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EL LÁPIZ MÁGICO - por Mª Carme Bureu

Había una vez un gnomo, el vivía en un rincón del bosque, dónde los arboles eran grandes y cubrían el cielo con sus ramas. Se había puesto ante la zanga, que la noche anterior había estado cavando, lo dejó por cansancio. Indeciso miró la azada y de un arrebato él la tiró contra él suelo.
Tenía la tez morena, llevaba una gran barba, de cabello canoso recogido en una cola. De nariz puntiaguda, frente ancha, pómulos salientes, de unos ojos castaños llenos de rabia, de labios resecos por él sol. Vestía calzas largas, con camisa de franela, y chaquetón de lana, calzaba unas botas negras llenas de barro.
Conjeturaba con la cabeza dando girones. Un reflejo captó su atención. Inclinó su curvada espalda recogiendo en el fondo del surco un objeto, asombrado fue directamente a su casa y a la luz de la chimenea lo examinó.
Él, ya entrado en años, recordó que los ancianos de la aldea, explicaban una extraña historia. Si ya tenía miedo ahora aumentó ante el hallazgo.
¡Vio que era un lápiz azul y verde!
Y se pregunto:
¿Será este el lápiz mágico del que hablaban cuando era pequeño?
Ante la congoja, lo dejó encima de la mesa y se fue a dormir.
Entró en un sueño pesado, de laberintos y mazmorras. Chirriaban las puertas, se oía arrastrar cadenas con ecos de carcajadas y luces de colores chispeaban en sus ojos. Él quería despertar y cuando intentaba mover los brazos, no los sentía, no tenía ni brazos ni piernas. Intentaba chillar i no podía. Una secreción fría recorrió su cuerpo lleno de sangre.
A la mañana siguiente al despuntar el alba se despertó bañado en un sudor frio, miró donde estaba el lápiz.
¡Horror!
¡El lápiz era rojo carmesí!
Salió corriendo de su casa, fue a la aldea próxima dónde estaba su hermano. Él sabría qué hacer, tenía más años que él y sabía todas las historias del lugar.
¡Al encontrarle le explicó lo ocurrido!
El hermano intentó disimular el mal presagio.
Cuenta la leyenda, que había en la aldea un carbonero que tenía una hija muy linda, de piel muy blanca con una melena larga rubia como el oro, era la admiración de todos. Un buen dia pasó por la aldea un viajero muy apuesto, que al ver a la doncella se enamoró perdidamente, ella quedó prendada de los encantos del galán. Él era venido de otras tierras teniendo fama de seductor.
Pasó cierto tiempo en la aldea. Desapareciendo una madrugada en la niebla del pantano.
El carbonero al ver la congoja de su hija, no sabiendo que hacer.
Con el carbón hizo un lápiz, y en una noche de luna llena, elevó el lápiz encima del pantano diciendo nocivamente este conjuro:
“El que con sus encantos y maldad obre en contra del prójimo, sea reo de sus actos”
Un gran rayo iluminó el cielo, y el lápiz empezó a cambiar de color: rojo, azul y verde, amarillo, morado y negro.
Cada treinta años, el lápiz era encontrado entre las piedras o la tierra.
Una vez lo encontró un joven gnomo, que derrochó la fortuna de su padre en el juego. Al coger el lápiz de entre las piedras era morado, al cabo de poco tiempo apareció muerto en una cantera. Creciendo así el pánico en las aldeas por el embrujo.
Otra vez lo encontró una vieja huraña que vivía en una casa abandonada del bosque. Era tan mala, que animalito que encontraba los maltrataba hasta matarlos. Un buen dia fue a buscar moras y al fondo de unas ortigas, vio algo negro y resulto ser el lápiz mágico. Al poco tiempo murió entre unos cardos que la fueron estrangulando.
Hace doscientos años del galán seductor, y han ocurrido bastantes historias, todas ellas sucumbiendo al hechizo.
El gnomo en aquella noche donde socavó la zanja, era para enterrar a su mujer, que en un arrebato de furia, le había partido el cuello, ahora se veía sentenciado por el sortilegio. El azul y verde, color del cielo y la hierba. Rojo color de la sangre.
Ahora él estaba arrepentido, la suerte estaba echada. “A quien hierro mata, hierro muere”.
Al cabo de unos días apareció muerto. Unas ramas secas habían perforado su corazón, dándole muerte al instante.

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4 comentarios

  1. 1. Dianet dice:

    Hola Mª Carme, una historia sin final feliz. Está muy bien, aunque no me esperaba que ese lápiz mágico fuera a desatar tan malos presagios.

    Saludos.

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 23:49
  2. 2. karu dice:

    Hola Mº Carme!!

    Aunque la historia en sí sea negativa, me gusta que el lápiz signifique algo malo.

    En el primer párrafo veo demasiada descripción. Está muy bien que presentes al personaje, pero das información que no es irrelevante para el transcurso de la historia (y aún más teniendo en cuenta el uso limitado de palabras).

    Se te ha colado alguna ‘i’ latina en vez de una ‘y’ “Intentaba chillar i no podía.” Supongo que por el uso del catalán (intuyo por tu nombre y apellidos que eres catalana, como yo).

    Usas algún que otro gerundio que no es correcto. “Inclinó su curvada espalda recogiendo en el fondo del surco un objeto, asombrado fue directamente a su casa y a la luz de la chimenea lo examinó.” En esta frase yo pondría “inclinó su curvada espalda y recogió en el fondo del surco un objeto. Asombrado, fue…”

    Otro ejemplo: “Al coger el lápiz de entre las piedras era morado, al cabo de poco tiempo apareció muerto en una cantera. Creciendo así el pánico en las aldeas por el embrujo.” En vez de creciendo, simplemente ‘creció’.

    Tienes algunos problemillas de puntuación.

    Y hay algunas frases que suenan un poco extrañas y creo (si no me equivoco) que es por la traducción del catalán.

    Esperro que te sirvan mis sugerencias. Aquí estamos todos para aprender y mejorar.

    Te invito a leer mi relato.

    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-29/4329

    Un saludo 🙂

    Escrito el 3 diciembre 2015 a las 19:00
  3. 3. Leonardo Ossa dice:

    Mª Carme Bureu, ¡qué bueno! volverte a leer. Para mí, esa manera de escribir que tienes por la influencia del catalán, me agrega sabor adicional a la lectura. Pienso que esos pequeños cambios en el castellano se asemejan a las canciones del señor Charles Aznavour escuchado en hispanoamerica, en donde su pronunciación foránea le otorgaba un atractivo desde lo exótico. La historia que narras es muy acorde con la imagen que me he ido formando de tus historias en general. Espero seguir leyéndote.
    En las pasadas convocatorias no he podido participar. Espero volverlo a hacer en un futuro.
    Un saludo.

    Escrito el 5 diciembre 2015 a las 21:00
  4. 4. Mª Carme Bureu dice:

    Hola compañeros gracias por pasar por mi relato.
    Era impensable cuando comencé a escribir en este taller de escritura, que pudiera escribir relatos y que alguien les encontrara un atractivo por simple que sea, siempre es bien recibido. Disfruto haciéndolo esto es lo que me hace grande.
    Agradezco las correcciones que me hacéis todas sirven para aprender, es verdad que tengo qué esmerarme más en los signos de puntuación, también hay que decir que debería dedicarle más tiempo a leer y escribir, no siempre le dedico lo que debería, y eso se nota.
    Al empezar este relato me paso un cosa muy rara, fui escribiendo con la hoja en blanco, y termino la historia mal, ahí se hace patente, la manera de cuando creamos un personaje o una historia, es como si tuviera vida y ella sola fluye.
    En ello me refiero a las entrevistas que nos pasan de escritores que nos cuentan su experiencia es vivir “un tú y un yo”. El tú es la hoja en blanco y el yo es la creación que va surgiendo. El leer abre la mente y nuevos horizontes, es ir hilando entre relatos, novelas, experiencias y consejos de los escritores ya veteranos, no podemos decir que terminamos, si no que todo va engrasando la maquinaria siempre en movimiento.
    Gracias por la mención de Charles Aznavour, es un cantante que me encanta, aunque yo no había reparado que pudiera tener una similitud.
    Un abrazo nos seguiremos leyendo.

    Escrito el 5 diciembre 2015 a las 21:50

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