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"El lápiz mágico" - por Elmaga73

Eva acababa de darse cuenta de que se había quedado a solas con su abuela y conmigo. Durante toda la tarde en la casa había reinado el ruido en forma de risas de su hermana y su primo, conversaciones entre sus otras tías y el volumen de la televisión. Pero ahora todo estaba mucho más silencioso. Ella estaba en mis brazos, recién bañada y ya vestida con su pijama. Su expresión fue mudando de la sorpresa a la extrañeza y finalmente al miedo hasta que rompió a llorar tratando de deshacerse de mi abrazo. La dejé en el suelo susurrándole palabras tranquilizadoras, pero nada parecía poder calmarla. Entonces recordé que lo que más le gustaba era jugar con las cosas de su hermana mayor, así que, aprovechando su ausencia, le propuse ir al cuarto de Júlia y jugar un rato antes de dormir. Dejó de llorar y me miró fijamente con la carita surcada de lágrimas, como tratando de decidir si podía fiarse de mí. Finalmente cogió mi mano y me siguió hasta la habitación. Allí reinaba el desorden, los juguetes repartidos por el suelo y la cama, la pequeña mesa que utilizaban para dibujar y pintar esta repleta de papeles y lápices de todos los colores. Eva fue directa a sentarse en la sillita y cogió una hoja en blanco en la que empezó a dibujar. Yo la observaba tratando de adivinar en qué se convertían sus trazos en el papel. Cuando acabó se giró hacia mí y me mostró el resultado de su trabajo. Vi una figura claramente femenina muy delgada y a su lado algo parecido a una máquina de la que salía un tubo que conectaba con la nariz. Abajo, en letras grandes, la palabra “Mamá”. Se me cayó el alma a los pies. Había dibujado a su madre conectada a la máquina de oxígeno que le permitía seguir respirando. Me miró con sus ojos color miel y me dijo que no quería que a su mamá le doliera nada. No supe qué decirle. Recordé que llevaba en el bolso un lápiz con cuentas de colores rodeando la parte más alta. Lo fui a buscar y se lo entregué.

Éste es un lápiz mágico. Cada vez que algo te preocupe o te haga daño, escríbelo con él en un papel y verás como te sientes mucho mejor.

¿De verdad? – me dijo con una mezcla de duda e ilusión en su mirada.

De verdad.

La arropé y le deseé buenas noches al besarla en la frente. Se durmió casi al instante. Había sido un día muy largo para todos.

Mi madre también se había rendido al sueño, así que decidí tumbarme en el sofá a descansar un poco. Sabía que sería incapaz de dormir y que en cualquier momento sonaría el teléfono para darnos la peor noticia posible. A las cinco de la madrugada se produjo la temida llamada. Desperté a mi madre y se lo dije. Nos vestimos tan rápido como pudimos y en cuanto llegó una amiga de la familia para quedarse con Eva salimos a buscar un taxi que nos llevara al hospital. Durante el trayecto apenas hablamos. A ambas nos preocupaba no llegar a tiempo. Cuando por fin entramos en el hospital nos dirigimos a paso rápido a la habitación en la que se encontraba mi hermana. Todavía estaba consciente. Le pregunté cómo había pasado la noche mientras le acariciaba la mano sentada en el borde de la cama. Ella me preguntó por Eva. Quería saber si había sido complicado hacer que se durmiera. Le conté cómo había tenido que ofrecerle dormir en la cama de su hermana para convencerla de que era hora de acostarse. Sonrió y nos dijo que su Eva era muy especial. No tuvo tiempo de más. Se quedó muy quieta durante un instante y se desplomó sobre su almohada. Había caído en coma.

Mi madre y yo nos acercamos aún más a ella. Le acariciábamos la frente y las manos, le decíamos lo mucho que la queríamos y cuánto la íbamos a echar de menos. Nos quedamos a su lado durante las horas en que su corazón aún seguía latiendo a pesar de que ella ya no estaba. Finalmente, pasada la una de la tarde, murió.

En ése terrible instante en que el dolor casi me impedía respirar, deseé poder tener un lápiz mágico de verdad con el que poder cambiar las cosas, poder reescribir el pasado y evitar la pérdida de mi hermana.

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2 comentarios

  1. 1. Elvi dice:

    Tu texto esta lleno de sentimiento , pero lo tienes que hacerlo mas inteligible para las personas que te leen.
    Al final es cuando me entero de que quien la ha cogido en brazos es su tío.
    Hasta el próximo relato.

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 21:58
  2. 2. KMarce dice:

    Saludos ElMaga,

    Creo que es una de tus primeras participaciones, porque no recuerdo tu nombre en retos anteriores, perdona el despiste sino es así. Te comento que existe “el reto Beba”, es leer los siguientes diez relatos después del tuyo, yo lo estoy cumpliendo y por ello llegué al tuyo.

    Me gusta comentar primero las oportunidades de mejora y luego dar mi opinión de lo que me gustó del texto.
    En cuanto a forma, creo que se te olvidaron los guiones en los diálogos, siempre hay que usarlos para indicarle al lector que hay una plática en marcha, recuerda que en es ALT+0151 (—), al copiar y pegar en el formato del taller, el sistema no lo reconoce así que debes marcarlos manualmente.
    El nombre Julia no lleva tílde, por lo demas has cuidado tu ortografía.
    Creo que como dice Elvi, el contenido es dónde recae el meollo de la interpretación del lector. No creo que es un tío, sino una “tía”, pero me desconcertó un poco imaginarme (soy terrible visual) primero a una beba, para pasar a una nena y luego a una niña que no habla, pero sabe escribir; al menos la palabra mamá. Hay oraciones que con un cambio de estructura podrían resultar más claras. Y desde un inicio darle a la nena una edad o una orientación al lector, al igual que su parentesco: “mi sobrina” hubiera bastado.

    Me ha gustado el uso del lápiz, que no tienen ninguna magía, sino solo darle un poco de paz a la niña, adicional que la historia es muy conmovedora viendo el transfondo que dos niñas que han quedado huérfanas. La escena merece que le des una pulida, creo que el potencial de mejorar, es algo que siempre debemos considerar. Ánimo y adelante; te invito a comentar a otros.
    ¡Nos leemos!

    Escrito el 5 diciembre 2015 a las 05:04

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