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Te extraño - por Karen Katina
Web: http://fuertesconvicciones.wordpress.com
—Jerry… te extraño… Jerry………ven por favor.
En cuanto reconocí la voz desperté. El corazón me palpitaba y un sudor frio de inmediato se apodero de mi cuerpo ¡no podía ser! Era Amanda. Mi esposa que murió hace cuatro semanas.
Una vez salí del estupor revise el registro de llamadas “última llamada, 3:30 a.m., número desconocido” ¡Dios! ¿Qué clase de broma era esta?
Sabía que conciliar el sueño nuevamente me resultaría imposible, sufría de insomnio, había estado deprimido desde su muerte, me negaba a recibir visitas, la casa era un desastre. Incluso rechace la oferta de mi madre de traer un guía espiritual que me ayudara. Aun temblaba un poco de la impresión causada por escuchar la voz de mi mujer. ¿Acaso me estaré volviendo loco? ¿Es posible que me esté aferrando a su recuerdo, que hasta creo oír su voz?
Luego de una semana de duelo volví a mi rutina: me levanto, voy al trabajo, ceno cualquier cosa en la calle, por la noche vuelvo a casa, y me voy a la cama. Como un zombi. No había ocurrido nada fuera de mi rutina, hasta esa llamada.
Tres noches después del suceso con la llamada; conducía de vuelta a casa, de pronto sentí un aire frio que golpeo mi nuca.
—Jerry —. Escuche decir, era la voz de Amanda.
Casi vuelco en el auto cuando mire, era Amanda, en el asiento trasero, estaba pálida y con la ropa con la que fue enterrada, de pronto, estiró el brazo y me estaba entregando un sobre, como una carta.
Recupere el control y detuve el auto. A continuación cerré los ojos tratando de desterrar la visión que acaba de tener. Finalmente decidí abrir los ojos y mirar de nuevo el asiento trasero. Se había ido, sin embargo el sobre estaba allí.
Tan pronto llegue a casa puse el sobre en la mesa. Llevaba escrito con letra cursiva “Annie Farhood”. Lo abrí cuidadosamente, pero, por dentro el sobre estaba vacío.
Picado por la curiosidad, digite el nombre en el sobre en el buscador de internet. El primer resultado era un obituario. El segundo resultado era una noticia:
“Mujer muere en extrañas circunstancias. La policía cree que se trata de un suicidio.
—La señora Farhood, fue hallada dentro de un armario cerca de la cocina, se presume que dejo la llave del gas abierta y en un espacio tan reducido la concentración de gas fue mortal —asevero, el agente a cargo del caso.
El hermano de la señora Farhood, quien, estuvo presente en el momento del levantamiento del cadáver dijo que la expresión en el rostro de su hermana era de auténtico horror, como si hubiese visto alguna clase de espanto, también asegura que días antes su hermana le comento sentirse acosada por el ‘espíritu’ de su difunto esposo”.
Una vez terminado de leer el artículo, quede totalmente confundido ¿acaso quería Amanda decirme algo con la historia de esa tal Annie?
Un ruido en la cocina llamo mi atención, cuando entre, encontré la cafetera puesta ¿pero… cómo? No he usado la cocina desde que mi esposa murió, he estado comiendo por fuera incluso hasta el desayuno.
—Cariño, te necesito, ven por favor — la voz venía de la habitación.
— ¿Amanda? —llamé en cuanto me asome a la puerta
—Estoy en el baño, Jerry.
Diario local.
“Hombre fue encontrado muerto en la tina del baño de su casa. Familiares y allegados creen que fue un caso de suicidio.
—Jerry llevaba algún tiempo deprimido, no pudo superar la ausencia de su esposa que murió tan solo unas semanas atrás —declaro para la prensa, su madre, quien fue la que halló el cadáver. “
Hola compañeros:
Me alegro de estar nuevamente en esta taller luego de las vacaciones.
Gracias a mis comentaristas realice correcciones al texto y lo publique en mi blog, por lo tanto les invito a pasar po alli también.
¡Hola karen Katina! Qué bueno leerte… Gracias por el comentario en mi relato. Me gusta el tuyo, se entiende es muy fluído. Lo que si debo decirte que faltan muchas tildes y así la lectura se hace un poquitín lenta. Me imagino que los comentaristas de tu relato te lo han dejado saber. Algunas palabras que te faltan también por ejemplo “Una vez salí del estupor…” debería ser: Una vez que salí del estupor o una vez salido del estupor… Una historia extraña, pero que conecta y el final, un tanto previsible, pero bueno. Me gustaría saber la dirección de tu blog.
Saludos.
Saludos Karen Katina:
Gracias por pasar por mi relato, muy agradecida con tu comentario.
Me gusta opinar primero sobre la forma. No sé que te comentaron anónimamente; así que disculpa si digo lo mismo.
Lo primero que se nota durante la lectura, es la falta de tíldes, los conectores entre palabras y la puntuación empleada.
Para las tíldes, usa el corrector automático. Recuerda que Word trae un diccionario, pero debes fijarte que no te haga una jugarreta como lo hice este mes: Con el echo y hecho. Marcó la palabra, y yo sin leer le pedí el cambio. Pero sobre todo te recomiendo el uso de STILUS, es un corrector no solo ortográfico sino tambien gramátical, es un servicio Online, y te ayudará a encontrar esos conectores que hacen falta.
Los conectores, son esas palabras que a veces no las pronunciamos, pero son de obligación escribirlas. Te marco ésta para que las notes: “una vez QUE salí del estúpor”.
Te recomiendo que leas en voz alta, no con tu memoría, sino siguiendo la puntuación correcta, porque he encontrado que hay comas en donde es preferible no usar, y las obvías en donde deben ir. Puedes pedirle a una persona que te lo lea o usa un lector electrónico. (este no hace trampa :p)
Por la forma en que está escrito, pienso que eres una escritora entusiasta; y ello te hace escribir lo que viene en cáscada a tu mente. Pero te aconsejo que dejes reposar el escrito y cada vez que lo leas (al menos tres veces más, entre pausa y pausa), piensa si esa frase puede ser modificada. No porque existan errores ortográficos, sino de redacción. Te muestro:
“Era Amanda. Mi esposa que murió hace cuatro semanas.” la frase “mi esposa que…” no es natural, “Era mi esposa Amanda, quién murió hace cuatro semanas”.
“A continuacuón cerré los ojos”, Con un simple: “Cerré los ojos, tratando de desterrar…”
Los tiempos verbales, yo lídeo mucho con eso, pero hay que cuidarnos de ese error.
” Luego de una semana de duelo volví a mi rutina: me levanto, voy al trabajo, ceno cualquier cosa en la calle, por la noche vuelvo a casa, y me voy a la cama.” Primero hablas en pasado, luego en presente, luego en pasado.
Ese salto de tiempo, me confundió un poco. Trata de mantener la cronología. Y ese cambio de narrador al final de la historia. No olvides que usaste el recurso de narrador primera persona, el narrador no debería de cambiar. Si buscabas ese final, debió ser usado el narrador onmisciente desde el principio.
Contenido: Siempre me han gustado esas historias de suspenso. El tema o idea que has elegido me ha gustado mucho. Este mes han aparecido relatos hacia este género, como el nuestro. Así que por ello su lectura me fue fácil, deseaba saber en qué iba, como avanzaría y su final. El mismo me resultó predecible, típico del genero. Pero una vez Marcelo K., me dijo; ¿Por qué no darle una vuelta a la tuerca? Después de esa cadena de tétricos suscesos, Jimmy hubiera tomado la decisión de “vivir”, porque la verdad es que para mí, él estaba muerto en vida. Pecado el mío, pero siempre busco finales felices. Claro, tu final, el genero casi lo obliga.
Siempre lo he dicho, las normas y reglas se aprenden, el talento y la creatividad es innata. Creo que puedes aprovechar esas fortalezas, pule las mejoras y tendrás un resultado completo.
Para que otros puedan accesar a tu blog, escribelo en la casilla correspondiente “WEB”, los cookies se encargaran de grabarlo y no tendrás que teclearlo todo el tiempo.
Por el susto, felicidades. ¡Nos leemos!
Despues del estupendo analisis que hizo KMarce, poco tengo para decir. Tan solo que este genero siempre me da un poco de miedo y me hace dormir asustado, je je.
Aun asi, admito que esta bueno el relato. Una historia de terror interesante, que intriga y asusta. Muy bueno.
Felicitaciones y saludos.
Hola Karen, dicen que “La realidad supera la ficción” pues te cuento que tuve un compañero de trabajo que en alguna oportunidad llamó con insistencia a casa de su madre para saludarla, pero luego de insistir en varias oportunidades escuchó la voz en el teléfono de una cuñada que había fallecido recientemente, diciéndole hola. Mi compañero se sorprendió muchísimo y tras intentar confirmar si la voz era real la comunicación se cortó, luego marcó el mismo número con la tecla “redial” en dos oportunidades más y ahí sí contestó la progenitora explicando que recién venía de la tienda. Unos días después, durante un viaje de trabajo mi compañero murió. Siempre me quedó la inquietud por saber si aquella anécdota sería una especie de premonición.
Un saludo.