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Noticias de Guerra. - por Alejandra Foyo
El autor/a de este texto es menor de edad
Había esperado esa carta desde que su hermano debió abandonarla para cumplir con el deber que tenía para con su país cuatro meses atrás.
Hace más de un año que la guerra había comenzado causando gran revuelta y pánico entre los habitantes del pequeño pueblo, pero fue hace poco de seis meses que el gobierno decidió reclutar lentamente a los jóvenes del lugar. Hubo quienes en busca del sueño de grandeza y gloria se ofrecieron como voluntarios, como fue el caso de los hermanos Rodríguez; otros les aterrorizaba la idea de abandonar el lugar que los había visto nacer y partir hacia una tierra extranjera con altas posibilidades de no volver, como su hermano Enrique quien cuando veía pasar a algún soldado u oficial agachaba la cabeza y se escondía.
Con emoción tomó posesivamente la carta y de un solo movimiento la abrió con frenesí, pero fue enorme la desilusión y extrañeza que le invadió al ver que el sobre estaba vacío.
— ¿Cómo es posible? —susurró para sí tratando de encontrar alguna rotura en el sobre sin éxito: el sobre estaba en perfecto estado.
No pudo seguir inspeccionándolo ya que en ese instante escuchó como alguien golpeaba a la puerta de su casa. Dejó el sobre encima de la mesa del comedor y se acercó la puerta para abrirla.
—Buenas tardes —dijo el desconocido que apareció frente a ella cuando abrió la puerta, vestía un uniforme militar—, ¿es usted la señora Flores?
—No, señor, la señora Flores es mi madre, ¿desea hablar con ella?
No entendía por qué, pero el tener al desconocido frente a ella le causaba una extraña sensación en la nuca.
El desconocido le respondió afirmativamente y ella le llevó con su madre, quien descansaba en ese momento en el estudio que tiempo atrás fue de su padre.
En el estudio su madre le ordenó dejarles solos, a lo que ella obedeció.
No supo cuanto tiempo había estado esperando delante de la puerta cuando el desconocido salió, la saludó con la cabeza y abandonó la casa. Inmediatamente se levantó y entró en el estudio encontrándose a su madre llorando sobre el escritorio.
—Madre —susurró para no asustarla—, ¿qué ha pasado?
Su madre trató de serenarse y levantó la cabeza mostrando unos ojos hinchados y rojizos.
—Es tu hermano, hija.
Su madre volvió a llorar, entre tanto ella trataba de procesar lo que escuchaba.
— ¿Enrique está, —pausó evitando decir lo que pensaba— muerto?
—No, hija —lloró la mujer—, pero bien fuera que lo estuviera.
Ella se horrorizó.
— ¡Madre! —Exclamó—, ¿cómo puedes decir algo como eso?
La madre siguió sollozando sin responder a lo que su hija le reclamaba.
—Dime, ¿Qué le ha pasado a mi hermano?
—Lo capturaron, no saben dónde está o que le van a hacer.
Y esas palabras le destrozaron el corazón a la par que madre e hija se abrazaban y lloraban sin cesar por la suerte de su amado Enrique.
En la mesa del comedor el sobre reposaba aún sin revelar su secreto; si tuviese vida podría sentirse satisfecho ya que había cumplido perfectamente con su cometido: otorgar a esa desdichada familia un vacío donde drenar todas sus penas.
Hola Alejandra. Fui uno de tus comentaristas anónimos. Ya te dije que el relato estaba muy bien tramado. Te aconsejé sobre algunos signos de puntuación y otras pequeñas cosas; y te hice algunas preguntas de los motivos del sobre vacío.
Espero te hayan ayudado. En cualquier caso es mi opinión.
Yo leí con gusto yu relato, lo vi bien estructurado y me gustó.
Te animo a seguir. Te buscaré para leerte.
Enhorabuena.
Demetrio, gracias por tus comentarios, los he tomado en cuenta y estoy tratando de arreglar los pequeños errores que cometí.
Me alegro de que disfrutaras de mi texto, me hace feliz saber que a alguien le ha gustado.
Gracias y un abrazo.
Hola Alejandra. El relato es bueno y tienes madera. Yo seguiría.
Si no tienes más comentarios sencillamente creo que es porque no te han leido. Yo te busqué porque te comenté anonimamente y quería ver que decían otros. Hay muchos, y es díficil elegir, pero los compañeros son mur corteses y educados.
También puedo decirte que los otros comentaristas anónimos tuyos (ahora nos envían sus comentarios para evaluarlos)siguieron la misma línea más o menos que yo. Vieron un relato bien estructurado, con pequeñas cosas a mejorar.
Yo te diré un truquillo que hice cuando empecé. Leía algunosrelatos y comentaba algo, e invitaba a que leyeran el mío poniendo el número. Así empece a conseguir que me leyeran. Busca por ejemplo a los que me comentan a mí (La viuda Belmonte), y lee los suyos, diles algo, tu impresión, e invitales a leer el tuyo. Poco a poco tendras seguidores.
Un truco para encontrar rápido. En la página en la que aparece el listado de relatos, clica Ctrl+f, abajo aparecerá una ventanita pequeña. Conforme escribes una palabra (por ejemplo, Demetrio, o Belmonte, o cualquier otra, te la señala inmediatamente y ya has encontrado lo que buscas.
Adelante Alejandra.
Hola Alejandra: No te he comentado antes porque, tal y como te dice Demetrio, no había visto todavía tu relato. Son muchos, pero me gusta leer el mayor número de ellos posible, porque creo que es una buena forma de aprender y de compartir lo que sacamos en limpio de esta experiencia.
Me ha sorprendido lo bien que escribes, sobre todo siendo tan joven, no quiero decir que el ser joven sea equivalente a ser inexperto, porque la historia está llena de jóvenes con talento en todos los ámbitos. Pero una cosa es segura: si de joven escribes bien, con la experiencia sólo puedes mejorar. Y tú estás en el buen camino.
Dicho esto, en tu relato veo unos pequeños errores de puntuación y redacción como puede ser el uso de los tiempos verbales, sobre todo al principio cuando dices: “Hace más de un año que la guerra había comenzado” lo correcto sería decir: “Hacía más de un año que la guerra había comenzado” aunque es posible que fuera un error involuntario al escribir.
También veo las frases algo cortas y, sobre todo cuando entra el desconocido, me hubiese gustado que te demorases un poco en su descripción. Por lo demás el relato está bien estructurado y desarrollado.
Un saludo.
Hola Alejandra, me gustó la historia, sobre todo me gustó que Enrique no estuviera muerto sino capturado. Con respecto a los signos de puntuación, comparto con los otros comentarios, y un detalle, fijate que algunos guiones de diálogo tienen espacio y otros no, según una nota publicada acá en el blog, dicen que la manera de escribir los diálogos es con el guión sin espacio al comienzo de la frase.
El relato me pareció excelente, bien desarrollado. eres buena, sigue escribiendo, espero volver a leer trabajos tuyos pronto.