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El lápiz mágico - por Tinin

El lápiz mágico
Daniel cumplirá pronto los ocho años y no espera regalos ni chuches, tan solo le hace ilusión tener, como dice su abuelo, ocho castañas. El número ocho le resulta muy divertido con sus curvas y redondeces, tan pronto parece un “chuleta” de Chamberí como los ojos de un rodaballo, unos anteojos como un antifaz.
Y es que Daniel se siente como un ocho, alegre y con ganas de reír y no es para menos el ocho lo contiene todo. Con el ocho podemos hacer tanto los ceros, como el infinito y su trazo es tan sencillo que definitivamente se había enamorado de este número y no pensaba cumplir mas años, aunque el seis y el nueve también le seducía por su gran parecido.
Mas la razón de su contento era un lápiz que le regalaron sus padres cuando solo tenía tres años. No es un lápiz común pues hasta tiene su nombre impreso. Se llama Lignito H/B y a Daniel no le hace gracia este nombre, le resulta demasiado serio y muy feo para todo lo que su lápiz puede hacer.
Al principio no le prestó mucha atención, ya tenía rotuladores de cualquier color imaginable y este lápiz no parecía aportar nada nuevo, pero un buen día se dio cuenta que el carboncillo que se fijaba en sus dibujos contenía el poder del ocho.
Hasta sus mejores amigos le decían que estaba un poco majareta, que no le funcionaba bien la chimenea o que no le llegaba suficiente riego a la cabeza. Con estas y otras muchas razones de similar hechura se burlaban constantemente, pero Daniel ya había comprobado la eficacia de su lápiz y no daba importancia a esos comentarios, incluso daba por lógicas sus palabras, al fin y al cabo nunca habían visto como funcionaba su magia.
Al igual que el trazo que forma el número ocho donde el inicio no es otro sino su término, de la misma manera se materializaba el hechizo sobre el dibujo realizado con el lápiz mágico, convirtiendo todo a su comienzo, modificando lo del revés al derecho, mudando el alma contaminada por la erosión de la vida, al momento en que aún límpida inicia su andadura.
Esta vez la discusión fue demasiado insoportable como para ser olvidada. Tantos gritos y tan lamentables insultos se dijeron, que parecía adivinarse un espantoso final. Los padres de Daniel como de costumbre discutían muy seriamente por motivos de escasa entidad y las amenazas eran cada vez mas graves.
Mientras Daniel dibujaba y dibujaba con su lápiz del ocho.
Alguien gritó la palabra muerte y la discusión cesó con un silencio insoportable. Daniel alzó la mirada y se asusto. Papa había cogido un gran cuchillo de la cocina y lo observaba extrañamente. Su madre con las manos sobre la boca parecía querer ahogar un grito.
Rápidamente escribió unas palabras y fue hacia su padre.
-Papa he hecho un dibujo, dijo Daniel con voz temblorosa
-¡A dormir! Respondió su padre.
Daniel dejo caer su dibujo y se marchó cabizbajo a su cama.
El padre de Daniel reparó en la hoja que su hijo le había ofrecido, pues un destello de luz procedente del afilado acero iluminaba el papel misteriosamente como queriendo llamar su atención. Se agachó a recogerlo y tras descubrir el dibujo que guardaba, comenzó a negar con la cabeza y a temblarle todo el cuerpo mientras lentamente se derrumbaba en el suelo con un desconsolado sollozo.
La madre de Daniel también descubrió una especie de magia en el dibujo de su hijo y tras mirar al cielo en busca de alguien al que poder agradecer este final, besó a su marido y ambos quedaron abrazados en el suelo hasta la mañana siguiente.
Daniel formuló su deseo con un sencillo dibujo, la figura de un hombre y una mujer que daban la mano a un niño. Sobre sus cabezas escribió “Mi familia” y bajo sus pies “Papa y mama os quiero mucho, no lo olvidéis”
Desde que Daniel pidió que todo volviese al principio, como cuando nunca había problemas y salían los tres a jugar en el parque, consigue todo lo que quiere formulando deseos con su lápiz mágico.
Sus padres recordaron la familia que fueron y la atención que demandaba su pequeño y volvieron atrás, allí donde el ocho comienza su trazo y aunque aun discuten, pues continúan por su retorcido itinerario, siempre terminan en ese inicio de las cosas donde la ilusión no se ha perdido.

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6 comentarios

  1. 1. Marazul dice:

    Hola Tinin, fui una de tus comentaristas.
    Me gustó mucho tu relato por la frescura,la gracia, lo bien que relacionas la historia del lápiz mágico con el argumento y sobre todo por ese mensaje tan bonito que nos ofreces.
    ¡Enhorabuena!

    Escrito el 29 noviembre 2015 a las 18:13
  2. 2. Frida dice:

    Hola Tinin. Tu relato es original, pero ojalá ese final fuese cierto, ojalá los pequeños Danieles del mundo pudiesen con un simple dibujo recordar a los padres la felicidad que un día tuvieron. Me gusta cómo has empleado el lápiz mágico,con tanta ternura y,el que lo hayas hecho a través de los ojos de un niño, pues la mirada infantil es más límpida que la de un adulto, más inocente.

    Te diría que en la frase “Papa y mama os quiero mucho, no lo olvidéis”, faltan las tildes, pero luego he pensado que eso lo ha escrito un niño y, que quizás las hayas omitido adrede, pues la caligrafía infantil suele pecar de ello.

    Con todo te felicito por un relato tan esperanzador.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 19:52
  3. 3. PAULATREIDES dice:

    Buenas Tinin.

    Antes que nada, quiero te agradezco tu paso por mi relato.

    Tu relato es muy enternecedor y lleno de esperanza.
    La magia al final la tenía el niño.
    Sólo he visto un par de “mas” si acentuar y algunas frases algo largas que pueden dificultar algo la lectura, pero que al tener palabras de uso común, se lee de forma ágil y sencilla.

    Un saludo.

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 09:50
  4. 4. Manoli VF dice:

    Resulta llamativa la recreación que haces a partir del número ocho, y como lo enlazas con la magia y el lápiz mágico. Tu historia termina como los cuentos, felizmente. Me ha extrañado cuando dices que el niño no piensa cumplir más, es como si detuviese el tiempo o lo pretendiese.

    Te invito a leer el mío (81)

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 14:26
  5. 5. Wanda Reyes dice:

    Hola tinin, me gusto tu relato y la forma en que mostraste como los niños expresan sus deseos y miedos a través del dibujo, y como este con su lápiz mágico logro llevar su mensaje mucha veces ignorado. Te invito a que pases por mi relato que es el 136.

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 17:52
  6. 6. Isabel dice:

    Tinin, un relato que muestra cómo incluso en situaciones que parecen insalvables, la ternura y la sinceridad de un niño, pueden conseguir el cambio. Lo que más me ha gustado es lo bien que transmites la escena de los padres cuando ven el dibujo, lo impactados que se quedan.

    Escrito el 2 diciembre 2015 a las 00:23

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