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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El lápiz mágico - por Thelma López Lara

El lápiz mágico

—¡Eso!, es una fantasía tuya Juan.

—Pedro, escúchame, hombre de poca fe, te estoy diciendo la verdad. Ayer que fui al teatro, me encontré el lápiz mágico, que tanto han informado los noticieros nacionales estos días. Parece que el famoso pianista, que visitó esta ciudad la semana pasada, lo dejó perdido en la sala donde hacía su presentación. Está tan dolido con la perdida, que está dispuesto a pagar una buena recompensa a la persona que lo encuentre —le reveló Juan, rascándose la cabeza e impaciente por la actitud incrédula de su compañero de clases.

—¡Bueno!, pero no te enojes. Recuerda que yo no escucho noticias, por lo tanto la desconocía. Pero Juan, ¡alégrate!, yo estaría brincando de la alegría con ese hallazgo. Te has puesto a pensar, en qué vas a gastar toda esa plata —bromeó Pedro, haciendo un gesto con sus dedos de que hay dinero—. Una pregunta: ¿Cómo sabes, que el lápiz es del pianista?

—Porque tiene todas las características de lo que han dicho en la radio y la televisión. Es un instrumento, que le ayuda a las personas a escribir sin falta de ortografía. Por ejemplo, si vos escribís “ave” con “b”, el lápiz automáticamente borra la palabra. Hasta que la escribas bien, el grafito queda impregnado —le explicó Juan con mucha seguridad.

—¡Qué estupendo! —Vociferó Pedro, abriendo la boca más de la cuenta, al escuchar tanta maravilla—. ¿Lo probaste con algún término?

—Por supuesto hombre, lo probé con la palabra “hijo”, la escribí sin “h”. El lápiz la borró, hasta que lo hice correctamente, pude verla plasmada en el papel. ¡Es una maravilla! ¡Me muero de ansias por escudriñarlo!

—Juan, es mejor que cobres ese dinero —aconsejó Pedro a su compañero.

—Yo no quiero billetes, eso se acaba. Lo que aspiro es hacer un gran invento para la humanidad. ¡Pedro!, deberíamos ir ya al laboratorio de informática de la universidad. Ahí lo tengo bien guardado en mi armario. Mi anhelo es averiguar, qué es lo que lo hace tan mágico. ¡Me acompañas?

—¡No faltaba más!, ¡vamos!

Los dos compañeros universitarios partieron para el lugar acordado. Al llegar al recinto, Juan se preparó para pasarle el bisturí al lápiz, durando casi cuatro horas. Hasta que encontró el misterio.

—¡Claro!, me lo imaginé —exclamó Juan, mostrándole a su amigo una estructura pequeña—. Este es un chip que tiene programado un millón de palabras en castellano, que compara las palabras que uno escribe, con las que él tiene registradas.

—¿Cómo hace para borrarlas? —preguntó Pedro, friccionándose las manos de la emoción.

—Muy fácil, en el extremo del lápiz tiene un escáner y un láser. Primero escanea lo que uno escribe y lo compara con las que están programadas. Si el vocablo está mal escrito, la radiación del dispositivo lo borra —respondió Juan con mucha seguridad.

—¡Qué bueno!, eres todo un experto.

—Ahora, mi tarea es programar lápices que corrijan la ortografía, pero en cuatro idiomas —aventuró Juan, con una sonrisa de satisfacción.

—¡Ya sos millonario! —bromeó Pedro.

—¡Nada de eso compañero!, lo que quiero es ayudar a las personas a comunicarse mejor. Que todos tengamos buena ortografía. ¡Sabes!, que por una tilde mal usada en una palabra, podemos meternos en graves problemas.

—¡Juan!, ¡Juan!, despierta, ya es hora de ir a clases. Recuerda que hoy tenemos el examen de ortografía.

—Pedro, ¿dónde está el lápiz? —preguntó Juan, aún todo soñoliento.

—En tu mochila, ¡apúrate! —le gritó Pedro, desde la puerta del cuarto.

—¡Qué lástima era un sueño! —Murmuró Juan, arrastrando la mochila—. Pero algún día, ese lápiz mágico lo hago realidad.

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10 comentarios

  1. 1. Sara Ley dice:

    Voy a hacer eso que han sugerido de comentar los 10 relatos siguientes al mío, así que “te ha tocado”.

    En mi opinión hay demasiadas exclamaciones. Hay tantas que me imagino a los personajes gritándose y emocionados todo el rato.
    Creo que sin tantas exclamaciones el relato ganaría mucho.

    En el primer párrafo, cuando Juan habla de que ha encontrado el lápiz mágico, yo no pondría “le reveló”. Se supone que se lo está repitiendo a su compañero porque él no se lo cree, pero ya se lo ha revelado antes de que comience el relato. Por eso, pondría “le repitió”.

    Hay algunas comas que faltan y alguna otra mayúscula que sobra. Por ejemplo, la frase final:
    “¡Qué lástima era un sueño! —Murmuró Juan” Creo que sería: “¡Qué lastima, era un sueño! —murmuró Juan”

    Aunque los finales de “y era todo un sueño” están ya muy vistos, sí me ha gustado que el detonante del sueño haya sido que Juan está preocupado por su examen de ortografía. Y estoy de acuerdo con él, la ortografía es muy importante.

    Escrito el 29 noviembre 2015 a las 19:57
  2. 2. Wolfdux dice:

    Sara menciona el recurso de “todo es un sueño”, y creo que es un recurso que puede no ser bien recibido por muchos lectores. No ha sido mi caso, ya que me ha gustado el sueño que ha vivido el protagonista de tu relato. Por otro lado la historia es buena, aunque con una revisión pulirías más el relato, ya que hay comas que sobran. Un saludo.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 00:10
  3. 3. Thelma López Lara dice:

    Gracias Sara y Wolfdux por los comentarios, están muy atinados, los tomaré en cuenta. Pasaré por sus relatos.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 06:36
  4. 4. José Torma dice:

    Hola Thelma, me revelo como el que te supuso joven. Espero mis comentarios te hayas servido.

    Un abrazo.

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 16:01
  5. 5. Pikadili dice:

    Necesitas pulirlo un poco. Sobre todo revisa la puntuación, hay comas que deberían ser puntos y viceversa. El relato es original, hasta que llegas al final… No me malinterpretes, no es un mal final, pero es la salida fácil. Además, la despachas a toda velocidad, la misma idea con más tiempo podría funcionar mucho mejor.
    En cualquier caso es un buen relato, hay ideas que me gustan mucho como lo del examen de ortografía, el lápiz del pianista o la forma que le has dado al conjunto, casi como si fuera una obra de teatro.
    Saludos!

    Escrito el 30 noviembre 2015 a las 16:17
  6. 6. Thelma López Lara dice:

    Hola José,

    Definitivamente tus comentarios me ayudaron mucho.

    Pasaré por tu relato.

    Muchas gracias.

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 03:20
  7. 7. Thelma López Lara dice:

    Hola Pikadili,

    Tienes razón, mi relato parece una obra de teatro. Gracias por tus sugerencias.

    Saludes.

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 03:42
  8. Pues aunque todo fue un sueño, me parecio que ese recurso fue bien utilizado. Lo unico que a mi me parecio extraño, no se si a los demas, son los personajes. Por su forma de hablar, quizas sea por las muchas exclamaciones, me parecian niños. Grande fue mi sorpresa al saber que iban a la universidad. Niños genios pense hasta que llego el final y me convenci, je je.
    Buen relato. Si, creo que Pikadili tiene algo de razon al decir que parece una obra de teatro. Por momentos lo parece.
    En fin, es un buen relato.
    Felicidades y saludos.

    Escrito el 1 diciembre 2015 a las 15:47
  9. 9. Leonardo Ossa dice:

    Hola Thelma. Tu historia, que es un sueño, me ha dejado pensando porque realmente en la vida los mejores inventos han empezado cuando alguien los sueña. Creo que has cambiado mi idea de lo mágico, pues un artefacto electrónico bien puede verse como mágico cuando no entendemos su funcionamiento. La historia ha cobrado en ese detalle un brillo especial, pues la historia no se basa exclusivamente en la escritura del lápiz, sino en la forma en que funciona, en la forma en que puede ser reproducido y la posible materialización del objeto en un futuro.

    Escrito el 5 diciembre 2015 a las 02:59
  10. 10. Christian Joseph White dice:

    Bonito relato, tiene ritmo; aunque, cómo te han dicho, has abusado de las exclamaciones en los diálogos. El final, siendo honesto, suele ofender al lector por todo acaba en ser sólo un vulgar sueño. Pero por lo que entendi trataste así darle cauce a la trama real, que no era más que la fervorosa preocupación del protagonista por la ortografía. Felicitaciones por tu trabajo, nos vemos en el próximo taller 😉
    ¡Saludos!

    Escrito el 5 diciembre 2015 a las 21:36

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