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El lápiz mágico - por lupjs

La magia resultó ser sólo una condición más para entender el futuro. Harry Potter o los libros de fantasía no fueron suficientes, y dejaron de ser un punto importante por dónde empezar a buscar. Las noches pasaron de sueños terroríficos a cosas extraordinarias que sólo podía ver cuando cerraba los ojos, y cuando despertaba con extraño sudor en la frente, resultaba que había estado viajando en sueños ajenos que parecían ser perfectos.

Y todo se volvió a repetir la noche siguiente.

Aventé la almohada lejos de mí y froté mis ojos. No podía soportar entender sucesos de maneras que me dejaban perturbado. Quería huir de todo y encontrar la mayor cantidad de respuestas que sabía que no llegarían a mí como los sueños que tuve esa noche. Dentro de ellos todo fue alegría y sonrisas pintadas, y la historia en donde fui tan sólo el testigo fue tan perfecta en su estructura que pareció obra del mejor escritor. En ese momento no tuve la consciencia plena para explicar lo que pasó después, pero los minutos posteriores llenos de arena y con definición tormentosa, fueron los más largos de mi vida.

Todos los días al despertar recordaba pequeños fragmentos de la escena del hospital que me había sucedido meses atrás, y en mi última noche se volvió un sueño. Fue en el mes de mayo porque había mucho calor que no necesité sábanas y porque dormí por mucho más tiempo. El sueño fue particularmente sereno por la manera de comenzar y terminar. Primero vi por segunda vez el lápiz marrón del hospital. Estaba cortado por la mitad y tenía marcas de mordeduras por dientes fuertes y grandes. Recordaba a quien le pertenecía porque había hablado con esa persona. Era un hombre con ojos pequeños y con cejas muy pobladas. Lo encontré en el elevador y me preguntó que hacía un chico como yo en un hospital. Le dije que iba a mi último chequeo, que el tumor en mi cerebro aparentemente se había ido a otro cuerpo. Él sonrió y me pidió que anotara en las paredes del elevador mis sueños, mis esperanzas. Lo hice. No tomó mucho tiempo para que le devolviera el lápiz y bajara en el piso cinco.

Cuando regresé a casa, algo había cambiado. Me sentía más vivo a pesar de la mala noticia en la oficina del Doctor Matthew, y esa sensación duró hasta que dejé de sentir los latidos de mi corazón. Miré mi futuro brillando en muchos colores y ya no me volvió a preocupar. Lo dejé pasar. Me concentré en los sueños ajenos en los que había estado y cómo ellos se convirtieron en los míos. Los estaba viviendo y sintiendo por primera vez. Me sentía plenamente feliz. Ya no había más preocupaciones sobre la muerte, la vida o el futuro.

Mamá lloró cuando me encontró en mi recámara. Papá estaba trabajando y abandonó la conferencia que estaba dando para sostenerla. Yo los vi desde las nubes, muy arriba en donde por las noches trataban de buscarme. Nunca me encontraron, pero jamás se detuvieron. Yo tampoco dejé de buscar a alguien. El hombre del lápiz estaba aún sobre la tierra y su sonrisa seguía siendo grande. Hablaba con personas que necesitaban algo que estaba perdido, y todos ellos anotaban sus sueños y esperanzas en el lugar donde estuvieran parados. A todos ellos les preocupaba su futuro, y más tarde, quizá años o siglos después, los encontré junto a mí. Todos compartimos nuestras dudas y buscamos entre la multitud al hombre que nos había salvado. Nunca apareció en el cielo porque él no abandonó la tierra. Ese era su lugar hasta que toda la creación terminara.

—¿Sabes por qué cada noche yo entré en sueños de otros y por qué dejé de soñarme? —me preguntó un chico. Él llegó tres años después de mí.

—La respuesta es sencilla. Ese ángel junto a nosotros los mortales sabía que sufríamos y nos pidió que anotáramos todo aquello que queríamos. Debido a ello entramos en sueños ajenos porque eso era lo que queríamos mientras estábamos allá abajo, y esas personas tenían eso que nosotros deseábamos y no paraban de soñarlo, y dime, ¿ellos están aquí ahora? Por supuesto que no. Eso fue tan sólo fue una probadita de lo que nos esperaba aquí.

—¿Crees que fue obra de la magia?

—Magia, fe, destino… hay varias maneras de llamarlo. Tan sólo jamás lo olvides.

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2 comentarios

  1. Hola, me gusta mucho el tono de una esperanza sobrenatural, más allá de lo que las personas pueden entender. Aunque está un poco confuso y en mi opinión le falta protagonismo al lápiz, pero eso es cosa del autor. Te recomiendo que revises la estructura de las oraciones detalladamente, para limpiarlo y darle claridad. Muy bueno, felicidades.

    Veronica Murillo
    http://milyuncuentosdeamor.blogspot.es/

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 00:33
  2. 2. Isolina R dice:

    Hola, lupjs:
    Te confieso que no he entendido el texto. No he logrado pillarle el sentido y eso que lo he leído un montón de veces. Sé que hablas de sueños y magia, pero el protagonismo del lápiz mágico está borroso y no entiendo qué has querido decir con lo de andar en sueños ajenos.
    Te voy a hacer una serie de sugerencias en el plano formal. En cuanto al contenido no puedo decirte nada.
    Procura buscar sinónimos para evitar la reiteración de palabras.
    El verbo “ser” aparece en dieciocho ocasiones, deberías reducirlo a la mitad como mucho. Y el problema es que en alguna oración incluso está dos o tres veces: “Dentro de ellos todo fue alegría y sonrisas pintadas, y la historia en donde fui tan sólo el testigo fue tan…”
    “sueños” y “soñar” también se repite mucho.
    Hay un fragmento del texto en el que tienes cinco veces el verbo “estaba”: “Mamá lloró cuando me encontró en mi recámara. Papá estaba trabajando y abandonó la conferencia que estaba dando para sostenerla. Yo los vi desde las nubes, muy arriba en donde por las noches trataban de buscarme. Nunca me encontraron, pero jamás se detuvieron. Yo tampoco dejé de buscar a alguien. El hombre del lápiz estaba aún sobre la tierra y su sonrisa seguía siendo grande. Hablaba con personas que necesitaban algo que estaba perdido, y todos ellos anotaban sus sueños y esperanzas en el lugar donde estuvieran parados”.
    Tildes mal: “punto importante por dónde” sobra en “donde”, “Recordaba a quien” falta en “quién”, “me preguntó que hacía” falta en “qué”
    Rimas: “viajando en sueños ajenos que parecían ser perfectos”, “Todos los días, al despertar, recordaba pequeños fragmentos de la escena del hospital que me había sucedido meses atrás”, “la manera de comenzar y terminar. Primero vi por segunda vez el lápiz marrón del hospital. Estaba cortado por la mitad”, “. Le dije que iba a mi último chequeo, que el tumor en mi cerebro aparentemente se había ido a otro cuerpo”, “ya no me volvió a preocupar. Lo dejé pasar”, “sabía que sufríamos y nos pidió que anotáramos todo aquello que queríamos”.
    Alguna oración no está bien redactada: “Fue en el mes de mayo porque había mucho calor que no necesité sábanas y porque dormí por mucho más tiempo”. Supongo que debería ser: “Fue en el mes de mayo porque hacía tanto calor que no necesité sábanas y porque dormí por mucho más tiempo”, “Eso fue tan sólo fue una probadita de lo que nos esperaba aquí”, supongo que sobra el primer “fue”.
    Creo que te convendría revisarlo y pulirlo un poco.
    Espero que mis sugerencias te sirvan.
    Ánimo.
    Saludos.

    Escrito el 3 diciembre 2015 a las 21:32

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