Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Ausencia dolorosa - por José M Quintero.

El autor/a de este texto es menor de edad

—Gracias por venir —dijo Luisa por última vez esa noche.
Había sido un día largo, lleno de personas, a las cuales no había visto desde hacía tanto, llena de frases como: “Lo siento” o “¿Cómo te sientes?”. Para ese momento estaba agotada.
Se dejó caer en el sillón. Pensando simplemente en cómo sería todo ahora, cómo seguiría adelante sin su esposo. Desde la cocina escuchó los pasos de su hija y nietos venir, así que alisó las arrugas de su vestido negro, acomodó un poco su sedoso cabello blanco e intentó reprimir las lágrimas que amenazaban con brotar, pareciendo así lo más natural que podía.
Su hija, Ester, tenía una taza de café en sus manos, se la extendió y ella la tomó dándole un sorbo. Al lado estaban sus nietos, Roberto y Elisa, ninguno decía nada. Ella no podía imaginar como se sentían en ese momento, ni tampoco saber si era peor a lo que ella estaba sintiendo.
—Voy a acostar a los niños —Anunció Ester.
Ella asintió.
—Abuela, ¿puedes contarnos de nuevo la historia de como el abuelo te propuso matrimonio? —Pidió Elisa, justó antes de que su madre emprendiera la caminata a la habitación.
—Mejor otro día, la abuela está cansada.
—No, claro que se la puedo contar —respondió ella. Sonriendo.
Los niños emocionados se sentaron en el suelo, justo frente a ella. Mientras que su hija, se sentó en uno de los respaldo del sillón, al lado de ella. Aclaró su garganta .
—Fue en 1979, yo tenía 25 en ese momento, era una bailarina en ascenso mientras que su abuelo tenía dos pies izquierdos —Sonrió ante el recuerdo—. Nos habíamos conocido un año atrás, en una fiesta y desde ese momento nos enamoramos, bueno aunque él no me lo dijo al comienzo. Era un poco tímido —Se detuvo de nuevo, pero está vez por el impacto de la palabra “era”, era muy extraño hablar de él en pasado.
Se recompuso y continuó.
—Un día recibí una carta, una amiga me la trajo y me dijo que era de él. Fui directo a mi habitación y la abrí, cual fue mi sorpresa; el sobre estaba vacío. Me confundí por un momento, pero luego noté que en el mismo sobre estaba escrita una dirección. Así que tomé mi abrigo y fui allí.
»Era diciembre y hacía mucho frio, la dirección correspondía al estudio que me había contratado para bailar en el musical El cascanueces, que se estrenaría dos semanas después. Él estaba en un salón de baile, estaba todo decorado con globos y flores alrededor, justo cuando entré empezó a sonar una canción, una de mis favoritas en ese momento. Bailamos, solo eso, no nos dijimos nada, solo bailamos por alrededor de una hora, una canción y otra y otra. Cuando la música se detuvo le pregunté a que se debía todo eso Y él, simplemente lo hizo, se arrodilló y me hizo la pregunta que muchas mujeres esperan por años. De inmediato respondí que sí, se levantó y me puso el anillo.
Los niños sonreían cuando ella finalizó. Elisa tenía los ojos cerrados y se preguntó si estaría imaginándose todo lo que ella estaba contando. Su hija también sonreía, había escuchado esa historia una y otra vez desde que tenía dos años, pero nunca se cansaba de ella.
Fue un momento en el que el silencio predominó, primero por la historia, pero luego por la ausencia de uno de los seres más queridos por todos ellos.
—Bueno, ahora sí, a la cama —dijo Ester. Rompiendo ese silencio.
Los niños no la desobedecieron, se levantaron rápidamente y sin decir nada se fueron a su habitación, aún con una sonrisa en los labios. Seguidos por su madre.
Ella, al quedar sola, se levantó, se puso su abrigó y fue por su auto. Manejó hasta el centro de la ciudad, a un pequeño estudio, dentro de él estaba un pequeño salón que era muy especial para ella. Entró en él y todo el recuerdo de ese día regresó a su mente. No pudo evitar sonreír cuando vio una foto de ellos dos, de ese mismo día, colgada en la pared.
Tomó la foto, unas pequeñas lágrimas brotaron de sus ojos y terminaron en el cristal.
—Puede llevársela, si eso desea —Le dijo el encargado del estudio.
—Gracias —dijo, metiendo la foto en su cartera.
Una vez más, miró alrededor del salón. ¿Que pasaría ahora? No lo sabía. Solo podía esperar era que el dolor, poco a poco, disminuyera.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

11 comentarios

  1. Bonita historia de un amor y la desaparición de uno de ellos y toda la tristeza que encierra.
    Deberías revisar la puntuación y algunas cosillas como por ejemplo si es la abuela la que está contando la historia que hable de vuestro abuelo, en lugar de decir “su abuelo tenía dos pies izquierdos”,
    Deberías vigilar con los artículos que utilizas por ejemplo “fui directo a mi habitación ..” es la abuela la que va a la habitación por tanto sería correcto decir “directa”.
    Enternecedora historia.
    Un saludo

    Escrito el 31 octubre 2015 a las 18:36
  2. 2. marazul dice:

    Hola José
    Ya he leído mas relatos tuyos y siempre me llama la atención la gran sensibilidad que tienes. Como eres tan joven estoy segura de que con el tiempo irás puliendo esas pequeñas faltas de puntuación y alguna otra. Lo importante es transmitir. Lo demás se puede aprender.
    En tu relato hay algo muy real y que yo misma vivo entre los míos: ese interés de los jóvenes por las historias familiares. No dejes de escribir.
    Un abrazo. Marazul

    Escrito el 31 octubre 2015 a las 22:10
  3. 3. KMarce dice:

    Saludos JMQuintero:

    Entre tantos este mes, se me ha hecho díficil localizarlos a todos, hasta que leí el consejo de Marcelo, ctrl+f para localizar por nombre o número.

    Quiero empezar con lo de siempre, las mejoras:
    Puntuación, lee siempre en voz alta. Si puedes trata de leer con otra puntuación, por ejemplo: “Ella, salió al patio” o “Ella salió al patio”, a veces hacer énfasis solo detiene la acción, y está es más importante que el sujeto.
    Guiones de diálogo: Tienes la explicación de la abuela, con una narrativa de su recuerdo, y luego ella continúa con su relato. Los guiones indican que hay una persona en diálogo, al ver otro en apertura, crees que es otr persona. Así que cuando es la misma persona que continúa hablando, no abrás un nuevo guión continúa su charla después de la narrativa.
    Si no te agrada porque el párrafo se ve muy largo, puedes usar una nueva línea de diálogo, pero sustituir el guión por el » este signo significa que es la misma persona que sigue hablando. A mí en lo partícular no me gusta, así que empleo a otra persona que “interrumpe”, en este caso podrían ser los nietos con un:
    —Continúa abuela —dijeron al unísono los niños.
    —Un día recibí una carta, —continúo reponiendose de su recuerdo…
    Usaste las comillas españolas en el relato, pero se supone que ella habla, por lo tanto, no se usan. Estas son para que el lector se ubique acerca de un recuerdo o tiempo fuera del presente de la historia.
    La edad de ella, va en letras. Los numeros recuerda, se usan solo: direcciones (221 Baker Street), fechas,(31 de octubre), números díficil de escribir (la distancia de la tierra al sol es de 96,960.000millas de distancia)y los que no permiten ser cambiados a números (10,000 Leguas de viaje submarino, un revolver .45, temperatura actual 28°C)
    Discrepo respetuosamente con Conxita, porque creo que tu eres latinoamericano, por ello usaste el “SU” abuelo, y no el “vuestro” ya que nuestra región no utiliza este vocablo. Yo no le pediría a un argentino, que cambie un “vos”, por un tú, o el Usted. Es parte de nuestra lengua y la RAE lo acepta, aunque sea como americanismo. De hecho en mi pais, se usa el vos, el tú y el usted. Pero solo los españoles locales usan el vosotros (ustedes).
    Y tengo duda sobre si será “directa”, o “directo”, así que me encantaría una explicación más extendida.

    Contenido: Un tema muy tremendo, la pérdida siempre es algo muy tremendo para aquellos que han amado a esa persona. Y desde las primeras líneas pude sentir esa “ausencia”, hasta se me mojaron los ojos, cuando leí: “como seguiría adelante sin su esposo”, ese seguir adelante, es muy duro. Mi experiencia de la pérdida de mi madre hace quince meses, es algo que solo quien lo vive, lo sabe. Por ello ese final, me hizo recordarme a mí misma, se espera que cada día duela menos, y tal como hizo ella, empezó a sustituir su dolor por los hermosos recuerdos, esos que siempre nos harán quizá sacar un par de lágrimas, pero también sonreir.

    Me ha gustado, esa unidad familiar, ese abuelo amado por la esposa, la hija y los nietos. Y esa historia será contada tantas veces, porque ellos quieren oirla, comprobable con la hija. Me ha gustado esto.

    Te felicito por esa sensibilidad, lo dije en el comentario a Brenda, que es tambien menor de edad. Ustedes los jóvenes son inocentes en una medida, son reveldes, pero todo lo sienten con mucha pasión. Procura no perderlo mientras creces… Me ha encantado la historia.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 1 noviembre 2015 a las 06:25
  4. 4. Cesar A Martín dice:

    Hola José, una historia muy emotiva, nos transmites la pena y la nostalgia de la abuela de forma muy vivida, además vas vistiendo el relato con detalles muy concretos que añaden verosimilitud. Buen trabajo y a seguir creciendo.
    Un saludo

    Escrito el 1 noviembre 2015 a las 11:33
  5. 5. L.M.Mateo dice:

    Hola José,
    ¿qué decirte que no te hayan dicho ya los demás en el aspecto formal?
    Los compañeros ya te han apuntado los guiones y la puntuación.
    “El cascanueces” deberías entrecomillarlo, ya que hace referencia a una obra. No sé si en la versión original del texto lo tenías en cursiva (que es lo correcto), pero después de haber participado por primera vez en el taller he descubierto que no se pueden poner cursivas aquí, así que nos queda la fácil solución de las comillas simples.
    ” por el impacto de la palabra “era”, era muy extraño hablar de él en pasado.” Para no repetir “era” inmediatamente, se puede sustituir por un “se le hacía muy extraño”, o cualquier otra fórmula con la que te sientas cómodo.
    “Solo podía esperar era que el dolor, poco a poco, disminuyera”. Vuelvo a tener problemas con el “era”. Está de más, no aporta nada y te estropea un poco esa bonita frase final. “Solo podía esperar que el dolor, poco a poco, disminuyera”.
    Cuidado con los “se”. Los repites muy a menudo. Intenta cambiarlos por algo menos recurrido y verás que prosa tan fantástica tienes. Porque la tienes.
    Yo también disiento con la opinión de Conxita con respecto al uso del “su” en la frase que te ha marcado. En toda Latinoamérica es lo normal, y aunque ha caído en desuso, en España también lo era hasta hace menos de 40 años, especialmente si hablábamos de nuestros abuelos. Pero sí que coincido con ella en que has tenido un ‘lapsus’ al escribir “directo” y no “directa”. Supongo que también eres de los que intercambian su propia piel con la de sus protagonistas.
    Esos pequeños detalles, los irás corrigiendo y puliendo tú mismo con la experiencia y la práctica.
    Veo que para lo joven que eres, dominas muy bien la imagen y la transmisión de sentimientos. No es fácil expresar ciertos tipos de dolor cuando somos tan jóvenes. Tienes una sensibilidad especial, José, hablando de un mundo completamente adulto. Por supuesto, la madurez depende de las experiencias que nos haya tocado vivir, pero tú muestras y desarrollas muy bien los elementos del mundo adulto, la calidez familiar, y el amor que algunos consiguen conservar de por vida.
    No dejes de escribir nunca, porque si con tu edad nos has regalado semejante texto, no quiero perderme con lo que puedas deleitarnos dentro de 20 años.
    Un abrazo, y hasta el próximo taller.

    Escrito el 1 noviembre 2015 a las 17:15
  6. 6. José Torma dice:

    Que tal Tocayo. Yo te sugeriria que ya no pusieras que eres menor de edad. ¿Sabes porque?, porque eres grande en la manera de transmitir tus ideas. Yo tengo tiempo leyendote y tienes un estilo, cadencia que me gustan. Este es un relato sencillo, lleno de emotividad. Esta semana supe de la muerte de tres padres de tres diferentes amigos, asi que me pego cerquita al corazon.

    En lo formal no te dire nada, porque creo que te lo han dicho. Yo como lector te digo que disfrute de tu relato y me agrada ver que no soy el unico sensible en el grupo jaja.

    Un abrazo y pa’delante!

    FElicidades

    Escrito el 2 noviembre 2015 a las 02:48
  7. 7. Wolfdux dice:

    Día dos y apenas puedo aportar nada que no se haya dicho. Como bien apunta KMarce, los números en los textos si se pueden evitar mejor que mejor. Por lo demás magnífico, tienes un estilo que me gusta. Felicidades José.

    Escrito el 2 noviembre 2015 a las 13:40
  8. 8. Peter Walley dice:

    Hola José,

    Me ha gustado mucho tu relato, y aunque es verdad que hay unas pocas faltas de puntuación en este caso no son nada demasiado grave. Has contado la historia muy bien y has sabido transmitir los sentimientos de la protagonista, situándonos rápidamente en el contexto adecuado.

    Enhorabuena y sigue así.

    Escrito el 2 noviembre 2015 a las 18:43
  9. Pues si, un relato muy emotivo. Tiene un par de faltas, como ya te señalan en cuanto a algún que otro punto que podría ser coma y una mayúscula que se coló pero no es nada que no pueda arreglarse enseguida.
    Tienes una excelente historia que nos hace reflexionar en el tiempo que nosotros pasamos con nuestros abuelos. ?Sera así en los próximos cien años? Mejor ni pensar en eso, je je.
    Felicitaciones y saludos.
    P.D. Gracias por tu comentario en mi relato.

    Escrito el 5 noviembre 2015 a las 14:25
  10. 10. Kathleen dice:

    Hola José.
    Primero de todo quería felicitarte por el gran trabajo que has hecho. Las frases describen a la perfección los sentimientos de la protagonista, quien se encuentra desolada tras perder a su esposo. Pero aun asi, mantiene la entereza y es capaz de contarles a sus nietos la pedida de mano, como otras veces.
    Has conseguido emocionarme y no sabes cuanto te lo agradezco.
    Espero volver a leerte, porque para mi es un verdadero placer.
    Saludos.

    Escrito el 18 noviembre 2015 a las 13:37
  11. 11. Leonardo Ossa dice:

    Hola José, una historia con mucho sentimiento. Lo expresas muy bien. Ya te han señalado algunas pequeñas correcciones que a mí también me sirven para revisar mis creaciones y aprender.
    Un saludo.

    Escrito el 20 noviembre 2015 a las 03:13

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.