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EL LÁPIZ MAGICO - por Isan

Se metió en política por su desmesurado afán trepador, su nula capacidad intelectual y empujado por un grupo en la sombra que conocía su falta de escrúpulos y su naturaleza maleable.

Hasta ese momento su vida había transcurrido en torno a treinta kilómetros a la redonda del pueblo que le vio nacer, entre chapucillas por aquí y por allá y pufos de menor cuantía, lo que le había reportado cierta fama de echao pa´lante y un patrimonio un tanto turbio.

El futuro que se abrió ante sus ojos era mucho más de lo que jamás podía haberse imaginado. Ser Alcalde de su pueblo le produciría el prestigio y el reconocimiento popular que anhelaba y, sobre todo, un negocio sin límite.

Pronto empezó a idear –no se cree que fuera motu proprio sino a sugerencia de sus mentores- la recalificación de unos terrenillos comunales a los que –decía- no se les sacaba el aprovechamiento que de ellos se podía esperar. Le seguiría la construcción de un polideportivo, un campo de golf, un complejo hotelero y un polígono industrial. Todo desarrollado y ejecutado por las sociedades que crearía y que harían de su pueblo y de él, naturalmente, la envidia de la provincia, si no de la nación entera.

Se rodeó de algún que otro arribista dispuestos todos a formar piña para el trinque y de los palmeros que, no se sabe por qué extraño mecanismo cerebral, siempre se arriman a quienes destacan por cualquier motivo, sea el que sea, y de quienes jamás recibirán nada.

Comenzaron una campaña cutre con unos panfletos aun más cutres y se dedicaron a hablar con la gente de los bares y a cuantos se encontraban por la calle:

– ¡Eh¡ a ver si nos votáis que somos del pueblo, ya nos conocéis, m.c.d.

– ¡Vamos a traer trabajo para todos!

– ¡Vamos a colocar a este pueblo en el mapa!

Llegaba el día que pondría fin a la campaña. Se organizó un gran mitin en el cine del pueblo. Actuaría la rondalla de la parroquia y el grupo de voces El Serranillo. También habían previsto que acudiría algún personaje importante de la capital de ese partido que tan buenas ideas les había transmitido.

Todo eran parabienes ante el rotundo éxito que se vaticinaba. Se imaginaba saliendo del local a hombros cual torero que triunfa en el ruedo y lo llevaban en volandas hasta el mismísimo sillón del Salón de Plenos del Consistorio.

El día anterior al gran día, alguno de sus mentores le advirtió de la necesidad que tenía de dar el discurso de cierre de campaña.

Jamás se había encontrado ante una tesitura de semejante envergadura. Preparar un discurso excedía con mucho sus capacidades. Un compadre le sugirió la idea de que alguien le redactara el discurso:

– Alguno de esos tipos raros que lean. En el pueblo hay varios.

Así que, esperanzado, se dirigió a casa de quien fuera su maestro, hombre curtido en años, en experiencia y en sabiduría.

Ante semejante proposición venida de quien representaba la antítesis de sus valores, el maestro recordó aquel cuento de Christian Andersen que año tras año había contado en clase sobre el traje del emperador. Abrió su escritorio, sacó un lápiz y lo pasó por un folio como quien escribe. Metió el papel en un sobre y le dijo:

– Este es el lápiz mágico con el que preparaba todas mis clases. Ahora no se puede leer nada, pero en el momento en que lo pongas en el atril, leerás las mejores palabras que jamás hayan salido de tu boca.

Sonaba la música, el chispas, empleado del candidato, había instalado en el gallinero del cine un foco cegador. Había venido la televisión comarcal a cubrir el evento y el cine estaba razonablemente lleno. Todo había contribuido al éxito de la convocatoria. Promesas, alguna amenaza velada y hasta la insinuación del cura en el sermón del domingo.

Cuando le tocó el turno al candidato, subió de un salto al escenario con la sonrisa del triunfador. Sacó de su bolsillo el sobre que contenía ese discurso que le catapultaría hasta donde jamás había soñado. Pero por más vueltas que le dio allí no había nada escrito.

Un sudor frio recorrió todo su cuerpo y en ese aterrador instante, ante un público atónito y enmudecido, recordó aquel cuento que tantas veces les contaba su maestro y se dio cuenta de su miseria.

Mientras, en el fondo de la sala alguien dibujaba una leve sonrisa de complacencia.

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13 comentarios

  1. 1. L.M.Mateo dice:

    Hola Isan,

    un cuento simpático y divertido, muy actual. Me gusta mucho como has insertado el famoso lápiz en un texto que nada tiene que ver con él. La historia al completo me ha recordado a muchos pueblos y a la capital de mi provincia.

    Voy directa al aspecto formal:

    “echao pa´lante”, debería ir entrecomillado, ya que imita el lenguaje coloquial.

    “motu proprio”, también entre comillas, ya que es un latinismo.

    En los guiones utilizados para los incisos, has olvidado cambiar el segundo, utilizando el guion corto. (Me sigo atragantando al no tildar “guion”).

    “–¡Eh¡ a ver si nos votáis que somos del pueblo, ya nos conocéis, m.c.d.” En esta frase hay varios errores. En primer lugar el segundo signo exclamativo, “a ver” debería comenzar con mayúscula “A ver”. Respecto al final de frase, tras “conocéis” creo que sería más correcto utilizar dos puntos, y “M.C.D”, debe ir en mayúsculas, ya que haces referencia a las siglas del partido político.

    “El Serranillo”, entrecomillado, ya que haces referencia a un grupo. Lo mismo sucede con “el Chispas”, que es un apodo y hace referencia al sobrenombre de una persona, por lo que deber ir, además, con mayúscula.

    “Preparar un discurso excedía con mucho sus capacidades”. Las palabras “con mucho” las pondría entre comas, ya que es una aclaración. Lo mismo sucede en “…aquel cuento de Christian Andersen que año tras año había contado…” con las palabras “año tras año”; y en la oración final tras la palabra “sala”.

    Por último, un acento perdido casi al final, en la palabra “frío”, que me ha llamado mucho la atención porque no he visto que falte ningún otro.

    Espero haberte servido de ayuda en algo.

    Saludos.

    Escrito el 29 noviembre 2015 a las 18:55
  2. 2. isan dice:

    Gracias L.M.Mateo por tus sugerencias que las acepto con agrado porque en todas atinas, a excepción del significado de las siglas que no se refiere al partido sino que se trata de una invocación irreverente.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 13:08
  3. 3. isan dice:

    Agradezco a mis tres comentaristas de turno su benevolencia. Quiero matizar el comentario de uno de ellos que es la primera vez que participo y no estaba pensado para relatos anteriores, aunque, ciertamente, podía haber encajado.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 13:47
  4. 4. L.M.Mateo dice:

    Isan:

    si has hecho referencia al M.C.D que yo creo, entonces deberías eliminarlo, ya que la mayoría de la gente no lo va a pillar (y cuando digo “la mayoría”, me refiero a más del 95%). Recuerda que cuando nos dirigimos al lector, el texto tiene que ser comprensible.
    Los que entendemos las siglas es porque nos movemos en ciertos círculos, pero el público aquí es muy amplio, de muy diferentes edades, países y niveles culturales. Abreviaturas que para ti o para mí son comprensibles (no en la primera lectura porque no sé nada de ti) porque nos movemos en ciertos círculos musicales o en fanzines, son un completo velo para el resto.

    Un abrazo.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 13:58
  5. 5. Juana Medina dice:

    Hola Isan:
    Yo fui una de tus comentaristas y sigo pensando lo que ya te dije. me costó encontrarle pegas como dicen los españoles. Me parece un relato encantador y desgraciadamente muy verdadero en muchos lugares de la tierra. Vuelvo a felicitarte,

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 16:24
  6. 6. Vespasiano dice:

    Hola Isan:
    Es la primera vez que te leo. Curioso, tengo un joven vecino que se llama Isan y por ello deduzco que seas español, pero sobre todo porque estoy viendo en tu relato a la camarilla de políticos que vamos a tener que votar próximamente.
    Yo en mi historia también he hecho referencia a la capacidad intelectual de estos CHUPÓPTEROS.
    No me voy a entretener con los puntos y las comas, ni con los verbos ni guiones, porque el tiempo se me va y quiero leer la mayor cantidad de historias.
    A mi me ha gustado tu relato por la veracidad de lo que cuentas. Pobrecitos de nosotros los ciudadanos que pagamos los impuestos religiosamente (entre otras cosas porque no tenemos más remedio).
    Felicidades.
    Te dejo mi blog por si se te ocurre pasarte por él.
    lhlupianes.blogspot.com.es

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 21:44
  7. 7. Vespasiano dice:

    Hola de nuevo Isan:
    Se me olvidó apuntar que formo parte de ese 5% que ha entendido a la primera lo de m.c.d.
    Chao.

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 22:01
  8. 8. isan dice:

    Gracias Vespasiano por pasarte por mi relato. Efectivamente nuestros relatos tienen un nexo de unión.
    Me he dado una vuelta rápida por tu blog y curiosamente he encontrado una entrada en él que hace referencia a algún cuento clásico. Mi entrada de este mes también la tiene.

    Me ha gustado tu estilo y el mensaje, así que procuraré ser lector tuyo habitual.

    En cuanto al nombre, siento decirte que únicamente coinciden en la letra inicial.

    Saludos.

    Escrito el 5 diciembre 2015 a las 11:30
  9. 9. Alma Rural dice:

    Te felicito por tu relato, isan. Describes muy bien el mundo de la política y has logrado definir a tu protagonista con muy buenos detalles. Rescatar el cuento de Christian Andersen para introducir al lápiz mágico e hilar el final del relato me ha parecido muy buena idea.

    Escrito el 5 diciembre 2015 a las 19:03
  10. 10. Christian Joseph White dice:

    Un relato divertido y con buen ritmo. Ingeniosa manera de introducir el lápiz, que al ser sólo algo secundario, deja un margen más amplio para experimentar con una historia distinta del montón. La trama quedó bien desarrollada y con un simpático desenlace 😉 Felicitaciones por tu trabajo.

    ¡Saludos!

    Escrito el 6 diciembre 2015 a las 07:58
  11. 11. isan dice:

    Gracias a todos por pasaros por aqui. Lamento el escaso tiempo de que dispongo para leer más entradas y comentarlas, Procuraré corresponder a todos.

    Escrito el 7 diciembre 2015 a las 11:31
  12. 12. Isolina R dice:

    Hola, Isan:
    Lo de los tres que siguen al propio lo han propuesto desde Literautas para diciembre porque, en contra de lo habitual, no habrá comentarios anónimos. Y si todos lo hiciéramos, ningún texto bajaría de los tres comentarios. La costumbre del taller (que solo algunas personas cumplen)es comentar a los diez siguientes (“el reto beba”, lo llamamos, porque lo propuso esta compañera). En esta ocasión me propuse tres retos: el “beba”, comentar a todos los que me comentaran a mí y leer como mínimo la mitad de los textos publicados. Estoy contenta porque he cumplido los tres. No sé si otros meses tendré tanto tiempo para hacer lo mismo.
    Te sugiero que para diciembre leas todos los textos que puedas, comentes a los tres (o cinco o diez que te sigan) y devuelvas visitas a los que te comenten a ti. Cuanto más te impliques, más aprenderás y más aprenderemos todos de ti y contigo.
    Respecto a tu texto, quiero decirte que entendí a la primera “m.c.d.”. Sobre todo porque en mi pueblo se usa mucho. Hay un hombre que suele utilizarlo frase sí frase no. De todos modos cuando yo era niña, los muchachos usaban expresiones parecidas pero no irreverentes: “me cachis diez”, “me cachis dioro”…

    Estoy de acuerdo con todas las sugerencias que te ha hecho L. M. Mateo. Aunque a ella se le ha escapado una ausencia de tilde: “aún más cutres” (“aún”lleva porque equivale a “todavía”). Por cierto, yo evitaría la palabra “cutre”.
    Escribes muy bien y opino que tienes un gran sentido del humor. Me da que podrías ser un buen monologuista de “El Club de la Comedia”.
    Creo que le vendría bien al texto que revisaras los posesivos y los redujeras un pelín.
    Suelo señalar en los textos ajenos las rimas. He visto algunas aquí: “con la gente de los bares y a cuantos se encontraban por la calle”, “de ese partido que tan buenas ideas les había transmitido”, “cual torero que triunfa en el ruedo”, “ante una tesitura de semejante envergadura”.
    En: “aquel cuento de Christian Andersen que año tras año había contado en clase sobre el traje del emperador” yo cambiaría el orden a:”aquel cuento de Christian Andersen sobre el traje del emperador que año tras año había contado en clase”.
    Por lo demás, estoy de acuerdo con lo que te han dicho. Es un relato ameno, fluye bien. Además, para los españoles está de rabiosa actualidad.
    Espero que mis sugerencias te sirvan.
    Del comentario que me hiciste te respondo en mi texto.
    Yo también te seguiré a partir de ahora.
    Saludos.

    Escrito el 14 diciembre 2015 a las 22:31
  13. 13. Vespasiano dice:

    Hola Isan:
    Acabo de recibir un comentario tuyo en mi relato (nº 47), que estando completamente de acuerdo con lo que dices (en relación al contenido de la historia y lo que pueda transmitir y la importancia de la ortografía), no debería haber sido enviado a mí, sino al compañero que sistemáticamente los excluye.
    Gracias, pues comparto los mismos criterios que tú.
    Ahora a esperar los comentarios del bosque y el espejo. Y que los mismos sean benevolentes.
    Feliz Navidad.

    Escrito el 16 diciembre 2015 a las 18:42

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