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EL LÁPIZ MÁGICO - por Silvia P.

Laura se levantó a las siete y media, y como cada mañana, corrió a la habitación de su hermano Rodrigo para darle los buenos días. Sabía que Rodrigo nunca le contestaba, y que se revolvía incómodo bajo cualquier contacto, pero ella no cejaba en su empeño de demostrarle a su hermano mayor cuanto lo quería. El día anterior en el colegio, su profesora de dibujo había explicado que a algunas personas les resulta más facil expresar sus sentimientos a través de la escritura o el dibujo, en vez de con palabras. Aquello dió una idea a la pequeña Laura. Quizás si le regalaba un bloc y un lápiz a su hermano, éste podría empezar a comunicarse de nuevo con ella. Así que, esa mañana antes de irse al colegio, decidió dejar sobre la cama de su hermano su propio bloc de dibujo y un lápiz.

Tras unos días sin notar ningún cambio en su hermano, Laura se olvidó del tema . En el colegio estaban preparando una obra de teatro para Navidad, y estaba muy ocupada con los ensayos de la obra y la decoración navideña. Además, Rodrigo seguía en su propio mundo. Durante la enfermedad de su padre, Rodrigo se había ido aislando del mundo progresivamente. Tras la muerte de su progenitor, había dejado de hablar, pasaba el día ensimismado y ni siquiera salía de su cuarto. Laura sabía que no podía hacer nada más que darle cariño. Sus padres le habían explicado desde bien pequeña qué era el autismo y el porqué del comportamiento de su hermano. Aun así, Laura estaba preocupada, ya habían pasado nueve meses y no había signos de mejoría en Rodrigo.

Una semana después de aquella primera mañana, se levantó y corrió a despertar a su hermano como de costumbre. Cuando se acercaba, vió el bloc de notas sobre la cama. El bloc estaba abierto y en sus páginas había un dibujo. En el retrato, Laura miraba al frente, con una ancha sonrisa dibujada en la cara. Su hermano la rodeaba con un brazo mientras la besaba en la sien. Era precioso. Los ojos de la pequeña se llenaron de lágrimas, y sólo en aquel instante, comprendió maravillada el poder mágico que podía esconder un simple lápiz.

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5 comentarios

  1. 1. J.Sfield dice:

    Un relato muy conmovedor. Me ha gustado mucho. Enhorabuena!!!

    Escrito el 29 noviembre 2015 a las 18:42
  2. 2. Ratopin Johnson dice:

    Hola Silvia
    Qué sencillo y qué bonito. Según iba leyendo, iba pensando en el autismo. A lo mejor podía no haberse mencionado explícitamente, y de alguna manera, solo con la historia podía haberse entendido. Pero eso igual requería extenderse, y no tenemos muchas palabras. Es sólo un detalle, el cuento modos me ha gustado mucho. Y esta frase me gusta especialmente “Laura sabía que no podía hacer nada más que darle cariño”

    Saludos

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 22:26
  3. 3. Ratopin Johnson dice:

    Es la hora de la cena y me he comido alguna palabra. En mi comentario #2, quería decir “el cuento de todos modos me ha gustado mucho”

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 22:28
  4. 4. Dan D'Ors dice:

    Hola Silvia,
    un relato sencillo y conmovedor. Poco que añadir salvo que quizá quitaría el “sólo” en “sólo en aquel instante” porque entiendo que se da cuenta en ese momento pero no se le olvida o algo así xD
    Un tema interesante a tratar y muy imaginativo. El punto de vista de la narración desde la hermana pequeña me parece muy acertado.
    Gracias por compartirlo.
    ¡Nos leemos!

    Escrito el 2 diciembre 2015 a las 03:54
  5. 5. Silvia P. dice:

    Muchas gracias a los tres por vuestros comentarios!! Todo ayuda a mejorar y se que se me colaron varias cosillas en la revisión. Me alegra mucho que haya gustado el tema! xD

    Escrito el 7 diciembre 2015 a las 16:21

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