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Bajo la mirada de María - por APMB

Dominique cerró la puerta delicadamente, sus tacones se clavaban en los entramados de la alfombra persa mientras se dirigía al otro extremo del despacho. Se detuvo frente a la imagen de una María Inmaculada pintada por Zurbarán. El rostro beatífico de la Virgen, iluminado por los rayos del sol procedentes de una cristalera, parecía inspirar en la joven la necesidad de arrodillase y rezar sin embargo, sus manos descolgaron el cuadro dejándolo a un lado y revelando la existencia de una caja fuerte en la pared.
Tras insertar unos números, la puerta cedió. En su interior no había nada más que un sobre aunque era aquello lo único que buscaba. Volvía a colocar la Virgen en su lugar cuando escuchó a sus espaldas:

-Hola, Dominique, ¿buscabas algo?

El corazón se le desbocó. Renunció a pensar una excusa, no tenía ningún sentido. Su jefe, Roberto Montalbán la miraba con una mezcla de decepción y deseo sin dejar en ningún momento aquella sonrisa cínica. La luz de la habitación dibujaba sobre sus sienes unos reflejos plateados que parecían conformar una aureola.

-Yo…yo…buscaba…quería…

-¿Qué ocultas? Dámelo.

Roberto había detenido la mirada en sus brazos escondidos detrás de la espalda y alargó la mano. Su perfume la envolvió, transportándola a recuerdos pasados compartidos. Por un momento estuvo a punto de ceder.

-No, esto me pertenece- la joven se irguió frente a él.

El señor Arismendi dio un paso adelante y ella hizo un amago de retroceder mientras barría la habitación con la mirada buscando una vía de escape. Todas las ventanas estaban cerradas, además se encontraban en un vigésimo piso, no había escapatoria.

-No voy a hacerte nada, pequeña, sólo quiero que nos sentemos a charlar y que me digas porque quieres traicionarme, después de todo lo que hemos vivido-.

-Esto- zarandeaba el sobre frente a su jefe- es la fórmula que le costó la vida a mi padre y que usted le robó. Asesino.
La sonrisa dejó paso a un rostro dominado por la ira.

-Vigila tu lenguaje, mocosa, estás delante de la Madre de Dios. Guarda un poco de respeto. Tu padre no habría sabido que hacer con eso. Yo sí, yo tenía grandes ideas, ambiciones, yo levanté este maldito imperio. Él se buscó su perdición y ahora no voy a dejar que tú lo arruines, estúpida-.

Movía las manos con frenesí y sin previo aviso, se lanzó sobre ella. Dominique a duras penas pudo esquivar la embestida y su atacante terminó estampándose contra la pared. Ella aprovecho la ventaja, saltó a un lado, sentía que el cuerpo desbordaba adrenalina. Algo sobre el escritorio captó su atención, era un abrecartas. Lo cogió y se abalanzó hacia él. No era suficiente quería que se supiera la verdad ni tampoco dejarle en la ruina, necesitaba además que sufriera de verdad. Roberto quedó paralizado al comprender lo que pretendía hacer. Se cubrió con los brazos intentando protegerse.

-Por favor, piensa lo que vas a hacer- cerró los ojos con fuerza. Los segundos se sucedieron pero nada pasó. Volvió a abrirlos a tiempo para ver como Dominique acuchillaba el cuadro, aquella obra de arte que amaba más que a su familia. La imagen del rostro de la Virgen rasgado fue mucho peor que una puñalada en su propio cuerpo.

-Noooooooooooooo aulló- Se levantó de un salto y atrapó con sus fuertes brazos a la joven. Primero la rodeó por la cintura, luego intentó estrangularla. El abrecartas se deslizó y cayó sobre la alfombra. El sobre le siguió.

-Maldita perra, acabaré contigo como acabé con tu estúpido padre.

Dominique luchaba por zafarse, aquellas manos que antaño la acariciaran con ternura, ahora intentaban matarla. Le propinó un fuerte puntapié en los testículos. Roberto se revolvió por el dolor y ella lo empujó de sí con tanta fuerza que salió disparado contra la cristalera, la atravesó y cayó los veinte pisos hasta dar con sus huesos sobre el asfalto. Dominique retrocedió aterrorizada por lo que había hecho, no se atrevió ni a mirar, los gritos que procedían de la calle le daban una viva idea del desenlace.

Recogió el sobre con nerviosismo. Lo abrió y para su decepción el sobre estaba vacío. Sintió ahogarse, empezaba a comprender cuán lejos le había llevado su deseo de venganza. Entre la tela rasgada pudo aún ver los ojos de la Virgen que la juzgaban. Ahora sólo le quedaba enfrentar las consecuencias de sus actos o llevar una vida de proscrita.

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8 comentarios

  1. 1. Leonel Esteban Bracco dice:

    Pero que buen relato! me deja con ganas de ver como sigue la historia.
    Si te sirven mis humildes criticas:
    En la frase ” necesidad de arrodillase y rezar sin embargo, sus manos descolgaron” faltaría una coma antes de “sin embargo” verdad?.
    En este giro del relato: “y que usted le robó. Asesino.
    La sonrisa dejó paso a un rostro dominado por la ira.” Creo que habría que redactarlo así: “La sonrisa dejó paso a un rostro dominado por la ira, —y que usted le robó, asesino”.
    Creo que esto esta mal redactado: “No era suficiente quería que se supiera la verdad ni tampoco dejarle en la ruina, necesitaba además que sufriera de verdad. ” no estoy seguro de comprender de que quisiste decir por lo que no te sugiero nada, pero revisalo, nada mas.

    Todos estos comentarios tomalos desde el punto de vista de alguien que sabe muy poco sobre la escritura…pero que es un adicto a la lectura, solo te menciono aquellas cosas que a mi “ojo” generan ruido o me sacan de lugar…no quiere decir que realmente estén mal, y quizá mis sugerencia si lo están.
    Un abrazo, nos leemos.

    Escrito el 31 octubre 2015 a las 01:16
  2. 2. Leonel Esteban Bracco dice:

    Ah y me olvidaba que tenés que revisar como armas los diálogos, según explicaron en el blog hay que usar esto “—” en vez de esto “-“

    Escrito el 31 octubre 2015 a las 01:18
  3. 3. Leonel Esteban Bracco dice:

    ¡Ah! me olvidaba otra mas, que despiste que soy…
    ¿como es que escucho los gritos desde el piso veinte? complicado jejeje…un desliz ahí.

    Escrito el 31 octubre 2015 a las 01:24
  4. 4. APMB dice:

    Muchas gracias Leonel, me alegró de que te haya interesado. He intentado condensar demasiada historia en tan pocas palabras.

    Esto ahora veo que está mal redactado:
    “No era suficiente quería que se supiera la verdad ni tampoco dejarle en la ruina, necesitaba además que sufriera de verdad”

    No era suficiente, NO quería SÓLO que se supiera la verdad ni tampoco dejarle en la ruina, necesitaba además que sufriera.

    Sobre los gritos del piso 20, pongamos que es la magia de la literatura. Pero supongo que si cae un señor en medio de la calle, no pasaría desapercibido.

    Lo de los guiones largos me lo llevan diciendo desde el principio, pero aún no he descubierto donde están.

    Gracias por tu comentario. Un saludo.

    Escrito el 31 octubre 2015 a las 10:05
  5. 5. Leonel Bracco dice:

    Ah, es muy sencillo, tienes que tocar alt + 0151 (no olvides el cero) y te sale esto “—”.
    (En caso de que uses linux tienes que tocar ctrl+shift+u,luego escribir 2014 y precionar enter)

    Escrito el 31 octubre 2015 a las 23:23
  6. 6. APMB dice:

    Muchas gracias Leonel, intentaré recordarlo. Un abrazo!

    Escrito el 1 noviembre 2015 a las 09:13
  7. 7. Lionel Muñoz dice:

    Hola APMB, me gustó tu historia, pero los errores que marcó Leonel hicieron que me detenga mucho y a veces tenga que releer.
    “Ella aprovecho la ventaja, saltó a un lado, sentía que el cuerpo desbordaba adrenalina.” Acá, por ejemplo, la última frase es como que no encaja, yo usaría un conector o la pondría en una oración separada: “Ella aprovechó la ventaja y saltó a un lado. Sentía que el cuerpo desbordaba adrenalina.”; o bien “Ella aprovechó la ventaja y saltó a un lado, mientras sentía que su cuerpo desbordaba adrenalina.”
    En cuanto a la historia ya dije que me gustó. Me pareció entretenida y original. Creo que salvando los errores mejoraría mucho.
    Espero que te sirva mi comentario. Comento con la intención de premiar la creatividad y el tiempo dedicado a escribir, además de marcar lo que considero errores.
    Saludos

    Escrito el 7 noviembre 2015 a las 15:51
  8. 8. APMB dice:

    Muchas gracias, Lionel. Tengo un problema con las comas, sí, lo reconozco :). Gracias por tu comentario y me alegra de que te haya gustado!

    Escrito el 8 noviembre 2015 a las 13:10

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