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«El Lápiz Mágico» - por Alonso García-Risso

Web: http://www.garcia-risso.blogspot.com

«El Lápiz Mágico»

—Hola, Raimundo.
—La investigación —dijo, a través del auricular—, se ha complicado.
—Como así, ¡dímelo!
—Luego, ven a San Fernando.
—Bien, así lo haré.

Raimundo, investigaba un juicio del Santo Oficio. El inculpado Severus Artemius, descendiente cátaro, un desconocido del que se sabía poco. La inquisición le perdió el rastro en el Puerto de Palos, en 1744. Se sospechó que se habría dirigido a las colonias del nuevo mundo.

El periplo de Severus y el Lápiz Mágico: Severus desembarcó en Valparaíso en la primavera de 1745, bajo el nombre de Juan Cantillana, proveniente de Valencia. Como única pertenencia portaba un arcón del que no se apartaba. Años después se radicó en San Fernando.
El 27 de Febrero de 2010, un gran sismo (8.8 escala Richter) asoló la zona central de Chile, dañando de consideración la casona en que habitó Juan Cantillana (el enjuiciado Severus), dando lugar al hallazgo de un aposento acondicionado como estudio, que se mantuvo oculto hasta mediado del 2010. Raimundo encontró en ese ‘escondrijo’ numerosos archivos; y, el arcón de Severus. En él halló un estuche con un lápiz del que se aseveraba poseía virtudes propias del Santo Grial. En Montségur, el lápiz habría adquirido capacidades extraordinarias, de mágicas podríamos hablar, al haber estado en contacto con la reliquia sagrada (el Santo Grial).

El lápiz de madera de acacia, tiene una mina de carbón con aleación desconocida. Reconocida sus propiedades, el lápiz adquirió categoría de objeto de culto, de tesoro invaluable. Permitía viajar a regiones y épocas inimaginables. Aunque estos viajes representaban riesgos, algunos osados desechando las advertencias, se atrevieron a la experiencia. Al retornar —los que volvieron—, relataban historias incoherentes de lugares, ciudades y culturas de las cuales, no acertaban situar en el tiempo pasado o futuro; otros —menos afortunados—, no se supo de su suerte corrida.
Raimundo se sumó a los osados y puso a prueba el lápiz; retornó. Conociendo los riesgos que implicaba la experiencia, se armó de la firme resolución de no involucrase, viera lo que viera. Discurrió que ‘esa era la clave’ para no caer en el ‘no retorno’. El involucrarse, concluyó, ataba al viajante al destino espacio-temporal sin permitirle volver. Así me lo hizo saber.
Con todo decidí, también, realizar la prueba impulsado por una gran curiosidad. Tomé el lápiz y me preparé para viajar. Tuve sensación de soledad y semipenumbra envolvente, me zumbaban los oídos.
Humedad, paredes rocosas, una escalinata tallada en la roca, cimientos. De la caja de escalera provenía una luminosidad difusa.

“Es una fortaleza o castillo medieval o algo por el estilo”, pensé. Escuché voces, eran tres soldados apertrechados con cota y malla, adarga y espada. No se sorprendieron de verme, tampoco se negaron a responderme las preguntas que les hice. Así me enteré que nos encontrábamos en Montségur, asentamiento de la Comunidad Cátara, en el sur de Francia. La fecha, Marzo de 1244. La fortaleza estaba bajo el asedio de las fuerzas oscuras del papado, templarios y el Rey de Francia.

Me tomé un tiempo, pues necesita recomponer mis pensamientos:
“El lápiz funciona.
“¿Por qué he venido a este tiempo y lugar?
“¿Qué me une a la Fe Cátara?
“En mis conocimientos se encuentra el 16 de Marzo de 1244…
“Reconozco haber estudiado la causa Cátara, haber sentido profunda simpatía por ella.
“Finalmente, creo haber encontrado la razón y motivo de este viaje.
“No debo sorprenderme; entonces, de la acogida y la comprensión de la lengua”, cavilé.

Resuelto subí la escalinata, llegué a un corredor que me llevó hasta los patios externos. El fragor de la batalla me rodeó por todos lados, los sitiados resistían con denuedo. Los ejércitos asaltantes eran superiores en número y armas. Montségur sucumbiría pronto.
En la madrugada del 16 de Marzo, los invasores doblegaron las defensas. Los sobrevivientes nos replegamos a la Capilla Mayor y escuchamos la arenga del Obispo Guilhabert de Castres. Poseído de insuperable emoción, adherí —incuestionablemente— a la causa cátara, fue una decisión nacida del corazón; una convicción profunda de la que no me conocía poseedor. Fe soterrada, subterránea, que reclamó su sitial en el momento y lugar, oportuno…
“Un llamado de tiempo inmemorial”, me dije, sentencioso.

Con las luces del alba, las huestes siniestras de los poderes terrenales del mal, avivaron las llamas de la gran hoguera; en que seriamos inmolados los últimos defensores de Montségur, que no abjuramos de la Fe Cátara.

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3 comentarios

  1. 1. Fabián dice:

    Un relato original, con un vocabulario muy rico con el que describes imágenes muy claras.
    Ese salto en el tiempo a la época medieval te quedó muy bien.
    Con respecto a la forma hay varios puntos que se podrían revisar:

    •Empezando por las aclaraciones que hace el narrador, utilizando primero paréntesis y luego guiones:
    “…un gran sismo (8.8 escala Richter)…”
    “…Juan Cantillana (el enjuiciado Severus)…”
    “…reliquia sagrada (el Santo Grial)…”
    “Al retornar —los que volvieron—…”
    “…otros —menos afortunados—…”
    Los paréntesis me hacen sentir tonto, encuentro que son aclaraciones innecesarias por que por el contexto se entiende perfectamente el enunciado de cada frase. Ten en cuenta que si tu narrador tiene que hacer aclaraciones de este tipo, rompiendo la narrativa del relato, seguramente será por que no ha sido claro y no se ha hecho entender bien. Ojo, no es el caso, pero si tu crees que necesitas aclarar algo con un paréntesis siempre es mejor leer lo que llevas escrito, y volver a redactar lo que no te convence.

    En el caso de los guiones yo creo que se podrían omitir y utilizar comas comunes y corrientes para hacer esas acotaciones.

    •”…numerosos archivos; y, el arcón de…”
    ¿Por qué encerrar esa pobre “y” entre signos de puntuación? Ahí no hace falta una pausa para respirar, ni es necesario un hiperbatón. Yo quitaría la coma de delante.

    •”Reconocida sus propiedades…”
    Si lo que han reconocido está en plural, entonces “reconocida” también debería de estarlo
    “Reconocidas sus propiedades…”

    •”Aunque estos viajes representaban riesgos, algunos osados desechando las advertencias, se atrevieron a la experiencia….”
    Creo que aquí hay un error de sintaxis:
    “Aunque estos viajes representaban riesgos, algunos osados se atrevieron a la experiencia, desechando las advertencias….”

    •En el párrafo que empieza por:
    “Me tomé un tiempo, pues necesita recomponer mis pensamientos:…”
    No estoy del todo seguro, pero me parece que se pueden hacer dos cosas, o se cierran las comillas en cada punto y aparte, o se escriben todos los pensamientos juntos con punto y seguido y las comillas se cierran al final del párrafo. Creo que estéticamente quedaría mejor la segunda opción, para que no te quede un listado de pensamientos.

    CONTENIDO

    Me encanta el vocabulario que has usado, sobretodo cuando viaja al pasado.
    Pero hay un detalle que me saca un poco de la historia. Si el narrador es el propio protagonista, y acaba de viajar al pasado para encontrarse en medio de un asedio y el inicio de una batalla, ¿cómo es que no está nervioso y asustado?. Incluso es capturado y está apunto de morir, y él tan tranquilo describiendo las escenas con florituras y mucho arte.
    Me faltaría darle un poco de realismo a ese personaje, meterle sangre en vena para que gane en credibilidad.

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 10:31
  2. 2. beba dice:

    Hola, Alonso:
    Tu argumento es atrayente, lleno de intriga y suspenso. Has escrito con buena ortografía y buen nivel de vocabulario. Destaco: buena ortografía.
    Yo adhiero a los comentarios que te ha hecho Fabiásn, y estouy segura de que mejorarán muchísimo tu buen trabajo.

    Escrito el 5 diciembre 2015 a las 02:38
  3. 3. Alonso García-Risso dice:

    Saludos Fabián y beba: Agradezco vuestros comentarios. Los aprecio en mucho porque son un aporte y estímulo.
    Incluyo en estos agradecimientos a aquellos que me comentaron; pues los hicieron con interés, estudio y dedicación sobresaliente. Vuelvo a repetir, para ellos, sus comentarios los considero un aporte y estímulo.

    Gracias a todos.

    Escrito el 11 diciembre 2015 a las 03:39

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