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El Lapiz Magico - por Diego Manresa Bilbao

– Tenía algo especial, desde muy pequeño. Era un lápiz mágico. Le imprimía vida a cualquier cosa que dibujaba.

Eso nos dijo la profesora que le educó, siendo un niño paupérrimo del peor distrito de Kansas City. Sin saberlo, nos dio el título del documental que queríamos rodar. “El lápiz mágico”. No podía haber un mejor nombre, un mejor seudónimo para aquel ser con capacidades sobrehumanas.

Ese mago que, desde la pobreza más extrema, había acabado siendo la persona más importante del Reino; aquel que muchos llamaban Reino de la Ilusión, pero que dependía mucho de a quien se lo preguntaras. Si hablabas con uno de sus “ministros” u oligarcas varios, te daría la razón. En cambio, si hablabas con un trabajador raso, uno de aquellos que se dedicaban a coser las telas de los mandamases o vedettes, o alguno de los que sólo podían dibujar monigotes en sus talleres, dotados de unos lápices que eran cualquier cosa menos mágicos, su opinión sería muy distinta.

Pero era un hombre muy grande. Un Dios en la Tierra. Todo, gracias al poder de un lápiz.

Aquel lápiz que le había acompañado desde niño, desde que impresionó a su maestra en el primer día de escuela. El que le dio toda su fama y poder. Aquel que consiguió dar vida todo tipo de bestias, salvajes y no tan salvajes. Ratones, patos, hordas de cientos de perros, niñas enfrentadas a reinas de desquiciantes lugares, que utilizaban los espejos como armas mortíferas. Enanos, duendes, niños que nunca crecieron, incluso toda la fauna selvática.

Todo gracias a ese lápiz, el que construyó un Imperio.

Un imperio que se extendía por toda la Tierra, nadie en el mundo dejaría de reconocer sus símbolos, como, por ejemplo, su Cuartel General. Ese castillo situado en Orlando, Florida; con ese majestuoso arco encima, justo delante del lago de aguas más azules que existía sobre la faz del planeta. Aquel lugar al que millones de personas iban cada año en peregrinación; previo pago del derecho de admisión, claro está, con la esperanza de poder conocer al Gran Líder, el original poseedor del lápiz mágico. Sin embargo, nadie había podido verle desde hace mucho tiempo, teniendo que conformarse con hacerse fotos con vulgares actores disfrazados de sus siervos más famosos.

Todo gracias a un lápiz. Aquel que, según dicen, le había dado la inmortalidad.

Porque todos los grandes hombres, como él, son objeto de habladurías y leyendas. La suya decía que, cuando la enfermedad le alcanzó, a una edad bastante temprana, y la muerte poco después, fue resucitado por el mismo lápiz que le había dado toda su fama y gloria. Dice la leyenda, que, pese a que todo el mundo le ha dado por muerto, habiendo quedado su Imperio en manos de su hermano, él permanece escondido, hibernando en algún lugar extraordinariamente frío, la mejor forma de curar su enfermedad.

Toda esta historia la generó un simple lápiz, según nos contaba su profesora. Ese lápiz que todo el mundo jura que le acompañó hasta el mismo día de su muerte.

Después de hablar largo y tendido con su maestra de la infancia, la cual no cabía en sí misma por la ilusión de hablar de su alumno más famoso a su avanzadísima edad, mi guionista y yo nos dirigimos a los archivos de la Escuela Municipal de Kansas City para investigar si todas las bondades que la maestra nos había contado acerca de su expediente académico eran verdad.

– Aquí está su ficha, Mike, en la D.
– Verdad. Esta es. Disney, Walt.

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11 comentarios

  1. 1. Paola dice:

    Hola Diego.
    Me ha gustado el relato. Original. Al principio pensé que ibas a hablar de un mago pero poco a poco fui viendo las intenciones.No hay duda de que si alguien tuvo un lápiz mágico fue él, un lápiz que le hizo entender también donde estaba el negocio como reflejas en el relato.
    Nos leemos

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 13:23
  2. 2. Wiccan dice:

    Buenas Diego,
    Un relato muy bonito, la verdad es que no se me había ocurrido el conectar el lápiz con alguien real, y te ha quedado muy bien incluido en la historia. Me pasó algo parecido a Paola, al principio no tienes muy claro si están hablándote de una persona real o no, de hecho si no fuera por el dato de Kansas, estaria convencido de que la historia se refería a un mago con lápiz en lugar de varita, aunque eso es lo que consiguió ser en definitiva Disney.
    El texto está muy bien, el como vas contando todas los datos conectados con la realidad desde una perspectiva que te puede hacer dudar de lo que lees, aunque al releer la historia queda perféctamente clara. Consigues llevar al lector por donde quieres.
    En relación a la forma, me llamó la atención principalmente una cosa, creo que abusas un poco de las comas. Por poner un ejemplo, el párrafo que empieza con “Porque todos los grandes hombres” yo eliminaría al menos las que hay tras las palabras hombre, alcanzó y leyenda (puede que alguna más pero creo que es el ritmo que quieres darle al texto así que no me meto).
    Por lo demás un relato interesante y bien llevado.
    Gracias por compartirlo!

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 18:28
  3. 3. Pikadili dice:

    Madre mía, me ha encantado. El final te deja con una sonrisa de oreja a oreja, y está escrito de una forma impecable. No sé si hay muchas comas, a mi tambien me gusta meterlas, así que si es un fallo fallamos los dos.
    No creo que haya nada mas que criticar (si esto es criticable), como te he dicho me parece impecable tanto la forma como el contenido.
    Enhorabuena y un saludo!

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 16:21
  4. 4. Alma Rural dice:

    Te felicito, Diego, por tu historia. Vas introduciendo datos poco a poco, dosificándolos, de manera que quieres seguir leyendo hasta llegar al final; un final que, a mí por lo menos, sorprende. Jamás pensé que estuvieras hablando del personaje del que hablas.

    Lo dicho, te felicito. Un saludo.

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 20:10
  5. 5. Ratopin Johnson dice:

    Hola Diego,
    Me ha gustado mucho. Y me gusta esa mezcla un poco de géneros. Al principio el tono parece realista. Unos tipos que van a hacer un documental. Después parece que estemos en un relato más fantástico, cuando se empieza a hablar del “mago” y finalmente se vuelve al estilo del principio.
    Había pensado que seguramente era un pintor famoso al que se referían pero la parte que dice ” Aquel que consiguió dar vida todo tipo de bestias, salvajes y no tan salvajes. Ratones, patos, hordas de cientos de perros, niñas enfrentadas a reinas de desquiciantes lugares, que utilizaban los espejos como armas mortíferas. Enanos, duendes, niños que nunca crecieron, incluso toda la fauna selvática” me descolocó un poco.
    Luego aquí caí en quién era: “Un imperio que se extendía por toda la Tierra, nadie en el mundo dejaría de reconocer sus símbolos, como, por ejemplo, su Cuartel General. Ese castillo situado en Orlando, Florida; con ese majestuoso arco encima,…”.
    A pesar de que no me ha pillado de sorpresa el final, me ha gustado mucho, se lee muy bien, rápido y sin perder detalle

    Saludos

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 20:33
  6. 6. Anoide dice:

    Te devuelvo eso de que es un placer leerte, Diego. Todo lo que escribes me encanta, ¿no tienes blog?

    El relato es una maravilla, un tributo fantástico a ese hombre que tan buenos ratos nos ha hecho pasar. Me gusta cómo has ido describiendo su vida, aportando datos en pequeñas dosis para ir desvelando poco a poco el misterio. Yo caí cuando te referiste a Peter Pan, porque por algo es mi favorito 😛

    Para mi gusto, bien estructurado, ya te digo. También tener en cuenta que, con lo densos que son algunos párrafos, intercalarlos con frases más cortas le da un respiro al texto y facilita la lectura. Y es que me he quedado pegada leyendo; cuando me di cuenta, se había acabado ya. Vamos, que me lo he bebido.

    Por otro lado, yo también he notado el tema de las comas. Y quería mencionarte que detrás de los guiones, no hace falta dejar espacio. El texto va pegado a ellos.

    ¿Puedo decir otra vez que me encanta?

    ¡Un abrazo!

    Escrito el 2 diciembre 2015 a las 02:29
  7. 7. Peter Walley dice:

    Buenas Diego,

    Eres una de mis lecturas fijas y nunca me decepcionas 🙂

    Me ha gustado mucho cómo has ido dosificando la información, y como a muchos al principio pensaba que estabas describiendo a un personaje de ficción. Aunque si el lápiz mágico debe describir a alguien real nadie mejor que Walt Disney.

    También me parece que has hecho un paralelismo al final entre Walt Disney y el mago de Oz, o al menos es la interpretación que le he dado yo (quizás me ha hecho pensar en ello Kansas).

    Enhorabuena, buen relato.

    Escrito el 2 diciembre 2015 a las 19:35
  8. Me gusta el tono pausado del relato y como nos vas soltando poco a poco de quien trata el relato hasta sorprendernos al final. Comence a sospechas de quien trataba cuando mencionas el castillo en Orlando. Fue genial, excelente idea muy bien escrita y pausada. Me encanto.
    Felicitaciones y saludos.

    Escrito el 3 diciembre 2015 a las 18:43
  9. 9. Dan D'Ors dice:

    Hola Diego,
    yo también soy de los que intentan buscarte mes a mes porque tienes una forma particular de escribir que consiguió engancharme desde el primer relato tuyo que leí. =D
    Ahora empecemos con el tajo. En cuanto a la forma, he visto un par de cosas que yo creo que pueden cambiarse/mejorarse…ahora bien, puede que sean cuestión de gustos:
    Falta un “a” en “Aquel que consiguió dar vida a…”
    Definir dentro de los ejemplos de bestias a “niñas enfrentadas a reinas” me parece un poco fuerte xD
    Como la enumeración me gusta, yo lo que cambiaría sería bestias por seres, que además no queda mal con el salvajes y no tan salvajes de después y así ya incluyes a todos, incluso a los niños que nunca crecieron o las princesas que decidieron tomar manzanas a destiempo =P
    No me queda claro si tras su muerte planteas dos opciones (le resucitan o queda hibernando) o planteas una cosa que sigue a la otra (primero le resucitan para después quedarse hibernando, mientras espera a una cura para su enfermedad). No sé cómo cambiar la redacción para aclararlo pero igual se te ocurre como darle una vuelta.
    Por último, relacionado con la hibernación, por cómo lo escribes entiendo que la hibernación es la mejor forma de curar su enfermedad, pero la leyenda que yo conocía decía que estaba hibernando, esperando a encontrar la mejor forma de curar su enfermedad. Si lo que querías poner es lo que he entendido, nada que objetar, si no…pues también hay que darle una vuelta xD
    Ahora de la parte del contenido, yo te he pillado cuando he llegado a las niñas y las reinas, justo después de los cientos de perros y con la mosca detrás de la oreja desde Kansas. Pero da igual, ha sido para mi todo un deleite ir viendo cómo desenvolvías el relato para ir dando pistas poco a poco de la identidad de este “mago” de las finanzas y el entretenimento. Tenía ventaja, lo confieso, no hace muchos años tuve que preparar una biografía del susodicho y soy muy fan de sus películas (a mi edad sigo sin perderme ni una =D).
    Me ha parecido una forma genial de afrontar el relato de este mes; sigues convenciéndome, mes tras mes, de que merece la pena buscarte. Muchas gracias por compartirlo con nosotros y darnos la oportunidad de disfrutar de tu relato. Bueno, en mi caso igual debería poner DISFRUTAR con letras mayúsculas y que ondeen =D
    Un placer leerte, espero que nos leamos muchos talleres más.
    ¡Un saludo!

    Escrito el 4 diciembre 2015 a las 03:42
  10. 10. Pato Menudencio dice:

    Un excelente homenaje a la figura de Walt. Felicitaciones.

    Escrito el 11 diciembre 2015 a las 22:21
  11. 11. Silvyt dice:

    Menos mal que conseguí sacar un huequito para leerte porque es un placer hacerlo.
    Me encanta como introduces el personaje poco a poco, perfecto sin lugar a dudas.
    Solo me queda una pregunta: El señor Disney, ¿Se llamaba Walt o Walter? Siempre me pareció un diminutivo.

    Enhorabuenas, nos vemos en el bosque… Creo 🙁

    Escrito el 13 diciembre 2015 a las 19:41

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