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El lápiz mágico - por soyunpezazul

Fue lento como el final de un día. Charlie tomó un baño y aceptó la repetición del cuento de la noche anterior. Dejé encendida su luz de noche y bajé a la sala de estar. Aún faltaba media hora para las diez y la niñera no tardaba en llegar. Me miré en el espejo, me arreglé el brillo labial y puse más rubor en las mejillas para resaltarlas. Sarah llegó y me dijo que me veía bellísima. Le hablé de Charlie y luego salí de casa. Conduje hasta llegar a Fries y entré preguntando por la reservación. El camarero me llevó hasta la mesa y me encontré con una botella de champán. La silla de Marcus lucía apagada.

—Si necesita algo, llámeme. —dijo el camarero. Asentí.

Marcus no llegó transcurridos los primeros diez minutos. Había miradas sobre mí, pero yo quería sentir la de él. Mis manos estaban heladas al igual que la punta de mi nariz, y en lo único que podía pensar era en terminar la noche. Me entretuve acomodando las palabras que soltaría cuando la silla frente a mí se moviera.

Saqué mi celular del bolso cuando vibró. Era su mensaje.

“Hay demasiado tráfico así que tomaré el metro.”

Le contesté:

“¿Qué tal la reunión? ¿Te entretuvo bastante que no pudiste salir antes?”

Me decidí abrir la botella de champán cuando su respuesta no llegó. Era obvio que quería evitar el tema porque todas las discusiones y gritos habían sido consecuencias de sus “reuniones” del trabajo, y lo peor era que no me decía si mis pensamientos eran correctos.

“Lydia, es complicado. Si te explico no entenderás o no me creerás.”

Me reí sola y disfruté de mi soledad. Marcus siempre fue un mentiroso y sabía muy bien cómo tomar beneficios de ello. Lo conocí a los diecinueve años, y desde ese entonces mi vida no paró de ser un cambio constante de tragedias y llantos. Charlie llegó a remediar una parte de mi corazón y de mí vida, y la que restaba me tocaba a mí, y lo haría esta noche.

“Estoy bebiendo champán sin ti, Marcus. Creo que empezamos bien.”

Su mensaje de respuesta me dijo que era una inmadura. Dolió, pero aprendí a controlarlo bebiendo más. Le pedí al camarero otra botella. La puse sobre la mesa y miré mi reflejo en ella. ¿Cómo habría sido mi vida sin Marcus? Hubiera terminado la universidad y ahora sería abogada, y quizá también hubiera aprendido lo suficiente como para educar a un hijo. Pero era difícil culpar a Marcus cuando yo era la que había generado todo. No pude evitar enamorarme de él, y cosas ocultas sucedían después del amor, claro estaba.

—¿Ahora vas a evitar mirarme, Lydia?

Allí estaba como lo imaginé. Vestía traje y sus zapatos eran más luminosos que sus ojos. Se sentó y me tendió una sonrisa que me agitó.

—¿Está todo bien contigo esta noche? —preguntó. Su voz fue cínica.

—No me sorprende que llegaras tarde a mi cumpleaños hace dos meses, ¿pero si te atreves a dejarme esperar dos horas en nuestro aniversario?

—Te dije que no lo entenderías.

—¿Cómo quieres que entienda si te cubres con mentiras? —alcé la voz.

Marcus comenzó a irritarse y sacó de su portafolio nuestra acta de matrimonio. Sacudí la cabeza y negué. Quería llorar.

—¿Recuerdas cuando firmamos esto? —dijo.

—Mis manos temblaban porque no sabía si la decisión sería buena.

—suspiré—. Las tuyas no lo hicieron.

—Y dime con qué lo firmaste, Lydia.

—Con mi lápiz de la suerte. El que tú recogiste cuando se me cayó al suelo esa vez cuando llegué al país y estaba perdida. Me ayudaste a llegar al campus y yo anoté tu número con ese mismo lápiz.

—¿Y qué pasó después?

—Me casé contigo. —dije, y después hice una pausa—. ¿Y sabes qué pasará ahora?

Tomé la cuenta por ambas botellas de champán. Escribí y firmé lo que terminaría con la pesadilla. Marcus se tambaleó y dudó por primera vez en su vida.

—Esto se acabó. Sé que no será fácil quedarme con Charlie, pero con mi semestre en leyes supongo que lo puedo resolver. Adiós, Marcus. —me puse de pie y miré sus lindos ojos por última vez. Los guardé en mi corazón.

Lo último que alcancé escucharle decir fue: “¿Por qué te vistes así para salir de mi vida, Lydia?” Y yo respondí: "Porque con este vestido carmesí, labios pintados y mejillas rosadas, te conocí."

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3 comentarios

  1. 1. Frida dice:

    Hola soyunpezazul. Me ha resultado cuando menos curioso tu relato y, es que al principio Lydia me ha parecido una victimista. Cada uno toma sus propias decisiones, vale que nos dejemos influír por otros pero, nadie te obliga a seguir el camino que sigues. Viendo cómo discurre la noche, no he podido menos que sentirme confusa, sentimiento que supongo has debido querer transmitir, ya que se supone que así es como ella se siente ante ese incierto nuevo comienzo de su vida. Por un momento, he creído que Marcus iba a explicarle el porqué de tantas mentiras, me esperaba que fuese cuando menos agente secreto o algo así, pero al final supongo que no era más que un tío guapo con labia y facilidad para engañar. Suerte que Lydia pudo subsanar a tiempo esa parte de sí misma tan tóxica, para poder regalarse un nuevo comienzo. Me ha gustado el orgulloso final y en sí, la historia me ha resultado curiosa.

    Escrito el 3 diciembre 2015 a las 12:36
  2. 2. Manoli VF dice:

    La idea y desarrollo de tu relato está bien, pero la redacción es un poco confusa. Ese comienzo:” Fue lento como el final de un día” ¿Quién fue lento, el niño? No se entiende bien. También hay algunos tiempos verbales incorrectos como: “la niñera no tardaba en llegar” lo correcto sería: “la niñera no tardaría en llegar”. Las frases al inicio son muy cortas y se hacen mecánicas: “Sarah llegó y me dijo que me veía bellísima. Le hablé de Charlie y luego salí de casa.” También cabe mejorar los diálogos porque a veces no se sabe muy bien qué personaje está hablando:

    “—Mis manos temblaban porque no sabía si la decisión sería buena.

    —suspiré—. Las tuyas no lo hicieron.”

    Si lo corriges te quedará una historia mucho más consistente. Lo que más me ha gustado es ese final, con la puesta en escena del personaje, retrocediendo hacia el día en que lo conoció, como si rebobinase el tiempo. Muy bien.

    Nos seguimos leyendo pez azul. Espero que mis comentarios te sirvan, que es de lo que se trata. Te invito a pasarte por mi escena (80). Un saludo.

    Escrito el 3 diciembre 2015 a las 16:53
  3. 3. Isolina R dice:

    Hola, soyunpezazul:
    Fui uno de tus comentaristas anónimos y he querido pasar a decirte que si lo pules te quedará mejor.
    Ánimo y a seguir para delante.
    Saludos.

    Escrito el 3 diciembre 2015 a las 17:10

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