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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El lápiz mágico - por Wiccan

Lucía colgó el teléfono y entró en la habitación. El niño de siete años la esperaba intrigado encima de la cama.

—Era tu madre, Jaime. Va a retrasarse un poquito así que hoy te acuesto yo.

El pequeño bajó la cabeza, entrecerró los ojos y la miró simulando estar compungido. Lucía lo conocía lo suficiente como para saber que iba a intentar convencerla para quedarse despierto un poco más y, por esta vez, decidió ahorrarse la súplica.

—Vaaaaale, pero solo un rato. —Jaime se incorporó con una sonrisa de oreja a oreja al tiempo que Lucía se sentaba con él y le acariciaba su cabello rizado—. ¿Has hecho tú esos dibujos?—preguntó señalando la pared—. Son muy bonitos.

El muchacho se puso serio y la miró desconfiado, como intentando decidir algo. Por un momento Lucía se preocupó, pero acto seguido Jaime se bajó de la cama, corrió hacia el cajón de la mesilla y sacó un lápiz que enseñó triunfalmente. Lucía esperó paciente mientras el pequeño se acercaba a ella con semblante misterioso.

—Te voy a contar un secreto, Lu. —Ésta se colocó a su altura para seguirle el juego, había conseguido intrigarla—. ¿Sabes lo que es esto? ¿Lo sabes, Lu? —Jaime miró el lápiz abriendo sus ojos castaños y, sin esperar respuesta, exclamó—. Es un lápiz mágico, lo que pinto con él se cumple. —Lucía exageró una exclamación que animó al niño a continuar—. ¿Ves este dibujo? Es de la casa de los abuelos. Lo pinté en clase de la seño Marga y al salir vino a buscarme el abuelo Manuel y nos fuimos a su casa, y cuando hablé con mami y le pedí que me dejase quedarme todo el fin de semana me dejó.¡¡¡Me dejó!!!— Jaime parecía estar reviviendo el momento y casi no tomaba aire mientras hablaba—. Mami dijo que podía quedarme porque había sido muy bueno —terminó con cierto orgullo.
—Caray Jaime, pues si que tuviste suerte. —La niñera estaba disfrutando de la alegría del chiquillo.
—No fue suerte, no me haces caso, fue el lápiz —protestó Jaime con el ceño fruncido, aunque pronto se giró hacia el siguiente boceto—. Este lo hice porque me gustan mucho los aviones. ¡¡¡Son lo mejor!!! El día que lo hice fui a ayudar a mami con sus recados y una amiga de mami me regaló uno. —Corrió a la caja de los juguetes y sacó un avioncito—. ¡Éste! Y jugué con él todo el tiempo. BROOOOOOM.

Jaime daba vueltas por la habitación con el juguete en alto haciendo como si volase. Riendo, Lucía lo observó durante un rato, pero empezaba a ser hora de que durmiese.

— ¿Por qué no me cuentas qué se cumplió con el último dibujo mientras te arropo?

Jaime se metió en la cama y sus brillantes ojos se posaron en la última imagen.

—Ese es el mejor de todos. Son los abuelos Manuel y Carmen, el tío Juan y la tía Mercedes, la prima Rosa y el primo Roberto. Hacía mucho que no los veía pero después de pintarlo vinieron todos. Estuvimos mucho tiempo jugando. ¡Y le gané al primo Roberto a la consola muchas veces!

Y siguió hablando de ese día hasta que le venció el sueño. Para cuando llegó su madre, Lucía estaba tomando un café.

—Espero que Jaime no te haya dado mucho la lata, Lucía. Gracias por quedarte.
—No hay problema Isabel, adoro a tu hijo. Me ha estado hablando de su lápiz mágico— suspiró con añoranza—. ¡Cómo me gustaría volver a ser niña y creer en esas cosas!
—Nunca es demasiado tarde. —Isabel se sentó a su lado y la miró con cariño—. Yo también conozco esa historia. Si Jaime te ha hablado de ella, sabrás que pasó un fin de semana en casa de mis padres porque estuve ingresada en el hospital por culpa de mi ex. —Lucía la miró contrariada—. Te habrá contado también cómo una tarde nos escondimos de él en una tienda y esperamos hasta que llegó la policía, o cómo mi familia tuvo que venir a casa porque sufrí una crisis nerviosa durante el proceso judicial contra él. —Lucía, con ojos llenos de dolor, se había tapado la boca con una mano. Isabel sonrió—. El día que me di cuenta de lo feliz que había sido mi niño en esos momentos tan dramáticos para mí, y cómo justificaba esa alegría, fue el día en que volví a creer en la magia.

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13 comentarios

  1. 1. J.Sfield dice:

    Ufff qué final!!!
    La historia me ha encantado. Conmovedora, vista dese los ojos de Jaime, y escalofriante final con el relato de la Madre. Enhorabuena!!!

    Escrito el 29 noviembre 2015 a las 18:26
  2. 2. Alejandro Bon dice:

    Excelente relato. Cómo lo elaboras y los vas bajando de claro a oscuro. El ambiente que creas entre el niño y niñera es magistral, cómodo y hasta descansa uno al leerlo. El final es terrible. Como padre, ya me gustaría a mi que mis hijos estuvieran ajenos a situaciones que a veces los adultos no sabemos manejar como en este relato tuyo. Felicitaciones!

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 02:55
  3. 3. CARMELILLA dice:

    Hola , sorprendente manera de introducir un maltrato en un relato que comienza de una manera que nada hace presagiar el final. Bien redactado, muy bien expresada la relación entre niñera y niño, los diálogos (que no termino de asimilar la manera correcta de escribirlo, aunque acabaré consiguiéndolo)te sitúan perfectamente en el momento. Sobre el final, estupendo, pero en el relato. La mayoría de las realidades distan mucho de ese final, no obstante, para eso está el escritor para hacer de la realidad, ficción y de la ficción, ¿realidad?
    Buen relato, buena tarde.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 17:25
  4. 4. Paola dice:

    Hola, Wiccan
    Un relato muy bien escrito.
    Lo que más me gusta es que el niño habla como un niño!!
    Dos historias que su imaginación convierte en una. Me recordó “la historia de Pi”.
    He disfrutado leyendo.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 21:16
  5. 5. Ratopin Johnson dice:

    Al final se impone la realidad. Pero que bien nos has llevado a ella, Wiccan. Estaba atontado con el niño y sus palabras y juegos y zas.

    Muy buen relato y muy bien escrito. Sin florituras, pasando de la inocencia del niño a la verdadera historia de las cosas que pasan en esa familia.

    Lo que me ha extrañado un poco es cuando aparece la madre y dice lo que dice. No por el qué dice, sino por el “cómo”. Porque según lo relata ella, el niño es consciente en todo momento de lo que ocurre. Por ejemplo: “Si Jaime te ha hablado de ella, sabrás que pasó un fin de semana en casa de mis padres porque estuve ingresada en el hospital por culpa de mi ex” o “Te habrá contado también cómo una tarde nos escondimos de él en una tienda y esperamos hasta que llegó la policía, o cómo mi familia tuvo que venir a casa porque sufrí una crisis nerviosa durante el proceso judicial contra él.” . Creo que no encaja que la madre intuya que su amiga sabe la verdad, aunque el niño la sepa (que no me queda claro), se supone que la disfraza. Y de hecho, Lucía no tiene ni idea.

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 19:55
  6. 6. Wiccan dice:

    Buenas a todos,
    Ante todo, muchas gracias a los comentaristas anónimos por vuestras opiniones y consejos, la verdad es que es muy útil ver cómo los textos que escribes pueden interpretarse de diferentes formas.
    Gracias J.Sfield, Alejandro, Carmelilla y Paola por vuestros palabras de animo, ahora que ya he comentado los diez relatos siguientes al mío empezaré con los vuestros.
    Gracias también a Ratopin. En cuanto a lo que me indicas, también uno de los comentaristas anónimos me señaló cosas relacionadas con eso. La verdad es que en ningún momento tuve la intención de hacer un relato triste, al contrario, aunque el tema de fondo es terrible mi intención era precisamente reflejar a una mujer liberada de esa situación, por eso puede “jugar” con la niñera, ya que cuando le explica la verdad sabe perfectamente que el niño le ha contado su fantasía, no la cruda realidad que él no conoce. Y sí, en mi idea el niño realmente no fue consciente de la realidad de esas situaciones, por suerte, esfuerzo de su familia, casualidad o “magia”, que es por lo que su madre está más agradecida. Pero es curioso ver que algo que para mi era claro a vosotros como lectores no os lo parece tanto, por eso os agadezco los comentarios, que me hacen ser consciente de que aún hay mucho que pulir para que un texto exprese lo que quieres expresar.
    Por cierto, contesto a uno de mis comentaristas anónimos, soy de España, pero la verdad es que mandé el texto antes del fin de semana en el que hubo los tres casos de violencia de género así que fue un poco coincidencia, dentro de que es un problema real y desgraciadamente habitual.
    Muchas gracias a todos!

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 21:26
  7. 7. Jose Caudeli dice:

    Una pequeña fantasia que trae algo de esperanza dentro de la cruda realidad. Me encanta como deshojas lentamente las capas de lo visible y nos internas en el drama de esa familia. Tu maestro debe ser Chejov.
    Te felicito.

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 23:33
  8. 8. Dan D'Ors dice:

    Hola Wiccan, por fin llego a tu relato, el último de los diez siguientes al mío =D
    Me queda poco más que sumarme a los comentarios que ya te han hecho. Construyes una realidad para el niño donde es completamente ajeno a una situación que, por desgracia, sigue siendo demasiado común. Es encomiable cómo pasas de ese optimismo infantil a un realismo crudo y sin matices. Buen manejo de los diálogos. Impresionante relato.
    ¡Nos leemos!

    Escrito el 2 diciembre 2015 a las 06:26
  9. 9. Diego Manresa Bilbao dice:

    Buen relato Wiccan, sobre todo por como lo hilas con el titulo propuesto!!!!
    Me parece que el final, siendo bueno, esta un poco atropellado, pero la historia es super tierna…
    Nos leemos!!!

    Escrito el 4 diciembre 2015 a las 00:08
  10. 10. Jose Luis dice:

    Hola Wiccan
    En esta frase, quiero decir dentro de ella, tengo una duda:
    “(…)sin esperar respuesta, exclamó—. Es un lápiz mágico (…)”
    La duda es si habría que poner dos puntos en lugar de punto. Ni siquiera yo estoy completamente seguro, la verdad.
    En esta frase: “—Caray Jaime, pues si que tuviste suerte.”, con mayor seguridad puedo decir que ese “si” se escribe con tilde: “sí”.
    En la frase: “—No hay problema Isabel, adoro a tu hijo.”, se te ha escapado una coma que habría que poner detrás de “problema”.
    Tu realista relato, muy bien escrito y redactado, es enternecedor, con un final muy triste, que te lleva a reflexionar sobre uno de los problemas que arrastra esta sociedad en nuestros días: la violencia doméstica. Es algo horrible.
    Gracias por pasarte por mi relato, y gracias por los comentarios que hiciste sobre mi texto, fueron muy acertados.
    Un saludo

    Escrito el 5 diciembre 2015 a las 14:31
  11. 11. A. Pantaleón dice:

    Hola Wiccan!
    Antes que nada darte las gracias por pasarte por mi relato de la escena anterior, decirte que lo pillaste perfectamente y pedirte disculpas por no estar suficientemente atento y utilizar esta vía para darte una respuesta tan a deshora.
    En cuanto a tu relato actual me resulta bastante inquietante. Triste y esperanzado, crudo y poético. Saludos.

    Escrito el 8 diciembre 2015 a las 20:44
  12. 12. Christian Joseph White dice:

    Bonito relato, Wiccan. Con buen ritmo y bien llevado. La trama es muy enternecedora. Felicitaciones por tu trabajo, y a seguir así. Hasta la próxima 😉

    ¡Saludos!

    Escrito el 9 diciembre 2015 a las 00:52
  13. 13. Silvyt dice:

    Bueno, bueno, bueno, Nunca es tarde si la dicha es buena.
    Al fin tengo un hueco, para leer tu relato.
    En verdad el final ha sido menos trágico de lo que esperaba. Ya creía que la madre estaba enferma y que todas las situaciones que describía Jaime eran sesiones de fármacos que tenía la madre, que para ocultarle su dolor, lo dejaba en casa de los abuelos o con la niñera.

    Enhorabuena, final sorprendente, al menos para mí 😉

    Escrito el 13 diciembre 2015 a las 19:27

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