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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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"El lápiz mágico" - por Luis Ponce

El lunes en la mañana, Wilson, saludó con el maestro Constante al ingresar al aula del segundo grado de la Escuela Juan Montalvo.
El fin de semana había sido inusual. Las preocupaciones de los mayores pueden dañar el tiempo de descanso de los niños. Eso no le parecía justo, pues la niñez —según su padre—, pasa volando.
Ahora volvían a la escuela y todos los problemas quedaban atrás. Además era un niño, y los niños no tienen preocupaciones.
A su lado se sentaba Santiago Garcés. Eran vecinos de domicilio, y compañeros de escuela.
—Niños, saquen una hoja de papel y un lápiz; van a escribir una carta contándome como les fue el fin de semana. Traten de hacerlo con buena letra y cuidando la ortografía. Tienen toda la hora para terminarlo— ordenó el maestro Constante.
Les gustaba escribir y era una buena oportunidad para demostrar lo que habían aprendido. Los veintidós chiquillos, entre murmullos, sacaron lo necesario y se concentraron como si estuvieran haciendo un examen de grado universitario.
Wilson, pensativo, trató de fruncir el ceño que no tenía y mordió un extremo del lápiz, costumbre que había adquirido para reemplazar el chupón que usaba en casa antes de venir a la escuela. Al hacerlo sintió un sabor desconocido en la boca, algo parecido a mermelada de naranja. Lo extrajo de su boca y captó que ese no era su lápiz amarillo de todos los días. Posiblemente su mamá lo había puesto en la mochila y olvidó decírselo.
— ¿Lápiz nuevo? Preguntó Santiago. —Lindo color—.
Recién ahí se percató de que tenía un lápiz diferente a los de todos sus compañeros y se sintió orgulloso de la exclusividad. Era un lápiz tornasoleado que cambiaba de color conforme lo movía. Sonrió para sus adentros, pues su madre le había dado el motivo para ser el centro de atención de la clase, por lo menos en esa mañana.
Aún con la sonrisa en sus labios, algo que extrañó a su maestro, Wilson empezó a escribir:
“Alicia empezaba a estar harta de seguir tanto rato sentada en la orilla, junto a su hermana, sin hacer nada, una o dos veces se había asomado al libro que su hermana estaba leyendo, pero no tenía ilustraciones ni diálogos, “¿y de qué sirve un libro —pensó Alicia— si no tiene ilustraciones ni diálogos?”…
Se detuvo de improviso porque eso no era lo que iba a escribir. Además la letra en el papel no era la suya, era una hermosa letra parecida a la de su madre, una caligrafía admirable. Aquella letra que según su mamá solamente se conseguía con los ejercicios que le obligaba a hacer los fines de semana. —Con esa práctica, algún día tendrás una letra tan bonita como la mía—, decía.
Temeroso, volvió a asentar el lápiz sobre la hoja de papel, y al momento fluían las palabras:
“Así que estaba considerando (como mejor podía, pues el intenso calor la hacía sentirse muy torpe y adormilada) si la delicia de tejer una guirnalda de margaritas la compensaría de la molestia de incorporarse y recoger las flores,…”
…no lo podía creer, sólo con tocar el papel con su nuevo lápiz, surgían las palabras.
Su mamá le había conseguido el mejor lápiz del mundo, inclusive con su propia letra. Sonrió para sus adentros, feliz de tener una mamá que le sorprendía hasta en el mínimo detalle. Esa era la mejor demostración de cuanto lo quería. Pero él la quería más, porque además era la única mamá que tenía. Tenía muchos tíos y muchos primos, pero una sola mamá. La mejor.
Su dubitación atrajo la atención de Santiago, quien enarcando las cejas y abriendo exageradamente sus ojos, inquirió sobre la preocupación del compañero.
Sin cruzar palabra, Wilson con un gesto captó toda la atención del vecino sobre su lápiz, al tiempo que lo ponía en contacto con el papel y el instrumento empezó a desgranar letras sobre la blanca superficie:
…”cuando de pronto un Conejo Blanco de ojos rosados pasó velozmente a su lado.
Nada extraordinario…”
Santiago desorbitó sus ojos, echando su cuerpo hacia atrás en gesto de sorpresa. Seguidamente llevó su mano a la boca para evitar pronunciar una sola palabra.
Extendió a su amigo un segundo lápiz amarillo que llevaba de repuesto en la mochila, al tiempo que con su índice sobre los labios, compartía el secreto de su compañero.
Con la mirada brillante, Wilson empezó a escribir: mi fin de semana fue muy aburrido…

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21 comentarios

  1. 1. Lionel Muñoz dice:

    Destaco algunas fallas:
    “El lunes en la mañana, Wilson, saludó con el maestro Constante…”
    Para mí las comas no son necesarias, quizás la primera sí, pero la segunda no; y me suena raro “saludó con”, para mi sería “se saludó con” o “saludó al”.
    “— ¿Lápiz nuevo? Preguntó Santiago. —Lindo color—.”
    El signo de interrogación de apertura debería estar pegado a la raya de diálogo, y “Preguntó Santiago” entre rayas de diálogo y comenzar en minúscula. La raya de diálogo al final no es necesaria.
    “…tornasoleado…” me parece que se escribe “tornasolado”
    Acá faltarían unas comillas de cierre al final: “Alicia empezaba a estar harta de seguir tanto rato sentada en la orilla, junto a su hermana, sin hacer nada, una o dos veces se había asomado al libro que su hermana estaba leyendo, pero no tenía ilustraciones ni diálogos, “¿y de qué sirve un libro —pensó Alicia— si no tiene ilustraciones ni diálogos?”…
    Esas creo son las fallas más sustanciales que se pueden corregir.
    En cuanto al contenido me parece un relato bueno, sin mucho que destacar; no sorprende, pero tampoco desilusiona.
    Yo escribí sobre un lápiz con propiedades similares. Creo que en muchos relatos se van a repetir.
    Saludos

    Escrito el 29 noviembre 2015 a las 18:49
  2. 2. Paola dice:

    Hola, Luis
    Un relato fresco y simpático con puntos interesantes como el de que tíos tiene muchos pero madre una sola.
    Luego está lo de que los niños consideran la magia del lápiz como un problema que le traerá quebraderos de cabeza al chaval, me parece una idea divertida, no hay como ser uno del montón y no destacar en nada para no llamar la atención.
    Saludos

    Escrito el 29 noviembre 2015 a las 19:22
  3. 3. Alejandro Bon dice:

    Luis, más allá de las posibles trabas de la estructura que ya veo te han corregido. Destaco la situación entre los niños, espontánea, por cierto. Ahí has logrado un ritmo continuado entre los chavales y su situación con el lápiz. Ese detalle, el de tener muchos parientes de todo tipo pero una sola madre es original. Nunca lo había pensado, pero claro, la lógica es más simple cuando eres niño que adulto, y tú has sabido vislumbrar este detalle, como adulto, para representar la ingenuidad de tu personaje niño. Muy bueno! Saludos.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 03:13
  4. 4. Jose Luis dice:

    Hola
    Añado un par de errores a los que ya han apuntado nuestros compañeros
    Eran vecinos de domicilio, y compañeros de escuela———– en esta frase creo que sobra la coma.
    contándome como les fue el fin de semana——– creo que ese como se escribe con tilde: “cómo”
    era una hermosa letra parecida a la de su madre, una caligrafía admirable——— creo que falta la palabra “con” delante de “una caligrafía”.
    —Con esa práctica, algún día tendrás una letra tan bonita como la mía—, decía. ————- en esta frase creo que hay que sustituir las rayas largas por comillas.
    Esa era la mejor demostración de cuanto lo quería ——— me parece que “cuanto” se escribe con tilde: “cuánto”
    En cuanto al relato, es muy bonito, tiene buena relación con “Alicia en el País de las Maravillas”, ¿no? Apuesto a que ese lápiz perteneció a Lewis Carroll.
    Un saludo

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 16:59
  5. 5. Frida dice:

    Hola Luís Ponce. Por un momento he creído que ibas a fusionar la historia del mes pasado con esta, pues anteriormente, al final de tu relato habías hablado de Wilson y Santiago, los muñecos que se guardaban. Me has tenido expectante todo el tiempo y, al igual que Alejandro Bon, coincido en que has sabido captar perfectamente la ingenuidad infantil. Es muy complicado ver el mundo como si fueses niño cuando ya has crecido, pero tú has conseguido hacerlo como si no hubieses tenido más que chascar los dedos, semeja tan espontáneo e ingenuo el relato…

    Me ha encantado el detalle que todo el mundo apunta, de que uno tiene muchos tíos y primos, pero tan solo una madre.

    No he acabado de entender muy bien porqué decide dejar a un lado el lápiz mágico, he tenido la impresión, de que se debe a que ello considera, le privará de los privilegios que su madre siempre le ha dedicado, la atención y el tiempo que le reserva. y es que, siendo un niño prodigio o con un don para la escritura, quizás eso haría que su querida madre se distanciase un poco de él, o al menos eso cree Wilson.

    Te felicito por este relato.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 18:37
  6. 6. A. Pantaleón dice:

    Hola Luis! Me gusta tu relato. Yo también me acordé de Alicia para el mío. Saludos.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 21:02
  7. 7. José Torma dice:

    Que tal Luis.

    En algun comentario lei (tal vez estoy mal), que tienes 70 años. Me gusta el dato, porque el relato esta muy logrado en el tono infantil, con dialogos adecuados. A mi me ha gustado el ritmo y de lo poco que note, ya te lo marcaron; el uso de los guiones en los primeros parrafos.

    Me queda un sabor rico de esa complicidad sin complicaciones que solo logramos con aquellos nuestros primeros amigos.

    Felicidades.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 23:32
  8. 8. charola dice:

    ¡Hola Luis! Me gustó tu relato. Bajo la perspectiva de la niñez me parece que lo has hecho muy bien. Ya te han señalado algunos errores que superar, nada tan grande como tu relato. Felicitaciones. Me gustó.
    Te invito a leer el mío (71)

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 02:51
  9. Buenas, tocayo, me ha sorprendido el giro al cuento infantil, ahora que se cumplen los primeros 150 años del nacimiento de L.Carroll, resulta un merecido homenaje. Enhorabuena por hacernos revivir la maravillosa historia.

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 10:25
  10. 10. Manoli VF dice:

    Hola Luis. Nos has presentado una escena MUY MUY lograda. En lo que a mí respecta me he sentido transportada a esa clase escolar y he compartido el asombro y el orgullo del niño ante tal “regalazo”. Me has hecho reír cuando dices que el pequeño ´piensa que su madre es única no solo por ser una madre sino por el doble detalle de regalarle un lápiz que no solo es mágico sino que “escribe con su letra” me has hecho recordar escenas familiares de mi propia casa con esas libretas de caligrafía, jaja…

    Tampoco comparto y aprovecho tu espacio para decirlo, el hecho de que un relato sea menos interesante por ser previsible cuando puede ser interesante por sí mismo todo el tiempo, y cito aquí grandes ejemplos de escritores incuestionables como Hemingway y Quiroga, el primero con su “El viejo y el mar” y el segundo con su hombre picado por una víbora cuyo desenlace no es nada del otro mundo, y no obstante son obras que se disfrutan “per se”.

    En este caso yo he disfrutado con tu relato, y eso no siempre pasa.

    Un saludo (te invito a leer el mío -80- y darme tu opinión)

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 12:56
  11. 11. Lalaith dice:

    Me ha gustado mucho este relato. He notado algunos fallos que ya te han comentado, así que no insistiré en ello. Me ha parecido original y me gusta cómo describes esa espontaneidad en los niños, primero en Wilson al descubrir las cualidades de su nuevo lápiz y luego en Santiago cuando su amigo se lo muestra. El texto se hace muy ameno hasta el final, enhorabuena.

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 21:40
  12. 12. delaberna dice:

    Hola Luis: ¡siento haber sido tan esquiva! Pero me alegra que tu persistencia haya tenido recompensa. Aquí estoy, disfrutando de tu relato.

    He pasado por tu blog. Me gusta mucho como has continuado la historia . Me siento una privilegiada, porque habiendo leído Tocata y Fuga 2, conozco el eslabón perdido entre el relato de la semana pasada y el de esta.

    (Compis, pasad por el blog de Luis para entender de lo que hablo)

    ¡Ahora sí que me gusta! Iba a decir “ahora sí que me gusta el final”, pero realmente, de final nada… aún no sabemos qué lío hay entre las dimensiones ni a dónde nos va a llevar esto, pero me parece muy divertido que Wilson haya terminado cruzando su universo con el de Lewis Carroll.

    Enhorabuena, y gracias por todo.

    PD: Ya lo han dicho todos, pero la frase de los tíos y la madre es para enmarcar.

    Escrito el 2 diciembre 2015 a las 21:24
  13. 13. Barón Dumas dice:

    Hola, Luis.

    Buen trabajo. Por momentos me he sentido trasladado a esos años en los que también compartía silencios y admiraciones con un gran amigo de colegio. Cuánta añoranza.

    Una duda. No acabé de entender por qué Wilson primero escribe maravillosamente y con caligrafía estupenda y luego lo del finde aburrido. Quizás sea torpeza mía pero esperaba que fuera su compañero el que escribiera eso porque el lápiz prestado no era mágico.

    Nos seguimos leyendo!

    Escrito el 3 diciembre 2015 a las 11:53
  14. Me parece un relato muy mágico, igual al lápiz de la madre de Wilson. Me ha gustado mucho y mas que, como dice José Torma, logras un tono infantil muy natural. Un éxito, en resumen.
    Felicitaciones y saludos.

    Escrito el 3 diciembre 2015 a las 19:16
  15. 15. Vespasiano dice:

    Hola Luis:
    Me ha llamado la atención la palabra “captó” aplicada a “ver”; yo creo que está más en consonancia con “escuchar” (Captar ruidos, intuir algo, percibir).
    También me ha gustado la frase “…trató de fruncir el ceño que no tenía”, haciendo alusión a que no tenía entrecejo, “que no era cejijunto”.
    El giro final y el cambio de lápiz que Santiago le dejó, lo volvió a la triste realidad y entonces escribió: “mi fin de semana fue muy aburrido”.
    Muy imaginativa la historia y me ha llevado hasta mi compañero de pupitre allá por el año 1950.
    Felicidades.

    Escrito el 4 diciembre 2015 a las 00:00
  16. 16. karu dice:

    Hola Luis!!

    Destaco la misma frase que han resaltado los compañeros: que madre solo hay una y es única. Y todavía adquiere más emotividad saliendo de la boca de un niño.

    La historia me ha gustado mucho, pese que al final el amigo le haya ‘quitado’ la fantasía.

    Buen trabajo!!

    Te invito a pasarte por el mío

    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-29/4329

    Un saludo!!

    Escrito el 4 diciembre 2015 a las 13:52
  17. 17. Leonardo Ossa dice:

    Hola Luis, gracias a Literautas mi fin de semana no es como el de Wilson, tu personaje, ya que he tenido la oportunidad de hacer un recorrido e ir comentando algunos escritos que alejan mi aburrición. Tu historia trae a mi mente los días de escuela y las fantasías que me surgían a partir de los juegos escolares.
    Saludos.

    Escrito el 5 diciembre 2015 a las 22:50
  18. 18. Pato Menudencio dice:

    Hola, he llegado al fin de mis vacaciones, por lo que puedo comentar.

    Me ha gustado el relato, he encontrado un par de fallos, en la primera línea algo me chirrió.

    Saludos.

    Escrito el 10 diciembre 2015 a las 21:48
  19. 19. Lagartija dice:

    Hola Luis, lo primero gracias por tu comentario a mi relato. Sobre el tuyo decirte que ¡soy fan nº 1 de Alicia en el país de las maravillas! ya desde la primera línea lo he adivinado y me ha sorprendido muy gratamente. Al margen de alguna que otra erratilla en cuanto a la forma que ya te han señalado por aquí, creo que está contado de una forma atractiva y ágil, y sobre todo la idea es muy original y casa muy bien con el reto propuesto, así que ¡enhorabuena!

    Escrito el 11 diciembre 2015 a las 00:09
  20. 20. KMarce dice:

    Saludos Luis,
    No repetiré lo que los compañeros te han hecho notar como puntos de mejora, todos muy acertados, y son deslices de dedo que nos pasan; pero que es bueno que nos lo hagan ver para darle las correcciones necesarias sobre todo si vas a publicarlo en el blog.

    Como no he notado más de lo que ya te han dicho, al punto siguiente y es el contenido. Siempre me gustan las historias que involucran niños, y si son nenes sencillos, aun más.
    Me ha gustado esa dimensión que ha adquirido el lápiz obligado del mes, y me ha encantado el final… creo que he apreciado tanto esa línea: “Mi fin de semana fue muy aburrido…” y es por eso mismo, porque por ello es que los libros nos encantan tanto, nos sacan de la monotonía y nos llevan a fantasear a una “realidad” alterna, porque hay libros que nos hacen creer que todo aquello es verdad.
    Y es que para mí, vivir sin escribir, es un día desperdiciado; nunca digo aburrido, porque nunca me aburro en la realidad, siempre hay una idea en mi cabeza, o me traigo algo entre las manos, aunque no sea un teclado. Así que esa fase de “creatividad” mágica y la realidad normal, me ha gustado mucho. Te felicito. ¡nos leemos!

    Escrito el 12 diciembre 2015 a las 07:56
  21. 21. Cryssta dice:

    Hola Luis, llego tarde para comentar tu relato pues preferí hacerlo a los compañeros que solo tienen un par de comentarios. Lo bueno es que con el tuyo, como ya está todo dicho, me dedico a disfrutarlo sin más.
    Felicidades y hasta el próximo relato.

    Escrito el 15 diciembre 2015 a las 12:22

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