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El lápiz mágico - por Guiomar de Zahara

El mismo día que el infante Carlos nació en Valladolid, llegó a este mundo Genoveva, la hija de don Alonso un hidalgo castellano, a pocas leguas de la ciudad.
El delfín fue amamantado por nodrizas, pues su madre murió cuatro días después. Quedó bajo la custodia de sus tías, las hijas de Carlos V. Una plaga de malaria asoló la Corte y afectó al príncipe, el cual arrastraba problemas mentales desde que nació.
Su padre Felipe II, era demasiado permisivo con su educación; Don Juan de Austria le avisaba de sus extravagancias; era cruel con los criados y con todo aquel que no obedeciera sus órdenes, Tenía poco interés en el estudio y fue un gran reto enseñarle a leer y escribir, pero su progenitor, no lo daba importancia.
*****
A la niña, su madre le dio el pecho hasta que le comenzaron a salir los dientes. Crecía sana y fuerte. Sus padres, aficionados a la lectura la enseñaron a leer, escribir y a interesarse por las artes. El dibujo era su pasión. Con los tizones que quedaban de la lumbre, cogía trozos y pintaba por las paredes.
Don Alonso vivía del comercio, viajaba mucho. En uno de esos viajes, compró a un mercader un raro carbón traído de lejanas tierras llamado grafito: se podía cortar fácilmente y sobre papel se fijaba bien.
Genoveva comenzó a dibujar sobre papeles a su madre hilando, o junto al horno haciendo pan; a su padre leyendo y hasta la haya Catalina que vivía con ellos.
En otro de sus viajes, don Alonso contrajo la peste; al volver su esposa le cuidó con desvelo. Se contagió; al cabo de unos meses murieron los dos.
Genoveva y Catalina quedaron solas viviendo en esa casa demasiado grande para las dos, y demasiada tentación para ladrones y maleantes. El único familiar era un hermano de su padre: Fray Tomás, abad del convento de santo Domingo. Éste estaba intranquilo porque dos mujeres no era bueno que estuvieran solas.
– Estoy preocupado, no podéis quedaros aquí. No tenéis renta y el dinero se acabará pronto.
– Yo sé cuidarme. Se leer, escribir. Además de hacer retratos. Puedo ir por los pueblos y ganar para comer Catalina y yo.
– Pero eres mujer, cosa que no es buena en estos tiempos. Tienes catorce años, deberías casarte o entrar en un convento.
– No quiero casarme ¡Quiero dibujar! – y le enseñó todos sus bocetos.
– Tu trazo es bueno para el retrato… pero eres mujer.
La joven salió de la estancia y volvió al momento, con las ropas de su padre y recogido el pelo con un bonete.
– ¿No parezco un chico?
*****
A los pocos días volvió el fraile.
– ¿Te gustaría ganar tu sustento dibujando? He pensado que podrías hacerlo para un joven que no tiene ninguna cualidad. Tú serías su lado artístico. Pero tienes que vivir en el convento, vestirte como un muchacho y estar con los estudiantes. Por ser un aventajado alumno en las artes, tendrás una habitación para ti sola, que te servirá de dormitorio y de estudio, y te llamarás Gonzalo.
– ¿Y qué tendría que dibujar para ese chico?
– Algún retrato o paisaje, y los firmará el infante.
– ¿El infante Carlos? Cuentan por ahí que es grosero, trata muy mal a los criados y frecuenta a brujas y magos.
– Tú no tendrías que relacionarte con él. Además nadie debe saber esto, ni tan su padre, solamente tú, el príncipe y yo.
– O sea que mis carboncillos harían la magia, así de repente, para que un tonto se vanaglorie en la corte ¿Es eso?
– Piensa que sería bueno para ti, eres inteligente, podrías estudiar matemáticas, astronomía… cosas que las mujeres no deben saber.
– Mis padres me enseñaron que el saber es bueno, para hombres y mujeres.
– Yo también lo creo, Pero la Inquisición a las doncellas que piensan y saben, se las llaman brujas y…
*****
Genoveva aceptó. Vestida como un muchacho y cortado el pelo como los estudiantes, llegó al convento.
Fray Tomás le indicó su habitación y le presentó a sus compañeros como un aventajado alumno en las artes. Rápidamente se adaptó a los estudios. Pasados unos días llegó el primer encargo: dibujar el cenador de un jardín.
En menos de tres días, el trabajo estaba terminado.
El delfín enseñó el dibujo a la corte. El duque de Alba comentó:
– ¿Cuál de tus brujos ha hecho esto?
El infante Carlos iracundo, desenvainó su espada.

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4 comentarios

  1. 1. Fabián dice:

    Se te ocurrió una idea muy original para participar con el lápiz mágico. Me gusta la voz del narrador, clara, sencilla, y que va al grano sin detenerse en metáforas innecesarias.

    FORMA

    He apuntado algunas frases que creo que tienen un problema de dicción, y que se podrían volver a redactar de una manera más lógica.

    •“El mismo día que el infante Carlos nació en Valladolid (A), llegó a este mundo Genoveva, la hija de don Alonso un hidalgo castellano (B), a pocas leguas de la ciudad (A).”
    Para mi gusto la frase está algo desordenada, comienza mencionando una ubicación (Valladolid) para situar al lector en la ambientación del relato; a la ubicación lo llamaré “información A”. Luego se habla de Genoveva y su padre, o sea que se podría considerar que es una presentación del personaje protagonista, “información B”, pero luego vuelves a dar información de la ambientación y se queda algo fuera de lugar.

    A la hora de escribir a mi me gusta pararme a analizar un poquito las frases y el orden de la información que doy en ellas, para que sean lo más lógicas posibles.
    En tu caso, creo que la redacción debería de quedar algo así:
    “A pocas leguas de Valladolid (A), y el mismo día en que el infante Carlos nació en la ciudad (A), llegó a este mundo Genoveva, la hija de don Alonso, un hidalgo castellano (B)”
    Fíjate en como los puntos “A”, o dicho de otra manera, la información relacionada con la ubicación de la escena y ambientación del relato, esta toda junta, dándole paso al siguiente punto “B”, que es la de presentación de personajes. La frase queda algo mas ordenada. Hasta que no se acaba de hablar de un tema (“A”, ambientación), no se empieza con el siguiente (“B”).
    No se si me explico, si no quedó del todo claro dímelo que intentaré explicarlo de otra manera.

    •”Éste estaba intranquilo porque dos mujeres no era bueno que estuvieran solas.”
    Un poquito de desorden otra vez
    “Éste estaba intranquilo porque no era bueno que dos mujeres estuvieran/viviesen solas”

    •”…la haya Catalina que vivía con ellos.”
    ¿Qué es una haya?, ¿quisiste poner “yaya”?

    •”…las hijas de Carlos V. Una plaga de malaria “
    Punto y aparte, por que el enunciado cambia, se habla de las hijas de Carlos V y luego de la enfermedad.
    Piensa que cuando hay un cambio brusco de tema o enunciado siempre se utiliza punto y aparte.

    •”…y demasiada tentación para ladrones y maleantes.”
    Suena raro, poco natural.
    “,,,y demasiado tentadora para ladrones y maleantes.”

    •”…—y le enseñó todos sus bocetos.”
    Esa acotación del narrador debería de empezar con mayúsculas. Te dejo un link a un articulo muy bueno que trata el tema de las acotaciones.
    https://www.literautas.com/es/blog/post-10363/como-representar-un-dialogo-graficamente/

    CONTENIDO

    •“Pero eres mujer, cosa que no es buena en estos tiempos.”
    Cuidado aquí, con esta frase me salí totalmente de la historia.
    Se me hace raro que el personaje pueda decir algo así, por que no es hasta la historia mas contemporánea que la mujer empezó a ganar derechos básicos. Siempre fueron tiempos difíciles, y aunque no mencionas fechas en el relato, puedo deducir que es una época muy antigua por el uso de los títulos nobiliarios, la llegada de la malaria y la presencia de los conventos y el abad. Por lo tanto, el personaje no puede comparar con otras épocas pasadas donde a la mujer no se la reprimía tanto, por que eso aún no ha llegado.

    Me parece un buen relato, algo cargado de nombres con apellidos y títulos, que puede jugar en tu contra al tratarse de un relato tan corto, pero está bien llevado y sobretodo es muy original.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 12:56
  2. 2. Tonino dice:

    Hola.
    Tu relato he de decir que me a sorprendido la época en donde has desarrollado la trama.
    Los diálogos los veo bien desarrollados, se entienden bien.

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 21:42
  3. 3. Juelis dice:

    Hola, me ha gustado mucho tu relato, sobre todo por la época en la que lo has ambientado, aunque el final quizás haya quedado un poco en el aire, o es que yo no lo supe coger.
    De todos modos, está muy bien.
    Felicidades

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 22:12
  4. 4. Vespasiano dice:

    Hola Guiomar:
    Interesante historia la que has montado alrededor de tan ilustres e históricos personajes.
    Sin duda ahí se vislumbra un estudio de le época y de los protagonistas.
    En él nos muestras la limitación de la mujer en una época negra donde la Inquisición hacía y deshacía a su antojo.

    Esto que digo a continuación también sirve para Fabián.
    Con relación a la “haya”, esta se escribe sin “hache”

    Vamos al diccionario.
    aya

    Del gót. *hagja ‘guardia’.

    1. m. y f. Persona encargada en las casas principales de custodiar niños o jóvenes y de cuidar de su crianza y educación.
    Felicidades por tu inteligente historia.

    Escrito el 3 diciembre 2015 a las 21:32

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