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El Sobre - por Chari

Web: http://www.rinconrevuelto.blogspot.com

Cruzo el portal y veo que mi buzón me espera más burlón que nunca. Incluso parece sacarme la lengua con ese sobre que asoma.
En el ascensor me digo que es mejor abrirlo en la tranquilidad de mi hogar; su contenido era algo para ver sentado en un sillón con una cerveza en la mano.
Ya en mi apartamento, con la punta del abrecartas apoyado en un extremo de la solapa, decido que es mejor abrir la puerta del infierno después de cenar.

Mi elección gastronómica es más laboriosa que de costumbre, y mientras cocino, voy dándole sorbos a una copa de vino. Una vez saciada mi hambre me dejo caer en el sillón con el sobre en la mano. Cierro los ojos y pienso en ella. ¿Será ésta la última vez que pueda recordarla de esta manera? Acabo quedándome dormido y me despierto con los primeros albores del alba. Tengo los brazos caídos y el sobre está en el suelo.

No puedo permitirme ir a trabajar con la perturbación que me provocaría la visión del interior del sobre, así que no le presto más atención y después del cotidiano aseo personal, me dirijo hacia la oficina. No sin antes pasarme por el banco a ingresar en la cuenta del detective el importe acordado. Confiaba en él y en la implicación de su esfuerzo en mi caso, no necesitaba abrir el sobre para confirmarlo.

Sigo sin ser capaz de abrir el sobre. Tampoco respondo a sus llamadas. En ninguna de las nueve ocasiones. Está acostumbrada a mis desplantes y rarezas, aunque no sabe nada de mis inseguridades. Si ella supiera…
Vuelve a llamar. El sobre me observa desde el suelo, amenazante. Me grita que mis sospechas eran ciertas y que no tiene sentido que siga alargando mi agonía.

“Deja de llamarme, hemos terminado. Lo siento. Que te vaya bien”

Enviar.

Aluvión de llamadas. Se persona en mi apartamento en numerosas ocasiones a lo largo de la semana. Finalmente se cansa. En el fondo ella también sabe que es joven y bonita y que no debe desaprovechar su vida con alguien tan mayor y cascarrabias como yo. Por eso mismo existen las fotografías que esperan en el sobre del suelo. Y no quiero verlas. Tiro el sobre en la papelera.

Me cuesta conciliar el sueño, mis compañeros no me dicen nada, pero me miran preocupados. Ella era mi último resquicio de humanidad y ahora me siento perdido. El domingo, la falta de actividad y demasiado pensar, me ayudan a terminar una botella de whisky. Acabo tendido en la cama mirando el pico que sobresale de la papelera. Rio a carcajadas y me levanto tan rápido como tambaleante. Arranco la solapa en un sólo gesto y agito el sobre sobre el escritorio. No cae nada. Miro en su interior. El sobre estaba vacío.

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5 comentarios

  1. 1. Mara dice:

    Me ha gustado mucho tu escrito. La forma en la que has tratado el tema me ha parecido original y a pesar de conocer que “el sobre estaba vacío” la lectura me ha intrigado hasta el final. Muy bien.

    Estoy en el nº 244. Gracias

    Escrito el 30 octubre 2015 a las 11:37
  2. 2. Tavi Oyarce dice:

    Hola Chari
    Fui uno de tus comentaristas incógnitos. Me costó encontrar tu cuento porque hay varios con el mismo nombre.
    Quería reiterarte que sigas enviando tus relatos, me gusta como escribes.
    Mi opinión ya la conoces. Por si te nace la curiosidad de leer de nuevo mi análisis comienza así:
    “Cuesta llegar a las 20 palabras cuando…”
    Saludos

    Escrito el 1 noviembre 2015 a las 15:05
  3. 3. Chari dice:

    ¡Perdón por la tardanza en contestar pero no sabía que tenía ningún comentario!
    Muchas gracias por tu comentario Mara, enseguida paso a leerte 😉

    Tavi Oyarce, gracias por molestarte en encontrarme y por animarme a seguir escribiendo, ahora te busco.

    Saludos.

    Escrito el 15 noviembre 2015 a las 21:44
  4. 4. Chari dice:

    He releído tu análisis, Tavi Oyarce.
    Primero agradecerte tu interés ya que fuiste el comentarista que más profundizó.

    Ahora, sobre tus dudas:
    – Respecto a la implicación del detective y su esfuerzo, tienes toda la razón: si hubiera escrito “confiaba en el esfuerzo del detective”, lo hubiera dejado más claro, ya que lo que pretendía decir era que el protagonista confiaba en que el detective se esforzaría en su trabajo.

    -El pronombre “me” me trae de cabeza. He visto varios textos que he enviado a concursos y demás en los que cometo este fallo. El problema es que me da la sensación de que si quito ese “me” la frase se queda coja, no sé si me explico.
    Si me quieres dar algún consejo sobre el tema, bienvenido será.

    En fin, reitero mi agradecimiento por tu interés.

    Un saludo.

    Escrito el 15 noviembre 2015 a las 22:03
  5. 5. Frida dice:

    Hola Chari, debo decirte que he sonreído con tu primer comentario, a mí, me sucedió lo mismo, olvidé subscribirme a la entrada de mi propio texto y, creí que no tenía comentarios, hasta que entré y ¡Oh sorpresa!. Supongo que esto nos sirve de lección para la próxima vez.

    En cuanto a tu texto, me ha gustado, sabes cómo mantener la tensión hasta el final y, tal y como apunta Mara, una sabe que el sobre está vacío, pero aún así devora el relato hasta el final sin saber qué va a suceder, decirte que conseguir algo así es digno de admiración, puesto que es muy complicado sabiendo que una de las frases importantes y sobre las que girará la narración, es de esas que suelen desvelar la historia. Te mantienes hasta el fin como creyendo que habrá un giro inesperado.

    En cuanto a tu protagonista, no sé, inconscientemente, lo he relacionado con una película de Woody Allen, llamada “si la cosa funciona”, en España, en la que Larry David hace el papel de un señor cascarrabias que se enamora de una chica joven.

    Felicidades por tu relato. Te veo de nuevo con el lápiz mágico en mano.

    Escrito el 20 noviembre 2015 a las 12:29

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