Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

EL LAPIZ MAGICO - por pepe sanchis

Me encontraba en un local, un casino antiguo donde los clientes son socios y tienen siempre su lugar reservado. En el rincón más apartado, pero cerca de una pequeña ventana que ilumina lo justo, se sientan dos hombres en unas butaquitas de esas tan cómodas que cuesta levantarse. Frente a ellos una mesita baja presidida por un enorme cenicero lleno de restos de ceniza y puntas de cigarrillos. Dos vasos largos cuyo contenido no se puede adivinar, en los que solamente son visibles los cubitos de hielo en su interior. A un lado hay un extraño aparato que se asemeja a una grabadora, con una pila de cuartillas y un lapicito que se mueve al ritmo que marcan sus palabras. El tono de voz es suave, melancólico, ni siquiera desde la mesa de al lado se puede escuchar lo que dicen. Es posible que cuando uno habla de “Macondo” el otro responda con un “París”.
Al cabo de mucho tiempo, una camarera tan atenta como silenciosa, se acerca a la mesita y retira los vasos y el cenicero.
Regresa al rincón, pero los hombres han cambiado. Parecen ahora más jóvenes y de diferentes procedencias. También hablan otro idioma. Pero su conversación sigue siendo tranquila y sosegada. Quizás enfaticen más con sus manos lo que quieren decir. Beben y fuman. Uno de ellos parece que dice “Tokio” y el otro le contesta con “Nueva York”.
Al final de la tarde, acompaño a la camarera al rincón que ha quedado vacío y mientras ella retira de nuevo los vasos y el cenicero, tomo en mis manos el extraño aparato grabador, donde el lapicito no ha parado de escribir en los papeles, dejando testimonio de todo lo que allí se ha dicho.
Cuando he llegado a mi casa te he llamado por teléfono contándote esta historia. Si te apetece, puedes venir a mi casa y los leemos juntos. En un rincón de mi salón-comedor tengo una mesita baja y dos butaquitas. Prepararé dos copas. Te espero.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

8 comentarios

  1. 1. Manoli VF dice:

    Absolutamente genial, Pepe! Lo mejor y lo que da sentido a toda esta historia de metaficción es el final, revelador y redondo.

    Felicitaciones!(sospecho que tu casa me quedará un pelín lejos, que si no ya me estoy viendo en esa butaca,jaja)
    consigues implicar al lector y eso es un grado, como poco.

    Un saludo.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 01:29
  2. 2. Manoli VF dice:

    Absolutamente genial, Pepe! Lo que le da el toque perfecto a este relato de metaficción es el final, revelador, redondo.

    felicitaciones! Porque sospecho que tu casa me queda un pelín lejos que si no ya me veo en una de esas butacas que describes, jaja..

    Consigues implicar al lector y eso es un grado, cuando menos.

    Te invito a leer el mío (80)

    Un saludo. Y encantada de leerte.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 01:33
  3. 3. pepe dice:

    Hola Manoli, gracias por tu comentario. Mi casa está en Valencia, si vienes la próxima primavera a la Feria del Libro, por ejemplo, no tienes más que avisar. Te espero.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 09:06
  4. 4. charola dice:

    Jaja te salió muy bueno Pepe… Lástima que tengas solo dos butaquitas, porque si quiero ir me sentaré con Manoli VF y… estoy tan lejos de Valencia. Solo una acotación, al final cuando dices: “puedes venir a mi casa y los leemos juntos”. Creo que como se trata de “la historia” tendría que ser “la leemos juntos”, pero ésta me gustó mucho. Felicitaciones.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 23:32
  5. 5. Pikadili dice:

    Genial! Que historia tan original, muy bueno. Y sin que te haga falta ni una palabra mas!
    Por cierto, creo que tienes que revisar los tiempos verbales, empiezas en pasado, luego pasas al presente, etc.
    Me ha gustado mucho, un saludo!

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 15:55
  6. 6. pepe dice:

    charola, Pikadili, gracias por vuestra lectura. Cuando digo “los leemos juntos” me refiero a los papeles que ha escrito el lapicito. Los tiempos verbales es difícil explicar la historia ha sucedido “esta tarde” y el último párrafo es “esta noche”. Encantado de haberos interesado. Un saludo.

    Escrito el 2 diciembre 2015 a las 13:23
  7. 7. Mª Luisa Pérez dice:

    Muy bueno Pepe. Sugeridor y dentro de tu estilo, con alusiones a voces que cuentan desde los más lejanos sitios y mezclando nuevas tecnologías (grabadora) y clásicos reproductores de palabras (el lápiz). Enhorabuena.

    Escrito el 2 diciembre 2015 a las 21:09
  8. 8. Isolina R dice:

    Hola, Pepe:
    Has tenido una idea maravillosa, pero creo que con el último párrafo la has fastidiado. Te explico por qué pienso así. A lo largo de todo el texto el narrador no se ha dirigido a nadie. Al final habla a un tú, al que, al parecer, le ha contado la historia por teléfono. Y la invitación a que venga a su casa a leer lo que los escritores hablaron en el casino se la hace por un canal unidireccional (el texto escrito) y no aprovechó el canal bidireccional de la conversación telefónica previa. Eso no tiene mucho sentido.
    El otro fallo del texto es el problema con los verbos. Empieza en pasado y salta al presente. Pienso que mejoraría tu relato si desde el principio se hiciera como una conversación telefónica (en pasado la historia de los escritores, en presente la invitación) con un interlocutor al que se le narrara lo sucedido y se le invitara. No deberías hablar del teléfono sino utilizar expresiones lingüísticas concretas de la manera de comunicarse por teléfono.
    Si lo de la conversación telefónica no te parece apropiado para plasmar la magia de lo que presenció el narrador en el casino, puedes optar por hacerle escribir una carta, pero desde el principio tiene que quedar claro que se dirige a un interlocutor. O quitar la invitación del final de un plumazo y contar solo la historia del casino. En ese caso podrías ponerla toda en presente.
    Espero que mis sugerencias te sirvan.
    Saludos.

    Escrito el 11 diciembre 2015 a las 23:19

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.