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El lápiz mágico - por Iris Herrera de Milano

Web: http://www.gotiasanet.blogspot.com

Alecsi caminaba por la ancha acera pensando en la dificultad que últimamente estaba sintiendo para escribir. Estaba muy preocupado porque todavía no se le había ocurrido nada y pasado mañana tenía que entregar la columna semanal para el blog donde escribía como freelance.
En eso vio la caja tirada en la mitad de la acera y casi de manera instintiva la golpeó con fuerza. Chocó contra la pared de un establecimiento y se abrió. Un paquete de lápices completamente nuevos y una libreta fueron expulsados violentamente. Alecsi se inclinó y recogió todo. No estaba su situación como para descartar una docena de lápices. Los guardó en su morral y continuó caminando.
Unos metros más allá entró a la panadería como todos los días a esa misma hora, pidió su acostumbrado café negro y se sentó. Recordó el paquete de lápices y lo extrajo del morral. Los examinó y observó que eran 6B de buena calidad y que venían con un sacapuntas. Cuestiones de mercadeo. Se alegró de haberlos recogido.
Terminó el café y salió del lugar. Seguía pensando en la dificultad para escribir… Decidió ir a un parque a sentarse, a mirar a la gente que pasaba, a ver si algo interesante le venía a la mente…

Sacó la libreta y uno de los lápices y le afiló la punta.
Estuvo haciendo trazos como que si dibujara y se dio cuenta de que el contacto con el lápiz le resultaba agradable.
Dejó de dibujar y comenzó a escribir en letra cursiva, lo cual le resultaba curioso y algo difícil al principio, porque se había acostumbrado a escribir utilizando el teclado de la computadora.
Sintió el deleite de borrar algunas veces con la goma del lápiz, de marcar los acentos con fuerza y decisión, de mover los dedos de su mano izquierda -era zurdo- de esa manera tan elegante y que de ahí nacieran letras y palabras que narraban algo..

Su pensamiento comenzó a salirse por la punta del lápiz de una manera tan fluida que el objeto parecía tener vida propia.
Alecsi experimentaba el placer de dejar que su cerebro pariera lo que había estado represado por tantas semanas… Era un alivio, en cierta forma similar a una diarrea..

Siguió escribiendo sin parar por una media hora y luego descansó. Se percató de que tenía una abundancia de material creativo que necesitaba utilizar el lápiz para escapar del cuerpo donde había estado prisionero por tantos meses.

Le dolía un poco la mano por la falta de costumbre de usarla para escribir así. Se sobó los dedos cuidadosamente, temiendo causarles alguna molestia. Hizo una pausa para leer lo que había escrito.
Los rasgos de la escritura eran hermosos y elegantes. El contenido estaba expresado de manera bien hilada, armoniosa. El texto tenía sustancia, la gramática y sintaxis eran casi perfectas, lo mismo que la semántica.
Qué satisfacción le producía escribir de esta manera, de un solo tirón y, además, tan interesante y tan correctamente.

¡ Y pensar que una patada a una caja había sido la causa de que encontrara el lápiz mágico que estimuló su imaginación y de que su mano izquierda hiciera el milagro de devolverle el placer de escribir y, sobre todo, de escribir a mano!..

Alecsi estaba profundamente complacido con el escrito.

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2 comentarios

  1. 1. Cryssta dice:

    Iris, tu relato me ha gustado bastante. Pienso que algunas cosas no le van bien a la forma en que está escrito en general. En la frase que empieza “En eso vio la caja…” creo que lo de “en eso” no le va nada bien.
    Asemejas el proceso de creación con un parto lo cual me parece muy adecuado y a continuación con una diarrea, eso queda bastante mal.
    Lo de sobarse los dedos tampoco es muy fino, mejor masajearlos.
    Cambiando esos detalles que quitan belleza al texto puede quedar mucho mejor, piénsatelo a ver qué te parece.
    Un abrazo

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 18:18
  2. 2. Andrés Scribani dice:

    Estoy de acuerdo con Cryssta. Esos detalles que ella te remarca, le restan belleza al texto.

    Ahora, cuando haces la analogía de la diarrea denotas un cambio muy brusco en tu tono, en tu forma de expresarte al lector. Conozco autores (algunos me agradan) que manejan este tipo de tono de una manera cínica, como para causar impacto en quien lee, pero no pareciera ser tu caso. De serlo debes equilibrarlo en el texto en general.

    Saludos.

    Escrito el 3 diciembre 2015 a las 17:05

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