”, del jefe y de los otros pibes como él. Decía que estaba mal lo que hacían, que él, El Rulo, valía más que eso, y que había otra manera de vivir. Le creyó, pero no pudo dejar de pincharse, aspirar y tomar lo que fuera. Y ella, en un intento desesperado quiso llevarlo a un centro de recuperación, pero El Rulo tratando de escapar, mató o hirió (no está seguro) a alguno; los “perros” mataron a Norma para que no hablara.
    Arrastra los pies, los mocos resbalan de su nariz, pero él no se da cuenta. Le parece que tiene moscas delante de los ojos y trata de espantarlas mientras camina y murmura cosas sin sentido”
    En este fragmento te sugiero que entrecomilles “jefe”, que pongas “La creyó” y que sustituyas “murmura cosas sin sentido” por “murmura insensateces”, porque la palabra “cosas” sirve para todo y conviene ser precisos. En cuanto a “la creyó”, si pones “le creyó”, sería “a él” y por el contexto se deduce que es a Norma a quien cree El Rulo. Lo correcto en cuanto a los pronombres personales átonos es:
    Complemento directo: lo, la, los, las
    Complemento indirecto: le, les.
    En buena parte de España se ha extendido el leísmo de persona (utilizar “le” o “les” como complemento directo cuando este se refiera a persona en masculino). La RAE lo ha aceptado como correcto, aunque no así el de persona en femenino ni el de cosa: “A mi hermano lo quiero o le quiero”, “a mi hermana la quiero” y “el coche lo meto en el garaje”. Decir “a mi hermana le quiero” o “el coche le meto en el garaje” se considera incorrecto.
    El laísmo y el loísmo consisten en usar respectivamente “la” o “las” y “lo” o “los” por el complemento indirecto. Ej.: “A María la entregué el sobre vacío” y “A Juan lo pegué un puñetazo”. Todos los laísmos y todos los loísmos se consideran incorrectos.
    En la oración: “Empieza la desazón y quisiera abrir el sobre que lleva en el bolsillo pero hay muchas luces lastimándole los ojos, debe estar demasiado a la vista”, yo pondría coma antes del “pero” y punto después de “ojos”. Entre “debe” y “estar” hay que poner la preposición “de”. Si no se pone “de” el verbo “deber” se usa para la obligatoriedad, mientras que si lleva esa preposición significa probabilidad. En este caso se trata de la probabilidad, por lo tanto hay que añadirle “de”.
    Me sumo a los comentarios anteriores sobre el “alarido” y te recuerdo de nuevo que “sinsentido” va junto cuando es un nombre. En tu relato aparece “el sinsentido” (nombre), luego debe ir junto. También existen por separado las palabras “sin sentido” que tú misma has usado correctamente en el texto en “cosas sin sentido”.
    Espero que mis sugerencias te sirvan.
    Saludos.
    Isolina R

    Escrito el 4 noviembre 2015 a las 17:51
  24. 24. beba dice:

    Hola, Juana:
    Me pareció excelente tu relato, tristísimo, expresivo y dinámico. Ya Isolina te marcó lo de las comas y comillas; no creo que haya más que decir que felicitarte.

    Escrito el 9 noviembre 2015 a las 19:41
  25. 25. Leosinpirsa dice:

    Hola Juana, un bello relato de desesperación y tormento, contado con mano experta. Yo poco puedo decirte, pues tus compañeros ya te han puesto cuanto podría mejorarse, pero la historia es brutal y muy entretenida, aunque me cueste seguirla un poquito, porque soy de España y algunas palabras me dejan descolocado, pero se comprende perfectamente su significado en el contexto de tu relato.

    Enhorabuena y gracias por tu comentario en mi relato.

    Un saludo.

    Escrito el 10 noviembre 2015 a las 11:32
  26. 26. grace05 dice:

    Hola, Juana:
    Excelente tu relato. Triste y brutal, tan bien expresadas las emociones de “Rulo” que hacen piel en el lector que se apodera de la desesperación del chico. Realmente te felicito un relato escrito de forma brillante.
    ¡Felicitaciones!!!
    Te invito a comentar 194

    Escrito el 13 noviembre 2015 a las 23:45
  27. 27. Marcelo Kisi dice:

    Juana hola! Quiero ver tus relatos de nuevo así te ayudo a elegir como me pediste, pero se me perdió tu email. Me lo mandás de nuevo? Y si tenés todos los cuentos juntitos en alguna carpeta, me los mandás así me ahorro localizarlos? O son exactamente los que aparecen en tu blog y en ese orden? Gracias y abrazos!

    Escrito el 30 julio 2016 a las 10:01

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