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La desaparición de Clara - por Miranda
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Beltrán entro en la casa, le sorprendió que todo estuviera oscuro.
Sabía que Clara no soportaba la oscuridad; siempre tenía encendidas las lámparas de los pasillos y las de los rincones del salón.
Ella decía que para dar ambiente, pero él sabía que era debido a su fobia.
Supuso, que no estaría en casa, aunque le extrañó. No le había comentado que tuviera nada previsto y no era el día estipulado de reunión con sus amigas, ni tampoco el de sus clases de baile.
Dejo las llaves en el platillo de la entrada y se dirigió hacia la habitación, mientras intentaba contactar con Clara.
–el número marcado, está apagado o fuera de cobertura –contestó la locución del otro lado del teléfono.
Empezó a inquietarse: Clara no estaba en casa, no le había llamado para decirle donde estaría y además no tenía operativo el teléfono. Ninguna de las tres cosas era habitual.
Entró en su habitación para dejar la chaqueta y lo primero que observó encima de la cómoda fue un sobre con su nombre. Lo abrió; el sobre estaba vacío.
¿Qué estaría pasando?
Preso del pánico empezó a abrir los armarios, y cajones, no parecía que faltase nada. Intentó relajarse, “eres un neurótico Clara no tenía ningún motivo para irse de casa” se repetía mentalmente. No habían discutido ni tenían problemas graves, su vida era bastante monótona. Además ¿a dónde iba a irse y porque?
Intentó llamarla otra vez, le contestó la misma locución.
Se dirigió a la cocina. Todo estaba demasiado en orden, tampoco parecía que tuviera nada previsto para cenar. Decidió coger un vaso y unos hielos, se tomaría una copa, para ver si se relajaba.
Entonces sonó el teléfono, era un vecino para contarle la última batalla de la comunidad. Mientras hablaba con él se percató de que la luz de los mensajes en el contestador estaba encendida y decidió escucharlos cuando acabase la conversación. La verdad es que él no tenía la costumbre de escucharlos, al estar Clara todo el día en casa, siempre atendía ella el teléfono y apenas utilizaban el contestador.
……
-De acuerdo Braulio, nos vemos en la reunión del viernes –se despidió de su vecino
Toco la tecla de reproducción del contestador:
–Mensaje para Dª Clara Alfaro: Soy Luisa del Hospital de San Cayetano, ha faltado hoy a su sesión, se la he cambiado para pasado mañana a la misma hora, si no puede asistir por favor comuníquelo
¿Sesión?, ¿De qué sesión hablaba?, ¿A qué iba al Hospital de San Cayetano?, ¿Qué le pasaba a Clara?.
Se le amontonaban las preguntas. Definitivamente iba a tomarse esa copa.
Con paso decidido se dirigió al salón abrió el mueble bar y se sirvió. Tomó un trago largo y respiró hondo
Al darse la vuelta el vaso se le cayó de las manos, la vio en el suelo, el teléfono a su lado caído y con la bateria fuera, se acercó corriendo y empezó a zarandearla mientras la llamaba ¡Clara! ¡Clara! ¿Qué te pasa?
¡Clara! ¡Clara! Repetía de forma compulsiva.
Iba a levantarse para llamar a emergencias y entonces lo vio
Caído a su lado el pastillero se encontraba abierto y vacío, mientras su mano se aferraba a un papel del mismo tono que el sobre que había encontrado en su habitación.
“Querido Beltrán: perdóname, ya no podía más……
Miranda que forma tan sutíl de tomar los cinco dedos de mi atención y llevarme por una historia muy bien escrita. Desde el principio se delucidaba una tragedia pero me llevaste a ella tan lentamente que al final hasta me pareció natural. Excelso y enhorabuena.
Buen relato, como siempre Miranda…
Esta muy bien hilada la tension, ver que pasa, hasta el final… De todas formas, la frase final me parece que tiene poco gancho, que se pierde la fuerza que si tiene el desenlace como concepto..
El resto, genial…
Nos leemos!!!!
Ay, Miranda, qué final. Jolines. No me lo esperaba. Es un texto muy bien escrito. No dejas q despeguemos los ojos del texto y me has sorprendido mucho con esa tensión casi claustrofobica.
Felicidades!
Un abrazo.
Hola Miranda, tu relato me ha enganchado hasta el final porque consigues crear tensión. El tema que tratas es más común de lo que imaginamos. Dos personas pueden vivir juntas y no enterarse de lo que sienten, de lo que sufren y padecen. Es triste, pero real.
Un buen relato que nos hace pensar.
Saludos.
Marazul
Después de un largo fin de semana, en el que no he tenido acceso a la red, me alegra comprobar que algunos os habéis pasado por aquí en mi ausencia, a pesar de que yo aún no he comentado a nadie. Me pondré las pilas para hacer comentarios. Y seréis los primeros.
Muchas gracias por vuestras amables criticas. Aunque sé que alguna coma se me bailo de sitio, como siempre. Haber cuando consigo dominarlas.
Un saludo
Excelente relato. Me gusta como se maneja la tensión hasta el final haciendo aumentar el interés en el destino de Clara.
Saludos.
Bueno, tienes un buen relato. Muy bien narrado, cuyos personajes me parecen acertados y en si, todo esta bien.
Ahora bien, lo único que te diría es que se te han escapado algunos puntos, algunas comas y algunos acentos, cosas sencillas que se escapan rápido pero que en si, no le quitan merito a tan buen relato.
Felicitaciones y saludos.
Querida Torbellina, me tarde pero llegue. Tu relato es muy bueno, si bien es cierto que se anticipa la tragedia, nos llevas tan despacio que en mi mente albergue la idea de que estuviera en algun hospital siquiatrico.
Tienes una frase que yo utilizaria para describir tu relato.
“Se dirigió a la cocina. Todo estaba demasiado en orden, …”
Creo que te vendria bien un poco de caos para lograr un gancho mas efectivo. Pero bueno, es solo mi opinion de desorganizado jaja
Muchas felicidades, ha salido muy bueno.
Gracias a todos por pasaros por aquí. Este mes ha sido un poco caótico y no he podido disfrutar aún de vuestros relatos. Pero hoy no me iré a dormir hasta comentaros a todos.
Este mes, me está faltando un pepito grillo, que me saque faltas, para corregir antes de subir al blog.
Voy a leeros.
Hola Miranda!
Has dicho algo demasiado amable de mí en un comentario, así que no podía menos que leerte.
Mirá, tenés pasta de escritora de suspenso, de verdad nos enganchas a todos hasta el final y sin pesadeces. Pero acá te aportaría un agregado. Una vuelta de tuerca para complejizar, y que la historia tenga más capas. Qué pasaría si ella no huniera podido más por culpa de él? Eso lo sabríamos al final en retrospectiva, a partir de ciertos indicios de maltrato psicológico. Por ejemplo: “La casa estaba hecha un caos, a pesar de los consejos que él siempre le daba de cómo ordenar. Lo hacía por su bien, aunque ella parecía no comprender. Lo mismo cuando no le contestaba en el celular. Eso solía ponerlo un poco impaciente. Es por tu seguridad, le decía. Si te pasa algo, adónde te voy a buscar? Como ahora…” etc. O sea, dar leves indicios de que el tipo es un control freak. Porque si no, la historia es un poco plana: el tipo llegó y su esposa se habia suicidado. Es como Deus ex machina: es como que ocurre porque sí.
Porque en sí construís bien la trama, el ritmo de suspenso es perfecto. Mi sugerencia para subir al próximo nivel sería intentar dar más volumen a los personajes. Ojalà te sirva, porque creo que tenés talento!
KMarce:
Que razón tienes, me salen los personajes definidos pero planos. En realidad en mi mente son complejos, el problema es que si me dejo llevar por la profundidad no tengo suficiente con las 750 palabras, con las que casi siempre voy justa.
Tengo que trabajar la forma de hacer los personajes más complejos utilizando solo con unas pinceladas, como las que tu acabas de dar.
Gracias por la aportación.
Ahora me pasaré por tu relato.
Hola Miranda,
Primero, agradezco tus amables y acertados comentarios que me ayudaron en la revisión del texto.
Voy con tu relato. Me gustó la sencilla narración y tu habilidad para enganchar la curiosidad del lector manteniendo la tensión hasta ese final inesperado.
Tiene mucha razón Marcelo en que la historia resulta algo plana y el personaje protagonista puede dar más de sì. En mi opinion al escrito le faltó reposo, otra vuelta, con tranquilidad y reflexión para enriquecerlo. La historia lo merece.
Unos apuntes en la forma. Has escrito: “Además ¿A donde iba a irse y porque?” Ojo a ese “porque”, pues debe ser ¿“por qué?. Recuerda, y perdona si solo ha sido un despiste tuyo, el manejo del Por qué; Porqué; Porque
En preguntas: ¿Por qué fuiste a la ciudad?
En respuestas: Porqué necesitaba comprar un vestido.
En narraciones: Nos vamos porque se hace tarde.
No me llames listillo por estas observaciones.
Otra cosa. Me parece que el personaje de Braulio nos es relevante en la historia y te robó espacio. Para llamar la atención sobre la luz encendida de los mensajes en el teléfono, no necesitas a Braulio.
El trabajo es bueno Miranda y, como hasta ahora, nos seguimos leyendo.
Un abrazo