Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

La herencia - por Thelma López Lara

La herencia

José Manuel Hidalgo era un hombre de descendencia trabajadora y humilde. Su vida la dedicó al trabajo y a la familia. Hizo su fortuna gracias a su esfuerzo, disciplina y sobre todo su honestidad. Inculcó grandes valores a sus hijos, su creencia religiosa era tener a Dios en el centro de su hogar.

Ese hombre de quien les hablo era mi esposo, tuvimos dos hijos. Isabel nuestra primera hija, actualmente tiene cuarenta años, se casó pero no tuvo hijos y Andrés el menor, cuenta con treinta y cinco años de edad. De la familia que formó este último, nació Enrique, nuestro único nieto. Es un joven que tiene dieciocho años de edad y actualmente está en la universidad realizando sus estudios generales. Todavía no sabe que estudiar, pero sé que escogerá una buena carrera universitaria. Mi esposo siempre lo consideró un joven inteligente y trabajador.

Mi marido murió por un problema congénito del corazón. Quince días antes de morir nos reunió a todos junto con el abogado de la familia, para dar lectura a su testamento. A Isabel y a Andrés les heredó las empresas cafetaleras y a mí me asignó la casa y una pensión de por vida. A nuestro nieto le dejó en la caja fuerte una gran herencia. La última voluntad de mi difunto esposo, era que esa herencia se le entregará ocho días después de su muerte y en presencia del abogado.

A los ocho días del fallecimiento de mi marido, llegó mi nieto junto con el abogado a recibir su herencia. Recuerdo que abrí la caja en presencia de ellos dos y en su interior estaba el sobre con la herencia que tanto dialogué con mi querido esposo. En el exterior de éste estaba esta leyenda “Para mi único y querido nieto, porque te amo tanto te he dejado esta gran herencia”. Le entregué el sobre a Enrique, él lo tomó y lo abrió. En su rostro se le dibujó una mueca que nunca olvidaré, era una expresión de asombro, dolor, duda o engaño y me dijo:

—Abuela, ¡vea! —mostrándomelo.

Efectivamente el sobre estaba vacío, como vacío me imagino que estaba su alma en ese momento. Le tomé sus manos, se las besé y con todo mi corazón contraído le dije:

—Tú sabes que tu abuelo te amaba sobre todas las cosas y en vida te lo demostró. Él antes de morir me dijo que esa iba ser tu herencia, porque el hombre que trabaja y lucha por alcanzar sus metas e ideales es un gran ser ante Dios y ante los hombres. Y eso era lo que él deseaba, que fueras un hombre luchador y de buenos principios. Si te dejaba riquezas y bienes no ibas a saborear los infortunios de la vida, los cuales hacen crecer y valorar cada momento y cada centavo que la vida nos depara.

—Abuela no se preocupe, comprendo el por qué mi abuelo me dejó esta herencia —colocándose el sobre vacío cerca de su pecho y sellándolo con un beso—. Les prometo que la haré crecer cada día, no los defraudaré.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

8 comentarios

  1. 1. Wolfdux dice:

    Muy bueno Thelma. Una narración muy fluida que te conduce hasta el final de relato casi sin darte cuenta. Se veía venir que el sobre estaría vacío, pero el enfoque que le das al final da un giro a lo que me suponía que iba pasar. ¡Nos leemos!

    Escrito el 29 octubre 2015 a las 20:16
  2. 2. beba dice:

    Hola, Thelma.
    Muchas gracias por tu visita y comentario. me alegra que lo hayas disfrutado.
    Tu historia es muy conmovedora y sincera; coherente con valores que yo estimo: amor familiar, humildad, espíritu de trabajo; me ha gustado mucho.
    Sólo te señalo algo: revisa para que no te queden palabras cercanas, repetidas.
    Un abrazo.

    Escrito el 1 noviembre 2015 a las 03:56
  3. 3. Thelma López Lara dice:

    Muchas gracias Beba por tus palabras. Tomaré muy en cuenta tus recomendaciones.
    Bendiciones.

    Escrito el 1 noviembre 2015 a las 06:36
  4. He disfrutado mucho tu historia. Me parece de facil lectura, muy bien narrada y una escena perfectamente plasmada. Lo que mas me gusto fue el final. La actitud del nieto es de admirar pues en la realidad pocos son los que actuarian asi. Me encanto el relato y mucho.
    Felicitaciones y saludos.

    Escrito el 6 noviembre 2015 a las 15:09
  5. 5. grace05 dice:

    ¡Que buen historia!!! Desde principio y final es una historia sencilla pero llena de sentimientos y valores. Realmente me encantó, sobretodo ese final del reconocimiento de un muchacho joven ante las virtudes de su abuelo.
    ¡Excelente historia!!! ¡Felicitaciones!!!
    Te invito a comentar 194

    Escrito el 7 noviembre 2015 a las 00:06
  6. 6. KMarce dice:

    Saludos Thelma:

    Gracias por pasar por mi relato, he venido al tuyo cuando el sueño se ha espantado y puedo sentarme tranquila a leer. Quise leer tu texto antes de comentarte en el mío.

    Siempre he dicho que es muy dificil para mi, escribir sobre la cotidianidad, la sencillez; soy de las que aman las historias complejas, llenas de todo tipo de matices, porque es mi area de confort. Sin embargo, valoro y aprecio esas historias sencillas que reflejan mucho. Creo que la tuya ha demostrado eso mismo desde principio a fin.
    También por alguna razón, me parece muy arraigada a tus propias creencias y un punto biografico, quizá si o no, pero esa ha sido la impresión. Me parece una historia escrita con mucho cariño.

    De puntos de mejora, creo que puedes cambiar algunas palabras al presentar a los hijos, no sé si a eso se refirió Beba, creo que esta línea se entiende o leería así, si me permites sugerirte un cambio:

    Ese hombre de quien les hablo era mi esposo, tuvimos dos hijos. Isabel nuestra primogénita, actualmente tiene cuarenta años, se casó pero no tuvo hijos; y Andrés de treinta y cinco años de edad. De la familia que formó nació Enrique, nuestro único nieto. Es un joven de dieciocho años de edad, estudiante universitario que cursa sus estudios generales. Todavía no sabe que estudiar, pero sé que escogerá una buena carrera. Mi esposo siempre lo consideró un joven inteligente y trabajador.

    Cuando empleamos varias veces las palabras como: hijos, edad, años, universidad, es mejor cortar la frase y reacomodarla, para que no repitamos mucho lo mismo, creo que es más notorio en este párrafo.

    Por lo demás, me parece correcto. Si hay algo adicional, no lo he notado a dos lecturas. Repito, me parece muy noble y tierno relato, sobre todo, la aceptación de un jóven del cual se puede ver que la herencia de valores ya ha germinado en él.
    Felicidades, ¡Nos leemos!

    Escrito el 14 noviembre 2015 a las 10:11
  7. 7. Leonardo Ossa dice:

    Hola Thelma, tienes una historia con mucho contenido, me ha parecido muy entretenida y con bonito desenlace.
    Hasta pronto.
    Un saludo.

    Escrito el 20 noviembre 2015 a las 03:19
  8. 8. Thelma López Lara dice:

    Hola Leonardo,

    Muchas gracias por tus hermosas palabras. Tienes razón, es una relato lleno de valores y sentimientos puros. Lo que desgraciadamente estamos perdiendo.

    Saludes.

    Escrito el 27 noviembre 2015 a las 01:51

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.