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Una noche con Natalie - por tavi oyarce
Hacía frío en la isla Santa Catalina esa noche. Natalie, se aprontaba a abordar el lanchón que la llevaría al Splendor fondeado frente a la isla.Había llegado hace unas horas de los “Angeles city”; y en ese momento, escuchaba distraída las recomendaciones de Poli. Poli, por alguna razón intuía el peligro que se cernía sobre ella, aunque no entendía el porqué. A lo lejos, el yate era una lucecita oscilante en el pacifico.
─No te preocupes ─dijo Natalie─ fingiendo extraer una mota de polvo de sus pestañas, pero en realidad, no quería hablar del tema, el miedo a las marejadas se lo impedía. ─Volveremos después de la recepción en el “Doug's Harbor Reef”. Te lo prometo ─dijo intentando apaciguar la ansiedad de Poli─. Además, Robert me acompañará.
─Date prisa, Natalie ─chilló Robert desde el embarcadero─. Su voz se escuchaba amortiguada por el resonar de las olas.
Natalie corrió hasta el muelle y abordó la barca. Robert accionó el motor. Instantes después la pequeña embarcación se fundía en el pacifico.
Poli no dejaba de pensar que algo anormal se tejía en torno a Natalie; y ella, parecía dispuesta a representar un personaje extraído de la tragedia griega. Decepcionado, tomó el camino de regreso.
La mansión de los Wagner ubicada sobre una suave colina, sobresalía iluminada por pequeños faroles ambarinos. Rachel, una amiga de Natalie lo esperaba en el porche:
─¿Se fueron? ─preguntó ansiosa la chica.
─Deben estar por llegar al “Splendor” ─respondió Poli, descorazonado.
─Algo no camina bien ─dijo Rachel─. Natalie anduvo toda la tarde quejándose de una jaqueca. Le pregunté por qué no cancelaba la cita:
─No sé ─dijo─ y me abrazó.
Inexpresivo, Poli movió la cabeza y se dirigió hasta la habitación donde Natalie solía recibirlo. Sobre el escritorio había un retrato de Robert y sobre él, un sobre con su nombre escrito en tinta verde. No cabía duda, era la letra de Natalie. “Tal vez encuentre aquí sus motivos para no cancelar el compromiso”, pensó. Titubeó unos segundos. Cogió la carta. La introdujo en el bolsillo de su chaqueta y se dirigió hacia el mirador. Se dejó caer en una de las bancas que adornaban la terraza. Rachel se acomodó a su lado.
─¿Piensas lo mismo que yo, Poli? ─ Inquirió la muchacha.
─Creo que sí. No entiendo su porfía, además, Robert… tú sabes.
─¡Sí! ─afirmó, Rachel─. Nunca he comprado su empalagosa afectación.
─¿La amas, Poli? ─preguntó de improviso, Rachel.
─¡No! Siento una gran admiración por ella. Eso es todo. ─Su voz sonó indecisa.
Permanecieron en silencio. Confundidos. Sin saber cómo torcer el destino de Natalie.
─¡Ven! ─dijo Rachel─ tengo una sorpresa para ti.
Cruzaron el amplio vestíbulo. Ascendieron los escalones de mármol y en el salón de cine, Rachel encendió el reproductor de video, la pantalla comenzó a exhibir: “Splendor in the grass”.
Allí estaba Natalie: joven, elegante, bella, sobretodo bella, irradiando la ternura heredada de la Rusia profunda.
─Así era, Natalie ─dijo Poli─. Lo dijo en pretérito, como si sus predicciones se hubieran consumado.
Sintió deseos de abandonar la exhibición. Le dolía la imagen de Natalie proyectada en la pantalla.
─Apaga el reproductor, Rachel.
─Como quieras. Solo pretendía recordar lo buena actriz que es.
En ese momento Poli sacó la carta de su chaqueta. La abrió con la avidez de quien desentraña un misterio. Rachel, que recién se percataba de lo que había acontecido observaba intrigada. La sorpresa fue mayúscula para los dos: el sobre estaba vacío.
Poli dio un grito. Se vio sentado en la litera de su dormitorio. Tenía las manos húmedas y transpiraba copiosamente. Amanecía.
─¡Levántate, hijo! ─gritó su madre─. Tenemos mucho que hacer hoy día.
El sol que filtraba la ventana, dejó al descubierto los retratos de Natalie colgando sin orden desde los muros de la habitación. Enormes afiches publicitaban sus éxitos cinematográficos; y sobre el piso, borradores de su novela inconclusa: “La maldición de la actriz”, se esparcían en un profuso desorden. Una edición amarillenta, carcomida por el paso de los años del diario “Los Angeles Times”, informaba la muerte de Natalie: la habían encontrado flotando en las frías aguas del pacifico. Vestía un camisón de franela y un jacket rojo. La policía, continuaba el matutino: “aún no determina la causa precisa de su muerte”.
Poli se levantó presuroso. Cruzó la mochila sobre sus hombros. En la florería, adquirió un ramillete de rosas, y como si una fuerza inescrutable le guiara, encaminó sus pasos por la avenida Ashton; no debía faltar a la cita.
Recibí excelente comentarios, no porque el relato fuera bueno o malo, sino por el agudo análisis que hicieron: concienzudos,claros y precisos. Les agradezco el tiempo que dedicaron a ello.
Respecto a la nueva modalidad de analizar otros comentarios, hay compañeros que tienen una confusión entre la forma y el contenido. En el sitio de Literautas, hay información sobre aquello
Tavi, muy buena historia la tuya. Logras algo bien difícil ya que no sólo se alternan sueño y realidad, sino también los tiempos:: (el diario amarillento por el paso del tiempo y la novela que hoy Rafael escribe sobre la muerte de Natalie, creando varios mundos paralelos. Bravo, y muchas gracias por tus comentarios a mi relato.
Nos seguimos leyendo.
Hola, Tavi, te devuelvo la visita 🙂 Muchas gracias por tus apreciaciones a mi relato, las tendré en cuenta.
Me ha parecido la tuya una historia muy interesante sobre la muerte de Natalie Wood. No sé si tu intención era hacer un homenaje a la actriz; si es así, tal vez podrías haber añadido el apellido en algún momento (por ejemplo cuando mencionas la edición amarillenta de “Los Angeles Times”), puesto que yo sé que hablabas de ella porque alguna vez he leído sobre su muerte, pero no todo el mundo la conoce.
Me gusta cómo dejas caer sutilmente que tal vez su marido tuvo algo que ver; cómo haces ver la inquietud que tenía ella esa noche antes de subir al barco… en fin, todos esos detalles que dieron los supervivientes y que hacen pensar en que la muerte fue algo “extraña”. Esa parte está muy conseguida.
Para mejorar, te diría un par de diálogos, en los que has puesto el guión mal, y que entorpecen la lectura. Yo los habría puesto así:
─No te preocupes ─dijo Natalie, fingiendo extraer una mota de polvo de sus pestañas, pero en realidad, no quería hablar del tema, el miedo a las marejadas se lo impedía─. Volveremos después de la recepción en el “Doug’s Harbor Reef”. Te lo prometo ─dijo intentando apaciguar la ansiedad de Poli─. Además, Robert me acompañará.
─Date prisa, Natalie ─chilló Robert desde el embarcadero. Su voz se escuchaba amortiguada por el resonar de las olas.
En todo caso, es un relato muy fluido y que te deja con ganas de saber más, enhorabuena.
Maureen
¡Si! tienes mucha razón. Faltó una loca revisión en los guiones.
En cuanto al nombre de Natalie, a ex profeso no lo puse pero si di el nombre de unas de sus películas como indicio.
Gracias por tu comentario.
Te seguiré leyendo
Hola Tavi!
Me ha gustado tu relato, redactado en clave de película norteamericana de los años precisos, es decir, los de la inolvidable Natalie Wood.
Ya te han señalado algunos problemillas técnicos (guiones, puntuación), así que te dejo con la revisión, que la sabrás hacer muy bien, porque escribís excelente. Además, mostrando una zona de conocimientos con la que me identifico particularmente. Lo disfruté!
A mí me tocó en suerte el relato 151.
Nos seguimos leyendo!
Hola, Tavi
Me ha gustado mucho tu relato. Evoca unos tiempos marcados por compases muy distintos a los de hoy…
Me parece interesante el personaje del niño, es lo que hace entender que esa historia perdura en el tiempo.
Yo voy a apuntarte algo que me han comentado a mi pues mi relato también se desarrolla en tiempos diferentes: utiliza cursiva para uno de los dos tiempos para prevenir que el lector pueda perderse.
Nos leemos
Muy interesante relato sobre la recreación de la muerte de la actriz y los misterios en torno a ella, incluidas las sospechas sobre su marido, esos dos textos en uno se hacen muy interesantes.
De acuerdo sobre la revisión que te han comentado con los guiones de los diálogos, por lo demás un relato muy interesante y bien escrito.
Conxita Casamitjana, Paola, Marcelo, gracias por sus comentarios. Aprovecharé hoy domingo par seguir leyendo sus relatos
Un relato intrigante, que mantiene a uno pendiente de cada palabra sin poder despegarse del monitor. Creo que ademas de los diálogos, se te han escapado algunos acentos como por ejemplo la palabra pacífico.
Pero eso son errores que se arreglan fácil. Aquí tienes una solida historia muy bien relatada. Ese giro del final fue genial.
Felicitaciones y saludos.
Gracias Ryan
Demasiado pacifico el pacífico.Jajaja
De los diálogos imperdonable.
Gracias por tus conceptos
Aún estoy leyendo los relatos anteriores mientras pienso en le lápiz mágico, y el tuyo está ahí.
saludos
Relato muy curioso y con un transfondo que la verdad no relacioné hasta leer los comentarios, ¡¡cuanta incultura!!
Me ha parecido muy interesante como metes al lector en la acción por medio de los amigos que se quedan atrás. Poco puedo añadir a lo que han comentado los demás compañeros en cuanto a la forma de narrarlo, porque salvo esos pequeños defectos está muy bien construído tanto en las descripciones como en los dialogos y ese “despertar” final, que hace que sientas aún más lástima por la protagonista. Buen trabajo.
Gracias Wiccan por pasarte por mi relato. Pasaré por el tuyo
Hola,
Me ha parecido una historia interesante.
El léxico es variado e incluso se mencionan nombres concretos de lugares, que hacen que el lector se introduzca en la historia para vivirla más de cerca.
Haces un buen uso de los diálogos, aportando mayor riqueza al texto y consiguiendo que la lectura sea más fluida.
Una tontería que me ha llamado la antención al principio del texto: acabas la frase con “Poli” y la comienzas otra vez con el mismo nombre.
Un buen relato en definitiva, felicidades
Gracias, Carlos.
Leeré tu relato
Carlos Rosae :
Enviaste tu relato porque no lo encuentro.Hay dos Carlos pero ninguno con tu apellido.
envíame el número
Tavi, gracias por pasarte por mi relato.
Los datos precisos que diste en cuanto a la ubicación de los protagonistas le dio al texto mucha credibilidad. Eso hizo que no fuera necesario conocer la biografía de Natalie Wood para disfrutar de la historia.
El relato está muy bien escrito y ya Maureen se ocupó de corregirte algunos detalles menores.
Me resultó una historia muy llevadera, original y creativa. El final es realmente impactante.
Nos leemos,
Melisa
Que tal Tavi.
Yo como ya peino canas, supe que hablabas de Natalie Wood, lo cual me puso en el punto exacto para leer tu relato. Si bien no soy tan viejo, si he visto alguna de sus peliculas y su belleza es algo que siempre tendremos gracias a los videos.
Note algunas cosillas que ya te mencionaron y no vale la pena remachar.
El nombre de Poli, a mi me parecia femenino, pero pues es solo apreciacion.
Saludos y felicidades.
Hoy gracias a ti he conocido quien es Natalie Wood (perdón por mi incultura).
Me ha parecido muy interesante como has introducido los cambios de tiempo y la mezcla de sueño y realidad.
Creo que tu sobre vacío ha sido muy original, ya que pese a saber que ese era el tema de la escena, tu final no es nada previsible.
¡Saludos!
Gracias José y Chari por pasar por mi relato