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El final por un sobre - por Hyo

El sobre estaba vacío
La novela acababa simplemente con esa frase, un punto y la negación del lector a creerse que ese fuera el fin del trepidante viaje. La mayoría de las críticas coincidían que el autor no había sabido explorar bien las posibilidades de tan magnífica historia. Otros estudiosos habían iniciado un profiláctico estudio sobre dicha frase, sus léxico, su estructura y los significados ocultos que esta tuviera. La palabra sobre y vacío son las que resaltan, dicen, es sin lugar a dudas una gran metáfora. El problema era que nadie entendía de dónde diablos venía dicha idea. La gran comunidad de adeptos a la saga cuyo nivel de afiliados había subido en el curioso termino de haters en un número considerable, pedían explicaciones al autor. Un reclamo que acabó llegando a la editorial, a Don Manuel, el editor jefe encargado del autor del éxito que había ayudado a levantar la compañía.
Así que viéndose en tal aprieto decidió llamar al causante de toda sus preocupaciones.
El autor, Antonio, tardó en ser localizado, después de ver la oleada de odio hacia su persona había huido a la montaña.
La conversación empezó con tono cómico, pero Antonio notó en la distancia el enfado que las palabras del editor desprendían:
– Querido Antonio, me alegro tanto que me hayas cogido por fin la llamada – dijo entre risas.
Antonio río también, pero con un débil hilo de voz. Estaba tan nervioso que las manos le sudaban y el teléfono resbaló. La monumental charla que Don Manuel tardó una hora entera en finalizar. Don Manuel exhausto, cogió aire e hizo la pregunta clave:
– ¿Qué te hecho yo, Antonio? – dijo Don Manuel – Si siempre has sido rarito, pero esto, esta frase, este final… Esto no es lo que yo leí.
– Lo sé, Don Manuel – dijo Antonio – Es que tuve un accidente con los archivos, ya sabe usted, los hijos, los enfados y los ordenadores…
Don Manuel no entendió nada de buenas a primeras, ni se creyó la historia de Antonio, hasta que este le perjuró repetidas veces su inocencia en este asunto. Al parecer, Julia, la hija adolescente de Antonio, había recibido para su cumpleaños un sobre lleno de dinero de su padre, un sobre que prometía estar lleno con la suculenta cantidad de cien euros. La chica, totalmente ilusionada, se había inflado la cabeza de tantas compras, que había señalado un día específico con que gastarse el regalo, el primer día de rebajas. Por cuestiones del destino, Antonio, entró dos días antes del día señalado a la habitación de su hija, el porqué, bueno digamos que Julia era poco higiénica y el hombre, desesperado porque el final de su obra se acercaba, no había podido soportar más el terrible olor que surgía bajo la puerta de la habitación. Entró con equipo de limpieza en mano y empezó a desinfectar toda la estancia. El sobre cayó por casualidad al suelo, escondiéndose bajo un montón de ropa. Medio abierto, el dinero se coló bajo el armario. Antonio dejó el sobre de nuevo en su lugar, pero no vio los dos billetes que se asomaban bajo el mueble. Así se fue, y los días pasaron, cuando Julia fue a buscar su preciado dinero, no lo encontró y se llevó la mayor desilusión de su vida. Sin pensarlo demasiado fue a hablar con su padre, pero este no estaba.
Julia entró a su despacho, vio el ordenador encendido y se acercó con rabia.. Julia con nada más darle una tecla hizo desaparecer del documento que iba a ir a la editorial. Ese documento que su padre envió más tarde a Don Manuel, quien no revisó nada.
– Prepárate un texto de disculpa e invéntate una excusa mejor – dijo Don Manuel –
Antonio asintió varias veces, y colgó sin despedirse.
Lo más extraño de esta historia, fue que a la semana siguiente un gran fan de la saga encontró una equivocada relación del final, con el principio de la obra. Al parecer al protagonista, la ninfa de los bosques, le entregaba la espada junto a un sobre, que nunca llegó a saberse que contenía, simplemente porque Antonio lo olvidó. Fue tal revuelo lo que provocó esto que acabaron surgiendo tantas teorías, algunas tan buenas, que llegaron a superar la idea original de la obra.
Todo dio como resultado a que el sobre vacío se quedase ahí, como última frase inmemorable, siendo un sobre vacío en una historia con un final quizás más vacío aún.

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4 comentarios

  1. 1. L.M.Mateo dice:

    Hola Hyo,

    el texto tienen una gran idea, una historia bastante simple que le puede suceder a cualquiera: alguien comete un error, y el otro, en un arrebato de rabia, da donde más duele. Sin embargo, me parece poco o nada creíble que el editor no haya revisado el texto final, o que no lo haya hecho ninguno de sus empleados. Me gusta como resuelves el final, la fan que ve más allá de lo que la novela contiene, y le da una nueva contextualización a la obra.
    Respeto al aspecto formal, la puntuación hace que algunos momentos se vuelvan confusos, poniendo comas en lugares de puntos y viceversa, o empleando coma en lugar de punto y coma. Por ejemplo: “El autor, Antonio, tardó en ser localizado, después de ver la oleada de odio hacia su persona había huido a la montaña”. La frase queda excesivamente precipitada, provocando confusión. Creo que la siguiente puntuación, clarificaría el texto: “El autor, Antonio, tardó en ser localizado. Después de ver la oleada de odio hacia su persona, había huido a la montaña”.
    En el diálogo, se debería haber empleado el guión largo, y hay algún pequeño error de forma en su transcripción. La entrada que nos han dejado este mes en Literautas, ayuda bastante a clarificar estos puntos.
    La palabra “término” (“había subido en el curioso termino de haters “), debe ir acentuada en este caso, para distinguirla del presente de indicativo del verbo “terminar” (yo termino).
    En definitiva, me gusta la idea, la historia es original, pero necesita un poquito más de trabajo, sobre todo en lo que a la forma se refiere, para facilitar la lectura.
    Espero haberte servido de ayuda en algo, y volver a leerte en el próximo taller.
    Un saludo.

    Escrito el 30 octubre 2015 a las 17:56
  2. 2. beba dice:

    Hola: Tu relato me resultó muy ingenioso; pone de manifiesto, tal vez sin que esa sea la prioridad, lo caprichoso de la fama del escritor. Me gustó la historia; se mueve en varios planos, y en todos resulta dinámica y original.
    Si me permites, te hago algunas observaciones, con trozos que he pegado y corregido de tu cuento:
    -coincidían EN que
    -son las que resaltan-dicen.
    ¿profiláctico estudio?; tal vez convenga cambiar por “sesudo”, “profundo”; no creo que te refieras a algo relativo a la higiene y la salud.
    Procura que las oraciones “no se peguen entre sí”; usa punto y seguido o punto y coma.
    Repites Julia, en dos oraciones seguidas; cambia una por un sujeto táciot, o un pronombre impersonal: se dirigió…

    Escrito el 31 octubre 2015 a las 02:52
  3. 3. beba dice:

    Corté sin despedirme. Mil disculpas; mucha suerte.

    Escrito el 31 octubre 2015 a las 02:54
  4. 4. Yago66 dice:

    Hola, lo primero disculparme por la tardanza de mi comentario.
    La idea sobre la que gira todo, me gusta, ya que la vida, nos depara situaciones como está sencillas que pueden trastocar los acontecimientos venideros en múltiples ocasiones. Coincido con el compañero que parece un poco raro que se le pueda colar al editor el manuscrito sin revisar, pero no es imposible, encuentro algunos fallos de puntuación y alguno de concordancia que achaco a la premura con que a veces queremos lanzar el escrito, (a mí me pasa). La historia tiene buen ritmo y el tono es el adecuado.
    Me ha gustado mucho como el fan ha resuelto el enigma y le da una interpretación más allá del autor, que hace que el protagonista “salve los muebles”.
    Encantado de leerte, un saludo.

    Escrito el 5 noviembre 2015 a las 13:46

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